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martes, 2 de abril de 2013

Dios no tiene necesidad de memoria porque nunca olvida, por B.Aravind-Parte 2_God has no need of memory beads for He never forgets, by B.Aravind-Parte 2.


Dios no tiene necesidad de memoria porque nunca olvida - Una experiencia de Sri Sathya Sai y el Mercedes Benz verde, por B.Aravind_Parte 2.





Escena retrospectiva

Esta es la segunda parte de una historia interesante del Mercedes Benz verde que fue regalado a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba . Sería mejor leer la primera parte y luego seguir adelante con esta. La primera parte se da a continuación como un enlace: La desgracia se convierte en una bendición cuando Dios es su talismán de la buena suerte .



Si has leído la primera parte, continua por favor!


Dios no necesita de memoria ...

Mi mente voló a ese día en 1981, cuando sentí que había perdido una oportunidad maravillosa. Pero antes de entrar en los detalles de ese día, un poco de información y presentación de la situación es necesario.

Pedimos muchas cosas ha Dios en nuestras vidas. Es nuestra buena fortuna que podamos interactuar con Swami (Bhagavan Sri Sathya Sai Baba) y pedirle a Él directamente. Cada vez que le pedimos, estamos deseosos de obtener una promesa de Él, porque en algún lugar muy dentro, sabemos que él nunca irá en contra de su palabra. Sin embargo, a veces los retrasos llegan a ser tan grandes que casi parecen como negaciones. Y empezamos a preguntarnos si el Señor recuerda su promesa.


 Incluso intentamos enviarle oraciones y recordatorios a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones con la esperanza de actuar como recordatorios para el Señor! Esto sucede porque la pregunta surge en la mente, si se olvidó lo que había prometido.

El recuerdo que me golpeó, me hizo darme cuenta de que el Señor nunca olvida. Creemos que hemos esperado tanto tiempo - días, semanas, meses o años - y comenzamos a sentirnos frustrados y enojados. Nos hacemos los mártires en nuestra mente, sin darnos cuenta de que lo que espera de nosotros se ha extendido a través de varios nacimientos! 

No se trata simplemente de que Él sea adorado por las escrituras como Kaalaya Namaha Kaalakaalaya Namaha - quien es la personificación del tiempo y el que está más allá del tiempo también! 
Por eso, en la forma de Shirdi , Él pidió Shraddha y Saburi (la fe y la paciencia). Porque, una vez que Él da Su Palabra, Él la mantiene. 
Se entregará en el momento en que lo necesitemos. 
El tiempo de Dios es siempre el mejor. En realidad, somos nosotros los que necesitamos memoria para recordarnos constantemente sobre el amor y la gracia de Dios para con nosotros!


Con su querido Swami en Kodaikanal ...


El coche Mercedes Benz verde


En 1981 a Swami  le presentaron un Mercedes Benz  verde . Fue un regalo del señor Antonio Craxi, el hermano del ex primer ministro italiano, Bettino Craxi . A pesar de que el coche fue presentado a Swami, dijo que él no tenía ninguna necesidad de un coche. Pero el devoto persistió en su ofrenda. Quería que Swami aceptara el regalo a cualquier precio. Cuando la sabiduría divina no es escuchada, sólo permite que los eventos se desarrollen en su ciclo natural.

El coche Mercedes verde que llegaba era de un color que ninguno de nosotros imaginó. O se debía amar u odiar el color - que sin duda evocaba fuertes reacciones! El día después de que el coche había llegado, Swami salió de la sala de entrevistas. El darshan de la mañana acababa de concluir y todos los estudiantes se preparaban para asistir a clases en la escuela y la universidad. Pero justo cuando estaban levantándose y saliendo, Swami llegó. Por lo tanto, todo el mundo se echó hacia atrás en su lugar. Swami entró en la veranda del mandir y a través de ella hasta el final para llegar a la zona estacionamiento en el lado de la sala.

Allí de pie, llamó por el nuevo coche. Todos nosotros pensamos que Swami subiría al  coche nuevo. Para nuestra sorpresa. Swami no subió al coche. En cambio, Él tocó el hombro de un muchacho que estaba sentado cerca y le dijo:

"Ve ! Métete en el coche. Yo te dejere en la universidad! "

El niño gratamente sorprendido se levantó para ir al coche, Swami hizo un gesto en la dirección de los estudiantes, diciendo que entraran de prisa en el coche. Casi 4-5 estudiantes. Y luego vino la sorpresa más grande. Swami también caminó hacia el coche y se metió en el asiento trasero. Uno sólo puede imaginar lo apretados y lleno de gente que estaba. A ninguno de los muchachos le importaba porque era una gran oportunidad. Y Swami no le importaba porque los chicos estaban felices!

Esa media docena de estudiantes que fueron dejados en la universidad por Swami, se convirtió en la comidilla del albergue. Todo el mundo parecía que les envidiaba por su fortuna especial. Sin embargo las bendiciones continuaron. Eso es lo que hemos descubierto al día siguiente cuando, una vez más, Swami salió después del darshan de la mañana y llamó al coche. Él le dijo a otros niños para que subieran, hubo un tropel de todas las direcciones para entrar en el coche. Pies corriendo por todos lados en un intento por alcanzar el coche lo antes posible! Fue un espectáculo digno de ver! Desafortunadamente, no hay imágenes de ese coche y la loca carrera.

Esto se convirtió en una especie de práctica diaria y los estudiantes se posicionaban estratégicamente para poder correr hasta el coche y disfrutar de un paseo de vuelta al albergue con Swami. Swami con su dedo índice haciendo señas, era similar a la bala del árbitro en los Juegos Olímpicos de 100 metros  - sólo eso, desencadenaba una carrera libre de 20 metros para todos!


