Esta mañana, mientras el sol se alzaba al cielo en el este, atravesando la oscuridad y disolviendo la niebla y haciendo que todo sea visible de nuevo, recordé estas palabras del Isavasya Upanishad, con las que el rishi reza al dios Sol.
Hiraṇmayena pātreṇa
satyasyāpihitam mukham
tat tvaṁ pūṣann apāvṛṇu
satyadharmāya dṛṣṭaye.
"La verdad de mi propia divinidad está oculta como si estuviera en un recipiente de oro (representado simbólicamente por el sol), y sobre él se ha colocado la tapa de la ignorancia y de la oscuridad. Que el Señor afloje esa tapa de la ignorancia, y me revele hoy la Verdad, considerando que he vivido una vida de verdad y dharma. Que yo merezca la benevolencia del Señor y la Verdad pueda serme revelada". Esta es la plegaria del rishi.
Cada amanecer nos recuerda esta gran verdad: que el conocimiento, la sabiduría de nuestro propio Yo Mismo es la única manera de librarnos de la oscuridad de la ignorancia de nuestra propia individualidad, de nuestra personalidad. Ella nos sujeta a nuestra limitación y no nos permite disfrutar de nuestra infinitud.
En todos los tiempos, el sol sale cada día. Es simplemente un recordatorio de aquello por lo que debemos rezar, lo que debemos buscar, lo que debemos pedir. En un Año Nuevo como este, cuando el mundo entero celebra un nuevo comienzo, el amanecer tiene un significado mucho más importante y profundo, porque podemos rogar que durante todo el año podamos ver la verdad que está oculta en nuestro interior y podamos tomar consciencia de esa verdad por la gracia de la Divinidad y por nuestro intenso esfuerzo, para que podamos vivir nuestras vidas de acuerdo a nuestra divinidad.
Los Upanishads dicen: "Sathyam vada, dharmam chara". Bhagavan dijo en tono liviano, pero a veces en un tono muy serio, que en lugar de seguir "sathyam vada", que es buscar la verdad, y "dharmam chara", que es seguir el dharma, la gente está siguiendo "sathyam vadha", que es matar la verdad, y "dharmam kshara", que es destruir el dharma.
Son lamentables los caminos de la gente mundana, porque solo buscan la gratificación instantánea y temporaria, en lugar de la dicha permanente del Uno Mismo, y por lo tanto no siguen el mandamiento de nuestros Upanishads. Pero este año, que también señala el aniversario 100, y estará provisto de numerosas celebraciones durante muchos días, podemos preguntarnos qué es lo que buscamos en este mundo, especialmente después de haber conocido a Bhagawan, después de haber conocido los Upanishads, después de haber conocido la sabiduría de nuestros Vedas, ¿cuál debe ser nuestra resolución en este día de Año Nuevo? En mi opinión, la mejor resolución que podemos tomar es vivir de acuerdo a nuestra divinidad, que estaba representada y
simbolizada por Bhagawan.
¿Qué busca el Gurú como recompensa de sus discípulos, por todo lo que él o ella hace? Simplemente, obediencia a sus palabras e intensos esfuerzos por tomar consciencia de la verdad de su sabiduría. Nada más y nada menos. Nosotros, como discípulos, podríamos interpretarlo a nuestro modo, debido a nuestra limitada comprensión, pero lo que desea el Gurú es que comprendamos nuestra realidad suprema: que somos divinos, y que vivamos de acuerdo con esto.
Sathya es una palabra muy profunda. No es solo relatar los hechos tales como los vemos. "Soy hombre o mujer, soy un muchacho o una chica, rico o pobre, etc". Eso es simplemente un hecho. Eso no es sathyam, eso se llama nijam. Es lo que es, es un hecho. Pero la Verdad de la que hablamos ahora tiene un significado mucho más profundo. La Verdad no es fácil de comprender, porque tomar consciencia de ella requiere cierta cantidad de sadhana, y una búsqueda dedicada. Lo logran aquellos que son shraddavan. Shraddavan labathe jnanam: aquellos que ponen mucho empeño en su esfuerzo son los únicos que llegan a la Verdad, la verdad de que todos y todas las cosas son divinos.
