DE SHIRDI SAI A SATHYA SAI
por Sri Srivatsa Saiputra
26/6/2016
Cuando el discípulo está listo, el Gurú aparece. La historia de cómo este joven llega a Swami es rica en muchas lecciones y aprendizajes divinos. Un ardiente seguidor de Shirdi Baba, Srivatsa Saiputra negó vehementemente al avatar Sathya Sai como la reencarnación de Shirdi Baba. Pero una serie de eventos divinos en su vida cambiaron todo eso.
Nacido y educado en Bangalore, Srivatsa es graduado en economía de la Universidad de Bangalore. Trabajó en una empresa de gestión de riesgos durante más de tres años, antes de mudarse a Sathya Sai Grama, Muddenahalli por solicitud de Bhagavan. Ahora trabaja como Coordinador de Cooperaciones en la Fundación Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana y la estación de radio, Sanathana Vani.
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"Nací en una familia que adoró a Shirdi Baba como su Dios y Gurú durante las últimas cuatro generaciones. Y entonces, no fue difícil para mí aceptar a Shirdi Baba como mi Dios; para el caso, fue muy natural para mí. Pero no así la adoración de Sri Sathya Sai Baba como el avatar de Shirdi Baba. Haya sido por mi amor y devoción a Shirdi Baba o por pura ignorancia, no lo sé. Pero como familia, nunca creímos en el avatar Sathya Sai, hasta ese día. ¡El día que cambió mi vida!
– El Triple Avatar
El triple Sai Avatar era un concepto bastante extraño para mí. No sabía nada al respecto, y me negué a considerarlo incluso cuando un amigo me lo contó hace muchos años. Creía en Shirdi Baba y Sus palabras y, según mi leal saber y entender, no se mencionaba la triple encarnación de Sai en Sai Satcharitra (biografía autorizada de Shirdi Baba). Ni siquiera quería pensar en eso, así que la historia de la triple encarnación no despertó mi interés. Pero todo cambió en ese día destinado de noviembre de 2011, cuando Shirdi Baba decidió revelarme Su presencia como el avatar Sathya Sai.
Fui voluntario habitual en “Sai Mandir” en el sur de Bangalore (templo de Shirdi Baba). En noviembre de 2011, la Fundación Sai Mandir decidió celebrar el cumpleaños de Sri Sathya Sai Baba como un tributo a Él. Era el primer cumpleaños desde Su Samadhi (partida física) y el Mandir quiso ofrecer su reconocimiento. Como voluntario, mi deber era cuidar del ídolo de Shirdi Sai y las pujas que se llevaban a cabo en el pasillo opuesto al Mandir principal. La noche del 22, los otros voluntarios y yo terminamos de decorar el Mandir, el salón de bhajans y la sala del Mandir por la noche y nos fuimos. Llegué a casa alrededor de las 2.30 a.m. y rápidamente me fui a dormir, ya que tenía que ir al mercado de flores temprano a la mañana para preparar la función en el templo el día siguiente, 23 de noviembre. Y esa noche, fui bendecido con este increíble sueño que alteró mi vida.
¡En el sueño, Shirdi Baba, vestido con una túnica blanca, apareció ante mí y comenzó a regañarme por no creer en el triple avatar! Luego me explicó el concepto, citando palabras y líneas del mismísimo Sai Satcharitra por el que juré. “Qué es lo que dudas cuando estoy presente en todas las formas de vida en este universo, estoy presente en todos los santos y los gurús. Abre tus ojos interiores y verás esta verdad” ~ Capítulo 32, La Búsqueda, en Sai Satcharitra.
Incluso mientras me lo explicaba, se enojó mucho, se sacó su turbante y me lo arrojó a la cara. Mientras miraba inexpresivamente a Baba, mi mente todavía trataba de descubrir qué estaba pasando, entonces la escena más hermosa se desarrolló. Lenta, pero seguramente, la forma de Shirdi Sai se metamorfoseó en la de Sathya Sai, con Sus característicos pequeños rizos, ojos brillantes y una sonrisa. Sathya Sai Baba luego se frotó la cara con Sus manos y me dirigió una mirada inquisitiva, ¡como si me preguntara en broma quién pensabas yo que era! Mientras luchaba por asimilar los acontecimientos, Baba se acercó y con una sonrisa traviesa me preguntó: “¿Todavía no crees en Mí?”
