Discurso Divino Maravilloso - Maha Shivaratri 2009.
A continuación se muestra el vínculo de un maravilloso discurso dado por Bhagavan en el día de Maha Shivaratri en 2009.
En este discurso divino maravilloso, Bhagavan menciona que la forma del cuerpo físico del Avatar es sólo temporal y también le dice a todos nosotros que debemos vivir en el amor. Al final de este discurso divino, Bhagavan enfatiza la importancia de Menos hablar, y también al final del Discurso, Bhagavan dice en Inglés "Sé siempre feliz, feliz, feliz"
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE
OMSAIRAMMM
23 de feb 2009
Aum Sri SaiRam
¡INSTALEN A DIOS EN EL ALTAR DE SUS CORAZONES Y MEDITEN EN ÉL!
23 de Febrero de 2009
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam
MahaShivarathri
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Bharat es la patria de muchas nobles almas
que han ganado renombre y fama a través de todos los continentes del mundo.
Esta es la tierra de gentes valerosas que vencieran
a los regentes extranjeros en el campo de batalla para obtener la independencia.
Esta es la tierra que se ha distinguido en música, literatura y otras bellas artes.
Habiendo nacido en esta gran tierra de Bharat, ¡oh niños y niñas,
es vuestro deber sagrado el proteger su rico legado cultural!
(Poema en Telugu)
¡Encarnaciones del Amor!
Desde el momento que nacemos experimentamos cada día la noche, pero no todas ellas pueden considerarse como Shivarathri. El día de Shivarathri la gente medita en Shiva y Le canta himnos, y le prestan oídos a la gloria del Señor Shiva. Puesto que toda la noche se pasa de esta manera, esta noche se llama Shivarathri. Y no solamente esta noche, sino que cada vez que pasen la noche entera meditando en el nombre divino, esa noche también se llamará Shivarathri.
El Señor Shiva no es un Avatar separado. De hecho, Han y Hara (Señor Vishnu y Señor Shiva) están más allá la contemplación de uno. Están más allá del cuerpo físico. Mucha gente contempla en ellos como Avatares con un cuerpo físico y les adoran en una forma particular. Desarrollan un ansia vehemente por visualizarles en una forma particular. Más, ¿quién le atribuyó estas formas a la Divinidad? Por cierto que ellos no encarnaron en estas formas. Algunos pintores, como Ravi Varma, los representaron con una apariencia característica basado en las descripciones en los Sastras y Puranas y permitiendo que su imaginación les diera una forma ¡Eso es todo!
De hecho, Vishnu y Shiva no están limitados por un marco físico. Están más allá de él. Carecen de forma y de atributos. Nirgunam niranjanam, sanathana niketanam, nitya suddha buddha, mukta nirmala swarupinam – Dios sin atributos, inmaculado, morada final, eterno, puro, iluminado, libre y encarnación de lo sacro.
Los devotos están acostumbrados desde tiempos inmemoriales, a contemplar en estas formas y a adorarlas. Anhelan visualizar a Dios en ellas. Dios no está limitado a forma ni descripción en particular. Ningún pintor, por importante que sea, podrá pintar jamás un retrato de Dios. ¿Cómo podría retratar un símil de un Dios que carece de forma?
No obstante, Dios asume diferentes formas siguiendo los deseos de los devotos. Dios se manifiesta a Sus devotos bajo la apariencia en que ellos Lo hayan visualizado. Pero lo hace tan sólo por ese momento y no es permanente. Todas las formas atribuidas a Dios son sólo temporales. La Divinidad está más allá del nombre y forma.
Una vez la Diosa Lakshmi fue donde Parvathi y le preguntó:
¡Oh Gowri! Tu eres muy joven y Sambashiva es viejo;
Él tiene la cabellera enmarañada y se cubre con una piel de tigre;
Monta sobre un toro y está constantemente viajando;
Se adorna con serpientes;
¿Cómo puedes quererlo?
¿No sabes todo eso?
No tiene casa propia y duerme en el cementerio."
(Canción en Telegu)
Parvathi quedó muy molesta por estas observaciones, se acercó al Señor Shiva y Le preguntó, "No tienes una morada propia. No perteneces a ninguna casta ni linaje en particular. Además, eres 'Ardhanarishwaraa' (andrógino). ¿Cómo entonces puedes llamarte Dios a ti mismo?"
El Señor Shiva respondió que Dios está más allá de nombre, casta y linaje. Luego se volvió hacia Lakshmi y preguntó, "¡Oh Madre Lakshmi! Tienes conocimiento de los antecedentes de tu propio marido? Está viajando constantemente para proteger a Sus devotos y no tiene tiempo para comer ni para dormir. Si en algún momento se sienta para servirse Su comida, llega el clamor de algún devoto, como Draupadi, '¡Oh Krishna! Estoy en terribles dificultades. ¡Por favor, sálvame!' Y Él corre de inmediato a rescatarla, dejando de lado Su comida. De este modo está en constante movimiento para proteger a Sus devotos, como Narada o Prahlada. ¿Cómo entonces te enamoraste de un Señor así que no tiene tiempo para comer ni descansar?"