Mi deseo secreto

Al ver esta escena del nuevo coche Mercedes Benz actuando como un "autobús escolar" para muchos de mis compañeros, yo también alimente un deseo secreto. ¡No! No me refiero a la posibilidad de entrar en el coche - que no era un deseo secreto. Quería ser seleccionado por Swami,

"Ay! Métete en el coche. "

Hay dos razones para este deseo mío -

1. Yo me enorgullecía de ser un seguidor estricto de la disciplina. Por lo tanto, no había manera de que pudiera pensar en ser parte de esa loca carrera hacia el coche.

2. Si Swami me decía que entrara en el coche, independientemente de la carrera, me gustaría tener un lugar asegurado!

Pasaron unos días y todos los días, sin falta, el drama del "autobús escolar" se repetía . El número de corazones satisfechos y felices creció y muchos estudiantes estaban discutiendo sobre cómo se sentían al viajar con Swami. Al oír esto, yo me desesperaba con cada día que pasaba, hasta que un día, no pude soportarlo más. Decidí que no tenía sentido esperar a que Swami me indicara personalmente que subiera. Yo también me uní a la lucha y la esperanza de conseguir un codiciado asiento en el coche.

Había calculado el riesgo. Sólo 5-6 estudiantes podían entrar en ese coche. Una duda sería el niño que recibía indicación de Swami. Eso me dejaba con 4-5 asientos para conseguir uno de ellos. Me entrené mentalmente para correr al día siguiente.


Mi primer carrera olímpica de 20 metros

Al día siguiente, mi corazón latía con anticipación, incluso antes de el darshan. Había decidido correr hacia el coche verde como si mi vida dependiera de ello! No me acuerdo de lo que pasó durante el darshan de ese día, ya que toda mi atención estaba centrada en la carrera inminente. La carrera en sí fue muy rápida.

Swami caminaba hacia el coche y  dijo:

"Muchachos, rápidamente entren en el coche."

Toda mi adrenalina reprimida encontró su liberación. Mis músculos reaccionaron y corrí hacia el coche. Hubo una oleada blanca a su alrededor cuando varios estudiantes también dieron rienda suelta a su adrenalina. Algunos cayeron. Incluso cuando estaba a unos metros de distancia del coche, vi que se lleno. Me sentí como un hombre que se ahoga, que observa impotente el aumento del nivel del agua. Para mi sorpresa, Swami había subido ya en el asiento de atrás por la otra puerta. Cuando llegué a la puerta, casi me hice como una bola de cañón en el coche.

Swami me miró y sonrió. dijo:

"Entrara! Va completo "

Le devolví la sonrisa. Pero eso es todo lo que podía hacer. Intente tan duro como pude, pero yo simplemente no podía entrar en el coche. Estaba lleno. El nivel del agua había subido por encima de mi nariz! Le rogué a los otros estudiantes en el coche,

"Por favor ... por favor hagan un poco de espacio para mí. "

No se produjo el milagro y las leyes de la física cumplieron su cometido. No había manera de que yo fuese capaz de encajar mi torso en la parte trasera de el coche. Miré a mi alrededor. El coche estaba repleto. Swami estaba esperando y sentí que era inapropiado. Con gran tristeza en mi corazón,  decidi retirarme y dejar ir el auto. Había sido eliminado en la "carrera y era justo que yo sea un perdedor elegante.



Sólo en muy raras ocasiones, Swami ha permitido que grupos de niños viajaran en su coche con Él! (En el fondo - el benz Rojo). Sri Sai Surendranath se ve vistiendo un suéter gris, de pie a la extrema izquierda.


La promesa

Con Dios, no hay perdedores. A pesar de que lo deje ir ", Swami me miró y me dijo:

"Te llevaré en el coche conmigo. No te preocupes. "

Le devolví la sonrisa, y juntando las manos, me retire. Cerré la puerta del coche como un portero de hotel y me dirigí de vuelta a mi lugar en la sala. En mi corazón, me sentía como un vencedor. Yo había suscitado una promesa de él. Eso era lo suficientemente bueno.

Al día siguiente, estaba muy seguro de que Swami caminaria hacia mí y me diría que entrara en el coche.

Nada de eso sucedió.

Fue la misma historia - Él simplemente salió y le dijo a todos los niños que se subieran al coche. El infierno se desató cuando los chicos saltaron al asiento al lado de Swami.

Esperé ...

Pasó un día ...

Dos y más ....


Pero nunca esa llamada prometida llegó. Yo había tratado de ubicarme en varios lugares estratégicos para captar la atención de Swami y actuar como un recuerdo para él. Pero ninguno de mis esfuerzos daban resultados. Después de unos 10-12 días después de que el vehículo era utilizado como un autobús escolar, se rompió! Hubo problemas en el motor y una parte tenía que ser reemplazada. En ese momento, ese repuesto no estaba disponible ni en las ciudades de Bangalore ni en  Hyderabad. Tuvo que ser importado. En vista de todos esos problemas, Swami le dijo a D. Antonio Craxi que recuperara su auto. Los acontecimientos aparentemente habían jugado su ciclo natural y Swami devolvió el coche que él no había querido en primer lugar!

Después de ese día, todo llegó a su fin. Me sentí un poco decepcionado pero con el tiempo la idea de viajar junto a Swami en Su coche fue desapareciendo de mi mente.


El Señor nunca olvida

Yo podría haber olvidado, pero mi Swami no lo hizo! Puede que no me haya dado la oportunidad de viajar con él cuando yo quería, pero él definitivamente  me bendijo con esa oportunidad cuando mas lo necesitaba - cuando estaba herido e invalido. La oportunidad llegó en un momento en que sentí que había sido golpeado con una gran desgracia. Y me mostró que Dios es como un talismán, incluso la desgracia la convierte en una bendición !