Esa Verdad es algo por lo cual tenemos que esforzarnos este año; este es mi llamado. Cuando tomemos consciencia de que somos divinos, ¿cómo debería ser nuestro estilo de vida? ¿Cómo debemos comportarnos? ¿Cómo tratarnos unos a otros? ¿Cómo tratar a todo? ¡Lo haremos de modo divino! Porque no hay otro modo. Cuando sé que soy divino haré todo lo que es divino.
Para mí, sathyam vada significa "sé divino", y dharmam chara es "haz lo divino". Luego, el mantra para este año es: "Sé divino; haz lo divino". Recuérdense a sí mismos todo el tiempo, que estamos aquí solo para hacer estas dos cosas.
Sean divinos, es decir, cada vez que un pensamiento, una palabra o una acción se desvíe de la idea de la Divinidad, que resulte contaminada por nuestro propio egoísmo, individualidad o personalidad, hagan esfuerzos, intensos esfuerzos por corregir eso allí mismo y en ese instante. No avancen demasiado tiempo por un camino equivocado; si tuvieran que desandarlo sería un desperdicio de tiempo y energía. Allí y en ese momento, abandonen la búsqueda del egoísmo, y piensen como pensaría Dios, como pensaría la Divinidad. Sean divinos.
Y hagan lo divino. Cuando estén completamente absortos en esta idea de que no son ninguna otra cosa sino la Divinidad, cada palabra y cada acción que ocurra a partir de entonces será de naturaleza divina. No puede ser de otra manera.
Cómo piensan, cómo hablan, cómo actúan, todo será tal como Dios piensa, habla y actúa. La idea, el conocimiento de "soy divino y estoy siguiendo la verdad de que soy divino", es la única manera de ofrendar nuestra gratitud al Maestro. No hay ninguna otra manera. Este debe ser nuestro esfuerzo.
En un cumpleaños, por lo general hacemos obsequios a la persona que cumple años; es una tradición. ¿Qué obsequio se puede dar? Once meses de intenso esfuerzo siendo divinos y actuando como divinos, sería el obsequio que pueden dar el 23 de noviembre.
Este año está dedicado a tomar este mensaje muy en serio. Habrá dificultades, desafíos, habrá buenos días y malos días, habrá días divinos y días no tan divinos. Pero está todo bien mientras nos esforcemos sinceramente en buscar esto. Si no nos esforzamos y esperamos que esto nos caiga en las manos sin esfuerzo, pienso que estaríamos haciendo una injusticia a la oportunidad de haber aprendido todas las cosas buenas en la presencia del Maestro.
Alguien preguntó una vez "¿Cómo puedo ayudarte, Swami?". La respuesta fue: "Conviértete en Mí. La única manera en que puedes ayudarme es convirtiéndote en Mí. Porque cualquier cosa que sea menos que Yo no será perfecta, y no puedes hacer un trabajo perfecto con instrumentos imperfectos. La falla en el instrumento se reflejará en el trabajo del Maestro. Se requieren las dos cosas. La única manera de ayudarme es convertirte en Mí".
Ahora tienen que pensar y comprender qué significa "convertirse en Mí". Se trata de llegar a ser absolutamente desinteresados, absolutamente divinos. Tenemos vasanas que traemos al nacer; los hábitos de muchas vidas previas forman tendencias, que se han solidificado en nuestra personalidad. Y esta es la materia sobre la que los maestros trabajan, como escultores. En esto tenemos que colaborar, entregándonos a las manos del escultor. La roca que se somete voluntariamente se convierte en el ídolo de Dios, se convierte en otro Dios. La que no se somete sigue siendo un trozo de roca.
El esfuerzo se debe aplicar a la entrega de nuestra mente a Dios, como primer paso. El primer paso en el camino espiritual es entregar la mente. La mente está habituada a hacer todo lo que es egocéntrico. Piensa en sí misma antes que nada. Una mente que no tiene la voluntad de obedecer al maestro, de entregarse, primero debe ser entrenada y domesticada, para comenzar el viaje espiritual. Cuando hacen arrancar un auto, observan si tiene combustible, si los neumáticos tienen suficiente aire y todo está en orden; solo después de esto comienzan un viaje.
De la misma manera, la mente es la razón por la que podemos llegar a Dios o no llegar a Dios. Mana eva manushyanam karanam bandha mokshayo, dice esta máxima. La mente es la razón por la cual uno logra la libertad o sigue esclavizado. Ninguna otra razón. ¿Y qué es la mente? El conjunto de todas nuestras ideas, pensamientos, emociones, recuerdos, conceptos, todo eso junto es simplemente la mente.
