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viernes, 30 de diciembre de 2022

FELIZ AÑO NUEVO 2023

Queridos hermanos(as) en Sai
Les deseo muy Feliz Año Nuevo 2023
Que nuestro amado Swami
nos siga bendiciendo.
Om Sri Sai Ram
Luis Tovar



Sobre el Año Nuevo enseña Sai Baba

"Los años vienen y se van, así también la felicidad y el dolor. Nada confiere beatitud permanente salvo la experiencia del Atma. El hombre no puede lograr la paz y la felicidad de sus acciones a menos que tenga sentimientos sagrados en su interior. Muchas personas esperan que el Año Nuevo les confiera felicidad y prosperidad, pero, de hecho, el Año Nuevo sólo confiere los resultados de sus acciones pasadas. A fin de expiar sus pecados pasados, deben cultivar las cualidades sagradas y dedicarse cada vez más a actividades sagradas en este año nuevo. De hecho, la bienaventuranza está dentro de ustedes, se origina en sus sentimientos sagrados. Así, que deben manifestar la bienaventuranza desde adentro, no puede serles otorgada por otros. Nadie puede quitarles esa bienaventuranza ni pueden ustedes obtenerla de afuera." *1
"En este Año Nuevo, deben tomar la decisión de comenzar cada día con amor, pasar el día con amor, llenar el día con amor y terminar el día con amor. No debe haber ninguna diferencia de casta, credo, color, religión o nacionalidad. El amor no conoce distinción de ningún tipo. Deben desear que todos sean felices. Llenen su corazón de amor. El país prosperará, el mundo prosperará y todos serán felices." *2
"Cada uno de ustedes debe llevar a cabo algún tipo de sadhana espiritual para limpiar la mente de la lujuria y la codicia, la ira y el odio. Salgan del pozo del ego y naden en el océano del Espíritu universal o Paramatma del cual ustedes son parte. Fuercen su mente o persuádanla gentil y acariciadoramente a que respire la atmósfera pura y más vital de lo eterno. Recuerden a Dios y Su gloria a cada segundo, con cada aliento cuando repitan uno de Sus nombres." *3
Mensajes extraídos de:
*1 Extracto del Divino Discurso del 01 de enero del 2001
*2 Extracto del Divino Discurso del 01 de enero del 1994
*3 Carta publicada en Prema Dhara 30-12-1975
Significado aproximado de las palabras en sánscrito presente en estos mensajes:
Sadhana - Disciplina o esfuerzo espiritual dirigido a la realización en Dios.
Paramatma- Alma Cósmica, Espíritu universal o El Ser Absoluto.


Gracias Señor

Por todo cuanto me diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol y los nublados tristes,
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce,
por las flores y las estrellas,
por la existencia de los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes,
por las dificultades y las lágrimas.
Por todo lo que me acercó a Ti.
Gracias por haberme conservado la vida,
y por haberme dado techo, abrigo y sustento
Gracias Señor.  Gracias Señor.  Gracias Señor.
¿Qué me traerá el año que empieza?
Lo que Tú quieras Señor,
pero te pido fe para mirarte en todo,
esperanza para no desfallecer,
y capacidad para amarte cada día más,
y para poderte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad,
desprendimiento y generosidad,
dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene
y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento,
las manos y la mente activas,
y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo
y concede tu paz al mundo entero.  
Gracias Señor. Gracias Señor. Gracias Señor.

Oración de Año Nuevo

 Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al empezar un año más, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aún sin estrenar, y te presento estos días que solo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra mis oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad. Amen.