Hoy, estoy convencido más allá de toda duda, que la palabra de Swami es cierta siempre. 

La gente puede preguntarse,"Hoy ha dejado su cuerpo mortal,  y así.., ¿cómo podrá cumplir con las promesas que ha hecho?"

Mi respuesta es simple - Él cumplirá por completo con cada palabra que ha dado. Pero no cuando nosotros queremos. Lo hará cuando lo necesitemos. Aun a costa de que estemos decepcionado con él o renunciemos a él, él no va a renunciar a nosotros o decepcionarse con nosotros. No le importa lo que pensamos de él. Él siempre hará lo que es mejor para nosotros. Y lo hará en un tiempo que es el mejor! Pero el Señor nunca olvida!



Si te ha gustado la lectura de este artículo, tal vez te guste:

. 1 El tiempo de Dios es siempre perfecto - una experiencia de Sri Sathya Sai Baba .

. 2 Dé un paso hacia mí y voy a tomar diez hacia usted - la primera experiencia de un niño con Sathya Sai .

3. Dios-bashing: La solución para los devotos Mahabharata .

. 4 Humildad: El sello distintivo de un devoto - mi ego-aplastamiento experiencia con Sri Sathya Sai .



OMSAIRAMMM...


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God has no need of memory beads for He never forgets - an experience with Sri Sathya Sai and the green Mercedes Benz, by B.Aravind
_Parte 2



Flashback

This is the second part of an interesting story of the green Mercedes Benz that was gifted to Bhagawan Sri Sathya Sai Baba. It would be best to read the first part and then go ahead with this. The first part is given below as a link:

Misfortune becomes a blessing in disguise when God is your good luck talisman.


If you have read the first part, please proceed! :)

God needs no memory beads...


My mind raced back to that day in 1981 when I felt that I had missed out on a wonderful opportunity. But before I go into the details of that day, a little information and introduction about the situation is necessary.

We seek many things from God in our lives. It is our good fortune that we got to interact with Swami (Bhagawan Sri Sathya Sai Baba) and seek from Him directly. Whenever we seek, we are eager to elicit a promise out of Him because somewhere deep within, we know that He will never go against His word. However, at times delays become so great that they almost seem like denials. And we begin to wonder whether the Lord remembers. We even try to serve Him prayers and reminders through our thoughts,words and actions hoping to act as memory beads for the Lord! This happens because the question pops in the mind whether He forgot what He had promised.

The recall that hit me, made me realize that the Lord never forgets. We think that we have waited so long - days, weeks, months or years - for Him and start to feel frustrated and self-sympathetic. We make martyrs of ourselves in our minds not realizing that His wait for us has spanned across several births! It is not simply that He is worshipped by the scriptures as Kaalaya Namaha Kaalakaalaya Namaha - the one who is the embodiment of time and the one who is beyond time too! That is why in the Shirdi form, He asked for Shraddha and Saburi (faith and patience). Because, once He gives His word, He WILL keep it up. He will deliver at a time when we need; not when we want. God’s timing is always the best. In reality, it is we who need memory beads to remind us constantly about God’s love and grace for us!



With his dear Swami in Kodaikanal...


The green Benz car


It was some time in 1981 that Swami was presented a green Mercedes Benz car. It was a gift from Mr. Antonio Craxi, the brother of former Italian prime minister, Bettino Craxi. Even as the car was presented to Him, Swami said that He had no need for cars. But the devotee persisted. He wanted Swami to accept the gift at any cost. When divine wisdom is not listened to, it only allows events to unfold in their natural cycle.

The green Mercedes car that arrived was of a color that none of us ever imagined a Merc to be painted it. One either had to love or hate the color - it definitely evoked strong responses! The day after the car had arrived, Swami walked out of the interview room. The morning darshan had just concluded and all the students were getting ready to attend classes at the school and university. But just as they were getting up and walking out, Swami arrived. So, everyone sat back in their places. Swami walked into the verandah of the mandir and through it till the end to reach the carshed area on the gents’ side of the hall.

Standing there, He summoned for the new car. All of us thought that Swami was driving out in the new car. We were in for a surprise. Swami did not walk up to the car. Instead, He tapped the shoulder of a boy sitting nearby and told him,

“Go! Get into the car. I shall drop you off at the college!”

As the pleasantly shocked boy got up to go to the car, Swami waved in the general direction of the students, telling all to get in. Needless to say, there was a huge rush to get into the car. Almost 4-5 students got in. And then came the greatest surprise. Swami too walked to the car and got into the back seat. One can only imagine how cramped and crowded it would have been. None of the boys minded for it was a great opportunity. And Swami did not mind for the boys were happy!

Those half a dozen students who were dropped off at the college (which was held in the 1st floor of the current day Eswaramma School) by Swami became the talk of the hostel. Everyone seemed to envy them for their special fortune. However, when it rains, it showers. That is what we discovered the next day when, once again, Swami came out after the morning darshan and summoned the car. He told another boy to get in. Instantly, there was a mad rush from all directions to get into the car. Feet ran all over the place in a bid to reach the car at the earliest! It was a sight to see! Unfortunately, there are no pictures of that car and the mad rush that it attracted.

This became a sort of daily practice and the students would position themselves strategically so that they could rush to the car and enjoy a divine ride back to the hostel with Swami. Swami’s beckoning index finger was akin to the gunshot of the referee at an Olympics 100-meters dash - only that, it triggered off a 20-meter, free-for-all dash!


My secret desire

Seeing this scene of the new Mercedes Benz car acting as a ‘school bus’ for many of my classmates, I too nursed a secret desire. No! I am not referring to the chance to get into the car - that was no secret desire as every boy nursed it. I wanted to be told by Swami,

“Ay! Get into the car.”