Numerosas vidas con cierto estilo de vida han creado esta mente que ahora poseemos. Si no está sintonizada con la Divinidad, necesita mucho esfuerzo para ponerla a punto. Este intenso esfuerzo es el que debemos hacer.
¿Saben con qué crece la mente? Es como el fuego. Tiene deseos propios, y estos son en general egocéntricos. Así es una mala mente. Cuanto más se alimenta el fuego con combustible, más arde, más exige. Cada vez que ustedes satisfacen un bajo deseo o un deseo egoísta, la mente se hace más fuerte, no disminuye. Se hace más fuerte cada vez.
La única manera correcta de actuar es no satisfacer esos deseos que no están de acuerdo con la Divinidad. Cada vez que hacemos un esfuerzo por negarle a la mente lo que pide, esos deseos que no son divinos, podemos tomar el control de nuestra personalidad, nuestro carácter, y podemos ejercer algún sentido de control sobre nuestro destino. Y ese es el primer esfuerzo en el camino espiritual.
Por eso, cuando Narasimha Murthy dijo que podemos llegar a ser divinos aquí y ahora, ¿cómo hacerlo?
Yada sarve pramucyante
kama ye 'sya hridi sthitah
atha martyo 'mrto bhavaty
atra brahma samasnute.
Esto es lo que él dijo, del Kathopanishad. Esta es la esencia y la conclusión del Kathopanishad, cuando Yama Dharmaraja dice al joven buscador Nachiketa que el día en que sus deseos hayan desaparecido, cuando no haya más deseos en su corazón, allí y entonces, él se convertiría en divino, tomaría consciencia del Uno Mismo.
¿Qué tipo de deseos? Yama no dice "no comas aunque tengas hambre", tampoco "no uses ropas cuando tengas frío", tampoco "no tengas casa ni familia". No. No esos deseos. Deseos que sean codiciosos, deseos que sean egoístas. No se trata de la supervivencia, sino de más que eso. Esos son los deseos que ustedes tienen que discernir, y de los cuales deben desprenderse. Ese esfuerzo tienen que hacerlo todos.
Si hacen ese esfuerzo, verán que el progreso se acelera a partir de entonces. Ser divino es pensar en los demás antes que en uno mismo. La mente egoísta no permite esto. Siempre piensa en sí misma antes que en los demás. ¿Qué tienen que hacer ustedes para comenzar a ser divinos? Inviertan el modo en que trabaja la mente. Piensen en los demás antes que en ustedes mismos. Si piensan en los demás antes que en ustedes mismos, están pensando de modo divino. Este es el primer paso práctico con el cual empezar.
Ustedes tienen muchas cosas. Todos tienen que compartir. Ustedes deben estar dispuestos a compartir, en primer lugar. Si hay que hacer un sacrificio en bien del grupo en que ustedes estén, ustedes deben ser los primeros en aprovechar la oportunidad de hacer ese sacrificio. Si algo no es suficiente, ustedes deben ser los primeros en estar dispuestos a renunciar a ello, para que otro pueda tenerlo.
Ponerse a ustedes mismos al final, como en "JOY": primero Jesús, después los demás, y en último lugar ustedes. 1 Ponerse a ustedes mismos al final y a todos los demás antes, es el comienzo de su viaje espiritual, es el comienzo de ser divinos.
Podría ser en una familia, podría ser ser su esposo, esposa, hijos, y demás parientes. Podrían ser sus amigos, podría ser su comunidad, podría ser su oficina, sus colegas, podrían ser las personas en su satsang. Cualquiera. En toda ocasión piensen en los demás antes que en ustedes mismos.
Podrán domesticar a la mente, entrenarla para que piense de modo divino. Cada vez que lo hacen, la mente mejora en esto, lo hace mejor, por la práctica. Como un músculo que se usa a menudo. Las personas diestras tienen mejor control sobre su mano derecha, y las personas zurdas tiene mejor control sobre su mano izquierda, porque la usan más que la otra.
Es así de simple. Si utilizan esta idea todas las veces, pensando en los demás antes que en ustedes mismos, su mente se irá haciendo más divina y se irá purificando. Y este es el comienzo del viaje. Cuando la mente comienza a pensar de modo divino, todas las acciones siguen a la mente. Todas las acciones son consecuentes al modo en que funciona la mente.