EL SUBLIME PEREGRINO - RAMATIS




EL SUBLIME PEREGRINO

Pregunta: Hermano Ramatís, ¿podrías relatarnos alguna conversación que hayan tenido José y Jesús y que pueda ser útil para nosotros?
Ramatís: Todos los acontecimientos ocurridos con el Maestro Jesús desde su nacimiento hasta su crucifixión, quedaron vivamente grabados en el Éter que impregna el Universo, el llamado «Akasa», conocido por los orientales del cual hemos dado amplias explicaciones de cómo se registran todos los fenómenos del mundo material y que gracias a la auscultación psicométrica es posible volver a revivirlos. Por lo tanto, es posible volver a captar aquí en el Espacio, los hechos en todos sus detalles. Así que ahora utilizaremos ese proceso sideral para sintonizarnos con la frecuencia vibratoria de la faja psíquica de la vida de Jesús y José, focalizándolo en Judea, hace dos mil años.
José, al final de su existencia debido a su avanzada sensibilidad espiritual, se percibió que Jesús era un ser superior, y que él, como padre, era parte de su obra mesiánica. Además, lo Alto deseaba que él presintiera la tarea de Jesús antes de partir del mundo terráqueo. Cierta vez, José se sintió afligido ante aquella idea que constantemente se le manifestaba, pues desconocía que se trataba de una ansiedad espiritual poco habitual. Entonces, se acercó a él y le preguntó afectuosamente.
—¡Jesús!  ¿Qué motivo es el que te aflige y hace sufrir tanto?
Su hijo demoró en responder; pero, sus ojos dulces y serenos demostraban una gran concentración espiritual. Rápidamente exclamó, sin queja alguna:
—Tú no puedes comprender mi aflicción, porque yo vivo la voluntad de mi Padre que está en los cielos; y sólo Él sabe el motivo de mis preocupaciones.
Haciendo un gesto de ansiedad, agregó:
—¡Todavía no pude descubrir hacia dónde mi Padre me guía los pasos! —Y, con una sonrisa algo triste, pero resignado, prosiguió diciendo: —¡Sufro mucho por la espera!—
José se mantenía silencioso, indeciso, pues no deseaba disgustar a Jesús.
—Pero, ¿qué alientas en tu alma, que te hace diferente a los otros jóvenes? —preguntó José atrevidamente.
—No existe flor alguna, ni metal precioso, ni pasión humana que aceleren los latidos de mi corazón o encanten a mi alma —recalcó Jesús, con un gesto elocuente, pero absorto en un mundo irreal. Y en un prolongado suspiro, entrecerrando los ojos, exclamó con cierta vehemencia:
—Vivo únicamente el deseo de aclarar el camino de esa pobre humanidad, que se encuentra sumergida en el charco de las miserias, que son su propia infelicidad.
—Pero, ¿qué puede hacer un hombre como tú, para transformar los sentimientos de los otros hombres y modificar las costumbres de la humanidad? —insistió José inconformado.
Entonces Jesús, dominado por algo extraño; su voz vibrando altilocuente, como si estuviera viendo a un ser invisible, pero más real que la misma forma terrena, exclamó:
—¿Qué importancia tiene vivir, si para contentar los deseos insaciables de mi cuerpo, necesito desechar los anhelos de mi alma? ¿Qué sentido tiene la vida, si se consume en medio de los placeres mediocres y transitorios de la carne y camina implacable hacia la tumba?
José se estremeció algo confuso:
—¡Hijo mío! ¡Esa es la razón de la vida humana y debe ser la voluntad del propio Jehová, que así lo desea! —le dijo en forma convincente.
Jesús miró al padre; y a pesar de la gravedad espiritual que había en su rostro, le sonrió dulcemente:
—¡Padre!  ¿El buey, el carnero, el cabrito y el camello no viven también por la voluntad de Jehová? ¿Pero nosotros razonamos, no es verdad?  Y, en seguida acrecentó:
—¿Qué hace el buey, el cabrito, el carnero y el camello? Apenas duermen, digieren, procrean y se desenvuelven atendiendo a las necesidades físicas. ¿O su mundo es el producto de los instintos que los impele para la satisfacción de su vida animal? —Y, pasando levemente la mano en la cabeza de José, y después en su frente, dijo gravemente:— ¡Tú piensas; yo pienso! ¡Entonces existimos más allá de nuestros sentidos físicos! ¡Más allá de los fenómenos transitorios del cuerpo! Sobre nuestros hombros ¡Jehová colocó el libre albedrío de optar por las ideas superiores del alma, o esclavizarnos a los tesoros, a los bienes que la polilla come, la herrumbre destruye y los ladrones roban!  ¿Habéis comprendido, padre? José parecía fatigado para acompañar los elevados vuelos filosóficos de Jesús; sin embargo, era un espíritu envejecido y experimentado en los cursos dolorosos y educativos de las vidas planetarias; por eso, si no lo entendía en la conciencia física, lo sentía en lo íntimo de su alma, pues la verdad inconfundible que fluía de las palabras elocuentes de su hijo eran un fuego perenne que recordaba a las llamas del sacrificio religioso y poseían vibraciones de elevada inspiración. Algo misterioso había sentido en su alma, como si una extraña suavidad lo hubiera envuelto por unos instantes y, hasta le parecía haber oído melodías desconocidas bajo un halo de diáfano perfume; su mente quedó vitalizada por una energía deslumbrante, ya que le daba una percepción más amplia de la vida y de las cosas. Su corazón quedó confortado y una dulce brisa le balsamizaba su alma. Pero pronto se delineó el escenario triste del mundo de las formas pesadas y oscuras. Entonces, vio frente suyo a la figura de su hijo Jesús, y súbitamente le invadió una extraña emoción que le alcanzó su corazón y el alma, y entrevió en la memoria espiritual el cuadro del Calvario, pero sin poder definirlo en su conciencia física. Fue el terrible presentimiento, el recuerdo estigmatizado antes de encarnar en la materia, y que ahora se presentaba como una tremenda posibilidad.  Pesaroso y afligido, exclamó:
—¡Temo por ti, hijo mío!
Jesús sonrió como si lo hubiese comprendido en todo su dolor por el presagio intuido; pero en una sonrisa sublime y heroica, que daba valor, pues tenía un halo de belleza impresionante, exclamó:
—¡Nadie se pierde en el seno de mi Padre, que está en los cielos! —Y señaló suavemente hacia lo Alto—. ¡Quien diera su vida, por el amor de Jehová, la ganará para toda la eternidad! ...
En un acento afectuoso, como para tranquilizar a José, concluyó:
—¡Yo no me pertenezco; es la voluntad de mi Padre la que actúa en mí y me guía! ¡Quién me dio la vida, también puede quitármela, si así lo desea!
Silenciosamente, se encaminó hacia la puerta; y volviéndose en un último gesto afable y cortés, exclamó en tono grave, pero acompañado de una sonrisa angélica:
—¡Que se cumpla en mí la voluntad de mi Padre!
José se acercó a la ventana de su modesta habitación y siguió con los ojos húmedos a la figura majestuosa de su hijo, que caminaba lentamente entre los nardos y anémonas que crecían junto al camino de la fuente. El silencio de la tarde, aliada a la pureza de la atmósfera hacía vibrar los chirridos de sus sandalias sobre la arena húmeda y resaltaban bajo los últimos rayos del sol poniente
El joven Jesús caminaba sobre la tierra pero su alma estaba sumergida en el infinito; la naturaleza a su alrededor, parecía auscultar sus pensamientos y aflicciones que le abatían el corazón. Subió una pequeña loma y se sentó sobre una piedra en medio de las flores silvestres. Fijó sus ojos sublimes sobre la verde llanura, los caminos, los pastores y la senda que rodeaba al río Jordán y al monte Tabor, donde más tarde tendría una categórica visión mediúmnica del mundo espiritual. A lo lejos, brillaba el mar de Galilea con sus ondas de lentejuelas brillantes, que se fragmentaban ante los reflejos del sol. Los pescadores preparaban las redes para salir a la madrugada y las barcas manchaban la superficie del agua con tonos coloridos, desde el índigo hasta el amarillo claro. La brisa acariciante que descendía desde la cima de Nazaret movía lentamente los barcos y agitaba los sedosos cabellos de Jesús.
Jesús cruzó las manos sobre el pecho y cerró los ojos, y un largo suspiro de infinita recordación fluyó de su corazón. El silencio de la tarde saturado de colores, perfumes y poesía y el cielo cuajado de luz crepuscular descendiendo sobre la cabellera verde de los cipreses y los erguidos cedros, encendía matices de púrpura, oro y rosa en el hermoso escenario de Galilea, acariciada por el sol de la tarde. Reflejaba, tal vez, el paisaje soñado por Jesús; era el plagio atrayente y sugestivo del Paraíso, que hacía brotar de su alma la ternura, el amor y la paz del espíritu.
Entonces, el Divino Amigo de la humanidad se dejó deslizar muy despacito, hasta poner rodillas en tierra y recostado sobre las piedras y las flores, con las manos juntas en actitud de orar, levantó los ojos hacia lo alto y brindó su alma al Señor, en angustioso pedido donde la voluntad y el sacrificio se confundía con el más puro y exaltado Amor hacia el género humano.
—¡Padre! ¡Que vuestra voluntad se cumpla en mí hasta la última gota de sangre!
Era el primer vislumbre consciente de su holocausto en el Calvario; intuición viva del motivo principal de su vida en la materia, y que el Arcángel Gabriel, su guía, aprovechó en aquel momento de éxtasis y de sintonía espiritual para anunciarle la proximidad de sus pasos mesiánicos. Desde aquel instante se definiría en un solo propósito y proyectaría el ideal que traía desde la cuna, meta definitiva de su vida física. La «aguja» de su corazón apuntaba hacia el Norte del Calvario y no tenía dudas que su obra demandaba el sacrificio de su vida en cambio de la salvación del hombre.
Al día siguiente, cuando descendió la cuesta hasta las márgenes del Tiberíades, Pedro aceptó su invitación y dejó las redes para seguirlo. Eran los primeros pasos de su Pasión en cumplimiento de la voluntad del Señor.





