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miércoles, 25 de septiembre de 2024

EL GITA DE SAI BABA - CAPÍTULO XVII. DOMINEN SUS SENTIDOS Y EL MUNDO ESTARÁ A SUS PIES

EL GITA DE SAI BABA

EL CAMINO DE LA AUTOREALIZACIÓN Y

LA LIBERACIÓN EN NUESTRA ERA

DIVINOS DISCURSOS

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

Prashanti Nilayan

Compilado y editado por Al Drucker

CAPÍTULO XVII. DOMINEN SUS SENTIDOS Y EL MUNDO ESTARÁ A SUS PIES

Dondequiera que busquen, dondequiera que escudriñen, ya sea que rastreen la tierra, los cielos o en el infra mundo, lo que van a encontrar son los cinco elementos y nada más que los cinco elementos. No hay nada más en ningún mundo. Todo lo que siempre han deseado, lo que siempre han usado, lo que se les había perdido, toda la miríada de cosas no es sino expresiones múltiples de los cinco elementos fundamentales.

Encarnaciones del amor:

Todo en el Universo, todo lo que alguna vez fue creado, todo lo que pudiera ser concebido, está hecho de aspectos densos o sutiles de los cinco elementos, a saber: éter, aire, fuego, agua y tierra. Las incontables variaciones de dichos elementos están en perpetuo cambio a lo largo del tiempo. Son temporales, y se reciclan incesantemente, pasando de un nombre y forma a otros nombres y formas.

La naturaleza transitoria de las cosas

La flor que brota hoy se marchitará mañana y entrará en descomposición más adelante. La comida guisada hoy se echará a perder mañana, y se volverá tóxica al día siguiente. Una vez que se eche a perder, no podrán devolverle su frescura. La hermosa forma de hoy, se tornará fea mañana. Incluso los átomos que hoy forman la materia de la luna pueden acabar en la tierra mañana, y átomos que son parte de la materia terrestre pueden acabar en la luna más adelante. Los átomos que forman el cuerpo humano, en siete años son relevados por completo. Sería tonto pensar que el cuerpo y los sentidos, hechos de los cinco elementos, sean permanentes, o que cualquier otro objeto hecho de dichos elementos pudiese tener larga duración. Sólo los sentidos siguen persiguiendo tales objetos externos y transitorios.

El Gita ha demostrado que el complejo formado por cinco elementos impermanentes que llamamos cuerpo, mente y sentidos, posee 24 principios. Los órganos de los sentidos son: orejas, piel, ojos, lengua y nariz. Los órganos perciben los objetos externos a través de los sentidos: oído, vista, olfato, gusto y tacto. Los órganos de los sentidos y los sentidos guardan estrecha relación. Sin los sentidos, los órganos de los sentidos no podrían funcionar. Por ejemplo, se puede tener ojos mas no vista; se puede poseer orejas, pero no oído; se puede tener lengua y sin embargo no tener gusto.

 

Los veinticuatro principios impermanentes

Además de los sentidos y sus órganos correspondientes, existen los cinco flujos que inyectan vida a las funciones corporales. Uno de ellos es la respiración, otro la evacuación; el tercero, la circulación; el cuarto, la digestión y el quinto es el flujo más elevado, que activa los centros superiores. Además de estos quince principios ya mencionados, se encuentran las cuatro facultades del 'instrumento interno'. Éste se compone de los diversos aspectos de lo que llamamos 'mente'. Comprende: la facultad de pensar, que analiza y reacciona; la facultad de intuir, llamada también buddhi, que reconoce el propósito profundo de la vida y es capaz de discriminar entre lo real y lo irreal; de la manifestación subjetiva e individual o ego, asociada a la personalidad; y del cúmulo de sentimientos y memoria en la que se acumulan los efectos de todas las acciones pasadas.