Si bien mi sueño terminó con esa nota, marcó el comienzo de la fase más azarosa de mi vida. Huelga decir que desperté transformado. ¡Qué sueño más revelador! Al día siguiente, sin embargo, no tuve tiempo para sentarme a reflexionar sobre el significado del sueño. Tan pronto como desperté, corrí al mercado para comprar las flores y luego llegué al Sai Mandir. Había mucho trabajo por hacer. Mientras hacía mis tareas en el Mandir, mi mente siguió reviviendo el sueño muchas veces. Sentí una sensación de shock y entumecimiento. Era mucho para entender. Todo mi sistema de creencias había sido desafiado. Pero, como es Su costumbre, ¡Baba no había terminado conmigo todavía! En la noche, cuando fui al salón donde se celebraba el cumpleaños de Sathya Sai Baba, me esperaba otra experiencia divina. La sala estaba adornada con flores y presentaba una bella escena. Había un Jhoola (columpio), adornado ingeniosamente con flores, balanceándose suavemente al ritmo de los bhajans, con una imagen de Sathya Sai Baba en el centro. Por un momento, mientras estaba parado allí, apreciando la grandeza de la ocasión, Sathya Sai Baba, apareció en el Jhoola en carne y hueso. Él me miró y asintió, como para recordarme una vez más que ¡en verdad era mi Shirdi Baba el que había venido como Él! En unos momentos, la confusión interna con la que había estado luchando todo el día, terminó por sí misma, ¡mi corazón y mi mente no necesitaban más pruebas! Era realmente mi Shirdi Baba, mi Sathya Sai Baba. Mientras mi corazón saltaba en un coro gozoso, habiendo encontrado al Dios y Gurú que tanto adoré, no pude evitar sentirme un poco mal por haberme perdido la inapreciable oportunidad de ver y servir a Sathya Sai Baba cuando estuvo físicamente presente. ¡Ay! Qué oportunidad perdida, se lamentó mi corazón, inconsolable. Es una fortuna poco común ser contemporáneos de Dios, pero es una gran desgracia no ser conscientes de ello. Sabía que no podía hacer mucho acerca de la oportunidad perdida, así que decidí compensarla siguiendo el camino del servicio que Sathya Sai Baba encarnaba. Esa sería mi ofrenda de amor a Él, pensé. Entonces, me uní a un Centro Sai cercano, donde conocí a un hermano Sai, que era el Coordinador de Jóvenes para las actividades de servicio. Bajo su dirección, comencé como voluntario en Brindavan (el ashram de Swami en Bangalore) y en el Instituto de Ciencias Médicas Superiores Sri Sathya Sai en Whitefield, Bangalore. Estaba viviendo la vida de mis sueños, mi vida se volvió alegre y rebosante de felicidad.
– De Sathya Sai a Sookshma Sai
Un año más tarde, en 2012, uno de los hermanos Sai me contó sobre el Seva de Desayuno, una ofrenda de servicio única que se estaba planificando. En ese momento, había completado mis estudios y había comenzado a trabajar en una empresa de gestión de riesgos corporativos. El trabajo era de alta presión, y mi único respiro fue el tiempo que pasé en la escuela del gobierno en el pueblo haciendo el seva desayuno. Aunque el trabajo de oficina me mantuvo ocupado, podía ir al pueblo una vez al mes. Dos años después, en 2014, me encontré con el mismo hermano que me había ayudado a ser voluntario en la organización Sai. Luego me reveló los sucesos en Muddenahalli, sobre la presencia de Swami en la forma sutil y Su misión en curso. Nos llevó a un grupo al ashram. Tan pronto como vi al hermano Madhusudan, recordé un sueño con Swami que había tenido hacía un año. En mi sueño, vi a Swami tomar la mano del hermano Madhusudan y caminar. Por supuesto, en ese momento, no tenía idea de quién era. Pero cuando lo volví a ver en Muddenahalli, supe que Swami me había llevado al lugar correcto. ¡Después de haber encontrado a mi Señor otra vez, estaba decidido a no perder ninguna oportunidad de servirlo en esta ocasión! Inmediatamente comencé a tomar parte activa en las actividades de servicio en Muddenahalli.