Shiva aclaró entonces que Dios no tiene nombre ni forma; es inalterable; no tiene nacimiento ni muerte; ni principio ni fin; Él es eterno y es Atmaswarupa (encarnación del Atma). Enfatizó también que es el engaño del hombre el que le atribuye un nombre y una forma a Dios. El Dios sin forma se manifiesta con una y con un nombre en particular, siguiendo los deseos de los devotos y para satisfacer sus aspiraciones.
Dios carece de forma y de atributos. Es el devoto quien le adjudica nombres, formas y atributos a Dios, y se siente satisfecho. Todos los nombres y formas son anithya y asathya (se esfuman y son falsos). La única forma eterna y verdadera de Dios es el Atma. Todo lo existente en el mundo puede cambiar, mas el Atma nunca sufre cambio alguno. El universo entero está contenido en el Atma. Esto también es llamado conciencia divina o Aham o Brahman. La gente malentiende esta verdad eterna y le atribuye diferentes nombres y formas.
Cuando el Dios sin forma asume una forma, es natural para los seres humanos que mediten en esa forma y la adoren. Experimentan la bienaventuranza al hacerlo y es perfectamente legítimo mientras esa forma permanezca.
Una vez que deje de existir esa forma divina, ¿qué harán? La felicidad y la bienaventuranza derivadas de la adoración de una forma en particular de Dios, se originan primordialmente de su ilusión. Las apariencias físicas no duran sino por un cierto período y luego dejan de existir. La Divinidad asumirá formas distintas más adelante.
Por ejemplo, ahora están apegados a este cuerpo físico. Adoran este cuerpo y derivan satisfacción y dicha de ello. Más, después de cierto tiempo, puede que este cuerpo desaparezca como el Avatar previo. No debieran sentirse tristes entonces. Cuando al Atma divino encarnado en este cuerpo físico alcance Su Morada eterna, debe ser motivo de alegría y no de pesar.
En el Tretha Yuga, vino el Avatar de Rama. Se exilió en el bosque y destruyó a una serie de demonios, incluyendo a Ravana, el gran rey rakshasa (demonio). Por último, habiendo cumplido Su misión Avatárica, se dirigió al río Sarayu y desapareció. Igual es el caso con el Señor Krishna en el Dwapara Yuga, quien dejara su cuerpo mortal después de haber sido herido por la flecha de un cazador en el bosque. De modo que los revestimientos físicos siempre son temporales y ficticios.
El cuerpo está compuesto por los cinco elementos
y está destinado a perecer tarde o temprano,
mas el morador interno no tiene nacimiento ni muerte.
El morador interno carece de apegos y no es más que el eterno testigo.
La verdad sea dicha, el morador interno
quien está en la forma de Atma, es ciertamente, Dios Mismo.
(Poema en Telegu)
Por ende, nunca consideren al cuerpo físico como permanente. Los cuerpos aparecen de acuerdo al momento y las circunstancias. Una vez terminado el tiempo prescrito, simplemente desaparecen. Incluso se disipan las experiencias ganadas por el cuerpo físico.
Considerando los cuerpos físicos como verdaderos, si desearan tener el darshan del Señor Krishna del Dwapara Yuga ahora, ¿cómo sería posible? Mientras Él caminaba en ese cuerpo, aparecía en Mathura, Brindavan, Gokul, Dwaraka etc. y hacía feliz a las gentes con Su darshan, sparshan y sambhasan (visión, contacto y palabras).
Tomen como ejemplo a una bombilla eléctrica. El voltaje de cada una es diferente y se mantiene así por un limitado período de tiempo. Los Avatares son como estas bombillas. Dios ha encarnado en la forma de varios Avatares. Manténganse apegados a la Divinidad en el Avatar como el Parabrahma sin forma, sin atributos, que se ha manifestado y no a la forma física de ese avatar en particular. Dios toma la forma de un Avatar diferente en diferentes eras.
Cuando nacieron eran un bebé, crecieron y llegaron a ser un niño, luego siguieron para convertirse en un joven y más adelante en una persona vieja. Todas estas etapas en la vida no duran más que un tiempo limitado, mas ustedes, el individuo, están en ella en cada una de estas etapas diferentes. Los Avatares vienen, cumplen Su misión y desaparecen. Por lo tanto, deben meditar en la Divinidad que es verdadera y eterna.
