PREGUNTAS Y RESPUESTAS
PRASNOTARA VAHINI
BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
INDICE
Introducción 3
I. El cuerpo y los sentidos 4
II. Los catorce mundos 8
III. Las cuatro etapas de la vida 10
IV. Liberación y Karma 13
V. Sabiduría y Devoción 15
VI. Obstáculos ante la Liberación 18
VII. Panchakoshas 21
VIII. Yoga y Liberación 23
IX. Conocimiento y Yoga 25
X. La Sabiduría Divina y las mujeres 27
XI. Etapas y castas 29
XII. Los Shastras y el renunciante 31
XIII. El mantra y la repetición del Nombre 34
XIV. Austeridades 37
XV. Astanga yoga 40
INTRODUCCION
Prasna significa pregunta. Utara significa respuesta, y Vahini indica flujo, corriente. Este libro es un torrente de preguntas que han sido respondidas por Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Entre las tareas que Bhagavan Baba ha asumido durante esta encarnación, él ha declarado como básica la que él ha llamado "la depuración y purificación de las escrituras religiosas de la humanidad. Cada Vahíni que emana de Bhagavan ha servido en un aspecto o en otro para la elevación espiritual del hombre.
Este Vahini es uno de los primeros de la serie, pues pretende elucidar los conceptos y preceptos fundamentales de la religión, especialmente los términos técnicos y las expresiones en las que se pretende concretar aquéllos. Publicado hasta ahora como un apéndice del Gíta Vahini es puesto ahora en las manos de los buscadores como una publicación clave para ayudarles en la lectura de todos los Vahinis.
La sabiduría antigua (Sanathana Dharma), el Sendero Eterno, han sido heredados a la posteridad en palabras que han sufrido distorsiones, devaluaciones, debilitamientos y denigraciones con el paso del tiempo y las controversias entre los comentaristas. Temas como: Deberes de casta; etapas de la vida; yoga (autocontrol); la renuncia; el sacrificio; el karma. (la acción), etc., son interpretados por lingüistas y eruditos de diversas escuelas y sectas en versiones confusas y contradictorias.
Bhagavan ha resuelto estas enmarañadas confusiones. Su ejemplar amor y paciencia endulzan no sólo cada respuesta sino también cada pregunta, para, al ponerse en el lugar de quien pregunta, como él lo hace, hacer más completas y fructíferas las aclaraciones.
N. Kasturi Prashanti Nilayam
14/1/84
I.- EL CUERPO Y LOS SENTIDOS
PREGUNTA: ¿Por qué se dice que el cuerpo humano está compuesto de cinco elementos?
RESPUESTA: Porque es producto de esos cinco elementos.
P.: ¿Cuáles son exactamente los cinco elementos?
R.: Son el éter, el aire, el fuego, el agua y la tierra.
P.: ¿Dónde se originaron éstos?
R.: Cada elemento subsecuente se originó en el precedente.
P.: ¿Cuál es la causa del primero y por ende de los cinco?
R.: Brahman (Dios), el inmutable, el permanente, la base.
P.: ¿Cuál es la relación entre estos cinco elementos y el cuerpo humano?
R.: En Brahman (Dios) se originaron el esfuerzo (yatna) y el cosmos (mahat); de éstos nació el éter (akasha); del éter nació el aire (vaya); del aire, el fuego (agní); del fuego, el agua (jala), y del agua, la tierra (pritví). El cuerpo humano es el resultado de la combinación de los últimos cinco.
P.: ¿En qué forma persisten estos elementos en el cuerpo?
R.: Cada elemento a su vez se ha vuelto quíntuple y ha entrado en la composición del cuerpo.
P.: El primero, el éter, ¿en cuáles cinco se ha convertido?
R.: En el conocedor, en la mente, en el intelecto, en la conciencia y en el ego.
P.: Hablando de ellos como de su manifestación en el cuerpo, ¿cómo se les llama?
R.: Se les reconoce como los sentidos internos.
P.: Y ahora, ¿cuáles son las cinco formas del siguiente elemento, el aire?
R.: Samana, ubicado en el ombligo y esencial para la digestión; uyam que circula o está difundido por todo el cuerpo; udana, aquél que se encuentra en la garganta y se eleva; prana, el aliento vital; y apana, el que va hacia abajo y sale por el ano.
P.: Y en el cuerpo, ¿cómo se les llama?
R.: Los cinco aires vitales.
P.: ¿Y el elemento fuego?
R.: Ah, ese elemento se convirtió en los órganos de los sentidos: el oído, la piel, el ojo, la lengua y la nariz.
P.: ¿Y cómo están señalados?
R.: Como los sentidos de la percepción.
P.: Dime, ¿cuáles son los cinco en que se convirtió el elemento agua?
R.: En la voz, el tacto, la forma, el gusto y el olfato.
P.: ¿Tienen éstos también algún nombre especial?
R.: Sí, se les conoce como los cinco elementos sutiles.
P.: Queda el elemento tierra... de los cinco. ¿Cómo se manifiesta en el cuerpo?
R.: Como los órganos vocales, las manos, las piernas, los genitales y los órganos excretorios.
P.: ¿Y a éstos cómo se les conoce?
R.: Como los sentidos de la acción.
P.: En vez de considerar este cuerpo humano, constituido así por los elementos, como una sola unidad, los vedantinos dicen ¡que hay muchas unidades en él! ¿Es verdadera esta aseveración?
R.: No hay muchas; pero sí hay tres. ¡Algunos dicen que hay cuatro!
P.: ¡Ahl ¿Cuáles son? ¿Cómo se llaman? ¿Cuál es la cuarta?
R.: El cuerpo denso, el cuerpo sutil y el cuerpo causal. Algunos sostienen que hay además un cuarto cuerpo, llamado el cuerpo supercausal.
P.: ¿Qué es exactamente lo que se entiende por cuerpo denso?
R.: Significa el cuerpo constituido por los veinticinco principios elementales ya mencionados por mí.
P.: ¿Y qué es el cuerpo sutil?
R.: Es el conjunto de los cinco sentidos de percepción, los cinco elementos sutiles, los cinco aires vitales, la mente y el intelecto. Estas diecisiete categorías se combinan para sustituir el cuerpo sutil.
P.: ¿Se denomina a esto cuerpo sutil solamente, o tiene también algún otro nombre?
R.: ¿Y por qué no ha de tenerlo? Lo tiene. Se le conoce también como taijasa, el que se origina o consiste en la luz (tejas).
P.: ¿Y está señalado como propio de algún estado?
R.: Sí, lo está.
P.: ¿Y cuál es el nombre de ése?
R.: El estado de sueño.
P.: ¿Quieres decir que el cuerpo denso no tiene asignado ningún estado?
R.: Por supuesto que lo tiene.
P.: Dime el nombre de ese estado.
R.: Ese es el estado de vigilia.
P.: ¿Cuál es el causal?
R.: Aquel donde la conciencia está asociada al conocedor, el principio consciente.
P.: ¿Cómo se le conoce?
R.: Como mente universal.
P.: ¿Y su estado?
R.: Es el estado de sueño profundo o inconsciencia total.
P.: Dime también, ¿qué es lo que quiere indicarse por cuerpo causal, el cuarto cuerpo?
R.: Es la conciencia pura, sin mezclarse con ningún principio elemental, el eterno testigo, el autorrefulgente. Se refieren a él como cuerpo supercausal.
P.: ¿Tiene un nombre, como el resto?
R.: Sí, se le conoce como Hiranyagarbha, el Huevo Aureo o material etéreo del cual se formó el universo.
P.: ¿Y su estado?
R.: No tiene, está más allá de todos los estados de conciencia y por eso se le describe como espíritu imperecedero.
P.: Volviendo al cuerpo denso, ¿cuáles son los productos específicos atribuibles a los cinco elementos que se han unido para formarlo?
R.: De la tierra derivan los huesos, la piel, la carne, las venas y el pelo.
P.: ¿Y del agua?
R.: La sangre, la orina, la saliva, la flema y el cerebro.
P.: ¿Y del fuego?
R.: El hambre, la sed, el sueño, la pereza y la camaradería.
P.: ¿Y el elemento aire produce...?
R.: La actividad, el movimiento, la rapidez, la vergüenza y el temor.
P.: El elemento éter en el cuerpo debe similarmente ser responsable de algunas consecuencias.
R.: Sí, de la lujuria, la ira, la codicia, el orgullo y la envidia.
P.: El hombre tiene muchos afanes, ¿no es así? ¿Tienen algo que ver las consecuencias de su composición con sus afanes?
R.: Pareces tener algunas dudas. La razón de toda su agonía es este grupo de groseras cualidades. Los afanes, por otra parte, no son tantos aunque parezcan serlo y son tan sólo de cuatro clases.
P.: ¿Qué son los cuatro afanes?
R.: El cuerpo, la mente, la riqueza y el sexo; aunque hay otros, pero todos al final de cuentas se basan en estos cuatro.
P.: El hombre, en su vanidad, se pavonea ciegamente por todas partes; ¿qué es este egoísmo que así lo impulsa? ¿Cuántas variedades de egoísmo hay?
R.: Hay cuatro clases: vanidad de linaje, vanidad de riqueza, vanidad de juventud y vanidad de erudición. Aunque hay además otros tipos, pueden agruparse principalmente en éstos.
II.- LOS CATORCE MUNDOS
P.: He escuchado que los mundos (lokas) están todos en el cuerpo del hombre! Personas de experiencia y eruditos en los Shastras (Códigos morales) lo han dicho; ¿es verdad eso? ¿Cuáles son estos mundos? ¿Dónde están situados?
R.: Sí. Ellos son: el Bhur loka, la tierra, en los pies; el Bhuuar loka, la atmósfera, en los genitales; el Suuarloka, el cielo, en el ombligo; el Mahar loka, el de los santos, en el corazón; el Janar loka, el de los monjes ascetas, en la garganta; el Tapar loka, de los dioses del fuego, en el entrecejo; y el Sathya loka, el de la sabiduría, en la coronilla. A éstos se les llama los mundos superiores; están situados en el cuerpo del hombre. Hay mundos inferiores también.
P.: ¿Dónde están los mundos inferiores? ¿Dónde existen?
R.: El Atala (sin fondo) en las plantas de los pies, Vitala en las uñas, Sutala en los talones, Talatala en la cadera, Rasatala en las rodillas, Mahatala en los muslos y Patata en el ano.
P.: Si todos los mundos están en el cuerpo siendo los cinco elementos sus componentes ¿qué ha sucedido con los siete mares legendarios o sapta samudras? ¿Están éstos también en el cuerpo o en la mente?
R.: Puesto que el cuerpo es la residencia de todos los mundos, ¿cómo podrían los siete mares por sí solos tener una existencia separada? No, y por tanto también ellos están en el cuerpo. Lauana o el Mar Salado es la orina, el Mar de Jugo de Caña es el sudor, Sura o el Mar de Vino está en los sentidos, Sarpí o el Mar de Ghe o Mantequilla Clarificada es el semen, Dadhi o el Mar de Suero de Leche es la mucosidad, el Mar de Leche es la saliva, y el Mar de Agua Pura, las lágrimas.
P.: Hablaste de varias clases de fuego; ¿cuáles son? ¿cómo se llaman?
R.: Se les llama panchagni, porque son cinco en total: kala agní, el fuego del tiempo; kshuda agni, el fuego del hambre; sítha agní, el fuego frío; kopa agní, el fuego de la ira, y el jñana agní, el fuego del conocimiento.
P.: ¿Dónde residen éstos?
R.: En los pies, el ombligo, el estómago, los ojos y el corazón.
P.: Además de éstos, también parece haber variedades denadas o sonidos. He oído hablar de ellos.
R.: Sí, los hay.
P.: ¿Se encuentran también en el cuerpo? ¿Cuántas clases hay? ¿Y cuáles son sus nombres?