– La Conexión Kodai
En mayo de 2015, tuve la oportunidad de ofrecerme como voluntario y servir a Swami durante Sus “vacaciones” en Kodaikanal, la estación de montaña en Tamil Nadu que solía frecuentar todos los años antes también. Fue una oportunidad de servicio de dos semanas y solicité obedientemente una baja en mi oficina. Aunque mi permiso había sido oficialmente aprobado, sólo un par de días antes del seva, lo cancelaron. Fui convocado a la oficina del Vicepresidente de la compañía. Me informó que habían cancelado mi solicitud de permiso y me pidió que continuara con mi trabajo, ya que se aguardaba un proyecto crítico. Mi corazón se hundió. Había esperado tanto por las oportunidades de servir a Swami sólo para quedar atrapado en una situación que me alejaba del seva que mi corazón deseaba hacer. No estaba dispuesto a dejarlo sin luchar, argumenté apasionadamente con el Vicepresidente, impresionando sobre él la inevitabilidad de mi solicitud de permiso. Me pidió que dejara el trabajo, si el permiso de ausencia era tan importante para mí. ¿Qué podía decir? ¡Me alegré con su respuesta! En mi corazón, le agradecí la oportunidad que me brindó de servir a Swami, y salí de la oficina un hombre más feliz. Pronto, mis dos semanas de dicha comenzaron en Kodai. No le había contado a nadie, excepto a mi madre, sobre la pérdida del trabajo, pero el omnisciente Señor lo sabía. Durante la sesión del 17 de mayo con los voluntarios de Kodai, habló públicamente sobre cómo había dejado mi trabajo para hacer el seva. Luego me llamó cerca de Su silla, me bendijo y me aseguró que se ocuparía de mí y me bendeciría con un mejor trabajo pronto.
– Cáncer cancelado
Por entonces, mi fe en mi Swami había crecido a pasos agigantados. Nada podría sacudir mi fe en Él, ni siquiera que a mi madre le diagnosticaran cáncer. A finales de mayo de 2015, durante el segundo día del Curso de Verano de Cultura Indía y Espiritualidad en Muddenahalli, me enteré de que se sospechaba que mi madre tenía quistes cancerosos en el útero. Justo antes de que fuera por el Darshan de Swami, me llamó y me informó que iba a someterse a un escáner y que el médico creía que los quistes podían ser malignos. Le dije que mantuviera su fe en Swami y que no se preocupara. “Swami cuidará de ti”, le aseguré. Esa noche, cuando Swami fue por Darshan, vino directamente hacia mí y me preguntó por mi búsqueda de trabajo. Y luego, justo antes de volverse, dijo: “Amma Jagrata” (cuida de tu madre). Más tarde esa semana, cuando mi madre fue al médico para hablar sobre el siguiente curso de acción y realizar una nueva evaluación, una agradable sorpresa la esperaba. Los estudios salieron perfectos ¡Casi normal, sin signos de cáncer o quistes siquiera! Todos los informes y diagnósticos anteriores fueron verificados de forma cruzada, pero nada podía explicar el “milagro obvio”. Era la tarjeta de visita divina que conocemos, ¡había cancelado el cáncer!