There were two reasons for this desire of mine -

1. I prided myself to be a strict follower of discipline. So, there was no way I could think of being part of that mad rush to the car.

2. If Swami told me to get into the car, irrespective of the rush, I would have an assured place because Swami had said so!

A few days passed and every day, without fail, the ‘school bus’ drama repeated itself. The number of satisfied and happy hearts grew and many students were discussing on how it felt to travel with Swami. Hearing these, I grew desperate with each passing day till, one day, I could bear it no more. I decided that there was no use of waiting for Swami to personally indicate to me. I too would join the scramble and hope to get a coveted seat in the car.

I calculated my chances. Only 5-6 students at best could get into that car. One would definitely be the boy who received Swami’s ‘indication’. That left me with 4-5 seats to aim for. I trained myself mentally to rush the next day.

My first ever 20-meter Olympic dash


The next day, my heart was thumping in anticipation even before the darshan. I had decided to run towards the green car as if my life depended on it! I don’t remember what happened during darshan that day as all my attention was on the impending race. The actual race happened very quickly.

Swami walked out towards the car garage and said,

“Boys, quickly get into the car.”

All my pent up adrenaline found its release. My calf muscles kicked into life as I sprung up and sprinted towards the car. There was a flurry of whites all around as several students too gave vent to their adrenaline rush. A few fell down too. Even as I was a few meters away from the car, I saw it filling. I felt like a drowning man who helplessly watches the water-level rise. To my surprise, Swami had already got in to the back seat from the other door. As I reached the door, I almost cannon-balled into the car.

Swami looked at me and smiled. he said,

“Come in ra! Come completely in.”

I smiled back. But that is all I could do. Try as hard as I might, I was simply not able to get into the car. It was packed. The water level had risen above my nostrils! I pleaded with the other students in the car,

“Please...please make some space for me. A little place will do.”

No miracle happened and the laws of physics held good. There was no way in which I would be able to fit my torso and backside into the car. I looked around. The car was jam-packed. Swami was being kept waiting and I felt it was improper. With great sadness in my heart, I decided to withdraw and let go. I had come last in the ‘elimination race’ and it was only right that I be a graceful loser.


It is only on very rare occasions that Swami has allowed groups of boys to travel in His car with Him! (in the background - the Red benz). Sri Sai Surendranath is seen wearing a grey sweater, standing to the extreme left.


The promise

With God, there are no losers. Even as I ‘let go’, I seemed to have ‘let God’ because Swami looked at me and said,

“I shall take you in the car with me. Don’t worry.”

I smiled back and, folding my hands, withdrew. I closed the door of the car like some hotel doorman and walked back to my place in the hall. In my heart, I was feeling like a victor. I had elicited a promise from Him. That was good enough.

The next day, I was very confident that Swami would walk up to me and tell me to get into the car.

Nothing like that happened.

It was the same race all over again - He simply came out and told all the boys to go to the car. Hell broke loose as the boys scrambled for seats by Swami’s side.

I waited...

A day passed...

Two more....



But that promised call never came. I had tried sitting in various places to catch Swami’s eye and act like a memory bead for Him. But none of my efforts were to any avail. After about 10-12 days of the car being used as a school bus, it broke down! There were problems in the engine and a part had to be replaced. Now, this part was not available even in the nearby cities of Bangalore or Hyderabad. It had to be imported. Instead of all those troubles, Swami told Mr.Antonio Craxi to take back his car. The events had apparently played out in the natural cycle and Swami returned the car which He had not wanted in the first place!

After that day, all the ‘hostel drops’ came to a close. I felt a bit disappointed but eventually just allowed the idea of riding alongside Swami in His car fade away from my mind.


The Lord never forgets

I might have forgotten, but my Swami didn’t! He might not have given me a chance to ride with Him when I wanted it, but He definitely showered the blessing of that chance when I needed it the most - when I was hurt and down. The chance came at a time when I felt I had been struck with a great misfortune. And it showed me that with God as a talisman, even misfortune becomes a blessing!

Today, am convinced beyond doubt that Swami’s word holds true always. People may ask,

“Today He has left His mortal coils and so, how can He deliver on the promises He has made?”

My answer is simple - He will deliver completely on each and every word He has given. But not when we WANT it. He will do so when we NEED it. Even at the cost of we getting disappointed with Him or giving up on Him, He will not give up on us or get disappointed with us. He does not care what we think of Him. He will always do what is the best for us. And He will do so at a timing that is the best! But, THE LORD NEVER FORGETS!



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1. God's timing is always perfect - an experience with Sri Sathya Sai Baba.

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OMSAIRAMMM...

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La desgracia se convierte en una bendición cuando Dios es su talismán de buena suerte, por B.Aravind_Mis fortune becomes a blessing in disguise when God is your good luck talisman, by B.Aravind.


La desgracia se convierte en una bendición cuando Dios es su talismán de buena suerte, por B.Aravind_Parte 1



Sri Sai Surendranath con Bhagavan Baba en sus días de universidad ....


La historia del coche 
Mercedes Benz verde.

Sri Sai Surendranath pertenece a un club de elite que se jactan de no ser más de una docena de devotos. Es un estudiante del primer grupo en el colegio bajo los auspicios del Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior , que disfrutó de días, semanas, meses y años en la proximidad maravillosa de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Llegó a Swami a Bhagavan Baba como un niño, completó sus estudios intermedios (en Brindavan, Bangalore) y consiguió, lo que según él es 'el mayor privilegio' de ser un maestro en las Escuelas Secundaria
 Superior Sri Sathya Sai 
Al día de hoy, sigue siendo un maestro en comercio allí. Pero entre todos los estudiantes en Prashanti Nilayam, Puttaparthi, es conocido como alguien que era (he de decir 'es') muy especial - una persona a la que Swami habló con regularidad durante 3 décadas, ejecutaba el tablas en el grupo de bhajans durante casi 3 décadas y una persona muy jovial y amante de corazón. 
Y así, cuando uno tiene la oportunidad de hablar con esa persona después de una sesión de bhajans en su casa, es una oportunidad que debo tomar con ambas manos. 