R.: Hay diez clases, todas están en el mismo cuerpo denso: laladighosha, el sonido del regocijo; bherínada, el sonido del tímpano; chaninada, el de un ruido sordo; mridanganada, el del tambor mridanga; ghantanada, el de una campana; kalanada, el del murmullo; kinkininada, el de una campanita; uenunada, el de un pífano o flautín; bhramaranada, el de un abejorro; y finalmente, el pranauanada, el sonido primordial Om. Estas son las variedades de sonidos.
P.: Si toda la creación está inmersa en este compuesto de los cinco elementos, que es el cuerpo, ¿qué son Anda anda, Pínda anda y Brahma anda?
R.: Anda anda significa toda la creación, sujeta a evolución e involución; la naturaleza móvil e inmóvil, como a menudo se le llama. Pínda anda es el nombre que se ha reservado para el principio interno de toda esta dualidad, el observador y lo observado, el hacedor y lo hecho, etcétera. Es la dualidad que produce nacimiento tras nacimiento, según el karma de la encarnación presente. Brahma anda significa la colección de las fuerzas internas de los cinco elementos: el Alma relacionada con el éter, el alma individual conectada con el aire; el ser que surge del fuego, la conciencia asociada con el elemento agua y el Alma Suprema adherida al elemento tierra; todos están incluidos en este concepto de Brahma anda. Es esta fuerza la que hace funcionar a los elementos y más allá de todos ellos está el incognoscible Absoluto.
P.: Swami, no comprendo claramente este tema tan complejo. Por favor, explícamelo mediante alguna ilustración sencilla.
R.: Bien, el Anda anda es la negra retina del ojo; el Pinda anda es el círculo interno dentro de ella; Brahmaanda es la luz que brilla allí. El esplendor de esa luz es Brahma (Dios).
III.- LAS CUATRO ETAPAS DE IA VIDA
P.: En este cosmos que es el cuerpo humano, ¿cuál es la mejor conducta o dharma a seguir? ¿Cuál estado es el más conducente a ese dharma? ¿Cuántos estados o etapas de la vida hay en total?
R.: Hay cuatro estados en total; si los conoces, tú mismo podrás decidir con cuál has de cumplir, al examinar tus propios logros, tu progreso y tus aptitudes. El celibato o la castidad o brahmacharya, el estado de jefe de familia o grihasta, el de anacoreta o uanaprasta y el de renunciante o sanyasa son los cuatro estados.
P.: Diferentes explicaciones han sido dadas por distintas personas a la palabra brahmacharya (castidad) y a la etapa de la vida que denota. Quiero saber de ti mismo el verdadero significado de esta etapa.
R.: Muy bien. Se cree que todos aquéllos que no se han convertido en jefes de familia merecen ser considerados en estado de castidad. Esto es erróneo. Solamente aquéllos que mantienen sus mentes alejadas de los engaños del mundo, que constantemente tienen ocupado el pensamiento en Dios, que no ven ni escuchan cosas vanas o meramente divertidas, que siempre buscan buen gusto, que no ceden ante la alegría o la tristeza, que mantienen su mente, su inteligencia y su autoconciencia en buenas condiciones mediante la incesante contemplación de la verdadera naturaleza de Brahma o divinidad. Sólo tales seres merecen considerarse en estado de castidad.
P.: ¿Qué significa exactamente grihasta o jefe de familia?
R.: El casarse y vivir con la esposa y los hijos no constituye el estado de gríhasta o jefe de familia, como piensa la mayoría de la gente. Sin dejar los deberes asignados a la casta o a su estado, la persona tiene que tratar a todos con igual consideración; a los parientes a la par de los demás. Tiene que estar consciente de los derechos de los ancianos y de las obligaciones de los menores; tiene que estar lleno de compasión y siempre dispuesto a ayudar; debe tratar con amorosa bondad a todos los que dependan de él; debe volverse más sabio con cada nueva experiencia del mundo; debe familiarizarse con los Shastras (Códigos de moral) y estar alerta para cumplir con el dharrna (rectitud) y evitar lo que no es dhármico; debe estimular y proteger a su esposa e hijos con sentido de responsabilidad; tiene que eliminar los ocho egoísmos: el orgullo que se desarrolla por motivos de familia, de riqueza, de carácter, de belleza personal, de juventud, de erudición, de lugar de nacimiento y aun por logros de austeridad. Asimismo debe estar consciente de las cuatro metas: conducta moral, búsqueda de riqueza, deseo legítimo y liberación (dharma, artha, kama y moksha), sin orgullo alguno por sus posesiones materiales aunque pueda tenerlas en abundancia; utilizar una porción del día para servir a los demás, sin ninguna mala intención contra otro hogar; ha de ser merecedor de la confianza de su esposa y, contando con una esposa en quien confia, cada uno comprendiendo al otro y con plena fe en él; tales son las maneras como se manifiesta el jefe de familia.
P.: ¿Qué significa vanaprasta o anacoreta?
R.: Significa que el hombre que está en esa etapa siente que todas las dualidades son falsas y sin base. Abandona todos los deseos; deja todo apego por el mundo; se disgusta al vivir en lugares populosos; se muestra ansioso de lograr la victoria a través de la repetición de un mantra (fórmula mística poderosa) y así llevar una vida de austeridad, comiendo con moderación alimentos sin cocer, principalmente frutas y hojas; anda en compañía de sabios y profetas; escucha sus enseñanzas y camina resueltamente por el sendero de la realización del Señor. El anacoreta debe obtener la aprobación de su esposa cuando se muda a la soledad de la vida para dedicarse a las prácticas espirituales, y también debe dejar suficiente provisión para sus hijos. Sin embargo, si su esposa quiere acompañarlo, tiene que llevarla consigo en su jornada espiritual. En lo sucesivo, tendrán que vivir como hermano y hermana y no como esposo y esposa. Siempre y cuando esta nueva relación se mantenga, la vida en el hogar también puede ser transformada en el ámbito propicio para el estado de anacoreta. Por otra parte, si se sigue con la vida anterior, la vida en la selva no constituye el estado de anacoreta. El anacoreta no debe quedarse en las residencias de la gente casada. Debe observar los votos prescriptos para cada estación del año. Tiene que desafiar a la lluvia, al sol y al frío durante las estaciones. Debe estar siempre vigilante para no dejarse arrastrar hacia los placeres físicos por la veleidad de la mente. Debe buscar y encontrar placer únicamente en la contemplación del Señor y en el disfrute de su gloria.
P.: ¿Qué significa el sanyasa o renunciante?
R.: El renunciante está por encima y más allá de toda incitación al placer sensual u objetivo. El que practica la renuncia, el renunciante, considera la contemplación del Señor como el aliento mismo de su vida, una necesidad esencial, en todo tiempo y en todo lugar, para su existencia misma y deriva gozo únicamente de esta contemplación. Sabe que la riqueza y el parentesco, el afecto y el apego, son todos atributos momentáneos y están sujetos a declinación y fin. Prescinde de los recordatorios externos incluso de su casta, y de ritos tales como el de conducir el niño hacia el Maestro o cordón del brahmin (sacerdote); viste la túnica ocre del mendigo; evita vivir en lugares populosos; se nutre del alimento que otros le dan, por poco que éste sea; no vitupera el lugar donde no obtiene alimento; no come dos veces en el mismo lugar ni duerme dos noches seguidas en igual sitio y hasta domina las tentaciones de dormir y comer; le importan poco los rigores de las distintas estaciones; siempre está contento y feliz en la compañía del Señor, a quien invoca en su meditación.
P.: En la actualidad hay mucha gente vestida de túnica color ocre que anda por ahí ostentándose como renunciantes. ¿Observan todos ellos las disciplinas que acabas de mencionar?
R.: Por supuesto, no falta gente así ataviada sin merecerlo. Pero no podemos decir que todos estén en ese caso.
P.: Hay muchos que, aunque son renunciantes, instalan ashrams (lugar donde habita un Maestro con sus seguidores donde se realizan prácticas espirituales), se establecen en asuntos y posesiones mundanos y luchan por obtener pompa y poder también mundanos. ¿Qué se puede decir de éstos?
R.: Para lograr la renuncia auténtica y evitar toda clase de agitaciones mentales, las instituciones como los ashrams que mencionas constituyen grandes obstáculos. Para aquéllos que deberían abandonar toda actividad basada en el interés, el esfuerzo que deben hacer para el mantenimiento y progreso del ashram resulta ser un obstáculo en el sendero. No necesito decirte con qué nombre debe designarse a tales supuestos renunciantes. Sólo puedo decirte que no merecen ese nombre.
P.: Swami, ¿cómo puede considerarse esclavizante el esfuerzo que se haga para el progreso de los ashrams, que ayudan a gente como nosotros a conocer los medios para alcanzar la liberación? ¿Y cómo podrían los ashrams subsistir sin dinero? Ojalá que no sea una falta el aceptar la ayuda que voluntariamente les ofrezcan
R.: ¡Mi querido amigo! Es un robo romper una cerradura y sustraer los valores que protegía; es robo si se obtienen a través de una perforación en la pared; robo es también si con palabras suaves pronunciadas a la luz del día, alguien persuade a otro para que se deshaga, en su favor, de sus valores. El que un renunciante pose su mirada en la riqueza, cualquiera sea el motivo, resulta perjudicial para su progreso espiritual. Debería asignar todas esas tareas a algún devoto merecedor de su confianza y quedar solamente como un observador indiferente. Su deber consiste en procurar que las personas que buscan su auxilio reciban ayuda espiritual, y no en ayudar a que el ashram se levante y prospere. Las llamas del deseo de que el ashram crezca aumentarán hasta convertirse en una hoguera de egoísmo que acabará por quemar todo lo que es loable en el renunciante, especialmente su bienaventuranza. El fuego destruirá no sólo al renunciarte mismo sino también a aquéllos que de él dependan para ser guiados. ¡El sentido del "yo" y "lo míó" son chispas causantes de destrucción! El hombre debe apegarse a guías que carezcan de esos sentimientos. ¡Pero cuando el ashram se convierte en el factor primario, el llamado "guía" tiene que apegarse a los hombres! Cuando debería ser al revés. No depender del mundo y estar libre de toda atadura. Esa es la señal del renunciante.
IV.- LIBERACION Y KARMA
P.: Se habla también de los que han dejado toda obligación mundana o "auadhutas ". ¿A quiénes se nombra así? ¿Cuáles son sus cualidades?
R.: Al igual que los anacoretas y los renunciantes, los "auadhutas" también deben estar libres de todo apego y odio; no tienen que interesarse por lo que les rodea; trátese de un bosque o de una población, no les debe preocupar en lo más mínimo. No deben tener, tampoco, ninguna relación con los demás. No prestar atención al pasado, al presente o al futuro. Andar sobre espinas o sobre rocas, silenciosos, sonrientes consigo mismos, siempre contentos, siempre alertas, sin buscar comodidad ni abrigo, ni lugar donde dormir o tomar alimento; pues la bienaventuranza será su único sustento. Hay "auadhutas" aun hoy día en los Himalayas, en cuevas silenciosas, sumergidos en su propia beatitud interna. No todos pueden verlos. Sólo la buena fortuna puede llevarte hasta su presencia.
Pero hay muchos que pretenden ser "auadhutas" y andan por ahí ostentando inmerecidamente ese nombre. Los que son auténticos no buscan a los hombres, ni aparecen en público. Aun si por haber perdido el camino llegan a encontrarse entre los hombres, simplemente se escurren en silencio para no atraer la atención. Cuando se encuentren con un "auadhuta" que se mueve libremente en la compañía de otros y que se mezcla en asuntos humanos, ¡tómenlo más bien por un monstruo, un mensajero de Yama, el Dios de la Muerte!
P.: ¿Cuánto tiempo queda uno sujeto por las obligaciones y deberes relativos al cuerpo?
R.: En tanto que no se conozca al Alma Individual. Cuando ésta es descubierta y reconocida, ya no hay más sujeción.
P.: ¿Cuánto tiempo es uno consciente de esta Alma Individual misma?
R.: Hasta que el riachuelo se reúna con el mar. Hasta que la corriente del individuo llegue a la fuente de donde vino, el Mar del Supremo o el Absoluto Universal (Paramatma).