Hay tres aspectos en el Sadhana (práctica espiritual): concentración, contemplación y meditación. En el momento en que fijan su mirada en esta forma, eso será concentración. Cuando esta forma se va, siguen mirándola en su pantalla mental; eso es contemplación. Como resultado de ese ejercicio, esta forma se graba permanentemente en su corazón. Eso es meditación. Mientras siguen meditando de esta manera, la forma se mantiene permanentemente en su corazón.
En la actualidad están limitando su sadhana sólo a la concentración y la contemplación. Estas dos etapas son meramente transitorias. Es cierto que el primer paso en su sadhana es la concentración. La concentración ha de ser transformada en contemplación y, más tarde, en meditación. En la etapa final de la meditación, continuarán visualizando la forma de Dios, aunque cierren los ojos. Los antiguos rishis adoptaron esta forma de meditación. Fue por eso que Dios se manifestaba frente a ellos cada vez que lo querían, les hablaba y satisfacía sus deseos.
El nirakara, nirguna Parabrahma (Sí Mismo Supremo sin forma, sin atributos) es invariable y eterno. Representa a la realidad última. Se le conoce por diferentes nombres como Rama, Krishna y Sai. No establezcan distinción alguna entre los nombres, porque el Parabrahma está más allá de nombres y formas. Instalen esa última realidad en el altar del sagrado corazón de ustedes y mediten constantemente en ella.
Algunas personas tienden a malinterpretar los sastras y los puranas (escrituras y textos antiguos) para favorecer sus conveniencias y fines egoístas. Una pequeña historia: Una vez un impostor posando de mendigo se paró frente a una casa y pidió comida, diciendo, "¡Bhavathi bhiksham dehi!" (¡Tengo hambre, por favor denme de comer!).
La dueña de casa oyó su ruego y salió. Le dijo, "Señor, por favor vaya hasta el río y dése un baño; luego regrese. Entretanto tendré algo de comida lista para usted." Entonces, el sanyasi (mendicante) citó una frase de los puranas, "Govindethi sadasnanam' (la entonación constante del nombre de Govinda vale tanto como un baño). La dueña de casa se dió cuenta de inmediato que la persona frente a su puerta no era un genuino sanyasi y le respondió, '¡Querido hijo! Govindethi sada bhojanam (la entonación constante del nombre de Govinda vale tanto como una comida.) ¡Puedes marcharte!"
Reza el dicho que el rostro es el indicador de la mente. Él refleja nuestros pensamientos y sentimientos íntimos. Si el supuesto sanyasi en la historia hubiera creído realmente en la gloria del divino nombre, debiera haberse dado un baño antes de pedir comida. Era perezoso. Quería comida para calmar su hambre, pero vacilaba en darse un baño antes de comer. Nunca crean en tales impostores.
Algunas personas se sientan en silencio, cerrando los ojos. Dicen que están en meditación. Eso no es meditación. Puede que estén en silencio, mas sus mentes pueden andar vagando y pensando en todo tipo de cosas. Únicamente una mente que no oscile y esté firmemente fija en la realidad superior puede decirse que está en meditación. La meditación es la etapa que le sigue a la contemplación.
Un pequeño ejemplo: pueden haber alcanzado calificaciones de primera en el examen semestral, mas no serán elegibles para conseguir el título. Sólo luego de haber pasado el examen final serán elegibles para el título. La contemplación y la meditación son comparables con los exámenes semestrales y anuales, respectivamente. De modo que la espiritualidad representa una etapa superior en la vida.
Hoy en día, la gente está enfrascada en el seguimiento de objetivos físicos y mundanos, olvidándose de las metas morales y espirituales. ¿Cómo podrían lograr un progreso espiritual? Si uno deseara tener una experiencia espiritual, habrá de adquirir la fuerza necesaria como para enfrentar el examen final.
Decir este es mi cuerpo, mi casa, mi propiedad etc. representa el aspecto físico. Cuando dicen 'este es mi cuerpo', significa que en 'mi' es separado. Vale decir, son separados de su cuerpo. De manera similar, cuando dicen 'mi mente', 'mi buddhi' (intelecto), 'mi chitta' (mente subconsciente) etc. significa que todos ellos son separados de ustedes. Por ende, su verdadera naturaleza es 'yo', que está separado de todo lo que llaman 'mi cuerpo, mi mente, mi buddhi' etc.
Deben sacrificar todo su karma (vale decir el fruto de sus acciones). Esto significa que deben llevar a cabo su karma (acciones) con una actitud de 'Sarva karma Bhagavad preethyartham' (todas las acciones han de ser llevadas a cabo con un espíritu de entrega a Dios). Sólo entonces se volverán inmortales.