Los elementos mencionados están contenidos bajo lo que se puede ver como cinco envolturas concéntricas, donde cada una contiene a la anterior, y cuyo grado de sutileza va en aumento. La envoltura más densa es el alimento, que incluye al cuerpo físico, hecho de materia. Le sigue la primera capa sutil e intangible -la capa vital-, relacionada al aliento y a la energía física. A continuación, está la envoltura media, relacionada a la mente inferior. La cuarta es la envoltura intelectual, asociada a la mente superior que contiene el buddhi - intuición, discernimiento. Las tres últimas envolturas: la vital, la mente y el intelecto, constituyen el cuerpo sutil del ser humano. Por último, se encuentra la envoltura de la dicha, la más sutil de todas. Es conocida como cuerpo causal; ella se encuentra allende los aspectos mentales y es, de hecho, la fuente donde se origina todo el material mental. En ella sólo resta un delgado velo de ignorancia que oculta al verdadero Yo, que en sí es dicha pura.

El ser inmortal. Más allá del sujeto temporal

Estos 24 principios son los que configuran al ser individual. La enseñanza de la sabiduría los aborda con el fin de que realicen el principio trascendente que yace allende todos ellos. El atma, el ser inmortal, es la realidad que subyace a dichos principios, sin ser afectada por ellos. Es la verdad inmutable, en tanto que los 24 principios -que están en continuo cambio-son manifestaciones de la ignorancia. Los 24 principios dan lugar a la ilusión, la culpable de que ustedes se vean a sí mismos como seres separados. Si basan su vida en aspectos transitorios, ¿cómo podrían conocer la dicha eterna, que es su verdadera naturaleza y no se rige de ninguna manera por fuerzas inestables?

Las alegrías que experimentan a través de los sentidos, y que parecen tan placenteras en el momento, muy probablemente les causarán pesar más adelante. Son alegrías que van y vienen; no son permanentes. Krsna hizo hincapié en que no les den crédito a los sentidos, pues los pueden extraviar. Independientemente de su educación, su cargo, su posición social, si no llegan a controlar los sentidos, no obtendrán la paz mental. Ésta sólo se puede obtener teniendo control de los sentidos. Quizás piensen que controlar los sentidos sea demasiado difícil para ustedes, pero en el Gita, Krsna enseñó muchas maneras de dominarlos.

 

Lo noble y lo innoble

Krsna comenta en el Gita que hay dos tipos de personas, las nobles y las innobles. Las personas nobles siguen el camino recto, el camino sagrado. Procuran la compañía de gente elevada y practican las enseñanzas espirituales. Como resultado, experimentan las profundas verdades y disfrutan de la vida interior. En contraste, están los que albergan pensamientos no santos y cuyo corazón es impuro; dichas personas viven atrapadas en la ignorancia, y no llevan vidas correctas. Se puede decir que El comportamiento negativo de éstas es lo opuesto a la conducta ejemplar de las personas nobles, del mismo modo que la oscuridad es lo opuesto a la luz. Podemos describir estas dos categorías como la de los dioses y la de los demonios, o bien, la de los seres de luz versus los seres de oscuridad. Krsna reconvino a Arjuna: "Hasta ahora había creído que eras noble, un auténtico guerrero, pero veo que estás entrando en el camino equivocado. Te estás deslizando hacia la oscuridad. Te estás inclinando hacia lo no elevado. Sería inadecuado que te consideraras noble, pues estás dando muestras de lo contrario".

Krsna amonestó así aArjuna en varias ocasiones con el fin de azuzarlo para que realizara un esfuerzo sobrehumano y manifestara las cualidades de su verdadera nobleza. Le dijo así: "La principal causa de tu pesar es tu apego, y la raíz de tu apego es la ignorancia. Por ignorancia permites que tus sentidos gobiernen tus acciones. Si quieres liberarte de todo apego y pesar, tendrás que dominar tus sentidos, comprender claramente su naturaleza. Durante la travesía de la vida, los sentidos tienen su importancia; son como los caballos de la carroza que puede llevarte a la meta. Pero sólo cuando los caballos son enteramente controlados por ti, carroza y conductor están realmente a salvo. Si se desbocan, la carroza y su auriga la pasarán definitivamente muy mal. Por lo tanto, si deseas llegar sano y salvo a la meta, debes de controlar tus caballos. En otras palabras, tienes que alcanzar total dominio sobre tus sentidos."