P.: ¿Qué es la liberación o moksha?
R.: Es la supresión de todo lo que ata. Es decir, el hecho de alcanzar la verdadera naturaleza del Atma siempre existente, siempre estable, siempre pura; el deshacerse del principio del cuerpo siempre cambiante, siempre irreal, siempre impuro.
P.: Ese logro no es para todos, ¿o sí, Swami?
R.: ¿Por qué dices eso? Todo aquél que se equipa adecuadamente puede lograrlo; los que hacen el esfuerzo lo están ya logrando en parte. Todo enfermo tiene derecho a la medicina; no puede decirse que sólo algunos tienen derecho a ella. Sin embargo, si la medicina es cara, sólo aquéllos que pueden pagarla podrán beneficiarse con ella. La gracia del Señor es dificil de obtener; tiene que pagarse por ella un precio elevado. Paga el precio, es decir, obténla con prácticas espirituales valiosas y la gracia del Señor te salvará de esa enfermedad que provoca el asociar al ser con las actitudes cambiantes de la mente finita.
P.: ¿Quiénes son los que más necesitan de estas prácticas?
R.: Todos los que anhelan salvarse de la corriente de nacimientos y muertes que los está arrastrando ahora.
P.: Baba, ¿cuál es la causa de que el hombre nazca?
R.: El impacto del karma [1].
P.: ¿Cuántas variedades de karmas hay?
R: ¡Tres! Malo, bueno y mixto; algunos agregan un cuarto karma, el karma del conocimiento, que no es ni bueno ni malo.
P.: ¿Qué es el karma malo?
R: Consiste en todos los actos ejecutados sin temer a Dios o sin temor de caer en el pecado; todos los actos ejecutados mientras se está bajo la influencia de los seis enemigos: el deseo, la ira, la avaricia, el engaño, la arrogancia y la envidia; todos los actos que revelan la bestia dentro del hombre, que indican que no posee discernimiento, agudeza intelectual y renunciamiento; que están desprovistos de compasión, rectitud, verdad, paz y amor... éstos son karmas malos.
P.: ¿Y los karmas buenos?
R.: Todos los actos hechos con temor a Dios y al pecado; todos los actos hechos con Verdad, Rectitud, Paz y Amor; éstos son los karmas buenos.
P.: ¿Cuáles son los karmas mixtos?
R.: Son unos que forman un grupo interesante. Ejemplo: aunque los actos son buenos, aunque aparentemente son motivados por el temor a Dios y al pecado, aún así, revelan impulsos que son precisamente opuestos. Como en el caso de algunas personas que establecen hoteles de descanso o centros de distribución de agua... ¡pero no les pagan bien a sus empleados, ni con la debida puntualidad! Su verdadero propósito es tan sólo obtener alguna fama. Dan a los pobres solamente ropa inservible y monedas gastadas. En cualquier obra que hicieren, su propósito es obtener publicidad.
P.: Hablaste también del karma del conocimiento, Swami.
R.: Sí, el karma del conocimiento es el nombre que se usa para todos aquellos actos ejecutados con el objeto de aprender en las sagradas escrituras, o de los ancianos o los maestros, la forma de escapar del cautiverio de la dualidad y de la falsedad del mundo, y los que se realizan para desarrollar la fe en el valor de la verdad, del deber, de la paz y del amor; en fin, todos aquellos actos que conducen a la fusión del individuo con el Absoluto Universal.
V.- SABIDURIA Y DEVOCION
P.: Swami, con frecuencia he escuchado a personas usar la palabra amanaska. ¿Qué significa?
R.: Toda esta creación, cuando se realiza como si solamente fuera vista por el Eterno Observador, el Testigo, sencillamente desaparece, como la niebla al ser disipada por el Sol. Esa etapa es conocida como amanaska o sin percepción.
P.: ¿Qué ocurre con el conocimiento?
R.: ¡Hasta ése desaparece!
P.: Este Testigo que mencionaste, ¿dónde reside en la etapa del sueño?
R.: Está en el individuo (jíva y no sólo atestigua sino que también teje y recrea todo lo que ve.
P.: ¿Y durante el sueño profundo?
R.: Está en la realidad plena (la inalterable).
P.: ¿Y en la cuarta etapa, la etapa más allá del sueño profundo, el estado de conciencia absoluta (turrilla)
R.: Está fundido en esa entidad inmutable.
P.: ¿Qué se quiere decir con el término paramarta?
R.: Paramarta, es decir, más allá y por encima de este mundo limitado por el cuerpo y los sentidos.
P.: También se habla de paramapada ¿Cómo es eso?
R.: Estar desprovisto de nombre forma y de acto forma.
P.: Swami, ¿trasciende Dios al Universo o es inmanente a él?
R.: Dios llena el universo y también está más allá; así que no hay lugar fuera de El; todos los lugares están dentro de El y todos los nombres son suyos; ninguno le es ajeno.
P.: ¿Cómo debe uno referirse a la divinidad que llena el universo?
R.: Puede llamársele con diversos nombres: El Abierto e Ilimitado; El Sin Cuerpo; La Más Completa Plenitud; El Inasequible por la palabra o el pensamiento. Tiene muchos nombres.
P.: ¿Es este Sat (existencia), esta entidad, antigua, eterna o nueva?
R.: Por supuesto que es eterna.
P.: ¿Cuál es la meta final de la vida?
R.: Desde luego que la liberación.
P.: Al hablar de sabiduría, Swami, he escuchado a la gente mencionar cuatro tipos de sabiduría. ¿Cuáles son?
R.: Sí; son anuikshiki, trayi, carta y dandaniti.
P.: Estos nombres son todos nuevos para mí. ¿Qué es exactamente anufkshiki?
R.: Es la ciencia mediante la cual uno es capaz de distinguir entre el Ser (Atma) y el no Ser.
P.: ¿Y trayí...?
R.: La ciencia mediante la cual uno puede alcanzar el cielo a través de los rituales apropiados y del cumplimiento del karma.
P.: ¿Qué es lo que carta enseña?
R.: La agricultura y otras actividades productivas.
P.: ¿Qué significa dandaníh.?
R.: Los gobernantes y los guardianes de la sociedad gobiernan y vigilan según esta ciencia que es esencial para ganar y disfrutar las riquezas y las cosechas.
P.: ¿Cuál de esas ciencias arroja al hombre al ciclo de nacimientos?
R.: Todas excepto la primera (el anuikshik).
P.: El dominio de la mente es considerado como esencial para la victoria espiritual. ¿Cuáles son las virtudes que tenemos que cultivar para purificar la mente?
R.: Hay cuatro virtudes principales: maitrí, kar una, mudita y upeksha.
P.: Tengo que molestarte, Swami, para que me expliques éstas.
R.: La camaradería y la compañía de los humildes y los buenos, el afecto por el nombre y la forma del Señor están incluidos en maitri, y karuna es la bondad que uno siente por los afligidos.
P.: ¿Qué es la virtud llamada mudita?
R.: Mudfta es la alegría que uno siente cuando se encuentra con gente caritativa, que sirve a los demás, que ayuda a los afligidos, etcétera.
P.: ¿Y upeksha?
R.: El no involucrarse en lo que no le concierne; no inquietarse por los malvados, ni amándolos ni odiándolos.
P.: Igual que de estas cuatro virtudes, también se habla de cuatro clases de devoción; ¿cuáles son, Swami?
R.: Mi querido amigo, todas sus diversas clases pueden incluirse en cuatro categorías: artha, arthartí; jyñasu y jñanL Artha es la persona que está atormentada por la agonía y el sufrimiento.
P.: ¿Qué significa arthartO
R.: Que alguien desea artha o sea riqueza o poder espiritual y que con ese fin tales personas adoran a Dios y le ruegan para recibir ese don.
P.: Los jyñasus que mencionaste, ¿quiénes son?
R.: Aquéllos que buscan la liberación constantemente y con ahínco, y que van en busca de lo Absoluto.
P.: ¿Y el jñani?
R.: Aquél que ha escapado de la conciencia dual, que ha conocido su unidad con la verdad fundamental del universo.
P.: Dinos los nombres de algunos que hayan logrado fama a través de estas clases de devoción, Swami. Entonces nos será más claro.
R.: Ah, hay muchos hombres. Entre los devotos artha puedo mencionarte a Draupadi, Prahlada, Sakubai; entre los deseosos de riqueza a Dhruva, Arjuna y otros; y entre los jyñasus, a Udhava y Radha; entre los jñanis, a Suka, Sanaka y otros.
VI.- OBSTACULOS ANTE LA LIBERACION
P.: Aun aquéllos que avanzan a lo largo del sendero del progreso espiritual hacia la meta de la liberación tienen, al parecer, grandes obstáculos, Swami. ¿Es así?
R.: Sí, tienen los obstáculos del pasado, del presente y del futuro.
P.: ¿Cuáles son? ¿Cuál es el obstáculo del pasado?
R.: Recordar el pasado y verse afectado por él.
P.: ¿Y el obstáculo del presente?
R.: ¡El mismo opera de cuatro maneras! El ocuparse más por la crítica de las peculiaridades del texto que por el sentido de la enseñanza; el embotamiento del intelecto que le impide a uno captar las palabras de los mayores y de los sabios; la perversidad y la justificación de la declaración propia como correcta, impulsada por un orgullo exagerado.
P.: ¿Cuál es la naturaleza del obstáculo del futuro?
R.: El futuro crea obstáculos al anticipar uno dificultades y preocuparse por ellas aun antes que lleguen.
P.: He oído hablar de cuatro clases de seres; pero no tengo una idea clara de cuáles son.
R.: Andaja, suedaja, udbya y jarayuga.
P.: ¿Qué significan estas palabras?
R.: Andaja significa ovíparo; suedaja, nacido del sudor; udbya, nacido de la tierra, y jarayuja se llama a los mamíferos. Las aves son un buen ejemplo del primer grupo: los piojos, del segundo: las hormigas, las plantas y los árboles, del tercero; y los hombres, el ganado, etc., pertenecen al cuarto grupo.
P.: Bien, Swami. Entre aquéllos que son teístas y que adoran a Dios, ¿hay clases especiales?
R.: ¡Por supuesto! También de ellos hay cuatro clases.
P.: ¿Sus nombres?
R.: Los dos veces nacidos (duyas), los ascetas (munís), los obtusos (alpabudhis) y los conocedores del Alma (uidíthatmas).
P.: ¿Por qué se les llama así? ¿Cuál es la característica especial de cada clase?
R.: Los dos veces nacidos reconocen a Dios en el fuego que ellos reverencian, y con esa convicción le adoran.
P.: ¿Y los ascetas?
R.: Ellos reconocen a Dios en sus corazones.
P.: ¿Y qué me dices de los obtusos?
R.: Esos requieren de imágenes, cuadros o alguna otra representación visible de la belleza y la gloria del Señor y adoran tales objetos.
P.: ¿Y los conocedores del Alma?
R.: Ellos reconocen a Dios como inmanente al universo y lo ven solamente a El, adondequiera que miren.
P.: ¿Puedo preguntar quiénes de entre éstos son los más grandes?
R.: Cada uno de ellos es grande en la etapa que ha alcanzado; pero naturalmente, aquéllos que pueden experimentar al Señor en todas partes y en todo momento son los mayores.
P.: Swami, ¿cuáles son los rasgos de carácter que debemos evitar, es decir, cuáles son los obstáculos en el sendero de quien busca liberarse del ciclo de nacimientos y muertes?
R.: Los seis enemigos: el deseo, la ira, la avaricia, el engaño o apego, la arrogancia y la envidia; todos deben combatirse.
P.: ¿Qué es exactamente el deseo?
R.: El afán de tener riqueza, propiedades, honor, posición social, fama, hijos; en fin, ¿para qué enumerarlos todos? Es el apego a todas las cosas de este mundo sensorio, de este falso, temporal e impuro mundo.
P.: ¿Y la ira?
R.: Es el querer lastimar a otros y causar su ruina.
P.: ¿Y la avaricia?
