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domingo, 24 de diciembre de 2017

'TATTVA SAMEEKSHA'_CHARLA DE MADHUSUDAN NAIDU EN MUDDENAHALLI, INDIA (completo)_04-12-2017..






'Tattva Sameeksha' (December 4, 2017), Sathya Sai Grama, Muddenahalli.


('Tattva Sameeksha' es una sesión de charla del lunes por la tarde por eminentes oradores a los residentes del Ashram de Sathya Sai Grama en Muddenahalli).






PRESENTADOR: Om Sri Sai Ram. Ofreciéndonos a los Divinos Pies de Loto de nuestro muy amado Swami, respetados Mayores, queridos Hermanos y Hermanas.

Una vez más nos encontramos entre Swami y el Hermano Madhu. Ayer, hemos disfrutado escuchando hermosas palabras. Ayer, cada discurso fue emocionante, especialmente el Hermano Murthy lo describió de una manera tan maravillosa. Él citó a Rabindranath Tagore y dijo: “Los ríos Ganges y Yamuna son como dos lágrimas formadas por la personalidad cósmica de los Himalayas, Himavat Purusha”. Seguramente, nuestro hermano Bharath citó a Swami sobre cómo uno debe ser siempre feliz. Y Swami había dicho: Bhagawat Chintana y Bhagawat Smarana, si ustedes tienen estos dos aspectos, serán siempre felices.

En verdad, cuando pensamos en lo que está sucediendo a nuestro alrededor, es realmente increíble. Esa es la razón por la que Swami Vivekananda había dicho tiempo atrás:

“La noche más larga parece estar desapareciendo.

La dificultad más dolorosa parece estar acabándose, por fin.

La oscuridad aparente parece estar desvaneciéndose

Y una voz se acerca a nosotros.

Una voz se acerca a nosotros reflejada como si fuera

de cumbre a cumbre del infinito Himalaya de conocimiento y amor.

Una voz se acerca a nosotros, y para nuestra sorpresa,

El letargo está desapareciendo.

Cuando nuestra madre patria se pone de pie,

Ningún permiso exterior puede detenerla más.

Pues la gigantesca infinita está poniéndose de pie”.

Y estamos contemplándolo frente a nuestros ojos, y Swami está ejecutando y desplegando este gran drama frente a nuestros ojos. Somos todos extremadamente afortunados. Las palabras son pocas cuando el corazón está lleno. Con un profundo saludo y con el corazón lleno de amor, le damos la bienvenida al Hermano Madhu y le pedimos que nos hable. Permitamos perdernos dentro de ese éxtasis que el Hermano Madhu nos ofrecerá a todos nosotros. Sai Ram.

MADHUSUDAN NAIDU: Om Sri Sai Ram. Mis plegarias y reverencia a los Pies de Loto de Bhagavan y reverenciados Sairams para todos ustedes, que se han reunido aquí con entusiasmo para participar de este entendimiento común, esta experiencia en común de estar con Swami, vivir con Swami, trabajar para Swami y caminar hacia Swami, lo cual es para lo que estamos todos aquí. 

Recién, el hermano Anawishna acaba de decir que permitamos perdernos dentro de la conversación.
Recuerdo lo que Swami una vez dijo. Estábamos en Estados Unidos, para ser más precisos, en el bosque de árboles de Red Wood (Madera Roja) que tienen alrededor de dos mil o tres mil años. Esa era el área en el que todos estábamos caminando y el anfitrión, quien se suponía que debía guiarnos de regreso a nuestro lugar, de alguna manera, perdió su camino y estaba buscando un letrero guia, pero Swami continuó caminando. Ninguno de nosotros sabía qué camino tomar para llegar al destino desde donde habíamos comenzado, porque daba giros y regresabamos. Y Swami continuó caminando, yo continué siguiendo a Swami, mientras todos los demás estaban perdidos buscando el camino. Y luego Swami dijo: “¡Vengan por aquí, vengan por aquí!”, entonces yo seguí caminando y todos comenzaron a caminar otra vez. Y una persona comentó en ese momento: “Quiero perderme en Dios”, y Swami dijo: “Nadie puede perderse en Dios. Solo se pueden encontrar en Dios. No puedes perderte en Dios, sólo puedes encontrarte en Dios”. Entonces, creo que el esfuerzo trata sobre encontrar algo aquí, no perder nada. Para encontrar eso, que es la finalidad última, la razón última por la que estamos aquí, la razón última por la que Él eligió posar Su mirada compasiva sobre nosotros, tener compasión y piedad por nosotros, sin permitir que nos desviemos en nuestra propia ignorancia y perdamos así nuestro camino. Pero en lugar de eso, Él nos tomó de la mano y cuando estábamos buscando carteles externos para encontrar nuestro camino de regreso a casa, Él mismo nos guía caminando delante de nosotros y marcando el camino de regreso. La gloria es devuelta a nuestro propio ser, desde donde comenzamos. Entonces, todo el esfuerzo es encontrar eso, a nosotros, siguiéndolo a Él en esta jungla, en este bosque del mundo donde nos perdemos tan fácilmente.