"Señor, usted debe compartir parte de sus experiencias. " "¡Oh! No me presione. Yo realmente no sé por dónde empezar y cómo proceder. Swami ha sido muy cariñoso y amable con usted. " "Señor, por favor, narre la historia del automóvil Mercedes Benz verde!", le dije. 

Había escuchado la versión breve de la historia por un amigo y estaba ansioso por conseguir la historia de su propia boca! 

"Green Benz ...Hmmm ... Ese fue un episodio interesante ". "Por favor, narrelo entonces ..." "No hoy. Es un poco largo y déjame recordar los detalles. Te llamaré otro día para contarte la historia. " "Por supuesto señor. Pero usted debe! En estos días de ausencia física de Swami , compartir sus historias porque tienen la capacidad de saciar la sed de Él en nuestros corazones. " "Sí,.. es sólo el nombre del Señor y sus historias las que pueden sustituir su forma hermosa. Pero pase lo que pase, no se desespere. Sepa que con Dios, incluso una desgracia resulta ser una gran bendición disfrazada, eso es todo! . Hay una razón por la cual Él hace algo, y su palabra nunca es en vano. "

Yo esperaba con anhelo su llamado para venir a narrar sus experiencias. Sucedió hace una semana y esto es lo que Sri Sai Surendranath dijo.... (El orden de la narración de los hechos han sido cambiados para construir algo de suspenso! Jejejeje! )


El accidente.

Tan pronto como terminé mi Maestría en Comercio, Swami me dio la oportunidad y el privilegio de servirle a Él como maestro en comercio en la escuela. La vida con Dios es tan hermosa y en su presencia física, la belleza ganó nuevos sentidos! Yo estaba tan feliz y cada día se abrían  puertas a nuevas posibilidades y experiencias. Un día, al ver que un compañero estaba enfermo, me decidí a comprar leche y pan para el, de la única panadería que existía en Puttaparthi en 1986. Pedí prestado una bicicleta a otro colega y emprendí el camino a la panadería. En el camino de vuelta, en la fuerte pendiente después del arco Vidyagiri, perdí el control. El manillar se torció y me caí en la calle. Fue una caída desastrosa para mí y para la bicicleta. Mi pierna estaba torcida mal y sentí un chorro caliente en mi pie. Vi que era una herida muy profunda y el blanco de mis huesos estaba a la vista. Y entonces, simplemente me desmaye de dolor. Me desperté en el 
Hospital General Sri Sathya Sai y el venerable Dr. Alreja (médico personal de Swami) estaba allí para atenderme. Él me dijo: "Su accidente fue muy grave en términos de la lesión que sufrió. Le hemos dado tratamiento y luego, informé a Swami al respecto. Él estaba muy preocupado. " "¿Por qué le dijo a Swami señor?", le pregunté. Sabía que Swami se sentiría muy mal y no quería molestarlo con estas cosas triviales. "Ese es mi deber. Swami me ha dicho que le informe cuando algo le pasa a los estudiantes. También me dijo que descansara. Usted no tiene que asistir al darshan y a las sesiones de bhajans. " Esa declaración fue desmoralizante. No sólo estaba físicamente incapacitado, sino que el mayor privilegio de un estudiante el darshan cercano, también me había sido negado por Swami. Pero, ¿qué podía hacer? Fue mi desgracia y mi culpa por algún karma pasado mío!


Dios se convierte en el talismán de la buena suerte, y la desgracia en una bendición disfrazada.


Swami estaba muy preocupado por mi lesión. Y muy pronto, me di cuenta de la verdad - cuando Dios está a tu lado, incluso una desgracia se convierte en una bendición. Porque Dios es la Piedra Filosofal que tiene propiedades alquímicas, y transforma cada momento en uno de oro. Ya era hora de el darshan y yo estaba en el albergue. Para mi agradable sorpresa, el coche de Swami llegó al albergue. Swami había venido a preguntar por mí. Fui al coche con mis muletas. Swami bajó la ventanilla y me habló. Él no quería que yo me moviera y me sentí abrumado por su preocupación. Como me sentía mal por no poder ir a Él, Él mismo venia a mí. Y eso creo, sigue ocurriendo - si no vamos a Él, Él lo busca, incluso si no somos capaces de ir a Él, Él viene a nosotros!


Esta visita se convirtió en algo regular y yo estaba muy feliz. Me sentí especial y bendecido. Imagínese a Swami dirigiéndose hasta el albergue casi a diario para hablar unas pocas palabras conmigo ! Una gran bendición en verdad! . Mientras veía como el cristal de la puerta del coche bajaba, mi ánimo se levantaba y se eleva a los cielos. De hecho, empece a dar gracias a Dios por el accidente, que parecía estar bendiciéndome con tantas oportunidades con mi querido Swami. Sin duda, la desgracia se había convertido en una bendición. Me di cuenta de que cuando estoy con Dios, nada es una desgracia. Lo peor, es una bendición! Eso es todo.



Una conversación casual en la mesa. A la izquierda de Sri Sai Surendranath esta Sri Radhakrishna.