R.: La determinación de que ningún otro ha de participar, ni con la más pequeña fracción, de lo que uno haya ganado o tenga; también la actitud, en tiempo de desgracia, de que las posesiones de uno no disminuyan al utilizarse.
P.: ¿Cuál es el significado del engaño?
R.: La ilusión de que algunas personas las tenemos más cerca que otras y el deseo de complacerlas más que a otras, llevándonos a esfuerzos por ganar y acumular más en beneficio de ellas.
P.: ¿Y de la arrogancia?
R.: Significa la jactancia que surge cuando se siente que se tiene erudición, fuerza, riqueza o fama en mayor medida que otros. Aun cuando uno las posea en realidad, hace que los hombres se comporten sin respeto hacia los mayores ni consideración para los sentimientos de los demás, con el solo deseo de su propia comodidad y seguridad. Es egoísmo extremo.
P.: La última que mencionaste es la envidia. ¿Qué significa eso, Swami?
R.: Que cuando otros son tan felices como uno, la envidia lo vuelve a uno desdichado y no puede tolerarlo.
P.: Hay otros rasgos también, llamados hipocresía y orgullo. Háblame de ellos.
R.: La hipocresía impulsa a la gente a profesar cultos y realizar sacrificios, a donar grandes cantidades de dinero para caridad, con el objeto de obtener el aplauso del mundo. El orgullo es lo que acompaña al hombre cuando es rico y feliz.
P.: ¿Cuál es el significado del despecho?
R.: El deseo de que otros tengan también el sufrimiento, la desdicha y la preocupación que uno mismo está sufriendo.
P.: ¿O sea que es diferente de "asuya ?
R.: Sí. Asuya" significa pensar siempre en hacer el mal a otros, estar siempre dispuestos a sufrir cualquier incomodidad con tal de satisfacer este deseo de lastimar a otros. A todos éstos se les llama enemigos internos. Mientras el hombre siga cautivo en esta red de errores entretejida por estos enemigos, el anhelo de liberación no surgirá en su mente.
VII.- PANCHAKOSHAS
P.: ¿Cómo entonces puede desaparecer este error?
R.: El discernimiento (uiveka) y la comprensión o conocimiento (uyñanq) lo harán desaparecer.
P.: Para el individuo (jiui) reflejado en el intelecto (budhi) y en el inconmovible (kutasta), ¿tienen alguna preponderancia una virtud sobre otra?
R.: Aun cuando en apariencia no la haya, existe.
P.: ¿Cómo es eso?
R.: El inconmovible (kutasta) es desapegado, inamovible, inafectado, por siempre libre. Sin embargo, debido a la superposición, parece diferente. Este es el resultado de su coexistencia.
P.: Algunos ancianos dicen que tat y twam. son lo mismo, que son idénticos; ¿cómo es eso? ¿Cuál es su significado? Por favor, ilústrame.
R.: Tomemos como ejemplo una jarra, una casa y un cuadro. Son distintos, ¿no es así? No son idénticos. Pero el akasha o éter que está en todos es el mismo. Cuando se elimina la condición o limitación, el éter en la jarra, en la casa y en el cuadro se fusiona con el éter que es incondicionado, ilimitado. Con la luz sucede lo mismo. La luz interna y la externa se fusionan.
P.: Bueno, Swami, tú has dicho que el ser humano en este cuerpo compuesto de los cinco elementos tiene que realizar al Alma aprisionada en la quíntuple envoltura. ¿Qué es exactamente?
R.: La envoltura (kosha) significa vaina, estuche, cubierta. Una espada se guarda en su funda. El dinero se guarda en una caja o kosha. Debes darte cuenta de que lo que se guarda en este quíntuple estuche es el verdadero "yo". Para ver su propia verdad, uno tiene que eliminar las cinco envolturas o panchakoshas.
P.: ¿Cuáles son esas cinco, Swami?
R.: Se les llama anamaya, pranamaya, manomaya, vyñanamaya y anandamaya koshas.
P.: ¿Qué significa anamaya o envoltura del alimento?
R.: Este cuerpo creció en el vientre de la madre con la ayuda del ana o alimento tomado por ella. Además, aun después del nacimiento, creció y aun ahora está siendo sostenido por el alimento. Después de su muerte, volverá a ser parte de la tierra, que es la que produce el alimento. Así es como se le llama anamaya.
P.: ¿Qué importancia tiene esta envoltura del alimento?
R.: Es el cuerpo denso, que sufre tristeza y se regocija con la alegría.
P.: ¿Es ése el único nombre que tiene? ¿O tiene algún otro?
R.: Lo tiene. Se le llama bhogayatana o lugar de disfrute.
P.: El pranamayakosha ¿qué significa?
R.: La esfera de los cinco sentidos, los cinco aires vitales o pranas; ellos forman esa envoltura.
P.: Swami, parece que no hay tan sólo pranas, ¿también hay aires vitales secundarios?
R.: Los hay. Se les llama: naga, karma, gridra, devadata y dhananjaya.
P.: ¿Cuál es la actividad de cada uno de éstos?
R.: Naga causa el eructo; kurma, el parpadeo de los ojos; grídra es responsable del estornudo; devadata causa el bostezo; dhananjaya llena el cuerpo y lo hace engordar. Aun después de la muerte, éstos afectan al cuerpo y causan cambios en el cadáver.
P.: ¿Qué significa lnanomayakosha o envoltura mental?
R.: La esfera de los cinco sentidos de percepción más la mente, de la cual se vuelven instrumentos. Está dentro de la envoltura del aliento vital o pranamayakosha.
P.: Con frecuencia te refieres a la mente; por favor, explica lo que es ésta.
R.: Aquello que hace sentir que uno es el cuerpo y que todas las cosas relacionadas con el cuerpo son "mías"; es aquello que corre a través de los sentidos hacia los objetos, para experimentar el placer que de ellos deriva. Así es como el individuo se vuelve muy inestable; siempre volando de un objeto a otro.
P.: Swami, ¿cómo ha de darse cuenta el hombre de que
es algo que está separado, más allá y por encima de la envoltura del alimento?
R.: El cuerpo no es evidente antes de nacer ni después de
la muerte. Es visto únicamente durante el período intermedio. El cuerpo tiene un principio y un fin, un crecimiento y un deterioro. Esas cosas son "productos", "efectos°; y los efectos son condicionados. Así que el cuerpo también es una cosa limitada, condicionada. El sabio se dice a sí mismo: "Yo existo siempre; no soy material; no tengo causa ni efecto; soy algo que está separado de este cuerpo denso. Así que no puedo ser sólo esta envoltura de alimento. Soy el conocedor de la envoltura del alimento; soy el testigo". Cuando este conocimiento está bien establecido, entonces se conoce la verdad. Uno debe darse cuenta de que está más allá de la envoltura del alimento.
P.: ¿Cómo puede uno darse cuenta de que está más allá de la envoltura del aliento vital?
R.: Por la noche, cuando el individuo duerme, los aires vitales están en movimiento; pero el durmiente no sabe lo que está ocurriendo dentro de sí o en derredor suyo. No pelea si durante el sueño se le enfrentan algunos enemigos; queda inerte e inactivo como un tronco. Pero "mi naturaleza no es esta inactividad. Yo soy el testigo siempre consciente. Soy algo separado de todas las envolturas". Así debe discriminar, reflexionar y saber.
VIII.- YOGA Y LIBERACION
P.: Cometemos muchos pecados, pero también realizamos muchos actos meritorios con este cuerpo y esta mente, Swami! Ellos nos traen sufrimiento o alegría; ahora bien, este "yo" del que hablas, ¿es el hacedor, el que experimenta sufrimiento o alegría?
R.: Ni por un momento. Aquél que hace es el hacedor; hacer es una modificación. Hacer es producir una modificación, ¿no es así? De manera que la persona aparece como si estuviera modificando, pero el "Yo" no sufre modificación. Es lo fijo; de modo que no es afectado por nada. Hacer es la cualidad del ser interno (anthakarana) . Así que el "Yo" asume la apariencia de hacedor y receptor de los frutos de la acción.
P.: Si es así, ¿cómo podemos saber respecto a la entrada en este mundo y la salida de él para ir a otro?
R.: Es el ser interno anthakaram el cuerpo sutil o Ungadeha, lo que muda cuando se va de este mundo a otro, de un nacimiento a otro, según el mérito acumulado. Es el limitado cuerpo sutil lo que entra y lo que sale. Tú, que eres como el cielo, eres omnipresente e inafectado, no llegas a este mundo ni partes de él. Tú no tienes esa naturaleza.
P.: Entonces, ¿cuál es el medio para el logro de la liberación?
R.: La comprensión o conocimiento es el medio.
P.: Algunos grandes hombres dicen que el yoga es el medio. ¿Es eso verdad?
R.: También eso es verdad. Puede haber dos caminos hacia un mismo lugar, ¿no es así?
P.: ¿Cuál es el mejor camino?
R.: Ambos son buenos e importantes y lo llevan a uno al mismo destino; sólo que no se puede viajar por ambos a la vez. La gente puede escoger el camino que más se acomoda a sus impulsos internos y hacer las prácticas que llevan a ese sendero. Los dos liberan a los aspirantes de su cautiverio.
P.: Swami, ¿se adquiere el conocimiento por el yoga o es el conocimiento lo que lleva al yoga?
R.: El yoga da el conocimiento; ese conocimiento confiere la liberación fácilmente. Esta es la posición correcta.
P.: ¿Cuál es el efecto del yoga? ¿Cómo ayuda?
R.: El yoga es como el fuego (agni); por eso es que se usa la palabra yogagni. Quema todos los pecados y así, el ser interno se vuelve puro. Cuando eso ocurre, nace el conocimiento. El esplendor de ese conocimiento disipa las tinieblas de la ignorancia y del error; ésa es la liberación.
P.: ¿Tiene el yoga tanta potencialidad?
R.: ¿Por qué preguntas si tiene...? La tiene. Por erudita que sea un persona, por grande que sea su desapego y profunda su sabiduría, a menos que domine sus sentidos no puede aspirar a la liberación. Sin yoga, no puede librarse del pecado, su ser interno no se vuelve puro y sin un ser interno puro, el conocimiento no puede adquirirse; y sin el conocimiento, no puede haber liberación. Así que el yoga es el cimiento mismo.
P.: ¡Esto es algo difícil de seguir, Swami! Dame un ejemplo para hacerlo más sencillo, que sea comprensible hasta para los ignorantes.
R.: Cuando la tormenta está en su apogeo, ¿puede alguien encender una lámpara? Así, cuando los deseos sensuales están soplando con fuerza, la lámpara del conocimiento tampoco puede arder o pronto se apagará aun cuando se logre encenderla.
P.: ¿Qué se gana con el yoga?
R.: Se logra la destrucción de todos los impulsos y compulsiones hacia el mundo sensorial. Se domina a la mente y su agitación.
IX.- CONOCIMIENTO Y YOGA
P.: Has estado diciendo que el conocimiento es esencial; bueno, ¿cuál es exactamente su función?
R.: El conocimiento te hace realizar la propia forma del Atma (Atmasuarupa), es decir, tu propia realidad.
P.: ¿Y el yoga? Si una persona no tiene ningun yoga, ¿qué sucede entonces?
R.: Es como un hombre cojo.
P.: ¿Y si no tiene conocimiento?
R.: Es como un hombre ciego.
P.: Se dice que el yoga limpia todas las manchas, que borra todas las faltas. ¿Cómo ocurre esto?
R.: ¿Puede el arroz volverse comestible sin ser antes cocido? Mediante el yoga y otras disciplinas la inteligencia se suaviza. Al yoga se le llama por eso tapas, calor; entonces quien lo practica se vuelve tapta, caliente. Además, el yoga y el conocimiento son como el aceite y la llama. El aceite es el yoga y el conocimiento es la llama luminosa de la lámpara.
P.: Swami, perdóname por preguntar esto. Hay ahora tantos que enseñan Vedanta; ¿han realizado todos ellos esta verdad, han experimentado esta realidad?