La naturaleza de los sentidos

Cuando Krsna habló de los sentidos, mencionó que éstos tienen la capacidad de medir. Por ejemplo, la lengua siente el gusto de la comida, y determina si algo es dulce o amargo. Lo hace midiendo la relativa dulzura o amargura del alimento. De manera similar, los oídos determinan si una música es melodiosa o no, y los ojos discriminan la belleza de las cosas que ven. Cada uno de los sentidos mide una cualidad diferente. Krsna también mencionó algunas limitaciones de las que adolecen los sentidos, así previstos por Dios para asegurar su buen uso. Por ejemplo, pueden usar la nariz para oler y respirar. Si la usan correctamente, están obedeciendo los mandamientos del Señor y ciertamente se beneficiarán de ello. Si en lugar de usar la nariz para oler cosas buenas, la usan para inhalar sustancias perjudiciales, no la estarán usando como Dios manda.

En cuanto a la lengua, tienen el suave recordatorio del Señor: "Hijo mío, usa la lengua para hablar con suavidad y no para lastimar a otros. Usa palabras que generen alegría." La otra función de la lengua también debe de ser atendida. Hay que usar la lengua para ingerir comida pura y fresca, llena de proteínas y vitaminas. Por otro lado, si usan la lengua y sentido del gusto para fumar y beber, estarán haciendo mal uso de ella y estarían desobedeciendo las órdenes del Señor, al ocasionarse daño. Así pues, deben de emplear cada uno de sus sentidos para la tarea que les fue asignada por Dio. Entonces estarán cumpliendo con el propósito para el cual existen. El comportamiento así atemperado los ayudará a alcanzar la meta de su vida.

En función de los sentidos, a veces experimentan pesar y a veces alegría. Mas dicho sentimiento no proviene directamente de ellos. Sólo cuando los sentidos entran en contacto con el objeto externo es cuando surgen las emociones. Por ejemplo, hagan de cuenta que se quedan un tiempo en casa de un amigo, en una ciudad vecina, y durante su ausencia ocurre algo en su casa. Sea lo que fuere, bueno o malo, no les daría pesar ni felicidad, tristeza ni alegría, si sus oídos no escuchasen nada acerca del acontecimiento. Mas, en cuanto reciben un telefonema y se enteran de lo que ocurre, se alegran si se trata de algo bueno, y se apesadumbran, si son malas noticias. Únicamente cuando los sentidos acceden al objeto percibido, ustedes experimentan dicha o pesar.

Quien se apega a los sentidos, por ellos es destruido

Existe un gran número de objetos perceptibles en el mundo, pero cuiden que sus sentidos no entren en contacto con demasiados de ellos, pues son impermanentes. Al verse seducidos por tonterías, su vida se torna mezquina e impura. Lo pueden ver en personas que cayeron víctimas de uno o varios de sus sentidos. Los venados, por ejemplo, son cautivados por ciertas melodías, entonces caen presa fácil de sus captores. Se puede decir que el venado cae por el oído. Un enorme elefante puede ser controlado mediante el tacto; cae por el tacto. Varios animales pueden ser controlados por medio de alguno de los sentidos. Las palomillas se sienten fuertemente atraídas hacia la luz, aunque ésta pueda destruirlas. El pez muerde el anzuelo, 'por la boca muere'. La abeja entra en la flor, cautivada por su olor, quedando atrapada cuando ésta cierra sus pétalos en la noche.

Cada criatura es atrapada por alguno de sus sentidos. El hombre cae por sus cinco sentidos. En ese sentido es más vulnerable que cualquiera de los animales mencionados. Pon atención a la historia siguiente.