Si desean alcanzar el estado eterno, deberán realizar el Principio del Atma Tatwa. Sólo los Upanishads perfilan extensamente el Atma Tatwa. Las epopeyas como el Bhagavatha y el Ramayana no lo hacen. El mismo Atma Tatwa que es la realidad suprema, encarna de era en era para restaurar el dharma cada vez que esté declinando. Esto es declarado en el Bhagavad Gita :
Yada yada hi dharmasya glanir bhavati bharata,
abhyutthanamadfharmasya tadatmanam srujamyaham.
(Verso en Sánscrito)
(¡Oh Arjuna! Cada vez que hay un declinar en al rectitud (dharma)
y hay un incremento en la incorrección (adharma),
Yo encarno de era en era para el restablecimiento del dharma.)
Instalen a Dios en el altar de su sagrado corazón y mediten constantemente en Él. A pesar de las penas, las dificultades y las calamidades que puedan encontrar, aférrense firmemente a Él. Todo lo que suceda atañerá al cuerpo de ustedes y son separados del cuerpo. El cuerpo es como una caja en la que mente, intelecto, chitta (mente subconsciente), indriyas (sentidos) y Anthakarana (cuádruples instrumentos psicosomáticos internos de mente, intelecto, memoria y ego) están encerrados.
Cultivamos cualidades como la ira, los celos, la envidia y el orgullo debido a nuestro contacto con el mundo exterior. Sólo cuando nos liberemos de estas cualidades disfrutaremos de paz. Por ello, hemos de iniciar nuestro sadhana con sathya (verdad) y dharma (rectitud).
Cuando la verdad y la rectitud vayan juntas, reinará la paz (shanti). La paz trae amor. En donde haya paz, no puede estar el odio. Cuando desarrollamos odio hacia alguien, significa que se ha secado el manantial del amor en nuestro corazón. Cuando hay amor en nuestro corazón, no nos enojamos, ni siquiera cuando alguien nos provoca.
Normalmente, no nos preocupamos de nadie cuando estamos enojados. Mucha gente habla mal de Mí, Me acusa e incluso Me insulta, pero nada de eso Me perturba. Estoy siempre contento y feliz. Eso es amor real.
Cuando hay ira, odio y celos, eso significa que no hay amor. Por ende, aténganse siempre a la máxima "Amen a Todos, Sirvan a Todos". Las bases para seguir este principio son sathya y dharma. Digan siempre la verdad y actúen con rectitud.
Hay una abundancia de conferencias acerca del dharma, ¡dictadas por gentes que ellas mismas no lo siguen! El dharma no puede sobrevivir en estas circunstancias. Se dice, "Sathyannasti paro dharmah" (no puede haber un dharma mayor que decir la verdad). Sathya y dharma son como las dos manos, las dos piernas y los labios de un cuerpo humano. Sucede que cuando ambos labios actúan juntos que el ser humano puede hablar. De manera similar, sólo cuando Sathya y Dharma van juntos, puede reinar la paz. En donde no haya dharma, no habrá amor. Es así que sathya y dharma constituyen la base para todos los demás valores como el santhi (paz), el prema (amor) y el ahimsa (no violencia).
[Bhagavan cantó el bhajan, "Prema Mudita manase kaho..." y continuó con Su discurso]
¡Encarnaciones del Amor!
Mediten siempre en el nombre divino – no sólo contemplación, sino meditación. Esta meditación debiera rebosar de amor a Dios. Sin amor, su meditación no logrará el resultado deseado. Su amor por Dios debiera ser continuo a lo largo del día y la noche. Es posible que cuando le recen a Dios para alcanzar algún deseo y las cosas van en sentido contrario, se enojen y desarrollen antipatía hacia Él. Mas eso nada tiene que ver con la espiritualidad. Su naturaleza innata y el amor por Dios nunca debieran sufrir un cambio.
Continúen apegándose al nombre divino. Eso es meditación real. Cuando están en meditación profunda, nada en el mundo externo les resultará visible, aunque abran los ojos.
Otro aspecto respecto del cual debieran poner cuidado es su lenguaje. Hablar demasiado es malo. No se complazcan en conversaciones excesivas. Intenten corregir su naturaleza. Observen, hasta donde sea posible, el silencio y sean tranquilos. Hablen sólo tanto como sea necesario. Respondan escuetamente al punto. Si hablaran demás, les tildarán de parlanchines. Hablar en demasía no es bueno, incluso desde el punto de vista de la salud. Esto es muy importante, especialmente en el caso de los niños.
Deben mantener estable su mente desde la juventud misma. Lo que es importante no es tanto estudiar libros de texto como estabilizar su mente. Siempre podrán estudiar libros de texto – en el aula, en el albergue etc.
¿Se sienten felices todos? (Todos los estudiantes respondieron al unísono que se sentían felices)
[Bhagavan concluyó Su discurso con las palabras. "¡Sean siempre felices, felices, felices!"]
Traduccion Arlette Meyer
Revision Verónica Fazzari