R.: ¿Cómo podría decirse eso? Ustedes mismos pueden juzgarlos. Vean si tienen pureza de corazón, pureza de pensamiento, pureza de mente y conocimiento del inherente e inmanente Absoluto Universal (Paramatma); sólo ésos tienen derecho a enseñarla, pues solamente ellos pueden experimentar el Vedanta.
P.: La enseñanza de aquéllos que no tienen tales cualidades, ¿beneficiará en algún grado por lo menos?
R.: Una buena descripción de diversos bocadillos deliciosos y platillos sabrosos no saciará al hambriento. El Vedanta no puede enseñarse con palabras como ésas, tiene que ser experimentado para satisfacer. De nuevo digo, el sólo escuchar aun con deseo de aprender tampoco es efectivo, a menos que el maestro tenga desapego por los objetos sensoriales; de lo contrario, su enseñanza será como el parloteo del loro. Aquéllos que vienen a escuchar sin deseo de aprender y de beneficiarse, sólo participan en demostraciones exhibicionistas.
P.: Baba, dices que la pureza del corazón, la pureza de la mente y el conocimiento del Inmanente y Trascendente Absoluto Universal, son esenciales. Entonces, ¿de qué sirve la práctica espiritual? ¿Qué se hace con el cuerpo compuesto de los cinco elementos? ¿No es suficiente que uno adquiera el conocimiento de la auténtica forma de uno mismo?
R.: ¡Bonita conclusión! ¿,Simplemente porque el timón es esencial, ya concluyes que el bote resulta innecesario? ¿Cómo puedes atravesar el río solamente con el timón? Comprende que el Señor te ha otorgado el cuerpo como un bote para cruzar el mar de los nacimientos y muertes y la conciencia es lo principal que hay en el mismo. Ese es el primer paso en el Vedanta. El conocimiento de la verdadera forma de uno es en realidad el timón. Pero eso no es suficiente; los hábitos y las disciplinas físicas también tienen que ser atendidos. Para alcanzar la etapa etérea eterna es importante un cuerpo disciplinado.
P.: Otra duda me aflige, Swami. Hablando de disciplinas fisicas, ¿puedo saber si la sabiduría divina (Brahrnauidya) hace alguna distinción entre hombre y mujer?
R.: ¡Bien, mi muchacho! En este bote no se hace tal distinción. La sabiduría y el sentido común no dependen para nada del sexo. Todos los que están enfermos tienen derecho a ser curados con medicina, ¿,no es así? Del mismo modo, todos los que tienen la enfermedad del nacer y morir tienen derecho a la Sabiduría Suprema, que es la medicina que la cura. Quizás no todos puedan tener acceso a esa maravillosa medicina, pero no se puede alegar que algunos no tienen derecho a ella.
P.: Pero Swami, ¡hay eruditos en Vedanta que dicen que las mujeres no tienen autorización para aprender o practicar la sabiduría. Los botes no son de la misma naturaleza, según parece.
R.: ¡Hijo mío! Como ya dije, ambos tienen igual derecho a la medicina. Pero ambos tienen que seguir un régimen diferente para que la medicina opere en el sistema. La contemplación de la base esencial de uno mismo (Brahmabhauana) es la medicina; junto con ella hay que seguir rigurosamente el régimen requerido del conocimiento Uñana) y renunciación (uairagya). Las mujeres probablemente no puedan observar este régimen disciplinado tan rigurosamente como los hombres, puesto que son más débiles. Quizás la razón por la que esta gente les niega a las mujeres el derecho a esa medicina sea esa debilidad. Pero todos, trátese de hombres o de mujeres, todos aquéllos que puedan observar las restricciones y reglas señaladas, tienen igual derecho a beneficiarse con la medicina de la Sabiduría Suprema. Ese es mi veredicto.
X.- LA SABIDURIA DIVINA Y LAS MUJERES
P.: Hablabas de un régimen estricto. Los hombres también deberían seguirlo, ¿no es así?
R.: ¡Por supuesto! Ellos también son de carne y hueso, de hueso y tuétano; ellos también caen víctimas de enfermedad. Toda persona afligida por el nacimiento y la muerte y por el sufrimiento que causa este ciclo, tiene necesidad de esa medicina. Y quien se valga de este tratamiento tendrá que seguir el régimen. Hombre o mujer, quienquiera que descuide el régimen, padecerá la enfermedad. Los hombres no pueden decir que están exentos de él; tienen que sujetarse a él y observarlo estrictamente. Aun habiendo recibido la iniciación en el sendero espiritual para la realización de Brahman (Dios), si carecen de virtudes tales como el control de la mente y los sentidos, no podrán salvarse, trátese de hombres o de mujeres.
P.: Pero entonces, Swami, ¿por qué tantos eruditos en los Shastras declaran que las mujeres no tienen derecho a adquirir la sabiduría? ¿Cuál es la razón?
R.: No hay razón para declarar que las mujeres no tienen derecho a la Sabiduría Suprema. Vishnumurthy le enseñó a Bhudevi la gloria del Gita; Paramesvara le enseñó a Parvati el conocimiento de Brahman a través del Guau Gíta. Eso es lo que el Guru Gíta quiere decir cuando expresa "Paruati Uuachá o "Parvati dijo". ¿Qué significan estas palabras? Además, Isvara inició a Parvati en el Yogasastra y el Mantrasastra. El Brihadaranyaka Upanishad menciona que YaJnavalkya le enseñó a Maitreyi esta misma sabiduría. Este es un hecho bien conocido. Ahora, ustedes mismos pueden juzgar y llegar a su propia conclusión respecto a si las mujeres tienen derecho a la sabiduría o no.
P.: Hay otros más, Swami, que declaran que las mujeres no tienen derecho al estado de asceta o celibato y al de renunciante. ¿Es verdad? ¿Lo prohíben los Vedas?
R.: Los Vedas tienen dos secciones: el Karmakanda y el Jñanakanda. El Karmakanda es para principiantes, para los no desarrollados; y el Jñanakarma es para los más avanzados, para las inteligencias desarrolladas. No hay ninguna referencia a hombres y mujeres en relación con eso. Los principiantes son mundanos; ¿cómo pueden entender el inmortal mensaje del Jñanakarma respecto al Alma? En el Bríhadaranyaka se hace alusión a Gargi y Maitreyi, que brillan con el esplendor espiritual de la castidad y el renunciante. En el Mahabharata, también, tenemos a la yoguini Subha y otras mujeres que son ideales, llenas de virtud.
P.: ¿Pueden las mujeres alcanzar el conocimiento de Dios aun llevando la vida de amas de casa?
R.: ¿Y por qué no? Madalasa y otras fueron capaces de obtenerlo mientras se encontraban en la etapa familiar de la vida, el estado de ama de casa. Habrás sabido acerca de éstas por el Yogauasishta y los Puranas, de cómo lograron la cúspide de la gloria, el conocimiento de Dios mismo. Y de nuevo, ¿acaso no declaran las Upanishads que Kartyayini, Sarangi, Sulabha, Visvaveda y otras fueron adeptas del Conocimiento Supremo?
P.: Swami, ¿ha habido mujeres que alcanzaron ese conocimiento mientras estaban en la etapa de la vida en familia? ¿Y quiénes lo hubieran logrado mientras se encontraban en la etapa del renunciante? ¿O algunas que lo hubieran realizado mientras estaban en la etapa de anacoreta? ¿Hay mujeres que lo obtuvieron en la etapa del celibato?
R.: No pienses que no ha habido mujeres que hayan realizado el Conocimiento Supremo mientras se encontraban en cualquiera de estas etapas. Chudala lo alcanzó mientras era ama de casa; Subha lo obtuvo cuando era una renunciante; Maitreyi lo logró mientras estaba en la etapa de anacoreta y Gargi lo obtuvo en la etapa del celibato. Hubo otras grandes mujeres de Bharat (la tierra con apego al Señor) que alcanzaron esta altura. Aún hoy en día hay muchas que pertenecen a esta gran categoría. Yo simplemente mencioné estos cuatro nombres porque tú hiciste la pregunta ahora, así que no pierdas ni una pizca de tu entusiasmo. No hay necesidad de descorazonarse.
P.: Si tenemos tantos ejemplos de mujeres que han alcanzado el conocimiento, ¿cómo es que tantos arguyen en su contra? ¿Por qué les imponen limitaciones a las mujeres?
R.: Es sencillamente absurdo negar a las mujeres el derecho a obtener el conocimiento. Pero en asuntos mundanos es necesario que algunas limitaciones sean respetadas por ellas. Han sido fijadas únicamente en interés del dharma (los deberes dictados por Dios) y del bienestar del mundo. Por el bien del sostenimiento de la moralidad y por la salud social en el mundo, las mujeres tienen que sujetarse a ellas. Son demasiado débiles para mantener ciertas normas de vida y disciplinas; tienen ciertas desventajas; ésa es la razón de estas limitaciones. Esto no significa ninguna inferioridad fundamental. Hasta los eruditos y los hombres versados en los Shastras adquieren su conocimiento a través del homenaje reverencial que rinden a la deidad femenina, Sarasvati. Las deidades patrocinadoras tanto de la sabiduría, como de la riqueza y del conocimiento son femeninas las tres. Son Sarasvati, Lakshmi y Parvati. Hasta en la correspondencia se acostumbra, cuando se dirige a una mujer, referirse a ella como: "Fulana, quien es igual a Lakshmi", etc. Siempre se habla de Matha Pitha, Gouri Sankara, Lakshmi Narayana, Sita Rama, Radha Krishna, cte. El nombre femenino viene primero y luego el masculino. De esto mismo puedes inferir cuánta reverencia se rinde aquí a las mujeres.
P.: La distinción entre hombre y mujer, ¿la condenas como falsedad o la aprecias como conocimiento del Alma?
R.: ¡Mi querido amigo! El Alma no tiene tal distinción; es eternamente consciente, pura, autorrefulgente. De modo que esa distinción sólo puede ser falsa, nunca propia del Alma. Es una distinción basada en el vehículo, la máscara, lo limitado. El Alma no es ni masculina ni femenina ni neutra; es la forma la que engaña y limita y la que lleva estos nombres.
XI.- ETAPAS Y CASTAS
P.: Swami, de los cuatro estados, de celibato, hombre de familia, anacoreta y renunciante, ¿cuál es básicamente más importante?
R.: Así como todas las cosas vivientes dependen del aliento vital, así todos los estados dependen del jefe de familia. Es él quien provee de alimento y bebida a los demás y quien los alienta. El impulsa el estudio de los Vedas y cuida las escrituras. Así que el estado de jefe de familia es el más importante. En los Srutis o tradiciones, en el Narada Pariurajakopaníshad yen el Manudharmasastra se declara que el jefe de familia que estrictamente se adhiere al dharma de su estado es merecedor del más grande respeto.
P.: Pero Swami, algunas personas dicen que el renunciante es superior al jefe de familia; ¿hasta qué punto es esto correcto? Por favor, acláramelo.
R.: Cualquiera sea el estado, si la persona observa el dharma (la rectitud) fijado para esa etapa, cumpliendo con él en la práctica y anhelando la liberación con perseverancia, puede alcanzarla; no hay duda. Para alcanzar el Conocimiento del Alma, uno no necesita preferir ese estado o aquel otro; todos son adecuados para alcanzarlo. No hay superior ni inferior. Es solamente la conducta y el carácter lo que puede llamarse superior e inferior.
P.: Swami, dicen que el estado de jefe de familia sujeta, mientras que el de celibato y el de renunciante liberan. ¿Cómo surgió esa opinión?
R.: Yo no concuerdo con eso. ¡Vamos! Aquél que gana dinero por medios lícitos, que rinde honor a sus invitados, que sirve y complace a sus semejantes, logra la liberación igual que aquellos eruditos en los Shastras y que aquéllos que están bien establecidos en el conocimiento de la filosofia fundamental del espíritu. Nadie puede cruzar el océano de nacimientos y muertes por el solo hecho de ser renunciante o estar en estado de celibato. El alto abolengo, los logros en ascetismo, el estado monástico, la erudición profunda, ninguno ayudará por sí solo. Tiene que haber además la fiel y constante observancia del propio dharma (la acción correcta con uno y los otros), el estudio de las escrituras como los Vedas o el Bhagavad Gita y una disciplinada vida espiritual de repetición del Nombre y de meditación.