Una mente pura solo se dedica a acciones puras. Una mente desinteresada se dedica siempre a acciones desinteresadas. No hay otro camino. La fuente de todas las acciones está en la mente. Por eso, es importante entrenar a la mente. ¿Y cuál es el entrenamiento de la mente? No les pido que se aprendan de memoria todas las Escrituras. Eso podría ser parte de un programa, o podrían hacerlo por curiosidad o para adquirir conocimientos. Pero no va a ayudar.
Kabirdas dice: "Todo el mundo está interesado en tragarse toda clase de Escrituras y probar sus capacidades académicas ante el mundo, sin llegar nunca a la Verdad. Pero aquel que comprendió estas dos letras y media en hindi, "Prem", o las cuatro letras, "Amor", ha comprendido la esencia
1Juego de palabras en inglés. "JOY" (alegría), sus iniciales son "J" por Jesús, "O" por "others" (otros), "Y" por "you", (ustedes).
de todas las Escrituras". Esa persona ya no necesita leer ni aprender nada más, porque han aprendido la esencia de todo.
El amor es pensar en los demás antes que en uno mismo. Ese amor es lo que hace divina a nuestra mente, y es la esencia de todo. Pero requiere esfuerzos. No es fácil entrenar a la mente para que piense todo el tiempo de modo desinteresado, porque se preocupa por su propia existencia, su propia protección, su propia seguridad, su propio futuro. Siempre piensa en sí misma.
Si ustedes pudieran tomar prestado un poco de mi vida, tomen esto: he pensado solo en los demás, antes de mí mismo, y nunca enfrenté una situación en la que tuviera que arrepentirme de esta decisión. Cada vez que alguien tenía una necesidad, siempre lo que teníamos iba para esa necesidad, no para nosotros. Y nunca, nunca me apegué a esas cosas, porque creí que Bhagawan estaba allí, Brahman estaba allí.
Todos somos títeres en esta gran obra teatral divina. El titiritero está allí sentado haciéndonos bailar y cantar a todos. Si nos entregamos a esa Voluntad, Él cuidará de Sí Mismo. Cuidará de todos nosotros, y hay suficiente para todos. Dios tiene lo suficiente para todos. Ustedes no tienen que preocuparse, no tienen nada que temer.
Esto es un entrenamiento. La mente no aprende, hay que enseñarle. No aprende por sí misma. No crean que por estar aquí sentados en este ashram, viniendo al Satsang día por medio y permaneciendo en este lugar, de algún modo su mente se purificará y llegarán a ser divinos. No, no sucederá. Si Yo fuera al menos un poco más considerado, un gurú más amable, probablemente habría dicho alguna mentira piadosa. Pero en el día de Año Nuevo, es mejor que no diga una mentira, mientras digo Sathyam Vada.
Ustedes tienen que hacer el esfuerzo. La Presencia está, la gracia divina está. Pero para utilizar la gracia, ustedes tienen que hacer el esfuerzo. Esperar que el gurú les ponga la mano sobre la cabeza y con eso tomen consciencia de sí mismos, eso no va a ocurrir. Cuando ando entre la gente, suele ocurrir que toman mi mano y se la ponen ellos mismos sobre la cabeza, asumiendo que son bendecidos.
O cuando voy caminando, simplemente ponen la cabeza sobre mis pies y asumen que han recibido la bendición. Tal vez se sientan bendecidos, pero Yo no pienso que los he bendecido. Tiene que provenir de Mí, del interior. Y hay personas que no piden nada, y la mano se extiende por sí misma para alcanzarlos. ¿Por qué? Porque hay un anhelo sincero, que atrajo la atención del Maestro.
Esto es verdad para todos, en todas partes. La sinceridad de ustedes es directamente proporcional a su progreso espiritual. ¿Y cuál es su sinceridad? Poner siempre a los demás antes que a sí mismos. Traten de pensar siempre qué pueden obtener los demás, o qué pueden hacer por los demás antes de pensar en sí mismos.
Y verán que ocurren milagros a cada paso. Verán que ocurren cosas sobrenaturales a cada paso. Sorpresas en cada recodo. Porque Dios espera allí para cuidarlos. ¿Por qué, porque ustedes han cuidado a los demás sin preocuparse por sí mismos. Ahora es responsabilidad de Dios cuidarlos a ustedes.