Era el día Janmashtami Krishna - el cumpleaños del Señor Krishna - en 1986. Para entonces, aunque no me había recuperado del todo, me habían permitido ir al mandir para el darshans. Krishna Janmashtami en Prasanthi tiene un sabor especial y único. Todas las vacas, venados, conejos y por supuesto, Sai Gita, el elefante mascota de Swami, eran conducidos al mandir. Swami les daba de comer y luego los envía de vuelta a "casa". Más tarde, visitaba su casa en el Gokulam (tambo) también!. Este año en particular, me senté a un lado, observando todo lo que pasaba y no era parte de la acción. Yo estaba feliz de presenciar al menos una parte de las festividades. Una vez que la alimentación de los animales y las caricias se completaron, Swami los envió de vuelta al Gokulam. A los pocos minutos, él se iría también. Por lo tanto, todos los demás chicos se apresuraron a ir al tambo. Yo, obviamente, no podía ir. Tuve que esperar a mi transporte, un rickshaw ". Como Swami estaba a punto de salir del mandir al Gokulam, Él me vio. Y Él me preguntó: "¿Cómo vas a ir al albergue?" "Swami, hay un rickshaw que llegará para mí. Voy a volver al hostal en el. " "¡No! Hoy, voy a llevarte a el albergue. " Me quedé como de piedra. Swami dio unos pasos adelante y lamo a su coche, el Mercedes Benz rojo . Al abrir la puerta, Swami entró el asiento trasero y me invitó a sentarme a su lado, en la ventana! Estaba encantado! Esperó a que yo sea suavemente ayudado a subir al asiento, y después, la puerta se cerró. Radhakrishna estaba al volante. Yo no podía creer mi buena suerte. Swami me llevó al Gokulam. Allí, él me dijo que esperara en el coche y también le dijo a Radhakrishna que me hiciera compañía. Sin embargo, cuando se fue ha  interactuar con los animales, me bajé del coche. Se sentía muy extraño estar sentado en el coche del Señor cuando él no estaba allí! Al rato volvió y me dijo que volviera al coche. Y nos dirigimos hacia el albergue.



Revelación

Mientras nos dirigíamos hacia el albergue, vi a los todos los estudiantes y profesores que fueron tomados por sorpresa. Rápidamente se reunieron en la entrada viendo el coche rojo de Swami.  El coche se detuvo y Swami me sonrió diciendo que habíamos llegado. Él me dijo que me fuera. Abrí la puerta y cuando salí, hubo exclamaciones de sorpresa, seguido por decepción! Esto no era lo que todos esperaban. Inmediatamente, ellos entendieron lo que había sucedido. A continuación, algunos muchachos se trasladaron hasta la ventana de Swami y comenzaron a pedirle que visite el albergue. Era mi buen día hoy y así tuve la suerte de decirle , "Swami por favor venga a la hostal.""Ay Dunnapota! Quedate tranquilo ... ", fue su respuesta. Luego se dirigió a todos y dijo: "No he venido aquí para visitar el albergue. He venido aquí sólo para dejar a este chico. Voy a volver al mandir ahora ".



 Él ha puesto en mí 
la sombra de amor para protegerme del sol abrasador


Bendijo a todos, y Swami se fue. Yo era el centro de atracción de todas las miradas ahora. Una docena de estudiantes vino a ayudarme en el albergue. Una vez que el Señor nos ayuda, todo el mundo parece también querer ayudarte! Yo estaba tan feliz. Tal vez, incluso me sentía agradecido por haber tenido un accidente! ¿Puedes creer eso? 

Eso es lo que pasa cuando estás con Dios - no hay accidentes. Incluso una desgracia es en realidad, un "maestro" , una fortuna! 

Cuando me senté en mi habitación y cerré los ojos para disfrutar el episodio que acababa de ocurrir, mi memoria de repente se hizo presente.Fue entonces cuando fui alcanzado por recuerdos que hicieron caer mi mandíbula abierta de admiración.

Y de repente, escenas de años atrás aparecieron ante los ojos de mi mente. La emoción y la gratitud brotó en mí y todo se volvió tan claro. Era como si me hubieran dado una visión de su obra maestra su Masterplan. 
Por supuesto, él me había enseñado una lección, que Dios es el gran talismán de la buena suerte, y nada puede ser una desgracia cuando uno está con Dios. Pero, como siempre, había "golpeado" dos pájaros de un solo golpe. ¡Ah! Lo que era un golpe maestro ! Incluso me hundió en mas revelaciones y la revelaciones se hundieron más profundamente en mí, estaba perdido en la felicidad ...


( Ve ahora a la parte final de esta experiencia )



Si te ha gustado la lectura de este artículo, tal vez te guste:

1. Dios no tiene necesidad de memoria, nunca se olvida - una experiencia de Sri Sathya Sai y el verde Mercedes Benz (Parte 2 de este incidente ...)

Y otros ...

. 2 El amor es la única debilidad de Dios ... y nuestra única fuerza - 1 .

. 3 Los frutos de la acción - 1 .

4. Dios a través de los ojos de un niño - experiencias de la infancia con Swami

. 5 Si me miras a mí, te miro a ti: la experiencia que cambio la vida de un cristiano con Sri Sathya Sai.


OMSAIRAMMM...


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Mis fortune becomes a blessing in disguise when God is your good luck talisman, by B.Aravind_Parte 1.




Sri Sai Surendranath with Bhagawan Baba in his college days....


The Green Benz car story.

