Om Sai Ram
" La medicina del Alma "
La medicina moderna tuvo sus comienzos como una disciplina vinculada a la materia y al cuerpo, evolucionando posteriormente hacia una medicina cuerpo-mente en el siglo veinte. Entonces la ciencia descubrió la íntima conexión existente entre lo mental, o sea los pensamientos y los sentimientos, y la estrecha relación que mantienen con la enfermedad.
Resumiendo; la medicina mental esta relacionada con los cambios químicos que se producen en el cerebro a causa de nuestros sentimientos y pensamientos, los cuales afectan a su vez nuestros sistemas nervioso, hormonal e inmunológico y conducen hacia la enfermedad o hacia el bienestar.
El siglo veintiuno resulta muy prometedor en este aspecto, en tanto que, con toda seguridad, puede llevarnos a un paso más adelante, al dominio de la 'medicina del Alma'; a la cual nos referimos como 'medicina Átmica', pues 'Alma' resulta ser una traducción un tanto pobre del concepto 'Atma'.
Así pues, ¿Qué es exactamente la medicina Átmica? Compartiremos cuanto hemos aprendido a los pies de nuestro Señor, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, el Doctor de doctores.
La medicina Átmica se basa en el concepto de que una entidad llamada la 'suprema, infinita, creativa, amorosa y sanadora inteligencia (Atma)' permea nuestro ser por completo, aunque pueda que no seamos conscientes de ello.
Por este motivo se define a dicha entidad como la Inteligencia Superior, la cual reside en nuestro subconsciente.
Es una realidad constante y contigua a aquella que penetra todo cuanto fue, es y será; en otras palabras, es omnipresente, omnisciente y omnipotente.
El atributo de la plena conciencia o inteligencia le otorga la característica de la omnisciencia, la cual se encuentra en cada una de nuestras células.
De hecho, en comparación con esta inteligencia infinita, la relativa a nuestros cerebros conscientes no es mayor que la de un guisante.
Por ejemplo, ¡la inteligencia Átmica sabe transformar la dosa idli (desayuno hindú) que comemos, en sangre! También conoce cómo crear un bebé desde una simple y única célula.
Dar y recibir amor
El Alma obtiene su omnipotencia de la característica del amor que les es propia. El amor es sin duda la más poderosa energía que se ha conocido nunca. Tal y como nuestro Amado Señor nos ha revelado, fue este amor el que originó la creación.
Él anhelaba dar y recibir amor de modo que empezó a crear Almas, las cuales fueron envueltas en el vestido de la materia.
Se cree que los humanos son la joya más preciosa de la creación, puesto que Dios nos bendijo con la capacidad de experimentar, comprender y refundirnos en Él.
Una vez más, la energía que puede ayudarnos a alcanzar tal objetivo es el amor.
A pesar de que este amor omnipotente reside de forma latente en el interior de todos, desafortunadamente la mayoría de nosotros tan solo experimenta destellos de él a través del kaleidoscopio de la vida.
Comúnmente como el amor de una madre por su hijo, o el existente entre un padre y un hijo, un marido y su esposa, entre hermanos, amigos, maestro y alumno, doctor y paciente, etcétera.
Al estar tan preocupados por la ilusión (Maya) de la vida no nos damos cuenta ni experimentamos el poder del amor. Todavía no hemos aprendido a cultivarlo y usarlo para el bien de todos.
La principal razón de tal fracaso es que siempre contemplamos a Dios, el mundo, a los demás y a nosotros mismos como realidades separadas los unos de los otros.
Nunca se le ha permitido al amor que hay dentro de nosotros crecer hasta su máxima expresión y potencial.
Las formas-pensamiento del 'Yo', 'mí' y 'lo mío' han estancado este crecimiento de modo que acabamos equivocándonos como criaturas frágiles, faltas de amor y caemos en la desesperación, la enfermedad y el miedo.
El racionalismo en la medicina.