Les dire que cuando pude cuidarme a mí mismo no fui capaz de cuidarme demasiado bien. Cuando Dios me cuida, me cuida mucho mejor. No tengo ninguna queja. Y si ustedes también se entregan,
y sueltan, y dejan que Dios se haga cargo, vivirán una vida mucho mejor, mucho más feliz, mucho más fácil. Una vida que es muy liviana, muy libre.
Permítanse hacerlo. La única persona o la única cosa que se interpondrá en el camino de que lo hagan, es su propia mente, la cual está llena de sus propias ideas, rasgos de personalidad, vasanas y samsaras de numerosas vidas previas. Eso es lo único que se interpondrá en el camino.
Cada vez que la mente presenta una pregunta, una duda o una sospecha ante lo que ustedes estén tratando de hacer, aprendan a tener una conversación y decirle a la mente: "Cállate, tú no sabes. Solo conoces un lado de la historia. No has visto la asombrosa gracia de Dios, lo que Dios puede hacer. Esta vez, déjame seguir este camino. Durante muchas vidas he seguido solo tus caprichos. Para esta vida, por este año, por este día, por este momento, seguiré mi corazón, que dice simplemente 'abandona esa búsqueda de yogakshema, es decir autopreservación, autoprotección, abandona esa idea'". Pueden permitirse entregarse a la Divinidad y ver qué pasa.
Guiándonos por la experiencia de muchísimos grandes personajes —nuestras Escrituras están repletas de historias de tales devotos entregados— estoy segurísimo de que ninguno de nosotros lo lamentará después. Porque serán cuidados mucho mejor, por la Divinidad.
Esa entrega, esa capacidad de poner a los demás antes que ustedes mismos, es ser divinos. ¿Qué es "hacer lo divino"? Toda acción que sigue a esta idea. Si van a compartir, es compartir. Si van a sacrificar, es sacrificar. Si van a abandonar algo, es abandonarlo. Cualquier cosa que hagan por ser divinos, sin apegos y sin miedo, háganla.
Esa es la única manera en que podemos celebrar la vida y el legado de Bhagawan Sri Sathya Sai Baba. En 2010, o más probablemente en 2011, fue el primer encuentro que tuve, cuando Él lo pidió todo de mí, sin dejar nada para mí. No lo comprendí al principio, cuando Él dijo: "No quiero nada, solo te quiero a Ti". Pensé que "a ti" significaba "tienes que estar disponible tres horas por día para hacer alguna actividad de servicio, y el resto del día es para ti".
Un día, vino uno de los estudiantes, de la promoción siguiente a la mía. En esa época Bhagawan hablaba, y naturalmente respondía muchas preguntas de aquellos que dudaban de la autenticidad de Su presencia, que venían en abundancia, porque querían poner a prueba y verificar si todo esto era verdad o algo imaginario.
Él visitante preguntó: "Muy bien, ¿por qué Tú lo elegiste a él y no a mí, para hacer lo que tienes que hacer? ¿Qué tiene él de especial?" La respuesta fue muy práctica y simple. La respuesta fue: "Él hace Mi trabajo todo el día, y en medio, a veces, cuando puede, hace su trabajo. Tú haces tu trabajo todo el día, y en medio, si tienes tiempo, haces Mi trabajo. Es por eso que lo elijo a él y no a ti". Muy práctico, ¿verdad?
Estamos aquí para hacer todo el día el trabajo de Dios, y si tenemos tiempo en medio para nuestros requerimientos personales, nos ocupamos de ellos. Si no tenemos tiempo, saltamos esa parte. Pero en general ¿cómo trabajamos? Hacemos todo el día nuestro trabajo, para nuestro beneficio egoico, y si encontramos unos momentos por aquí y por allá, decidimos utilizarlos para Dios, y nos sentimos bien, creyendo que estamos viviendo una vida para Dios.
No es verdad. Dios es lo más astuto que hay en el planeta. No se puede ser más astuto que Dios. Él conoce las intenciones de ustedes. Él sabe lo que pasa dentro de ustedes, no solo lo de fuera.
Ningún exhibicionismo, ninguna demostración, ninguna simulación funciona frente a Dios. Porque Él conoce el interior, Él está aquí dentro.