Sri Sai Surendranath belongs to an elite club that does not boast of more than a few dozen members. Being a student from the first batch in the college under the auspices of the Sri Sathya Sai Institute of Higher Learning, he enjoyed days, weeks, months and years of wonderful proximity toBhagawan Sri Sathya Sai Baba. He arrived into Swami or Bhagawan Baba’s fold as a child, completed his intermediate (in Brindavan, Bangalore) and graduation from the free educational institutions Swami had set up and got, what according to him is, ‘the greatest privilege’ of being a teacher in the Sri Sathya Sai Higher Secondary School. To this day, he continues to be a commerce teacher there. But among all the students in Prasanthi Nilayam, Puttaparthi, he is known as someone who was (shall I say ‘is’) very special - a person to whom Swami regularly spoke to for 3 decades, a tabla regular in the bhajan group for nearly 3 decades and a very jovial and loving person at heart.

And so, when one gets a chance to talk to such a person after a bhajan session at his home, one grabs that opportunity with both hands.

“Sir, you must share some of your experiences.”
“Oh! Do not pull me into that. I really don’t know where to begin and how to proceed. Swami has been extremely loving and kind.”

“Sir, please narrate the story of the Green Mercedes Benz car!”, I told him. I had heard the brief skeletal version of this story from a friend and was eager to get the story from the proverbial horse’s mouth!
“Green Benz... Hmmm... That was an interesting episode”, Sai sir smiles.
“Please narrate it then...”
“Not today. It is a bit long and let me gather the details. I will call you some other day and tell it to you.”
“Sure sir. But you must! In these days of physical absence of Swami, His stories alone have the capability of quenching the thirst for Him in our hearts.”
“Yes, it is only the name of the Lord and His stories which can substitute for His beautiful form. But come what may, do not despair. Know that with God, even a misfortune turns out to be a great blessing, in disguise that’s all! There is a reason for which He does anything and His word is never in vain.”

I felt very happy hearing that. I also eagerly waited for his call to come and the narrative to unfold. It happened within a week and here is what he told. (The order of narration of events have been changed to build up some suspense! hehehehe! There is some relish and joy in suspense- being in it as well as keeping it!)

Over to Sri Sai Surendranath...


The accident.

As soon as I completed my MCom, Swami gave me the opportunity and privilege of serving Him as a teacher for commerce in the school. Life with God is so beautiful and in His physical presence, beauty gained new meanings! I was so happy and every day would open up doors to new possibilities and experiences.

One day, noticing that a colleague was sick, I decided to get some milk and bread for him from the only bakery that existed in Puttaparthi in 1986. I borrowed another colleague’s bicycle and wended my way to the bakery. On the way back, at the sharp slope after the Vidyagiri arch, I lost control. The handlebar twisted and I was thrown onto the road. It was a disastrous fall for both me and the cycle. My leg was twisted badly and I felt a warm gush on my foot. I saw that it was a very deep wound and the white of my bone was staring back at me. And then, I simply blacked out in pain.

I woke up at the Sri Sathya Sai General Hospital and the venerable Dr. Alreja (Swami’s personal physician) was there to enquire into my well-being. He told me,
“Your accident was very bad in terms of the injury you sustained. We have treated you and then, I informed Swami about it. He was very concerned.”
“Why did you tell Swami sir?”, I asked. I knew Swami would feel very bad and did not want to burden him with these trivial things.
“That is my duty. Swami has told me to inform him when anything happens to the students. He has also advised you to take rest. You needn’t attend the darshan and bhajan sessions.”

That statement was demoralizing. Not only was I physically handicapped, the greatest privilege of a student - darshan from close quarters - too had been denied for me by Swami Himself. But what could I do? It was my misfortune and I blamed it on some past karma of mine!

God becomes the good luck talisman and misfortune, a blessing in disguise


Swami was very concerned about my injury. And very soon, I realized the truth - when God is by your side, even a misfortune becomes a blessing. For, God is that Philosopher’s Stone which has alchemical properties of changing every moment into a golden one.

It was darshan time and I was in the hostel. To my pleasant surprise, Swami’s car arrived at the hostel. Swami had come to enquire about me. I went to the car with my crutches. Swami lowered the window and spoke to me. He did not want me to strain myself and I was overwhelmed by His concern. When I was feeling bad that I was unable to go to Him, He Himself was coming to me. And that, I feel, continues to happen - if we pine for Him and seek Him, even if we aren’t able to go to Him, He comes to us!

These visits became a regular feature and I was so happy. I felt special and blessed. Imagine Swami driving up to the hostel almost daily and stopping in front of it to speak a few words to me! A great blessing indeed! Even as I saw the glass on the car door being lowered, my spirits would rise and soar to the skies. I actually began to thank god for the accident that seemed to be blessing me with so many chances with my dear Swami. Definitely, the misfortune had become a blessing.

I realized that when I am with God, nothing is a misfortune. At worst, it is a blessing in disguise! That’s all.



A casual conversation at the tiffin table. To Sri Sai Surendranath's left is Sri Radhakrishna.


It was the Krishna Janmashtami day - the birthday of Lord Krishna - in 1986. By then, though I had not completely recovered, I had been permitted to go to the mandir for darshans. Krishna Janmashtami in Prasanthi has a special and unique flavor. All the cows, deer, rabbits and, of course, Sai Gita, Swami’s pet elephant come to the mandir. Swami feeds them and then sends them back ‘home’. Later, He visits their home at the Gokulam (dairy farm) too!

This particular year, I sat on the sidelines, watching all that happened and missing being part of the action. I was happy that I was at least part of the festivities. Once the animal feeding and petting was completed, Swami sent them back to Gokulam. in a few minutes, He would be leaving too. So, all the other boys rushed to the dairy farm. I obviously could not. I had to wait for my transport, a cycle rickshaw’ and only then leave.

As Swami was about to set out from the mandir to the Gokulam, He saw me. He asked,
“How will you go to the hostel?”
“Swami, there is a cycle rickshaw which will arrive for me. I shall return to hostel in that.”
“No! Today, I shall drop you in the hostel.”