– Visión interna e intuiciones
En un momento en que debería haberme ahogado por la preocupación de conseguir un buen trabajo, flotaba en la felicidad de la cercanía y el amor al Dios que mi corazón había anhelado durante mucho tiempo. Mi mundo resplandecía con las muchas experiencias emocionantes que Swami me estaba otorgando. Swami me bendecía con Sus visiones a menudo, y algunas veces incluso durante los darshans públicos. Cuando estaba en Kodai haciendo el servicio, tuve la suerte de tener Su Darshan una vez cuando salió en el coche por un picnic con los estudiantes y los invitados. Pude verlo sentado en el asiento delantero del Jaguar, y como para reconocer lo que estaba viendo, Swami me miró y sonrió. En otra ocasión, vi a Swami en el auto otra vez, pero esta vez en Muddenahalli durante el Curso de Verano. Otro ejemplo más fue cuando lo vi pronunciar un discurso durante el Athi Rudra Maha Yagna en octubre de 2015. Siguiendo las instrucciones de Swami, estaba colaborando como voluntario con el equipo de transmisión por Internet, cuando lo vi sentado en la silla, pronunciando el discurso. Hasta ese momento, había pensado que Swami miraría al hermano Madhusudan mientras daba el discurso. Pero ese día vi a Swami mirar a los devotos mientras se dirigía a ellos. Aunque esas visiones duraron poco, fue suficiente para sellar mi fe en Swami de por vidas.
– El trabajo de los sueños
Mientras Swami me preguntaba afectuosamente cada vez sobre mi búsqueda de trabajo, mí foco continuó siendo sólo Él. Realmente no me preocupaba encontrar un trabajo. Sabía que vendría en el momento correcto, según Su voluntad para mí.
Aquí me gustaría compartir un sueño revelador. El sueño fue tan vívido que me pone la piel de gallina cada vez que lo pienso. En el sueño, estábamos teniendo una puja con Shri Anantha Padmanabha Swami en mi casa. Al final de la adoración, mi madre me pidió que tomara namaskar (postración) de la deidad. Pero cuando fui a tomar namaskar, me sorprendí al ver que todas las ofrendas se hicieron al trono de Swami y no al altar especial creado para la adoración para Anantha Padmanabha Swami. Entonces, fui a la sala de puja donde estaba guardada la foto de Anantha Padmanabha. Tan pronto como entré en el altar, vi la hermosa foto de Anantha Padmanabha Swami, luciendo magnífica y real. Y cuando me acerqué, Swami salió de esa fotografía y me preguntó: “¿Anantha Padmanabha Swami ni choostava?” (¿Quieres ver a la deidad Shri Ananta Padmanabha?) Respondí afirmativamente. Sosteniéndome de la mano, Swami me llevó en una gira cósmica, a través del Brahmananda Loka (otra dimensión de existencia), a través del Ksheera Sagara (el océano de leche) y a través de las siete puertas del Vaikunta Loka. Al final, pude ver al majestuoso Ananta Padmanabha o al propio Shriman Narayana (el Señor Vishnu), durmiendo recostado sobre la enorme serpiente Adishesha. Estaba tan atrapado en la belleza del Señor que no me di cuenta de que Swami ya no estaba cerca de mí. Y tan pronto como noté Su ausencia, apareció con el atuendo de Ananta Padmanabha. Luego se acercó a mí y preguntó: “¿Viswaroopam Choostava?” (¿Quieres ver el Viswaroopam o la forma Cósmica?) Incluso antes de que pudiera decir que sí, Swami asumió una forma gigantesca. Era tan grande que ni siquiera podía ver Su cara. Había una luz luminosa saliendo de Su cuerpo. Era tan brillante que después de un tiempo incapaz de soportarlo, comencé a clamar de dolor. Swami luego se redujo a un tamaño más pequeño y se transformó a Sí mismo en la forma de “Viswaroopam”. ¡Fue una visión tan poderosa! Después de un rato, asumió Su forma nuevamente y me devolvió al mismo camino, pero esta vez a Muddenahalli. Regresé con Swami a Su habitación, donde el hermano Madhusudan lo estaba esperando. Una vez que llegamos, el hermano tomó las bendiciones de Swami y ambos salieron para Darshan y Satsang. Después de un tiempo, ambos regresaron, y Swami me bendijo diciendo, “Pronto trabajarás para Mí”.