Otra persona preguntó: "¿Cómo lo sabes todo de todos?". Él respondió: "Porque Yo soy todo de todos. Yo soy todo. Por eso lo sé todo. No hay otra manera". La Divinidad sabe lo que pasa dentro de nosotros. La Divinidad no se impresiona por ninguna exhibición que hagamos exteriormente. Él nos pone a prueba para comprobar si somos realmente sinceros en nuestra fe y entrega. No nos entrega nada así como así.
Esto no es algo imposible de hacer. Es posible para todos nosotros. Tal vez un poco más difícil para algunos y un poco más fácil para otros, en base al esfuerzo que hemos hecho en vidas previas, y en esta vida hasta el momento. Pero es factible. No es imposible. Esto es algo que quiero transmitir una y otra vez, más enfáticamente aún, porque con cada año que pasa estamos más cerca de nuestra tumba, y tenemos menos tiempo que el año pasado. Y si no estamos progresando lo suficiente, con seguridad estamos perdiendo el tiempo.
Todo lo que hagamos en este mundo que no nos acerque a Dios es una pérdida de tiempo, ¿verdad? ¿Por qué hacerlo? ¿Qué es lo que nos lleva a Dios? Pensar en los demás antes que en nosotros es el primer paso que comienza a llevarnos a Dios. Después el siguiente, y el siguiente, y el camino se revela a medida que caminamos.
¿Cuál debe ser nuestra plegaria en esta muy importante ocasión, especialmente considerando que este año es muy importante? Como dijo recién Narasimha Murthy, si ustedes hubieran nacido hace 100 o 200 años, no sería lo mismo que estar hoy aquí y ahora. Esta oportunidad se nos da, y tenemos que hacer el mejor uso posible de esta oportunidad. Y el mejor uso posible es ser divinos.
Después, hacer lo divino, y vivir una vida entera de divinidad. Este es el mejor uso de laoportunidad. Cualquier cosa inferior a esta, como por ejemplo: "Quisiera vivir unos días como la Divinidad", o "quisiera vivir medio día como la Divinidad", "que la otra mitad de mí mismo viva como la Divinidad", nada de eso es el mejor uso de esta oportunidad. Eso es todo lo que puedo decir.
¿Significa esto un futuro en el que no hay ninguna alegría, ninguna comodidad ni cosas útiles? ¡No, de ninguna manera! Cualquier cosa que ustedes necesiten, la tendrán. Lo que deseen, eso no lo tendrán. Esto es lo único que hace Dios. Se asegura de que tengan lo que necesitan. Lo que necesitan de verdad. ¿Qué necesidades? Las que los ayudan a crecer espiritualmente.
Esto significa que su cuerpo tiene que estar intacto, sus alimentos, sus medicamentos, vestimenta, alojamiento, todos los requerimientos serán proporcionados. Su crecimiento intelectual, emocional y social será atendido, en tanto no se convierta en una ambición tóxica. Será atendido, no se preocupen por eso. Y sobre todo, su evolución espiritual será atendida. Eso es todo lo que Dios quiere, nada más.
Este año, hagamos un sincero esfuerzo. Estoy seguro de que todos están haciendo un esfuerzo. Un poco más de esfuerzo. Si hubiéramos hecho el esfuerzo suficiente, todos los que estamos aquí seríamos divinos. Yo no estaría en este lado del escenario, ni ustedes estarían sentados del otro lado.
Pero eso no ha ocurrido, y por eso hay todo esto. Esto puede ser cambiado este año. Es un año muy bendecido. Y depende de nosotros cómo usemos estas bendiciones. Permítanse entregarse. No se interpongan en el camino de su propia entrega. En este momento, después de este discurso, estoy seguro que muchos de ustedes tomarán una resolución. Todos los que han resuelto bajar de peso, o aumentar de peso, o cosas por el estilo —esa es una resolución diferente, que puede o no durar una semana— pero al menos después de este inspirador discurso, piensen: "No, a partir de hoy viviré para los demás y pensaré en los demás antes que en mí mismo".
No rompan la resolución para cuando lleguen a su alojamiento, mirando sus teléfonos, o hablando con alguien y preocupándose por todo. No rompan la resolución, eso es todo lo que trato de decir. Manténganla. Trabajen en ella. Y verán que ocurren milagros a cada paso. Es maravilloso ser cuidados por la Divinidad. Les diré que es lo más maravilloso.