I was simply stunned. Swami walked a few steps ahead and summoned His car, the red Mercedes Benz. Opening the door, Swami entered the backseat and invited me to sit beside Him, at the window! Was I thrilled! He waited for me to be gently helped into the seat and then, the door closed. Radhakrishna was at the wheel. I could not believe my good fortune. Swami took me along to the Gokulam. There, He told me to wait in the car itself and also told Radhakrishna to give me company. However, as He went in to interact with the animals, I got out of the car. It felt very odd to be sitting in the Lord’s car when he wasn’t there!

Soon He returned and told me to get back into the car. We headed towards the hostel.




Revelation

As we drove into the hostel, I saw the all the students and teachers were taken by surprise. They quickly gathered at the entrance seeing Swami’s red car drive in. The car came to a halt and Swami smiled at me saying that we ‘had arrived’. He told me to get off. I opened the door and as I stepped out, there were gasps of surprise followed by disappointment! This was not what everyone expected.

Immediately, they understood what had happened. Then, a few boys moved up to Swami’s window and began to request Him to visit the hostel. It was my good day today and so I chanced my voice,
“Swami please come to the hostel.”
“Ay Dunnapota! Keep quiet...” was His reply.

Then He turned to everyone and said,
“I did not come here to visit the hostel. I came here only to drop this boy. I am going back to the mandir now.”


Is the darkness of my life after all the loving shadow that He has cast on me to protect me from the searing sunshine?


Blessing everyone, Swami drove away. I was the cynosure of all eyes now. A dozen students came to help me into the hostel. Once the Lord helps you, the whole world also seems to jump in to help you! I was so happy. Maybe, I was even feeling thankful for having had an accident! Can you believe that? That is what happens when you are with God - there are no accidents. Even a misfortune is actually a "master"fortune!

As I sat in my room and closed my eyes to enjoy the episode that had just occurred, my memory suddenly was refreshed.

That was when I was hit by a recall that made my jaw drop open in awe.

And suddenly, scenes from years ago flashed before my mind’s eye. Excitement and gratitude welled within me and everything became so clear. It was as if I had been given a glimpse of the way His Masterplan works. Of course, He had taught me a lesson that God is the greatest good luck talisman and nothing can ever be a misfortune when one is with God. But, as always, He had ‘hit’ two birds with a single stroke. Ah! What a master-stroke it was!

Even as I sunk deeper into the revelation and the revelation sunk deeper into me, I was lost in bliss...



( Rush now to the concluding part of this experience )



If you enjoyed reading this article, you might also like:

1. God has no need of memory beads for He never forgets - an experience with Sri Sathya Sai and the green Mercedes Benz (Part 2 of this above incident...)

And others...

2. Love is God's only weakness...and our only strength - 1.

3. The Fruits of Action - 1.

4. God through the eyes of a child - Childhood experiences with Swami.

5.If you look to me, I look to you : A Christian's life-changing experience - with Sri Sathya Sai


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FOTOS INEDITAS Y EXCLUSIVAS DE SWAMI, COMPARTIDAS POR ANIL KUMAR_7

Dear Brothers and Sisters:
OM SRI SAI RAM!!!



Below is writen in spanish.

Due the answers received from many countries where devotees have reached these pictures, and they are not from spanish languages, I will write in English, to make it accessible to all. (basic english)


Thank you for the deep and emotional responses you gave to us!
We know that many people like to share these wonderful rare photos. To them a deeply thanks and profound appreciation.


In this group of photos you will appreciate - for example in the pictures 132, 135 and 136 - the expression of love of Swami and the joy in the face of Anil Kumar ..... and in the latter two, the right hand of Swami resting on the shoulder of Anil Kumar, and the 163, Swami with sunglasses ... Amazing our Avatar!! or 164, Swami's face, ...


The photos of Kodaikanal group ends with 181 and then added the 002.


We are now in another group of photos, which are taken at Brindavan, Whitefield ... these are from the Album 1 .... where the 053 and 054, shown Swami in a really expression of love and in open dialogue with Anil Kumar ... How wonderfull is to see this beautiful smile from the Avatar!


I send to all a deep Saihug heart to heart to everyone, inviting you to enjoy the joy of what this photos produce in us.
JAY BHAGAVAN
Marcos Erize



Prashanti Nilayam


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Queridos Hermanos y Hermanas:
OM SRI SAI RAM!!!



Debido a que las respuestas son internacionales y de muchos países a los que han llegado estas fotos, pues, redactamos también en inglés, para que sea accesible a todos.


Gracias por las profundas y emotivas respuestas que nos están brindando!
Sabemos que a muchos les gusta compartir estas maravillosas fotos inéditas. A ellos un profundo agradecimiento.


En este grupo de fotos podrán apreciar - por ejemplo en las fotos 132, 135 y 136 - la expresión de amor de Swami y la alegría en la cara de Anil Kumar.....y en estas dos últimas, la mano derecha de Swami apoyada sobre el hombro de Anil Kumar y en la 163, Swami con lentes de sol... Increíble nuestro Avatar!!!! o en la 164, la cara de Swami, ...El grupo de fotos de Kodaikanal termina con la 181 y una adicionada luego, la 002.


Entramos ahora en otro grupo de fotos, las cuales son tomadas en Brindavan, en Whitefield...estas son las del Album 1....donde la 053 y 054, muestran a Swami de una manera realmente amorosa en franco diálogo con Anil Kumar... qué dicha ver esta hermosa sonrisa del Avatar....!!!


Les mando un profundo Sai abrazo de corazón a corazón a todos, invitando a disfrutar la alegría de lo que esta maravilla puede provocar en nosotros.
JAY BHAGAVAN
Marcos Erize


Prashanti Nilayam
























































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