En otro sueño, Swami me llevó a una función inaugural cerca de Muddenahalli y después del programa, me preguntó si me gustaría trabajar para Él en Muddenahalli. Dije que sí. Luego me instruyó a aprender sobre los Upanishads, los grandes santos indios y sus historias, etc., ya que me ayudaría con mi futuro trabajo. Asintiendo, le pregunté cuándo debía unirme. A lo que Swami respondió, “Muy pronto. Necesito arreglar las cosas para ti”. Esto fue en junio de 2015.
En noviembre de 2015, fui bendecido con otro sueño. En el sueño estaba almorzando en una hoja de plátano con la familia Sai. De la nada, un niño, de unos seis años de edad, se acercó a mí y me preguntó si podía unirme y trabajar para él en Muddenahalli. Otra vez dije que sí. El niño pequeño asintió con la cabeza y dijo: “Serás llamado pronto. Mis bendiciones están ahí contigo”. Diciendo eso, el chico se fue. ¡Poco después, uno de los hermanos Sai sentado a mi lado me dijo que no era otro que Prema Sai! Hace algunos años, había negado vehementemente la teoría de la triple encarnación y aquí, ¡ahora estaba siendo frecuentado por los tres avatares en mis sueños!
Como me di cuenta más tarde, los diversos sueños con Sai me acababan de preparar para el trabajo de mis sueños. Un mes después, el 14 de diciembre de 2015, Swami me pidió que me uniera al Fideicomiso Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana y a la estación de radio recientemente lanzada, Sanathana Vani. ¡Hacía exactamente un año que había venido a Muddenahalli para tener el Darshan de Swami!
¿Qué puedo decir? Mi vida había dado un giro completo, y Swami estaba en su centro, en la periferia y en todas partes. Y sé en mi corazón que este es solo el comienzo de mi vida llena de Sai, porque lo mejor está por venir".
Amoroso Sai Ram
Sri Srivasta Saiputra
- Fuente: Sai Vrinda – 26/6/2016
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FROM SHIRDI SAI TO SATHYA SAI
by Sri Srivatsa Saiputra
When the disciple is ready, the Guru seeks him on His own. The story of how this young man comes to Swami is rich with many such divine lessons and learnings. An ardent follower of Shirdi Baba, Srivatsa Saiputra had vehemently denied the Sathya Sai avatar as Shirdi Baba’s reincarnation. But a series of divine events in his life changed all that.
Born and brought up in Bangalore, Srivatsa is an Economics Graduate from the Bangalore University. He worked in a risk management company for more than three years, before relocating to Sathya Sai Grama, Muddenahalli on Bhagawan’s command. He now works as the Co-operations Coordinator in the Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana Trust and the radio station, Sanathana Vani.
I was born in a family that worshipped Shirdi Baba as their God and Guru for the past four generations. And so, it wasn’t difficult for me to accept Shirdi Baba as my God; for that matter, it came very naturally to me. But what didn’t was the adoration of Sri Sathya Sai Baba as the avatar of Shirdi Baba. Was it due to my love and devotion to Shirdi Baba or was it due to plain ignorance, I know not. But as a family, we never believed in the Sathya Sai avatar, until that one day. The day that changed my life!
– The Triple Avatar
The triple Sai Avatar was quite an alien concept to me. I knew nothing about it, and refused to consider it even when a friend told me about it many years ago. I believed in Shirdi Baba and His words and to the best of my knowledge, there was no mention of the triple Sai incarnation in the Sai Satcharitra. I didn’t even want to entertain such a thought, and so the triple incarnation story failed to pique my interest. But everything changed on that fateful day in November 2011 when Shirdi Baba decided to reveal to me His presence as the Sathya Sai avatar.
