Sai está siempre a tu lado. Él es el conductor del vehículo de su vida - Swami.
Escrito por el Prof. Kasturi:
Son innumerables los casos en los que Dios ha convertido un "tornado tormentoso" en la vida de alguien, en un "mar sereno", cuando se le permitió tomar las riendas de sus vidas.
Dr. YS Thathachari, un biofísico dedicado, que había trabajado durante algunos años en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y después en la Universidad de Stanford y la Universidad de California, sufrió en 1960 'tumores malignos y metástasis agresiva en el cráneo, el cuello, las costillas y las caderas, el cáncer tenis las características de ambos, sarcoma de Ewing y de células Retiaulum. '
Estaba destinado a pena de muerte! El Prof. Kasturi informa en Satyam Shivam Sundaram. El cirujano finalmente le dijo: "Señor, los milagros suceden. Esperemos que un milagro le suceda a usted. "
Esto fue en 1962.
La pareja regresó a Madrás (ahora Chennai) y los médicos en Madras diagnosticaron que incluso el hígado estaba afectado con cáncer. "En 1965," Tathachari dice: "Sentí que debía buscar las bendiciones de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, a raíz de una referencia oportuna de un amigo. Baba me bendijo, a mí ya mi esposa, y nos indico regresar a Stanford, continuando con la medicina Endoxan, si quería hacerlo. En 1970, cuando me acerqué a él de nuevo, me pidió que suspendiera todos los medicamentos y suplementos dietéticos. Él me dio garantía de curación y que disipara ese temor siempre presente de recurrencia ".
Thathachari más tarde prosiguió con celo su tarea docente y proyectos de investigación en los Estados Unidos, y no ha disminuido. El" milagro "que había ocurrido en realidad.
La razón de citar este incidente en particular, aunque hay innumerable casos de gracia divina que ocurren en cualquier momento en todo el mundo, es traer a la atención, algunas palabras poderosas y profundas que Bhagavan le escribió muchos años después.
Son para todos los tiempos y para todos los gustos:
"Vosotros debéis estar ocupado con los deberes que se le ha encomendado, en buen espíritu y buen estado de salud", decia las primeras líneas de Swami en la carta a Thathachari. Pero lo que vino después es lo más importante. "Sai está siempre a tu lado. Él es el conductor del vehículo de su vida. El barco de la vida, sin embargo muy cargado con la carga de alegrías y tristezas, sin duda puede llegar al puerto de la auto-realización, si ello es propulsado por energía mental santa. La repetición del nombre es el movimiento de los pistones, el volante es el amor, el ancla es la fe. Continua el viaje con confianza. Sai siempre te cuidara de todo daño y dolor ...
Swami está siempre derramando Su compasión sobre ti. Él te aconseja y corrige dentro de ti. Por su parte, debes estar inmerso en las funciones encomendadas a vosotros, recuerde, que es el trabajo de Swami. Al cumplir con sus deberes, convencido de que el trabajo es mío, la salud y la felicidad se os darán por añadidura ".
Bhagavan, con frases de consuelo para muchos, transmite, cómo la vida puede ser gloriosa, si Él es el auriga. Estas son las palabras dulces y suaves del Señor, de amor divino y desinteresado, que son su arma más potente, para inducir al hombre a hacer una pausa, reflexionar, reformar y luego restablecer la paz.
OMSAIRAMMM...
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Sai is ever by your side. He is the charioteer of the vehicle of your life - Swami.
Written by Late Prof.Kasturi :
Innumerable are the instances when God has converted a ‘stormy tornado’ of someone’s life into a ‘serene sea’ when they allowed Him to take over the reins of their lives.
Dr. Y S Thathachari, a dedicated biophysicist who had worked for some years at the Massachusetts Institute of Technology and after that at Stanford University and the University of California, suffered in 1960 ‘aggressively malignant and metastasising tumours in the skull, the neck, the ribs and the hips, the cancer having the features of both Ewings and Retiaulum Cell Sarcoma.’ It was a death sentence enveloped in medical abracadabra! Prof. Kasturi reports in Sathyam Shivam Sundaram. The surgeon finally told him, 'Sir, miracles do happen. We hope such a miracle would happen to you.'
This was in 1962.
The couple returned to Madras (now Chennai) and the doctors in Madras pronounced that even the liver is now affected with cancer. “In 1965,” Tathachari says, “I felt like seeking the blessings of Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, following a chance reference by a friend. Baba blessed me and my wife and directed us to go back to Stanford, continuing the Endoxan, if I wished to do so. In 1970, when I approached Him again, He asked me to discontinue all drugs and dietary supplements. He gave me an assurance of cure and dispelled that ever-present dread of recurrence." Thathachari later pursued his teaching assignment and research projects in America with undiminished zeal. The ‘miracle’ had indeed happened.
The reason we quote this particular incident, though there are innumerable of such ‘divine graces’ happening anytime all over the world, is to bring to attention a few powerful and profound words that Bhagavan wrote to him many years later.
They are for all times and for everyone :
“Busy yourselves with the duties which are entrusted to you, in good spirit and fine health,” Swami’s initial lines in the letter to Thathachari read. But what came later is most significant. “Sai is ever by your side. He is the charioteer of the vehicle of your life. The ship of life, however heavily loaded with the cargo of joys and sorrows, can certainly arrive at the harbour of self-realisation, if it is propelled by holy mental energy. Repetition of the Name is the 'dug-dug-dug' of the pistons; the steering wheel is love; the anchor is faith. Continue the journey in confidence. Sai is always guarding you from harm and pain…
Swami is constantly showering His compassion on you. He counsels you from within and corrects you. On your part, be immersed in the duties entrusted to you; remember, that is Swami's work. When you discharge your duties, convinced that the work is Mine, health and happiness will be added unto you."
Bhagavan, in so many comforting sentences, conveyed how glorious one’s life can be if He is made the Charioteer. It is these sweet and soothing words of the Lord, dripped in divine selfless love, which are His most potent weapon to induce man to pause, reflect, reform and then reestablish himself in peace.
OMSAIRAMMM...
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