De lo contrario, ¿por qué Navakoti Narayana, es decir Purandara Dasa, lo entregaría todo y además se sentiría feliz de mendigar comida en la calle, cantando la gloria de Dios? ¿Cómo será esa alegría? Debe tener algo de locura. Debe ser más embriagadora que todo lo mundano. De lo contrario, ¿cómo alguien entregaría el mundo a cambio de esa alegría?
Parecería una vida llena de penurias, mendicidad y privaciones. ¡No! Es algo más divino, más agradable, más dichoso que cualquier otra cosa. Yo soy una prueba viviente. Puedo decirlo en cualquier cantidad de mundos, cualquier cantidad de veces: disfruto más de mi vida, simplemente porque hago cosas por los demás. Como recompensa, Dios nos cuida, y nos cuida muy bien.
Pero lleva tiempo. Yo también tuve problemas para lidiar con estas situaciones, cuando sienten que están perdiendo el control y todo se les está escapando de las manos, como un puñado de arena. Se sienten asustados, se sienten desmoralizados, desprotegidos. Tienen mucho miedo. Puede pasarnos también a nosotros.
Pero esos son los tiempos en que tienen que volver atrás, tienen que escuchar este discurso, y hablar con las personas que están recorriendo este camino, y aprender de su experiencia. Sí, es una montaña rusa, pero finalmente nos lleva a destino. Disfruten del recorrido, de cómo va y cómo viene.
Esta es la clase de vida que pienso todos deben vivir. Sea quien sea: un estudiante, un miembro del personal, un profesor, un devoto, un seguidor, un huésped. Todos, háganse un poco más desinteresados este año, más divinos este año. Creo que hemos honrado al Maestro. De lo contrario, las celebraciones son vacías, los festivales no tienen sentido, todas estas ocasiones son infructuosas, si no hemos cambiado por dentro.
Todos están cambiando, puedo verlo. Pero existe la posibilidad de que den un paso adelante y otro atrás, como dice el canto. Pero en este Año Nuevo estemos muy bien parados. Solo avanzaremos, nunca iremos hacia atrás. Si fuera necesario, haremos una pausa, nos pondremos de pie y esperaremos hasta ganar nueva fuerza y valor, pero seguiremos avanzando, no retrocederemos.
Que este sea nuestro estilo de vida. Que este Año Nuevo traiga prosperidad, paz, felicidad y armonía a todo el mundo. Pero esto no se puede lograr solo con plegarias. Puede hacerse solo mediante el sacrificio. Thyagenaike amrutatu manashu: "Solo con el sacrificio podemos lograr la inmortalidad".
¿Cuál es el sacrificio que debemos hacer? Esta idea de la mente, que se interpone en el camino de nuestro altruismo. Eso es lo que tiene que ser sacrificado. Retengan el resto de la mente. La mente es necesaria para vivir en el mundo, pero se necesita una buena mente, una mente pura. Se necesita una mente desinteresada. Entonces, no tendrán más miedo.
Es posible desarrollar esta clase de mente, si nos ponemos a la tarea, somos sinceros, y si estamos comprometidos con nuestro propia elevación espiritual. Ser divinos, lo repito una vez más, significa poner a los demás antes que uno mismo. Cueste lo que cueste. Cueste lo que cueste. Pensar siempre en los demás antes que en uno mismo es el comienzo de ser divino, y todo lo que sigue después de eso es ser divinos.
Una vez, un chico preguntó a Bhagawan: "¿Dices siempre la verdad? Porque dices que digamos la Verdad. ¿Sigues siempre el Dharma, o hay situaciones en las que tienes que desviarte?". La respuesta fue: "No digo la verdad, no sigo el dharma. Todo lo que digo es la verdad y todo lo que hago es el dharma". Porque nace del amor puro.
A veces, hay un médico allí en la sala de emergencias, y un paciente está en una situación irrecuperable. ¿Qué decirle a un paciente que aún abriga alguna esperanza? Le dicen: "No te preocupes, está Dios, y los milagros ocurren, las cosas pueden mejorar". ¿Está mintiendo el médico al paciente? Médicamente, tal vez. Pero espiritualmente no. Está haciendo dharma. Bhagawan hacía esa clase de dharma, para muchísima gente.