martes, 27 de diciembre de 2022

ISAAC TIGRETT SE DESPIDE CON UNA TRASCENDENTAL NOTICIA

https://www.youtube.com/watch?v=0bJqgW9x8lg&t=1s&ab_channel=SaiVrindaOfficial

El 16 de julio de 2019 el Sr. Isaac Tigrett habló ante Sai Sutil en la forma de Madhusudan, y ante el público del auditorio Premamrutham. Su charla no pudo ser más emotiva, porque implicaba su despedida, y al mismo tiempo no pudo ser más trascendental porque cumplió con el pedido de Sai de transmitir una noticia de importancia «cósmica», en sus propias palabras.

Si no se pudo ver el video, aquí les envío el link
Saludos, Luis Tovar


ISAAC TIGRETT SE DESPIDE CON UNA TRASCENDENTAL NOTICIA

 

25 jul 2019 
El 16 de julio de 2019 el Sr. Isaac Tigrett habló ante Sai Sutil en la forma de Madhusudan, y ante el público del auditorio Premamrutham. Su charla no pudo ser más emotiva, porque implicaba su despedida, y al mismo tiempo no pudo ser más trascendental porque cumplió con el pedido de Sai de transmitir una noticia de importancia «cósmica», en sus propias palabras.

viernes, 23 de diciembre de 2022

*El CAMINO DE JESÚS*

*El CAMINO DE JESÚS*

por Sri Sathya Sai Baba

Navidad, 25/12/1979
 
Hay cuatro tipos de personas: las que ven únicamente lo bueno en todas partes; las que, menos espirituales en su visión, miran lo bueno como bueno y lo malo como malo; las que cierran sus ojos a lo bueno y miran únicamente lo malo, y, finalmente, las peores de todas: las que incluso a lo bueno lo juzgan malo. Nadie trae riqueza cuando nace ni se la lleva cuando muere. Cualquier riqueza que uno acumule debe compartirse libremente con otros. Las flores esparcen fragancia, los árboles ofrecen frutos en abundancia. En vez de aprender las lecciones que ellos enseñan, el hombre anda en pos de los caprichos de sus sentidos y ambiciona fama y autoridad sobre otros. El contento es la mayor y más preciada riqueza; la codicia trae desdicha. Sólo el contento tiene la virtud de llevar al hombre hacia la meta de su vida, la Divinidad.
 