P.: Swami, ¿cuáles virtudes deberían cultivar las personas en cada uno de estos cuatro estados para salvarse?
R.: Hay diez virtudes que juntas comprenden el dharma básico del aspirante: la compasión, la firmeza, la reflexión, la sabiduría, la veracidad, el control de los sentidos, la pureza, la paciencia, la valentía y el control de la ira; estas diez virtudes deben ser cultivadas por todos, cualquiera sea su estado, y son suficientes para salvarlos, dondequiera que estén. En cambio, si no las han adquirido, su vida se habrá desperdiciado, cualquiera sea su estado. La rutina diaria de su vida es lo esencial y debería reflejarse en estas diez cualidades. Es precisamente esto lo que el Señor Krishna dijo a Arjuna en respuesta a su pregunta.
P.: Swami, dices que esta misma pregunta respecto a la importancia que tiene la observancia diaria de las diez condiciones antes mencionadas la hizo Arjuna; ¿cuál fue la respuesta que Krishna le dio?
R.: Krishna dijo: "La más elevada etapa de liberación que es alcanzada por los yoguis Samkhya, los adeptos del Conocimiento Supremo, es también lograda por aquéllos que son adeptos del yoga del karma (acción) sin deseo por los frutos del mismo; ambos rinden igual resultado. Sabe esto como la verdad. No hay diferencia a este respecto entre el jefe de familia y el renunciante. Lo que se necesita es práctica incesante y esfuerzo sincero. Esto requiere la renuncia al deseo, el abandono de todo egoísmo y sentimiento de posesión, y hasta dejar de pensar activamente; asimismo requiere también la concentrada aspiración del verdadero conocimiento de Dios. Para quien haya alcanzado esto, no habrá pesadumbre, puesto que no habrá quedado en él ni sombra de ignorancia. El sabio que haya alcanzado esta altura jamás podrá ser engañado por lo falso o por lo temporal. Aun si a último momento de su vida uno es capaz de realizar este conocimiento, de seguro que será liberado del ciclo de nacimientos y muertes".
P.: Entonces, ¿por qué se establecieron aquellas castas?
R.: Se relacionan con el aspecto fisico del hombre, pero no pueden afectar el aspecto espiritual en nada. Indican la hechura fisica. Por supuesto, "físico" incluye al intelecto, la mente, la inteligencia, el ser interno, etc. A menos que éstos sean entrenados y regulados, el dharma del Alma no puede ser comprendido. La condición que dan el nacimiento, la madre y el dharma son atributos que sirven para ayudar en la regulación y para sublimar los instintos e impulsos del hombre. Por esta razón los sabios aceptaron y honraron. El Alma es existencia, conciencia y bienaventuranza (satchit ananda); y dichos atributos son su naturaleza, si de alguna manera ha de decirse. Esto sólo puede obtenerse mediante la purificación del corazón, de la mente y del intelecto del hombre. Las personas que tienen esa pureza, cualquiera sea la casta o el estado a que pertenezcan, pueden con eso lograr la liberación. Eso es lo que declaran los Shastras. Cuando una persona es acosada por el apego a unos y el odio hacia otros, aun estando en la soledad de la selva sólo encontrará el mal. Aun cuando uno esté llevando la vida de jefe de familia rodeado de ella, si es que ha logrado la victoria sobre los sentidos, entonces es un verdadero penitente. Ocupado en el karma que le corresponde, tiene derecho a convertirse en un sabio. Para quien está desapegado, el hogar es una ermita. Entonces, aun por medio de la progenie, de la actividad, de la riqueza, del sacrificio, del culto y ritos similares, puede alcanzarse la liberación. Lo que se requiere para la liberación es tan sólo verse libre de la impureza del apego. El apego es la atadura.
XII.- LOS SHASTRAS Y EL RENUNCIANTE
P.: Swami, dices que uno tiene que hacer ciertas cosas y que no debería hacer otras. ¿Cómo podemos saber cuál es cuál? ¿Quién tiene autoridad en esto?
R.: Los Shastras tienen la autoridad. El Manusmriti mismo declara, por ejemplo, que la división en castas y etapas durante la vida (uarnas y asramas) es solamente para la purificación fisica y que no afectan en el logro o en la pérdida del Más Alto.
P.: Si es así, ¿por qué tanto lío de castas y etapas y de reglas y reglamentos que los rigen?
R.: ¡Ah! Se necesitan hasta que uno quede liberado del apego. Hasta entonces, y para eso mismo, los reglamentos, las limitaciones y las reglas tienen que ser obedecidas al pie de la letra. La medicina tiene que tomarse en tanto persista la enfermedad. Cada clase de enfermedad tiene una medicina especial para su curación, ¿no es así? Y un sistema diferente de dieta y régimen especial. Una vez libre de la enfermedad, uno podrá participar en una fiesta con los demás. Sin aceptar esto, si los sanos y los enfermos exigen la misma fiesta, eso conducirá a consecuencias calamitosas. Las castas y las etapas son como la medicina prescripta para aquéllos que sufren de esta enfermedad del mundo, de los males del mundo y del apego al mundo. El apego es una enfermedad que puede desaparecer únicamente mediante un régimen observado estrictamente. A menos que uno se alivie, no puede ser liberado. Este es el verdadero significado del Vedanta; aquél que sabe esto, cualquiera sea su estado, logra la liberación.
P.: Swami, ¿han logrado algunas grandes almas la liberación mientras se encontraban en la etapa de jefe de familia?
R.: Janaka, Aspavati, Dilipa, ofrecen ejemplos de personas que obtuvieron la liberación mientras eran jefes de familia.
P.: Swami, ¿es necesario seguir estrictamente el mandato de los Srutis o tradición sagrada, que impone al hombre el deber de completar la etapa de celibato y luego, después de pasar por la siguiente de jefe de familia, entrar en la de anacoreta y observar todas las limitaciones y reglas de esa etapa, antes de asumir finalmente la de renunciante, la vida plena de renunciación? ¿O puede uno tomar el estado de renunciante aun sin pasar por las otras etapas?
R.: Sí, si se logra el desapego de los objetos, puede tomarse el estado de renuncia. A menos que el hombre aproveche tal oportunidad, estará propenso a caer. Cualquiera sea la etapa en que te encuentres, al alcanzar la renunciación total puedes entrar en la etapa de renunciante desde ese mismo momento. No hay regla invariable que te obligue a pasar por los tres estados anteriores. Este también es el mandato de los Srutis. La razón es que un alma pura, como tal, ha tenido ya el entrenamiento de las otras etapas: la purificación en el crisol de la vida de sus existencias anteriores. Sus tendencias destructivas han sido desenraizadas y las progresivas, las que elevan, han sido desarrolladas también en vidas pasadas.
P.: ¿Cómo podemos saber que tal transformación ya ha sido lograda en vidas pasadas? ¿Hay algunas señas por las cuales podamos descubrir que tal o cual estado o etapa puede ser saltada? Si las hay, por favor, dímelo.
R.: El hecho de que una persona no tenga ninguna inclinación por las tres primeras etapas, que no tenga apego o atracción por ellas, es una señal clara. Si el desapego se desarrolló en la vida anterior, no habrá inclinación en el presente. Desde el momento en que surge la conciencia de que solamente el Alma es real y la persona no se apega a las tres primeras etapas de la vida, al aparecer el deseo de renuncia uno puede abandonar la vida mundana, aun cuando la serie anterior tenga que pasarse por alto. Esto está aprobado por los Srutis. Pero el que confiera la autorización para entrar al estado de renunciante (sanyasi), deberá examinar cuidadosamente al aspirante y convencerse de que aquél a quien lo está confiriendo carece de impulsos sensuales y de apegos. El estado de renuncia debería darse únicamente a quien no tenga ninguna agitación en la mente; sólo de tales personas puede decirse que son desapegadas. El candidato también debería examinarse a sí mismo y ver si su conciencia interna está libre de los gunas (atributos de la materia), tanto de los densos como de los activos y aun de los progresistas. Si no está libre aún, no sólo violará los votos de renuncia y será expulsado, sino que hasta podría desmoronarse bajo el peso y encontrar un fin desastroso.
P.: ¿Es la renuncia (sanyasa) de una sola clase o la hay de diferentes clases? Por favor, dime.
R.: Hay tres clases de renuncia. Ellas son: renuncia al cuerpo, renuncia a la mente y renuncia al Alma.
P.: ¿Qué significa renuncia al cuerpo (dehasanyasa)?
R.: Renuncia en apariencia, en cuanto al cuerpo externo se refiere. Quien lo sigue viste la túnica color ocre, asume el nombre, da la apariencia por la forma; pero no tiene conciencia del Alma; vaga en medio de todos los deseos objetivos asiéndose a las cosas externas. Es como un hombre ordinario, para toda intención y propósito.
P.: ¿Y la renuncia a la mente (manosanyasa)?
R.: El que renuncia a la mente abandona todas las decisiones y los deseos; tiene la mente bajo estricto control; no se deja guiar por impulsos o agitaciones; siempre está tranquilo y centrado.
P.: Mencionaste la renuncia al Alma (Atmasanyasa) como la tercera clase.
R.: Esta pasa de largo y trasciende todos los pensamientos sobre cosas que no se relacionan con el Alma, pues siempre está sumergido en la contemplación de la auténtica realidad, "Yo soy Dios" (Aham Brahmasmi). Es constante en la conciencia de que es el Alma. Su bienaventuranza es continua. A esto se le llama "el dulce néctar de la renuncia" (amrithasanyasa). Así como la más densa oscuridad puede ser destruida únicamente por la luz que emana del espléndido astro solar, similarmente, sin el esplendor de la renuncia del Alma, la ignorancia no puede ser dispersada; las coberturas que ocultan el corazón no pueden ser despedazadas y el Alma no puede brillar en su gloria propia.
P.: ¿Cómo se alcanzan estas clases? ¿Cuáles son las señas de que han sido logradas?
R.: La renuncia al cuerpo (dehasanyasa) se logra al hacer una distinción entre lo eterno y lo temporal, lo evanescente y lo duradero. La renuncia a la mente (manosanyasa) es alcanzada por el control del lenguaje, de los sentidos y de la mente. La renuncia al Alma (Atmasanyasa) se gana llenándose uno de los principios del pensamiento vedántico. Cuando estas influencias educativas se vuelven fuertes y uno está bien establecido en estas virtudes y actitudes, entonces puede liberarse con el efecto de estas etapas de desarrollo.
P.: ¿Quiénes son los verdaderamente afortunados que han vivido sus vidas en forma valedera?
R.: Bueno, aquél que, como la abeja, liba en silencioso y profundo éxtasis la miel de la flor, que insiste en gustar ininterrumpidamente del néctar de la bienaventuranza del Alma, que ignora al mundo y lo considera tan sólo como una "escena", ése en verdad es el más afortunado; su vida es la más valiosa.
P.: Entonces, Swami, ¿a qué se refieren los ancianos cuando hablan de alcanzar verdad, indestructibilidad, pureza y ecuanimidad?
R.: Como ya dije, aquél que no se apega a la "escena" sino que está absorto en su propia bienaventuranza, es quien logra la verdad, la indestructibilidad y la paz. Y aunque sólo alcance una de las tres, es suficiente, pues cada una incluye a las otras dos.
XIII.- EL MANTRA Y LA REPETICION DEL NOMBRE.
P.: ¿Hay algún mantra o repetición del mismo que nos dé este estado de paz del que acabas de hablarnos? Si lo hay, ¿cuán importante es?