I was a regular volunteer in “Sai Mandir” in South Bangalore (Shirdi Baba’s temple). In November 2011, the Sai Mandir Trust decided to celebrate the birthday of Sri Sathya Sai Baba as a tribute to Him. It was the first birthday since His Samadhi and the Mandir wanted to pay its tribute. As a volunteer, my duty was to take care of the Shirdi Sai idol and the pujas being conducted in the hall opposite to the main Mandir. On the night of 22nd, the other volunteers and I finished decorating the Mandir, bhajan hall and Mandir hall by late night, and went home. I reached home around 2.30 AM and quickly hit the bed, since I had to go to the flower market early next morning to prep for the function in the temple the next day, 23rd November. And that night, I was blessed with this amazing, life-altering dream.
In the dream, Shirdi Baba, garbed in a white robe, appeared before me and started scolding me for not believing in the triple avatarhood! He then explained the concept to me, quoting words and lines from the very Sai Satcharitra that I swore by. “What is it that you doubt when I am present in all the living forms in this universe, I am present in all the saints and the gurus. Open your inner eyes and you shall see this truth.” ~ Chapter 32, topic – The Quest, in Sai Satcharitra.
Even as He was explaining it to me, He got very angry, took out His turban and threw it at my face. While I stared blankly at Baba, my mind still trying to figure out what was happening, the most beautiful scene unfolded. Slowly, but surely, the form of Shirdi Sai metamorphosed into that of Sathya Sai, with His characteristic little curls, glinting eyes and a crack of a smile. Sathya Sai Baba then wiped His face with His hands and gave me a questioning look, as if teasingly asking me who I thought He was! While I struggled to assimilate the events, Baba came near me and with a mischievous smile asked, “Do you still not believe in me?”
While my dream ended on that note, it flagged off the beginning of the most eventful phase of my life. Needless to say, I woke up a transformed man. What a revealing dream it was! The next day I however didn’t get the time to sit and ponder on the significance of the dream. As soon as I woke up, I rushed to the flower market to procure the flowers and then reached the Sai Mandir. There was a lot of work to be done. While I went about doing my chores in the Mandir, my mind kept reliving the dream many times over. I felt a sense of shock and numbness. It was a lot to grasp. My entire belief system had been challenged. But, like it is His wont, Baba wasn’t done with me as yet! In the evening when I went to the hall where Sathya Sai Baba’s birthday was being celebrated, I was in for another experience of the divine kind. The hall was bedecked with flowers and it presented a beautiful scene. There was a jhoola, adorned artfully with flowers, swinging gently to the rhythms of the bhajans, with a picture of Sathya Sai Baba placed at the centre. For a moment, as I stood there, gazing at the grandeur of the occasion, Sathya Sai Baba, appeared on the jhoola in flesh and blood! He looked at me and nodded, as if to remind me once again that it was indeed my Shirdi Baba that had come again as Him! Within moments, the inner turmoil I had been battling with the whole day, ended on its own – my heart and mind needed no more proof! It was indeed my Shirdi Baba, my Sathya Sai Baba.
While my heart leapt in blissful chorus, having found the God and Guru I so adored, I couldn’t help but feel somewhat bad about having missed the priceless opportunity of seeing and serving Sathya Sai Baba when He was physically present. Alas! What a missed opportunity, my heart lamented, inconsolably. It’s a rare fortune to be contemporaries of God, but it’s a greater misfortune to be unaware of it. I knew I couldn’t do much about the missed opportunity, so I decided to make up for it by following the path of service Sathya Sai Baba lived by. That would be my offering of love to Him, I thought. So, I joined a nearby Sai Centre, where I met a Sai brother, who was the Youth Coordinator for service activities. Under his guidance, I started volunteering in Brindavan (Swami’s ashram in Bangalore) and the Sri Sathya Sai Institute of Higher Medical Sciences in Whitefield, Bangalore. I was living the dream life – my life became joyous and seeped in bliss.