Hubo una vez un sabio que dio en pasear por el país. Veía en cada uno de los cinco elementos a un maestro. Cuando estuvo a la orilla del mar, disfrutó de ver las olas y la textura del mar. Estaba en contemplación cuando llegó una ola que descargó unos desechos sobre la playa. Notó que la basura que caía en el mar era arrastrada fuera por éste. Entonces pensó: "¿Por qué será que, siendo tan vasto y profundo, el mar expulsa cualquier basurita que le cae dentro? ¿No podría engullir siquiera una minúscula impureza?" Se quedó pensativo, y en su ensimismamiento comprendió que si el océano permitiese que se le quedara aunque sea la mínima suciedad dentro, los desechos se irían acumulando día con día, y al tiempo el mar estaría saturado de contaminación. Concluyó que seguramente desde el principio, el mar había decidido no quedarse ninguna impureza en su seno, para permanecer puro y cristalino.

Al igual que el mar, arrojen desde el primer momento todo pensamiento impuro de su mente, por pequeño que sea. No dejen que ni la mínima turbiedad manche su corazón. Arrójenla fuera antes de que enraíce. Si la alojan creyéndola insignificante y no digna de preocupación, comenzará a expandirse internamente. Por lo tanto, si entienden cómo funcionan los sentidos y logran darles exclusivamente el buen uso que se les asignó, podrán beneficiarse de ellos y no se perturbarán en absoluto. En cambio, si permiten que los sentidos los gobiernen y aten, no tendrán alegría ni paz interior. He aquí otra historia para ilustrar mis palabras.

El rey que era dominado por sus cinco esposas

Una vez hubo un rey que tenía cinco esposas, pero éstas nunca lo escuchaban. Podía ejercer su reinado sobre otros, mas no era señor de sus esposas. Esto lo hacía sufrir mucho. Su cabeza sostenía una corona, pero dentro de ella sólo había preocupaciones. "Me volví esclavo de mis esposas y la paso muy mal", cavilaba. "¿Habrá alguien en el mundo que no le tenga miedo a su mujer? Si lo hay, ¿cómo es que la controla? ¿Me pregunto cómo logra no ser dominado por ella?" Cuestionar a cada persona sobre el tema no era prudente, así que decidió hacer una reunión pública a la cual invitaría a todos los súbditos varones del reino. En el sitio escogido, se colocaron dos carpas del tamaño de un estadio; una al lado de la otra.

El rey dispuso que la primera carpa fuese para aquellos que tenían control sobre sus esposas, y la segunda para quienes vivían controlados por ellas. De todas partes llegaron ciudadanos varones a la capital, y se fueron dirigiendo a la carpa de los que eran controlados por las esposas. El rey entró y constató que estaba llena a tope. Se animó un poco al darse cuenta de que no era el único hombre que era controlado por su mujer. Antes de comenzar la reunión, se percató de que en la carpa de los que ejercían control sobre la esposa se encontraba un caballero. ¡Semejante carpa para un solo hombre! El rey se regocijó de verlo ahí. Se le acercó y le expresó su contento de ver que al menos había en su reino un hombre que había logrado control sobre su mujer.

El rey le preguntó: "Dígame buen hombre, ¿cómo hace para controlar a su mujer?" Temblando de miedo, el hombre respondió "No, señor; no es que tenga control sobre ella. Al contrario, ella me tiene completamente a raya." Entonces, el rey lo cuestionó: "¿Por qué entonces está en esta carpa?" Con las rodillas temblando y trastabillando, el individuo replicó: "Mi mujer me ordenó entrar en esta carpa y me prohibió entrar en la carpa destinada a los que son controlados por sus esposas." Furioso con el hombre, el rey le ordenó: "¡Salga de aquí inmediatamente! ¡No puede quedarse en esta carpa de ninguna manera! ¡Váyase con los demás a la otra!" El ciudadano perdió el color del susto; la sangre se le fue de la cara. Postrándose sobre sus rodillas imploró al rey con las manos juntas "¡Señor, escucha por favor Castígame y hazme lo que quieras, pero por piedad no me hagas irme a la otra carpa pues me aterraría desobedecer a mi mujer!" El rey entonces se dio cuenta de que no existía nadie en su reino que no fuese esclavo de su esposa.