Sin embargo, a lo largo de los siglos hemos sido testigos de Grandes Maestros que se atrevieron a ser distintos.
Ellos vieron a los demás como parte de sí mismos y su amor podía fluir hacía los demás libremente.
Los recordamos como Maestros de Sabiduría que podían hacer lo imposible; como hombres milagrosos.
Pero tan sólo ahora estamos empezando a comprender qué es exactamente lo que les otorgaba tal poder. Se trataba del amor incondicional que emanaban; Bhagavan Baba ha revelado que el amor era el poder que estaba detrás de los milagros que obraban. Como doctores, pues, lo que más nos interesará son las prodigiosas curaciones que lograron.
Debido a su racionalismo en la medicina, el hombre moderno ha tendido al descrédito respecto a las sanaciones milagrosas efectuadas por estos Grandes Maestros. No las consideraron ni merecedoras de estudio o investigación. Y cuando se les mencionaba que el amor era el poder que estaba detrás de tales actos, frecuentemente se burlaban abierta y cínicamente. Estos doctores del mundo actual fueron educados para tratar a los pacientes de un modo glaciar, sin sentimiento alguno, y a mitigar sus problemas con medicinas concretas y operaciones.
El amor no figuraba como concepto en ningún libro de texto médico, ni de anatomía, ni de ninguna otra asignatura. Lo peor era que el único afecto que las mentes occidentales podían concebir era el 'amor' entre un hombre y una mujer, y les parecía ridículo que pudiera curar nada para la mente racional.
A pesar de todo ello han habido hombres valerosos que han osado oponerse a lo establecido y declarar desde sus propias experiencias que el amor es la mayor fuerza sanadora que ha existido nunca; doctores como Joseph Murphy, Bernie Seigel, Dean Ornish y Samuel Sandweiss, por nombrar a algunos.
¿Por qué deberíamos enfermar?
Intentemos ahora comprender cómo el Alma influencia la curación. Los atributos de omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia que en ella reposan pueden resolver cualquier problema, por complejo que sea en términos médicos.
Su omnipresencia y conciencia conducen a una comprensión o diagnóstico de la enfermedad, mediante las energías y poder necesarios para lograr el cambio deseado hacia una recuperación.
En otras palabras, la sanación proviene del amor infinito inherente al Alma. En este punto surge una pregunta de modo natural y es que entonces, teniendo un Alma tan poderosa residiendo en nuestro interior y alrededor,... ¿Por qué deberíamos enfermar?...
Bhagavan afirma que la respuesta a este interrogante reside en las propiedades de la vestidura que lleva el Alma; el cuerpo y la mente.
Veamos qué relación tienen estas vestiduras externas con respecto a los tres atributos de la omnipresencia, la omnisciencia (como inteligencia) y la omnipotencia (amor).
Con respecto al cuerpo, hablando de la Presencia, en términos cuánticos, físicamente no somos más que conjuntos de átomos que están en una comunicación constante. Por ejemplo, el oxígeno que desprende una planta en Rusia puede llegar a ser inhalado por mi cuerpo, ser exhalado por mi cuerpo como dióxido de carbono, y éste terminar siendo usado para la fotosíntesis de hojas de espinacas en Japón, para terminar como glucosa en su cuerpo mientras ingiere dichas plantas en el vuelo hacia Puttaparthi.
De modo que, ¡todos nosotros estamos compartiendo constantemente partes de los cuerpos de los demás! Sin embargo, nuestros cuerpos no tienen la simetría o relación de contigüidad que poseen nuestras Almas.
(Doctores Hiramalini Sheshadri y Harihara Sheshadri, del cuerpo médico
del Hospital de Altas Especialidades de Puttaparthi, Prashanti Nilayam)
(Doctores Hiramalini Sheshadri y Harihara Sheshadri, del cuerpo médico
del Hospital de Altas Especialidades de Puttaparthi, Prashanti Nilayam)
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE ...OMSAIRAMMM...
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