– Sathya Sai to Sookshma Sai
A year later, in 2012, one of the Sai brothers told me about Breakfast Seva, a unique service offering that was being planned. By that time, I had completed my studies and had started working in a corporate risk management firm. The work was a high-pressure one, and my only vent was the time I spent in the Government school in the village doing breakfast seva. Though office work kept me busy, I managed to go to the village once a month.
Two years later, in 2014, I happened to meet the same Sai brother who had helped me volunteer in the Sai organisation. He then revealed to me the happenings in Muddenahalli, about Swami’s continued presence in the subtle form and His mission. He took a group of us to the ashram. As soon as I saw brother Madhusudan, I remembered a Swami dream that I had a year ago. In my dream, I had seen Swami hold the hand of Madhusudan brother and walk around. Of course, at that time, I had no idea who he was. But when I saw him again in Muddenahalli, I knew Swami had brought me to the right place. Having found my Lord again, I was determined not to miss any opportunity to serve Him this time around! I immediately started taking an active part in the service activities in Muddenahalli.
– The Kodai Connect
In May 2015, I got the opportunity to volunteer and serve Swami during His ‘Holiday’ in Kodaikanal, the hill station in Tamil Nadu that He used to frequent every year earlier too. It was a two-week seva opportunity and I had dutifully applied for leave at my office. Even though my leave had officially been approved, just a couple of days prior to the seva, they cancelled it. I was then summoned to the office of the Vice President of the company. He informed me that they had cancelled my leave request, and asked me to continue my work as a critical project was due. My heart sank. I had waited so long for opportunities to serve Swami only to be stuck in a situation which was taking me away from the seva my heart longed to do. Not willing to let go of without a fight, I argued passionately with the Vice President, impressing upon him the inevitability of my leave application. He asked me to leave the job, if the leave of absence was that important to me. What can I say, I was joyous at his response! In my heart, I thanked him for the opportunity he had provided to serve Swami, and walked out of the office, a happier man.
Soon, my two weeks of bliss began in Kodai. I hadn’t told anyone except my mother about the loss of job, but the omniscient Swami knew about it. During the May 17th session with the Kodai volunteers, He publicly spoke about how I had left my job for doing the seva. He then called me near His chair, blessed and assured me that He will take care of me and bless me with a better job soon.
– Cancer Cancelled
By now, my faith in my Swami had grown by leaps and bounds. Nothing could shake my faith in Him, not even my mother being diagnosed with cancer. End of May in 2015, during the second day of the Summer Course in Indian Culture and Spirituality in Muddenahalli, I learnt of my mother being suspected of having cancerous cysts in her uterus. Just before Swami was to come for Darshan, she called and informed me that she was going in for a scan and the doctor suspected that the cysts could be malignant. I told her to keep her faith in Swami and not worry. “Swami would take care of you”, I assured her.
That evening when Swami came for Darshan, he came straight towards me and enquired about my job search. And then, just before He turned, He said, “Amma Jagrata” (take care of your mother).
Later that week when my mother went to doctor to discuss the next course of action and take a repeat scan, a pleasant surprise awaited her. The scans came out perfectly normal, with no signs of cancer or cysts even! All the earlier reports and diagnoses were cross-verified, but nothing could explain the ‘obvious miracle’. It was the divine visiting card we knew – He had cancelled the cancer!
– Inner view and insights
At a time when I should have been drowned in worries about getting a good job, I was floating in the bliss of nearness and dearness to the God my heart had long yearned for. My world was resplendent with the many soulful experiences Swami was bestowing me with.
Swami would bless me with His visions often, and sometimes even during public darshans. When I was in Kodai doing service, I was fortunate to have His Darshan once when He went out in the car on a picnic with the students and guests. I could see Him seated in the front seat of the Jaguar, and as if to acknowledge what I was seeing, Swami looked at me and smiled. On another occasion, I saw Swami in the car again, but this time in Muddenahalli during the Summer Course. Yet another instance was when I saw Him giving a discourse during the Athi Rudra Maha Yagna in October 2015. On Swami’s command, I was volunteering with the webcast team, when I saw Him seated on the chair, giving the discourse. Till that time, I had thought that Swami would look at brother Madhusudan while giving the discourse. But that day I saw Swami look at the devotees while addressing them.