Un corazón tierno es más valioso que todas las posesiones materiales. Cuando se adquiere excelencia moral y espiritual, se hace patente lo divino en el hombre. Viswamitra era un gran rey, orgulloso de su poder y de la vastedad de su reino. Quiso vencer al sabio Vasishta pero no tuvo éxito. De esa manera aprendió la lección de que los poderes físicos, materiales y mentales son demasiado débiles para conquistar el poder divino. Así, emprendió la disciplina espiritual para limpiar su mente de ira, codicia y envidia. Como resultado, se volvió sabio. Los hermanos Kauravas, cien eran ellos, se embriagaron de codicia aunque ya poseían riquezas en abundancia y un vasto reino; pelearon con sus primos, los Pandavas, sólo cinco temerosos de Dios y conducidos por Él. Al final, los Kauravas se destruyeron a sí mismos hasta el último hombre y los Pandavas fueron bendecidos con la victoria. El hombre debe adquirir dominio sobre los impulsos impuros de su mente: lujuria, ira, odio, celos; sólo entonces estará en posibilidad de gozar de la Paz Divina que es su derecho de nacimiento.
 
Cada ser viviente está en un peregrinaje, lo sepa o no. El Bhagavata Purana, un antiguo texto de las Escrituras, dice que el destino de todos los seres es retornar a su origen. El Señor Krishna ha declarado en el Gita que todos los seres han surgido de Él y tienen que fundirse en Él. El sol forma nubes elevando agua del mar en forma de vapor; el agua del mar cae como lluvia, el agua de lluvia se acumula y fluye como corrientes y ríos, hasta que se funde con su origen, el mar. Es fiel a su destino; afronta valientemente todas las dificultades y obstáculos que se le presentan en su senda de peregrino.
 
El hombre ha venido a este mundo como mensajero de Dios. Jesús se anunció como mensajero de Dios. Pasó muchos años en austeridad a fin de poder derramar compasión y amor sobre toda la humanidad. Después, se preguntó: "¿Soy sólo un mensajero o estoy más estrechamente relacionado con Dios, soy también una parte de Dios con lo divino como esencia?" Jesús pasó doce largos años errando solo por los desiertos dedicado a esta indagación. Al final de este período, retornó entre los hombres y anunció: "Soy el hijo de Dios".
 
En esa época, los sacerdotes de Jerusalén se habían vuelto corruptos y venales. Habían degenerado en hombres soberbios y egoístas. Jesús los condenó y trató de arrancar de raíz las costumbres perniciosas. Puesto que a sus ojos todas las formas eran divinas, Él no podía tolerar ninguna acción que contradijera esa postura. Así, cuando la gente le preguntaba quién era tenía la convicción para responder: "Mi Padre y yo somos uno". Jesús trató de enseñar a cada uno la paternidad de Dios y la hermandad del hombre. Hombres tradicionalistas y llenos de egoísmo consideraron a Jesús un falso profeta y emplearon todos los medios para impedir su misión. Sin embargo Él no vaciló y, enfrentando toda oposición, continuó siendo ejemplo de la verdad viviente purificando a la sociedad. Muchos discípulos lo siguieron, pero a lo largo de la historia, como ha ocurrido con Rama, Krishna, Jesús y Mahoma, esos discípulos, pese a su cercanía, raramente se han consagrado por completo. La mayoría sólo son devotos a medias. Jesús tuvo doce discípulos, de los cuales la mayoría tuvieron fe en Él y vivieron Sus enseñanzas, pero Judas cedió a la codicia.Traicionó a su maestro por treinta monedas. No tuvo ya alegría en la vida después de este acto, su mente le negó la paz y tuvo que buscar refugio en el suicidio. La traición de gente que simula adorar ha ocurrido en todas las épocas. Gente corrupta, egoísta y ambiciosa esparce falsedades acerca de sus propios maestros. Oímos de Judas desde hace 2000 años. Pero en la era de Kali la gente está obsesionada por el dinero y los Judas se han multiplicado. Anhelan acumular mezquinas riquezas, cuando en realidad el buen carácter, la conducta recta y el conocimiento de Dios son los tres verdaderos tesoros que deben ser reunidos.Tierras y edificios, oro y plata, dólares y otras divisas son temporales y triviales. Constituyen posesiones sólo mientras dura la vida, pero aquellos tres tesoros persistirán, los sostendrán y los fortalecerán a ustedes hasta que alcancen la unión con el infinito.
 