 

El señor de la mente y sus cinco esposas: los sentidos

El rey es la mente que nunca puede tener satisfechas a todas sus esposas, o sea, a los sentidos. La vista exige "Llévame a un lugar donde sólo vea cosas maravillosas". La lengua manda que se le den a probar alimentos los más sabrosos. El oído ordena que lo complazcan con los sonidos más melodiosos. La piel sólo quiere sentir texturas agradables. Y el olfato desea oler los mejores aromas del mundo. ¿Quién puede satisfacer tales deseos? No existe coordinación ni cooperación entre ellos. Si se entregan a los sentidos, éstos les darán muchos problemas. Tienen que mantenerlos bajo control absoluto desde el principio. Entonces podrán decir que has logrado algo grande. El verdadero héroe es aquel que llega a adquirir absoluto control de sus sentidos.

Cuando los sentidos hagan sus reclamos, no los escuchen. Pongan su atención en la mente superior, y dejen que ésta decida lo que tiene que hacerse. Su mente inferior seguirá a aquella y girará a su vez órdenes a los sentidos. Y éstos la obedecerán. Tal es la manera de templar los sentidos. La persona que oriente su vida por los sentidos, la arruinará pues se volverá peor que un animal. El sabio orienta su vida con base en su mente superior -el intelecto-, en su capacidad de discriminación, de discernimiento e intuición. Aquel que se rige por su mente superior es un ser humano de excelencia. Si se rigen por su mente superior - el buddhi-, ésta los llevará directamente a la meta final. Mas, si orientan su vida por los sentidos y su mente inferior, enfrentarán continúas sacudidas. No podrían predecir lo que les ocurrirá y en qué acabarán metidos. Es como cruzar un río embravecido o un mar borrascoso en un barquito. No pueden saber en qué momento hará agua su embarcación y les ocurrirá un desastre.

Mantengan sus sentidos bajo control

Había un gran santo en la antigua India. Era un hombre sumamente virtuoso y sabio. Poseía completo control de sus sentidos. Un día se supo que su fin se acercaba. Sus discípulos se congregaron entonces en torno a su cama. Tenía un intenso dolor en la garganta. Haciendo un esfuerzo tremendo para superar el dolor, intentó decir algo, mas no logró emitir palabra. Los discípulos estaban ansiosos por conocer el mensaje póstumo que su maestro pretendía dejarles. Lo intentaron persuadir de mil formas; le imploraron: "Swami, quieres decirnos algo; estamos ansiosos por escucharte". Tomando su último aliento, el sabio encontró voz para emitir: "Queridos hijos, todo este tiempo me vi envuelto en la maya, el poder de la ilusión. La ilusión me reveló: "Todos han caído en mis redes; nadie logró zafarse de ellas excepto tú. Lograste controlar tus sentidos por completo, y con ello pudiste conquistarme". Entonces repliqué: "Maya, puede ser que te haya conquistado hasta ahora, mas tú sabes y yo sé que aún no te he conquistado del todo. Pero aún tengo vida y me queda aliento. No rendiré mi último resuello hasta no haberte conquistado por completo. Hijos, hasta ahora pude alcanzar el control de mis sentidos y conquistar la maya, pero no sé si seguiré triunfando sobre mí hasta rendir el último aliento. En estos mis últimos momentos, sólo pienso en Dios y le rezo desde el fondo de mi corazón para poder librarme de la maya por completo. Al terminar de hablar, quedó en silencio y su vida se extinguió.