R.: El mantra y su repetición son esenciales para toda clase de hombres. ¿Qué es un mantra? Ma significa manana, recordación, y tra significa salvar; así que mantra significa aquello que puede salvar si uno medita en ello. El mantra lo salvará a uno de quedar cautivo en las garras de esta vida mundana que está infestada de muerte, tristeza y dolor. De todos los mantras, el pranava[2] es el más elevado y el mejor. Es la cabeza y cúspide de todos ellos.
P.: Supongamos que cada uno practique la repetición del nombre de su deidad tutelar, según su propia luz; yo creo que eso no es un error. ¿O sí lo es?
R.: Quieres tú decir que por salvaje o necio que sea un hombre, ¡no puede menos que llamar al Señor! Pues bien, si el nombre lo recita junto con el pranaua, tendrá que serle beneficioso. Así como las aguas del océano son elevadas hacia el cielo por los rayos del Sol y luego, al caer como lluvia, forman arroyos y ríos y se precipitan rumbo al océano para convertirse nuevamente en aguas del mismo, así todos los sonidos y mantras que una vez fueron solamente el pranaua, alcanzan dicho pranava mediante la repetición y también por medio de otras disciplinas y ritos. Todos se funden en el pranava que es su fuente de origen.
P.: Swami, algunos ancianos han dicho que mientras más palabras semilla tiene un mantra, más efectivo es. ¿Han de preferirse tales mantras a otros que sólo tengan pocas palabras semilla?
R.: No concuerdo con la idea de que cuando disminuye el número de palabras semilla, hay menos oportunidad de concentración en la meditación. Los aspirantes se beneficiarían más si repitieran el mantra de cinco sílabas o el de ocho sílabas con el pranava agregado al comienzo. Cuando hayan avanzado un trecho así, podrán abandonar hasta las mismas palabras y concentrarse en la forma representada por el sonido y transformar el mantra en la misma deidad. Por eso dice la tradición: "Brahma (Dios) es silencio, ausencia de sonido".
P.: ¿Cómo podemos crear un vacío de sonido? ¿Cómo puede eso ser Brahman?
R.: Los Srutis declaran que este mundo objetivo, esta naturaleza, es maya[3] o ilusión; también dicen que Aquél que tiene toda esta maya bajo su control es el Supremo. Así que traten de tener a toda esta creación bajo su control y conviértanse en el Supremo ustedes mismos. La etapa en la cual, por lo que a ustedes se refiere, el mundo objetivo queda reducido a la nada, es la etapa en la que alcanzan a Brahman (Dios). En tanto que el mundo objetivo no quede reducido a la nada, no podrán alcanzar a Brahman; esto es seguro. Así como la serpiente que desecha su piel y adopta una nueva, así el aspirante descarta la piel vieja y se pone aquélla de forma de la deidad representada por el mantra en el cual se concentra.
P.: ¡Perdóname, Swami! No puedo comprender todo esto. Acláramelo con algunos otros ejemplos.
R.: Tú has visto un huevo, ¿no es así? Cuando el ave permanece echada sobre el huevo por algún tiempo, otra avecilla crece dentro hasta alcanzar su tamaño completo y, al romperse el cascarón, sale y toma su forma verdadera. Del mismo modo, cuando el aspirante, con una conciencia purificada, mora en el mantra y su significado, y sin cesar le da vueltas en su mente, la visión crece en ella sin cesar, el cascarón de ignorancia se rompe y, finalmente, brilla en el esplendor de la divinidad que él mismo ha formado en su conciencia.
P.: Dicen que todas las cosas se originan en el pranava y que finalmente se vuelven a fundir en él. Entonces, ¿por qué razón los mismos ancianos que declaran esto, afirman que algunos pueden pronunciarlo y otros no?
R.: ¿Qué es la naturaleza, si no la mezcla de los cinco elementos? El pranava es la vida misma de todos esos elementos y también es el aliento vital de la naturaleza misma. El rugido de las aguas al precipitarse por el risco, el azote de las olas contra el promontorio, ambos reproducen el pranava. El sonido de la inhalación y de la exhalación del aliento es en sí mismo el pranava, ¿no es así? Sea que lo sepan o no, el ¡pufl de los hombres que transportan un palanquín en sus hombros, la exhalación del que se esfuerza al levantar un gran peso, el Ja, ja! de los lavanderos al golpear la ropa contra las lozas a la vera del río; todos resuenan con el pranava. Repítanlo con el conocimiento pleno de su significado interno y pronto quedarán relevados de la carga de preocupación de este mundo. El pranava del proceso respiratorio es también el que nos salva del pesar. No tiene sentido discutir que unos tienen derecho a pronunciar el pranava y otros no. Aquéllos que no respiran podrán carecer de autorización para pronunciarlo; pero todos los que respiran ya lo están recitando en el proceso mismo; de manera que, repito, no tiene sentido negárselo a nadie. Cuando Arjuna preguntó cómo debería uno recordar al Señor en el momento de la muerte, ¿saben ustedes la respuesta que Krishna le dio? Dijo que debería recordar en su mente al pranava, el cual no es distinto de El. Un devoto tal, dijo, alcanzará la más elevada meta. De modo que todos tienen derecho a este gran mantra, el pranava.
P.: ¿Cómo puede alcanzarse la meta mediante la práctica del pranava? ¿Cómo puede la persona que medita transformarse en la cosa en la cual medita? Por favor, aclárame más este inigualable mantra y la manera como nos ayuda, con ejemplos fáciles.
R.: Muy bien. El pranava es el arco; el Alma es la flecha; el "Supremo" es el blanco. Así el aspirante, igual que el practicante del arte de la arquería, tiene que ser ajeno a las cosas que agitan a la mente. Debe prestar al blanco una atención centrada; luego el arquero se satura con dicho blanco y se convierte en la cosa en la cual medita. En diversas partes de los Srutis, el pranava es exaltado de diversas maneras. Por tanto, este mantra que libera al hombre puede ser recitado por todos y todos pueden meditar en él. Todos pueden practicarlo y no deben tener ninguna duda sobre este punto.
XIV.- AUSTERIDADES
P.: ¿Puede uno realizar al Alma y fundirse, como dices, en el pranava con este cuerpo material compuesto de los cinco elementos? ¿Puede el Alma aislarse de este cuerpo? ¿Cómo se hace esto?
R.: El hombre puede, por medio de la meditación y de otras disciplinas, como por ejemplo la recitación del mantra del pranava, descubrir el Alma y aislarla del cuerpo. Es algo así como obtener mantequilla de la leche, sacar aceite del ajonjolí, agua del subsuelo, fuego de la madera. El batido, la molienda, la excavación, la frotación, son los procesos que se necesitan, eso es todo. Lo que se logra es la separación del Alma respecto del cuerpo, la desaparición de la creencia de que el cuerpo es el Alma o el Ser.
P.: ¡Swami! Muchos ancianos y sabios dicen que deberíamos visualizar al Alma Individual üivatma) como el Alma Suprema (Paramatma); que deberíamos cultivar ese sentimiento, esa convicción. ¿Cómo es posible eso?
R.: ¿Por qué crees que es dificil? ¿No es más fácil decir la verdad que decir mentiras? Ahora estás declarando una falsedad como verdad y por eso surgen toda clase de dificultades; acepta la verdad, que el Alma Individual y el Alma Suprema son lo mismo; entonces las cosas se tornan fáciles. Primeramente, reconoce al Alma Individual, al jívatma no relacionado con el cuerpo; puedes hacer esto por medio de la meditación, etc. Así como el aroma es separado de las flores, el azúcar de la caña, el oro de la roca, así separas tú al Alma del cuerpo físico. Entonces, mediante la concentrada reflexión y meditación, podrás visualizar al Alma Individual como uno con el Absoluto Universal (Paramatma). Esa es la consumación de las disciplinas espirituales (tapas), el nirvana final.
P.: ¿Qué es exactamente tapas o austeridades, Swami?
R.: Significa la terminación de las actividades de los sentidos; uno debe ser el señor de todos ellos. No debe quedar traza alguna de anhelo o apetito. Implica esfuerzo el alcanzar a Brahman, un incesante anhelo por este fin; debe expresarse mediante una alimentación y sueño moderados; significa agonía por realizar el Principio. Una disciplina tal se llama sátvica (pura).
P.: ¿Qué cosa es entonces el tapas rajásico?
R.: Aquéllos que simplemente privan de alimento al cuerpo y lo debilitan sin detener a los sentidos ni controlan las emociones, están haciendo tapas rajásico. No estudian ni meditan en el principio del Alma; ponen énfasis en el ascetismo físico.
P.: Entonces, también debe haber tapas tamásico.
R.: Lo hay. El propiciar a los dioses para obtener favores y luego, usando esos favores como instrumento, desear la explotación del mundo, eso es tapas tamásico. Solamente es apropiado aquel tapas que tenga como finalidad el alcanzar a Dios, la realización de Brahman, el logro de la más elevada sabiduría. Sólo ésá clase' de tapas esi aprobado por los Shastras. Todos los demás te desviarán, alejándote de la meta. Sólo el tapas aprobado por los Shastras merece tal nombre. Los demás son tamas, no tapas. Tapas significa calor; el calor quema el pecado y reduce a cenizas el karma.
P.: Los Shastras dicen que los antiguos sabios tenían en sus ashrams cosas como la joya Chintamani, el árbol Kalpavriksha y también a la vaca Kamadenu, que les daban cualquier cosa que desearan. No puedo comprender por qué habrían de llevar a cabo austeridades algunas. Por favor, aclárame esto.
R.: Piensa bien en ello. Entonces sabrás que Chintamani no es realmente una joya, ni el Kalpavriksha un árbol, ni Kamadenu una vaca. Los tres son nombres para los frutos de las austeridades. Son poderes que automáticamente le llegan a una persona como resultado de las mismas. Así puede realizar todo lo que desea. Se les llama Kalpavrikshasidhi o poderes del Arbol Colmador de Deseos. Cuando ha vencido todo deseo, se le llama KamadhenusidhL ¿Y qué es el Chfthamanisidhi? Es la etapa en la que no se tiene ningún pensamiento ni preocupación ni agitación mental: la etapa en la que todo sufrimiento queda eliminado. Cuando cesan las agitaciones mentales y se obtiene la Bienaventuranza Suprema, se ha logrado el poder de la joya Chfntamaní. Toda ansiedad debe desaparecer del pensamiento, de la palabra y de la obra.
P.: También se habla de tapas mental. ¿Qué significa esto?
R.: Observa el control del lenguaje; cultiva la pureza de sentimientos; practica la humildad; permite que tus pensamientos estén siempre en el verdadero conocimiento de Dios. Entonces podrá decirse que estás en tapas mental.
P.: ¿Y el tapas físico?
R.: Este también es bueno, a su manera. El reverenciar a los ancianos, a los maestros espirituales, a los santos y sabios y a Dios, produce pureza. La paciencia, la compasión por todos los seres, la sinceridad; todas esas cualidades contribuyen al bienestar fisico y a la salud. El tapas mental conduce a la pureza de la mente. El control o tapas verbal lleva a la pureza del lenguaje. Mediante estos tres atributos, se logran las preciosas posesiones de la vaca Kamadenu, del árbol Kalpavriksha y de la joya Chintamani. Son logros, no simplemente vacas, árboles o joyas.
P.: ¿Hay quienes hayan alcanzado el verdadero conocimiento de Dios y la real esencia del dharma o de la religión con la ayuda de su éxito al practicar austeridades? ¿Quiénes son? Por favor, dime.
R.: Kapilamahamuni logró el conocimiento de Brahman; Jaiminimahamuni logró el del dharma. Narada se convirtió en un brahmarishí, Bhagirata hizo bajar al Ganges, Gautama persuadió al Godavari para que fluyera sobre la tierra, Valmiki realizó la fuerza del mantra de Rama y pudo escribir el Ramayana, Gargi se estableció en la vida religiosa célibe y Sulaba en sabiduría espiritual, todos mediante la austeridad solamente. ¿Para qué seguir citando ejemplos uno tras otro? A través de la austeridad, hasta Brahma y Rudra (Shiva) se convierten en colaboradores de uno.