El hombre es perito en astronomía; sabe todo acerca de la Tierra, está enterado de todo lo que pasa en América, Rusia e Inglaterra, pero no sabe quién es, y por eso, todos los demás conocimientos no lo hacen sabio. Está ansioso por reunir información acerca de todo, pero nunca se pregunta: "¿Quién soy yo?", no obstante que usa libremente y casi siempre las palabras "yo" y "mío". Ustedes son el labriego; el cuerpo es el campo. Siembren la semilla del bien y recogerán la cosecha de la felicidad; siembren la semilla del mal y cosecharán dolor. Ustedes son la causa de una y otra consecuencia. No culpen a otros ni le atribuyan parcialidad a Dios. Sobre todo, no se aferren a este transitorio mundo objetivo; está lleno de aflicción y cambios; cultiven desapego, ecuanimidad, autocontrol y amor. Adquieran el conocimiento acerca de los niveles superiores de conciencia y los planos más elevados de existencia. El conocimiento conduce a la habilidad. De la habilidad en el empleo de tal conocimiento, uno consigue equilibrio. Deben reconocer que esta vida es una etapa en el largo peregrinaje y que ahora nos encontramos en un hotel, un lugar de descanso temporal que también tiene un vigilante, la mente, de manera que no se sientan permanentemente atados a la mente o al cuerpo. Este cuerpo "negativo" tiene el "positivo" de la divinidad dentro de él. Cuando se vuelvan infinito amor, lo Divino se manifestará en ustedes, a través de ustedes. Traten de ser como Jesús.
 
Jesús era una persona cuya sola alegría estribaba en esparcir Amor Divino, ofrecer Amor Divino, recibir Amor Divino y vivir en el Amor Divino.
 
Existen varias teorías sobre la fecha de nacimiento de Jesús, basadas en la brillante estrella que apareció durante su nacimiento. Se dice que esta estrella es visible una vez cada 800 años. Algunos argumentan que Jesús nació el 15 de septiembre, pero Él nació a las 3:15 de la mañana del 28 de diciembre de hace 1980 años. Era domingo. La estrella que apareció ese día se ve cada 800 años. Su aparición no tiene relación alguna con el nacimiento de Jesús. No hay regla que diga que cuando la energía divina o la encarnación divina desciende a la Tierra, deba aparecer una estrella. Ésa sólo es la opinión de los devotos. Sin embargo, Jesús fue él mismo una estrella de inmenso valor que difundía brillantez de dimensión infinita. ¿Por qué colocar otro resplandor menos brillante?
 
Hoy es el día del nacimiento de Jesús, celebrado entre las nevadas de diciembre, con luces, arbolitos y oraciones. Pero es inútil rezar sólo un día y olvidar a Dios el resto del año. Ése es un espectáculo frívolo; no emana del corazón. Somos verdaderos cristianos únicamente cuando vivimos de acuerdo con las enseñanzas de Cristo y las practicamos en nuestra vida diaria. Con seguir siquiera dos de Sus enseñanzas bastaría. Cristo dijo: "Toda vida es una sola, querido hijo, sé igual con todos". Si observáramos verdaderamente esto, bastaría para cumplir nuestro destino. Cuando Él estaba en la cruz vencido por la agonía, una voz surgida de lo invisible dijo desde los cielos: "La muerte es el vestido de la vida". El cuerpo es el vestido que usa el Espíritu Divino. Por consiguiente, no debemos llorar cuando el cuerpo se desecha, declina o se daña. La muerte es un incidente, ésa es la naturaleza verdadera del cuerpo. Los hombres buscan la causa de la muerte; nadie, empero, busca el origen de la vida. Durante el breve espacio de la vida, dedíquense a la glorificación de Dios y a efectuar la obra de Dios.
 