Como lo muestra esta historia, deben evitar rendirse a los sentidos hasta exhalar su último aliento. Si desean realizar su ser inmortal, tienen que controlar sus sentidos. Así pues, el controlarlos es parte integral del camino de la sabiduría, tal como lo enseña Krsna. Una vez que los controlen por completo, podrán fácilmente recorrer el camino espiritual.

Al principio podrán tener algunas dificultades. Cuando están aprendiendo a manejar, tienen que practicar en un campo abierto. Sólo cuando controlan bien el carro y lo conducen con pleno dominio, pueden circular en avenidas centrales o en estrechas calles de la ciudad. Si intentan manejar en el tráfico citadino antes de tiempo, no sólo les será difícil sino riesgoso. De manera similar, cuando dominen los sentidos y no se vean atraídos por los encantos del mundo, podrán encarar cualquier situación sin ninguna preocupación.

Triunfen sobre los sentidos mediante la auto indagación

Deben de alcanzar una visión amplia de las cosas para poder dominar los sentidos. Asuman una actitud indagadora y descubran quién es el verdadero yo y cuál el falso. Cuando adquieran pleno poder de discriminación, podrán conducirse en el mundo y al mismo tiempo mantener la mira firme en su meta.

Los volubles sentidos jamás les darán dicha permanente. Hasta que no tomen conocimiento del verdadero yo -el yo inmortal- no experimentarán la dicha verdadera. Todo otro conocimiento y preparación, sólo les proporcionará un modus vivendi. La única educación real es el conocimiento de ustedes mismos. Con él podrán disfrutar de la unidad del todo. Cuando se identifiquen con la divinidad que reside en cada cosa, no habrá cabida para que las diferencias generen conflicto alguno. Cuando llegan a experimentar todo como parte de Dios y sólo ven a Dios en el mundo, incluso el distinguir las cosas pierde importancia. Cuando logren ver el uno en el todo, ya no será necesario aprender a distinguir.

Como Baba mencionó anteriormente, los sentidos pueden resultar muy peligrosos ya que pueden comportarse como caballos desbocados. Si no los controlan con las riendas, arrastrarán la carroza como les dé la gana. Ajústenles el arnés a los sentidos con el poder de la mente. Que el gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto -todas las percepciones sensoriales-estén bajo su control. Swami ha dicho reiteradamente que no expongan la vista ni el oído a demasiados estímulos. En cuanto ven o escuchan acerca de algo, su pensamiento comienza a elucubrar sobre ello. Cuando elucubran sobre algo, lo atraen. Les viene el deseo de poseerlo. Cuando hablan sobre algo, ya comienza a tomar forma. Por lo mismo, sea cual fuere el objeto, lo primero que deben de preguntarse es si se trata de algo falible. Cuando percibas la falibilidad de las cosas y se percaten de que son efímeras, su apego será menos intenso. Si desean alcanzar a Dios, tienen que deshacerse de la falsa visión, la falsa palabra y el falso apego a la percepción de los sentidos.

Controlar la lengua es el primer paso para controlar los sentidos

La práctica espiritual comienza por controlar la lengua. Y es que, a diferencia de otrossentidos, ésta tiene dos funciones. Los ojos tienen sólo una: ver. Los oídos tienen la sola función de escuchar. Y la nariz sólo tiene la función de oler. Pero la lengua posee dos funciones: hablar y degustar. Por lo mismo, tienen que desplegar un esfuerzo extra para controlarla. No tienen derecho a criticar ni a pensar mal de los demás. Mejor reflexionen acerca de sus propias limitaciones. Miren lo bueno en los demás y remuevan la parte no real en ustedes. Si no han mostrado la capacidad de indagar sobre su verdadero yo, ¿por qué se arrogan el derecho de juzgar a los demás? Primero realícense ustedes mismos. Sólo cuando ustedes se hayan salvado, podrán salvar a otros. Por ello, no deben de usar palabras duras ni lanzar miradas desdeñosas a nadie, ni pensar mal de nadie. Llenen su mente de buenos pensamientos, escuchen lo que es bueno y hablen de cosas buenas.