Though such visions were short in duration, it was long enough to seal my faith in Swami for lifetimes.
– The Dream Job
While Swami would lovingly enquire about my job search each time, my focus continued to be only Him. I really didn’t worry about finding a job. I knew it would come at the right time, as per His will for me.
Here I would like to share a revealing dream. The dream was so vivid that it gives me goose bumps every time I think about it. In the dream, we were having a Shri Anantha Padmanabha Swami puja in my house. At the end of the worship, my mother asked me to take namaskar of the deity. But when I went to take namaskar, I was surprised to see that all the offerings made were to Swami’s throne and not to the special altar that was created for the Anantha Padmanabha Swami worship. So, I went to the puja room where the photo of Anantha Padmanabha was kept. As soon as I entered the altar, I saw the beautiful photo of Anantha Padmanabha Swami, looking all magnificent and life-like. And when I went nearer, Swami came out of that photograph and asked me, “Anantha Padmanabha Swami ni choostava?” (Do you want to see the deity Shri Ananta Padmanabha?) I replied in the affirmative. Holding my hand, Swami then takes me on a cosmic tour, through the Bramhanda Loka, through the Ksheera Sagara (the ocean of milk) and through the seven doors to the Vaikunta Loka. At the end of it, I could see the majestic Ananta Padmanabha or Shriman Narayana himself, sleeping on the huge Adishesha (serpent). I was so caught up in the beauty of the Lord that I didn’t realise that Swami wasn’t standing near me anymore. And as soon as I noticed His absence, He appeared in the attire of Ananta Padmanabha sleeping on the Adishesha! He then came near me, and asked, “Viswaroopam Choostava?” (Do you want to see Viswaroopam?) Even before I could say yes, Swami assumed a gigantic form. He was so big that I couldn’t even see His face. There was a luminous light coming out of His body. It was so bright that after a while unable to bear it, I started screaming in pain. Swami then shrunk to a smaller size and transforms Himself to the form of “Viswaroopam”. It was such a powerful sight! After a while, He assumed His form again and brings me back through the same route, but this time to Muddenahalli. I come back with Swami to His room, where brother Madhusudan was waiting for Him. Once we reach, brother took Swami’s blessings and both of them go out for Darshan and satsangh. After a while, they both return, and Swami blesses me saying “You will soon work for me.”
In another dream, Swami took me to an inaugural function near Muddenahalli and after the programme, asked me if I would like to work for Him in Muddenahalli. I said yes. He then instructs me to learn about the Upanishads, the great Indian saints and their stories etc. as it would help me with my future job. Nodding in agreement, I then ask Him when I should join. To which Swami replied “Very soon. I need to arrange things for you”. This was in June 2015.
In November 2015, I was blessed with another dream. In the dream I was having lunch on the banana leaf with the Sai family. Out of nowhere, a young boy, about six years of age, comes up to me and asks me about joining and working for Him to Muddenahalli. Again I say yes. The little boy nods in acknowledgement and says, “You will be called soon. My blessings are there with you”. Saying so, the boy leaves. Soon, one of the Sai brothers seated next to me tells me that it was none other than Prema Sai! A few years ago, I had vehemently denied the triple incarnation theory and here I was now, being frequented by the three avatars in my dreams!
As I have later realised, the many Sai dreams were just preparing me for the dream job. A month later, on the 14th of December 2015, Swami asked me to join the Sri Sathya Sai Premamrutha Prakashana Trust and the newly-launched radio station, Sanathana Vani. It was exactly a year ago that I had first come to Muddenahalli to have Swami’s Darshan!
What can I say, my life had come a full circle, and Swami was at its centre, periphery and everywhere else. And I know in my heart that this is just the beginning of my Sai-filled life, for the best is yet to come.
Loving Sairam
Srivasta Saiputra