Dios ha encarnado en forma humana para inspirar a los hombres a seguir ideales superiores, no sólo en la India sino también en otros países. Los hombres pueden tener lenguas y estilos de vida diferentes, pero Dios es uno y está en todas partes. Todas las religiones hablan de Él como amor y como alcanzable por medio del amor. Las formas de adorar a Dios difieren porque están modeladas por el tiempo y el lugar, pero el amor es el contenido básico de todas las formas. Todos los corazones hablan y entienden el lenguaje del corazón. Realmente, sólo hay una raza y ésta es la raza humana. Ahora consideramos esenciales las mezquinas distinciones de nacionalidad, raza, religión y lenguaje y retenemos el amor que debe fluir desde nuestro corazón hacia cada uno. Tales fueron la vida y el mensaje de Jesús. Foméntenlos en su corazón. Sientan a Jesús como su mensajero enviado por Dios.
 
Sólo el amor es capaz de revelar la Divinidad latente en todos. El amor es Dios: vivan en amor. El amor vive dando y perdonando; el ego vive obteniendo y olvidando. El amor es desprendimiento; el egoísmo, desamor. No malgasten su vida aspirando a los estrechos intereses del ego. ¡Amen! ¡Amen! Vuélvanse lo que realmente son: encarnaciones del Amor. No importa cómo los traten los demás o lo que piensen de ustedes; no se aflijan. Sigan a Jesucristo. Amen por su propia evolución y no para lo que otros digan. No imiten a otros; cultiven su propia vida. Ustedes tienen su propio corazón, sus propias opiniones, sus propias ideas, su propia voluntad. ¿Por qué, entonces, imitar? La imitación es humana, dicen; pero la creación es divina. Sigan su sendero elegido. Dejen que su propia experiencia de Dios sea su guía y maestra. No se vayan a la tumba copiando débilmente a otros. No encontrarán a Dios si lo buscan en el mundo externo. Su propio corazón brillante de amor es el amor de Dios. Sigan al maestro. Enfrenten el mal. Luchen hasta el final y terminen el juego. Ustedes son Dios. El verdadero 'Yo' es Dios.
 
Ustedes no son una persona, sino tres: la que piensan que son, la que otros piensan que son y la que realmente son. Ustedes piensan que son el cuerpo con sus sentidos insaciables, los demás piensan que ustedes son sus personalidades. Lo que realmente son es el espíritu divino infinito. Constantemente deben recordarse a ustedes mismos: "Yo soy Dios, yo soy Dios, yo soy Dios". El día que se vean como Dios, se volverán Dios.
 
Si piensan "Sólo soy humano", se descarriarán. No permitan que su cuerpo y sus sentidos dicten sus movimientos. Adquieran la visión interna. El cuerpo es el carro; el espíritu, el caballo. No pongan el carro delante del caballo. La práctica espiritual es el único medio de lograr paz mental. Si todos los vehículos de los Estados Unidos se pusieran uno detrás de otro, alcanzarían la luna; pero no hay felicidad verdadera allá, no hay paz mental. No cultiven las riquezas, la comodidad o el lujo, sino las virtudes divinas. Entonces serán aptos para recibir la gracia de Dios. ¿Por qué trocar la paz mental permanente por lujos efímeros?
 
Hablen dulcemente; esparzan consuelo con cada mirada suya. No sean esclavos de sus deseos sensuales. Prahlada (un gran devoto de Dios) le dijo a su padre, quien había conquistado los tres mundos, que no había logrado vencer la lujuria y el deseo. Ustedes deben vencer la lujuria y dominar la ira. Alejen de su mente la codicia, el odio y los celos y dediquen sus manos al servicio de la humanidad. Jesús enseñó amor y compasión infinitas. Para resucitar el amor y la compasión, ustedes tienen que eliminar la envidia y el egoísmo y purificar sus corazones. Ganen la verdadera misericordia de Jesús. Sigan Sus enseñanzas y alcancen la posición que Él tiene.
 
Fuente: Extracto del Discurso Divino del 25/12/1979 - Mensajes de Sathya Sai, Volúmen 14

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