Para llegar a adquirir auto control, deben de realizar algunos ejercicios espirituales. La práctica constante y el desapego son esenciales para alcanzar el control de los sentidos. Si entienden que todo es transitorio, podrán alcanzar el control sobre sus sentidos y cultivar el desapego. Su verdadera naturaleza es noble. No son viles e innobles. Procuren los caminos correctos y manifiesten su divinidad innata. Sólo cuando la inexorable luz de la sabiduría brille en ustedes, podrán ayudar a otros con sus pensamientos positivos, su visión progresista y su buen consejo. Quienes así lo hacen son dioses realmente. Quienes manifiestan lo contrario, no son sino demonios. Los demonios buscan la oscuridad. Mas deben de abandonar la oscuridad y llenarse sólo de luz. Si escogen el camino luminoso, sin reparo en lo que haya sido su pasado, el Señor los aceptará y derramará su gracia sobre ustedes.

El hermano puro del impuro rey Demonio

El hermano del señor de los demonios se rindió a los pies de Rama. Viendo esto, el generalísimo del ejército de Rama le advirtió a éste: «Se trata del hermano de Ravana. Es un demonio, igual que su hermano. Ama la oscuridad. Sólo porque se peleó con su hermano y le dio la espalda, no significa que debas de confiar en él y darle acogida. Aunque hoy proclame que es enemigo de su hermano, resultaría peligroso creerle". Rama sonrió indulgentemente y le retrucó al general: «Él es un guerrero valiente. No lo acepto porque se haya opuesto a su hermano, sino porque se entregó a mí. Siempre estaré para proteger a quienquiera que declare: 'Te pertenezco, Señor'".

En seguida, el general le replicó a Rama: «Le diste protección a este demonio, y le aseguraste que al término de la guerra, cuando su hermano Ravana sea derrocado, lo harás rey de Lanka. Mas, supón que el inicuo de Ravana viene a ti y se rinde a tus pies. ¿Qué reino le entregarías?" Rama replicó: «Si Ravana albergara tan finas ideas y se me rindiera, le pediría a mi propio hermano Barath, que reina en mi nombre, abandonar el trono. Y erigiría a Ravana rey de la ciudad capital de Ayodhia. Nunca le he pedido nada a nadie; no suelo pedir favores. Pero si Ravana tuviese tan elevados pensamientos, le pediría a Bharath cederle el trono."

A través de las eras, encarnaciones divinas han blandido pensamientos sagrados como el mencionado. Con ello sientan un ejemplo para toda la humanidad. El meollo de dicha historia es que, independientemente de su pasado o de lo impuro que haya sido el medio donde crecieron, si su determinación es pura y se rinden por completo a Dios, Él los tomará. Pero comiencen por dominar sus sentidos. Es el primer paso para llevar una vida noble y acercarse a su fuente divina. El control de los sentidos sirve de base para todo proceder santo y para disfrutar de una vida sin preocupaciones.

Krsna afirmó: "Arjuna, una vez que domines por completo los sentidos, no habrá nada que no puedas lograr; serás el amo del mundo. Pero si permaneces esclavo de los sentidos y el deseo te arrebata, el mundo te doblegará. Por ello es preciso que domines tus sentidos. Conviértelos en tus esclavos. Sólo entonces podrás ser instrumento de mi misión. ¡Levántate, Arjuna! Aprende a controlar tus sentidos. No te exaltes ni te desmerezcas ante el dolor. La principal razón de tu congoja es la ignorancia. No conoces la diferencia entre la verdad y la ilusión, entre la realidad y lo aparente, entre el Yo verdadero y el falso yo. Comienza a distinguirlos. Cultiva la discriminación para que tus sentidos estén bajo tu control. Entonces todo te pertenecerá".