Algunos comprendían mal esto, y citaban equivocadamente sus palabras: "No, no, Él dijo tal cosa y no ocurrió". "Hizo eso y no era lo correcto". Porque la vara de medida era muy mundana, muy inadecuada, muy limitada para medir la extensión de Su divinidad, su Dharma y su Sathya.
Habiéndonos encontrado en la vida con alguien así, habiéndonos cruzado con él a mitad de la corriente, como Él suele decir, ¿podemos permitirnos ser nuestros antiguos y egoístas "yo"? ¿Y así y todo celebrar Su cumpleaños? ¿Con qué cara? ¿Con qué cara van a celebrar Su cumpleaños? Si no hicieron ningún esfuerzo por ser como Él.
¿Qué voy a pensar de una persona así, que simula ser devota? Eso no es devoción, en absoluto. Bailar, cantar, poner guirnaldas, hacer ruido acerca del cumpleaños, discursos, etc., no es la manera adecuada de celebrarlo. Él se siente muy feliz cuando silenciosamente, en nuestro corazón, somos realmente, realmente Sus discípulos, al ir sobre Sus huellas de Sathya y Dharma. Y, como dije, ambas cosas nacen en un corazón puro. En amor puro.
Si tienen amor puro por Dios, el dharma será su segunda naturaleza, no tendrán que hacer ningún esfuerzo. Como Él, lo que digan será Sathya, lo que hagan será Dharma. Porque todo es motivado por ese puro amor.
Este es el método. Ser divinos es ser puros, es ser amorosos, es ser desinteresados, es poner a los demás antes que ustedes mismos. Hacer lo divino es hacer todo lo que esté a su alcance para mejorar la vida de todos, para ayudar a todos a alcanzar a Dios rápidamente.
Estoy seguro de que esto se puede hacer aquí. Como se suele decir: "Si no somos nosotros, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo? Si no es así, ¿cómo?". Esta es nuestra oportunidad; aprovechémosla. Hagamos el trabajo lo mejor posible. Tienen 11 buenos meses por delante. Un poco menos de 11 meses, antes del 23 de noviembre.
Si pueden regalarse a sí mismos, como el mejor regalo a Dios, diciendo "caminé sobre Tus huellas, hice mi esfuerzo sincero, no me faltó sinceridad. Si no logré el éxito, al menos tengo la satisfacción de haber hecho lo mejor que podía por caminar sobre Tus huellas", entonces podemos celebrar el cumpleaños en el sentido más auténtico.
Esto es todo lo que pido a todas las personas que están aquí en la sala, o que ven la transmisión en vivo, los que pueden verlo en todo el mundo. Una vez más, recuérdense a sí mismos que el mejor obsequio a Swami son ustedes mismos. ¿Y qué tipo de ustedes? Ustedes que son como Swami, que son iguales a Swami, porque han llegado a ser puros en su corazón. Todo lo que hacen es divino, todo lo que piensan es divino, todo lo que dicen es divino, todo lo que sienten es divino. Ese es el mejor obsequio que podemos ofrecer.
Trabajemos para hacernos el mejor regalo para Dios, en este Año Nuevo especial. Que todos los buscadores sinceros tengan las bendiciones de Bhagawan y las bendiciones del Gurú. Que lleguemos a nuestro punto de destino, el de ser divinos y hacer lo divino. Que este año traiga la felicidad a todas las personas en todo el mundo. Que el mundo sea un lugar mejor para todos este año, por nuestros sinceros esfuerzos. Por la gracia de Bhagawan, con estas palabras de bendición concluyo.
Esta tarde regresaré, hay un recital de danza a cargo de nuestros estudiantes que acaban de regresar de Chennai después del Festival Margazhi. Creo que fueron apreciados por su esfuerzo, al presentar sus programas en Chennai por Margazhi primera vez. Fue su primera experiencia, y pienso que fueron bien recibidos por el público de allá. Por eso, quiero felicitarlos y espero verlos esta tarde.
Hasta entonces, regresen y sigan repitiendo interiormente, cuál es el mantra para este año: "Sean divinos; hagan lo divino". En todo, sean divinos y hagan lo divino. Ahora es su turno. Les he dado lo que tenía que darles. Les toca a ustedes seguirlo, pero siempre tienen las bendiciones. Las bendiciones nunca faltan. En qué medida las utilizan, depende de su esfuerzo. Hagan esfuerzos sinceros, y lo lograrán.