P.: Swami, para alcanzar esta elevada etapa, ¿dices que es necesario nacer en una casta elevada? ¿O es suficiente la práctica de un orden elevado?
R.: La casta sin carácter no tiene valor; es tan sólo un marbete sin contenido. La práctica espiritual sin la base del carácter es como la jornada de un ciego. La moralidad, la virtud y el carácter son vitales. Sobre la base de éstos, si la práctica se hace de acuerdo con el plan fijado para el sendero que uno haya escogido, entonces, no habrá duda del éxito. Pero debes tomar nota de una advertencia que es esencial. No debes dar lugar a la pereza, simplemente porque el nacimiento o la posición no sean considerados importantes. Hay normas morales que también obedecen al nacimiento; y así, para fomentarlas, la conciencia del mismo es una ayuda importante. Pero si por el mérito acumulado de pasados nacimientos uno tiene el tesoro de la bondad y la virtud, entonces no se necesita prestar mucha importancia a la posición. Solamente aquéllos que practicaron yoga en vidas anteriores y que no pudieron completar el proceso tendrán esa clase de excelencia. Lo principal es adquirir las normas morales que se prescriben para el nacimiento, fomentar éste con aquéllas y hacerse capaz y pleno, con una elevada posición en la vida. Por un buen trecho en el sendero de la disciplina y la práctica espiritual, tanto el nacimiento como las normas morales serán de ayuda. Los gunas o cualidades serán sublimados mediante estas dos características.
P.: Por lo tanto, debe haber algunos que por el mérito de sus vidas anteriores hayan alcanzado la Divinidad. Danos algunos ejemplos, por favor.
R.: ¡Mi querido amigo! No deberías intentar descubrir el nacimiento de un río ni el abolengo de un sabio. Podrían resultar muy poco o nada impresionantes. Deberías contentarte con sus servicios. Su experiencia es lo más valioso; inspírate en ellos; que te impulsen hacia esfuerzos similares a los suyos. Si vas en busca de los comienzos, perderás el meollo vital. Sin embargo, puesto que planteaste la pregunta, te diré. Vyasa nació en la casta de los pescadores; Sunaka era del clan de los carniceros; Agastya nació dentro de una olla; Visvamitra era un guerrero; Sutha nació en la cuarta casta. Además, tenemos entre los que fueron virtuosos y buenos y que tuvieron sus ojos siempre puestos en las normas morales de su nacimiento y su filosofia moral, que renunciaron a todo y se mantuvieron fieles al ideal de liberarse de la esclavitud de los nacimientos y muertes y de la ilusión de los valores fisicos, a Sanjaya, Sathyakama y a muchos más. ¡Mi querido amigo! El esfuerzo propio, el discernimiento, las prácticas ascéticas califican al hombre para alcanzar la más elevada posición. Sin la pureza de los instrumentos internos, ningún hombre, por elevada que sea su casta, puede alcanzar al Más Elevado. Si al oro se le agrega cobre, la aleación que resulta desmerece en valor. Igual que el oro puro se convierte en aleación por su contacto con el cobre, así lo Universal, la Forma Cósmica adquiere el ego inferior que se le agrega en esta transmigración. Se transforma en el jiva o individuo. Ahora, ¿qué tiene que hacerse para volver a obtener el verdadero oro? Puliendo y limpiando al intelecto mediante la austeridad y las observancias, se readquiere la etapa original. Los pies se lavan después de caminar por el lodo; la mente también tiene que ser lavada del fango del apego a los objetos. Sólo el Conocimiento Supremo puede quemar las semillas del apego para que no puedan volver a germinar. Así, si una persona tiene el tesoro del Conocimiento Supremo se libera fácilmente.
XV.- ASTANGA YOGA
P.: Para alcanzar la fortuna de escapar de los nacimientos y muertes, los ancianos dicen que el yoga es muy importante. ¿Qué es ese yoga del que hablan?
R.: Los Yoga Shastras dicen que hay que utilizar ciertas posturas (asanas) para eliminar las ondas cada vez más extendidas de las agitaciones mentales y purificar la mente; también, para afirmar la fe, para establecer el Conocimiento Supremo y despertar el poder de la Kundalini que está latente en el hombre.
P.: Se dice que el yoga tiene ciertos auxiliares (yogangas). ¿Cuántos son y cuáles son sus nombres?
R.: Son ocho en total; la abstinencia o yama, el dominio o niyama, las posturas o asanas, la regulación del aliento ó pranayama, el retiro de los sentidos de los objetos o pratyahara, la concentración o dharana, la meditación o dhyana, y la contemplación o samadhi. Estos son los nombres de esós ocho auxiliares.
P.: Para lograr la liberación, ¿tienen que practicarse todos a la perfección o son suficientes algunos de ellos?
R.: Oh, la liberación puede alcanzarse si se dominan los primeros, la abstinencia y el control de los sentidos. ¡En verdad el universo es sostenido sólo por estos dos, yarna y niyarna!
P.: Cuando hablamos del yoga, ¿nos referimos tan sólo a este yoga particular y sus ocho auxiliares, o tenemos muchos otros yogas también?
R.: El yoga no es sólo éste; hay cuatro en total.
P.: ¿Cuáles son? ¿Cuáles son sus nombres?
R.: Sus nombres popularmente aceptados son Mantrayoga, Rajayoga, Layayoga y Hatayoga.
P.: ¿Cuáles son los auxiliares que tienen estos cuatro a su vez?
R.: ¡Ingenuo amigo! Para todos los millones de seres humanos, los dos ojos son los instrumentos de la vista, ¿no es así? También para todos los yogas, la abstinencia (yama) y el dominio de sí mismo (niyama) son los ojos; sin ellos nada puede ser visualizado. La pureza de la mente es esencial para todo yogui. Y para eso, la abstinencia y el control de los sentidos son indispensables.
P.: ¿Qué quieres decir con la abstinencia y el control de los sentidos (yama y níyama)? ¿Tienen éstos también, por casualidad, auxiliares o características que los señalen?
R.: Por supuesto. Cada uno de ellos tiene diez. Es solamente cuando se está bien establecido en todas que uno se libera.
P.: Dime las diez incluidas en yama ola abstinencia.
R.: La no violencia (ahimsa), la verdad (sathya), el desinterés (astheya), la castidad (brahmacharya), la compasión (daya), la rectitud (arfavarQ, la paciencia (kshama), la constancia (dhriti), la mesura (mitahara) y la pureza (saucham), y todas están incluidas en la abstinencia (yama).
P.: ¿Puedo también conocer las diez características incluidas en nfyama o el control de los sentidos?
R.: Sí, la austeridad (tapas), el contento (santosha), la mente piadosa (asthikyabudhi), la generosidad (dana), la reverencia a Dios (Isvarapuja), la observancia de los preceptos del Vedanta (Vedanta mati), la repetición del Nombre (japa), la buena conducta (vrata)... estas diez características forman el dominio de sí mismo o níyama. Estos son los cimientos mismos de la mansión de la liberación; todos los yoguís deben estar bien establecidos en ellos; en la abstinencia así como en el control de sí mismo.
P.: Dijiste que el yoga insiste también en las asanas. ¿Qué significa esto exactamente?
R.: Son muy útiles para los conocedores del Alma y para los yoguís mismos.
P.: Las asanas o posturas también deben tener muchas variedades, ¿no es así?
R.: Sí, también son muchas. Pero las principales son el Sidhasana o postura del adepto, el Bandhapadmasana, el loto cerrado, el Sarvangasana o pararse sobre los hombros. Además hay asanas como el Mayura, la postura del pavo real, y el Pachimotasana o la de estirarse y tocar la rodilla con la cabeza.
P.: ¿Cuáles son los beneficios de esas asanas?
R.: Dan dureza al cuerpo y permiten a la mente concentrarse por largo tiempo.
P.: Swami, ahora háblame del pranayama, la regulación del aliento. ¿Cuántas clases de pranayamas hay?
R.: Hay muchas clases, pero en virtud de que en el mundo actual la mayoría de ellos son imposibles de practicar, sólo han de ser practicados aquéllos que ayudan a la meditación y son sistemas simplificados para el control del aliento.
P.: ¿Sistemas simplificados? ¿Cómo ayudan?
R.: Así como los metales son purificados por el fuego en el crisol, la escoria del karma es removida por el pranayama, y la mente queda libre de contaminación. La mente y el cuerpo, ambos, quedan purificados. Hay dos clases de pranayama: uno con mantras, y otro sin ellos. Sin mantras, cuando mucho podrás transformar al cuerpo; pero con mantras transformarás también la mente.
P.: Swami, ¿cómo hemos de practicarlo?
R.: Inspirar por dos segundos, retener por ocho segundos, y exhalar en cuatro segundos en este orden. El pranayama debe practicarse cuidadosamente durante tres meses; después la duración de la inspiración, retención y exhalación podrá duplicarse. Cuando se hayan dedicado seis meses a esta práctica constante, la actividad de los sentidos habrá disminuido. Si se practica con fe y sentimiento, el pranayarna dominará las agitaciones de la mente; de otra manera, se convertirá en un mero ejercicio fisico, mejorando solamente la salud fisica. Un alimento puro, la abstinencia, el aislamiento y el lenguaje moderado son condiciones que también tienen que observarse estrictamente.
P.: Swami, el siguiente que mencionaste es pratyahara o control de los sentidos sobre los objetos o capacidad de sustraerse a ellos. ¿Cuántos son los métodos de pratyahara?
R.: Tres: El método con forma (sakara), el amorfo (nirakara) y el que realiza el propio ser (Atmabhaua), dependiendo del propósito para el cual los sentidos son controlados y la mente es concentrada. Si es para la práctica con atributos (saguna upasana), se usa aquél con forma; si es para la práctica sin atributos (nirguna upasana), el que no la tiene y si es para realizar al Supremo Conocimiento Verda_d lien~uranza, entonces, es el del propio Ser (Atmabhaua).
P.: ¿Y la concentración o dharana? Swami, ¿qué se quiere indicar con eso? ¿Cuántas clases yde concentración hay?
R.: ¡Mi muchacho! La concentración es de una sola clase. El hombre sabio firmemente establecido en la conciencia de su ideal divino o conciencia de Dios, como la tierra que soporta a la montaña; eso es concentración.
P.: El siguiente es la meditación o dhyana, creo. Esta debe ser de muchas variedades.
R.: No, no. Esta también es una sola. Ya sea Con Forma o Sin Forma, si es concentrada y sin ninguna desviación, merece ser llamada meditación.
P.: Finalmente, está la contemplación, el samadhL ¿Qué significa eso?
R.: Samadhi significa la fijación de la mente, libre de todo impulso y agitación, en el Señor o en la Propia Realidad. Indica el estado en el cual uno está en su propia naturaleza real. Samadhí es cuando se está libre de toda dualidad. La mente no es movida por experiencias duales; brilla como una llama en una habitación donde no sopla brisa. Es inmóvil, inconmovible.
P.: Swami, esa clase de mente, ¿cómo se comportará? Acláralo más, por favor, con algunos ejemplos.
R.: Mi querido amigo, cuando tienes que ensartar una aguja, tienes que concentrarte en la tarea y mantener derecho el extremo del hilo, ¿no es así? Similarmente, para penetrar en la gracia de Dios, la cual es más sutil que lo más sutil, la mente tiene que mantenerse fija y el ojo y los sentidos tienen que estar concentrados en el mismo proceso.
[1] Karma: Ley de causa y efecto de las acciones realizadas en ésta o previas vidas. Ley cósmica que como consecuencia de las obras, acciones, palabras y pensamientos que componen la vida de cada ser, va acumulando residuos favorables o desfavorables, que rigen las futuras reencarnaciones.
[2] Pranava: El Om cósmico que llena el Universo, la vibración vital. La base universal, el sonido primero, el sonido indistinto e indistinguible base de la Creación.
[3] Maya: La ilusión de ver lo irreal como real, de confundir lo transitorio con lo eterno; la ilusión cósmica mediante la cual la verdad es velada. Es el poder que hace posibles la existencia fenomenal y las percepciones de la misma.