Especialmente, esto es importante después de este Mahasamadhi. Llámenlo una era o lo que sea, o un período que siguió al Mahasamadhi físico de Swami, porque Él todavía tuvo esta compasión para encontrar a unos cuantos de nosotros, como Él dijo la última vez. Él declaró en Kodaikanal: “He recorrido casa por casa, calle por calle, país por país para encontrarlos, y si tuviera que decirles el esfuerzo que he puesto para encontrar a cada uno de ustedes, no podrían entenderlo, así que no se los diré”. Eso es lo que Él dijo en Kodaikanal, con lágrimas en Sus ojos. Y yo sentí esas emociones de Swami, de cómo Él los ha encontrado a cada uno de ustedes. De otra manera, de 7.5 billones de personas en la tierra, digamos 1 billón que conocen a Sai Baba, unos cuantos millones que lo adoraban como a Dios y su todo, y unos cuantos cientos que están a Sus pies; obviamente el hallazgo es de Él. Nosotros estábamos definitivamente perdidos.

Aquí estoy otra vez para compartir algunos pensamientos propios, y he estado rumiando sobre lo que debería compartir hoy porque creo que ya compartí mi viaje con Swami en las primeras sesiones, luego hablé sobre por qué el Sadhana es importante para nosotros, por qué ya no podemos tomar más la espiritualidad a la ligera, habiendo sido contemporaneos al Avatar, habiendo vivido con Él, y ahora otra vez habiéndolo encontrado de esta manera o Él habiéndonos encontrado de esta manera; por qué ya no podemos tomar más la espiritualidad a la ligera, debemos ser serios sobre nuestro Sadhana y nuestro crecimiento espiritual. Luego hablamos sobre Seva, cómo el Seva es el atajo de Swami hacia Él mismo, hacia la autorrealización, cómo el Seva es el camino más fácil y más rápido en el que Swami nos ha puesto a cada uno de nosotros, de una manera grande o pequeña, ya que Él no cabía. Discutimos sobre cuán maravillosa es esta oportunidad y que perderla sería lo más desafortunado. Habiendo recibido esta oportunidad una vez más, no podemos permitirnos desperdiciarla. Discutimos todas estas cosas, entonces estaba pensando qué más podría decir, porque parece que cualquier cosa que se me ocurra ya la hubiéramos cubierto. Entonces, me preguntaba sobre lo que debía hablar y como de costumbre, Swami es tan etérico ahora que le pregunté: “Swami, ¿de qué debo hablar?”, y Swami dijo: “Tú ve, Yo hablaré”. Esto es típico de Swami. Tras haberme dado un baño y luego al salir no tenía idea, hasta hace cinco minutos atrás. Pero ahora tengo alguna idea.

Aquí está el segundo libro que estoy seguro que muchos de ustedes ya lo deben haber leído, muchos deben estar a medio camino, o en páginas diferentes. Quiero leer esta pequeña porción de este libro porque es mi viaje, y probablemente este es un viaje de todo aspirante espiritual aquí.

Alguien le preguntó a San Francisco de Asís, donde vamos a tener un hermoso Ashram gracias a los devotos de Italia, porque Swami irá en abril a abrir el Ashram, y yo personalmente estoy muy entusiasmado porque San Francisco es alguien a quien aprecio mucho debido a la vida que tuvo, el camino que mostró a tantas personas en Italia. No era la rutina normal de la iglesia, la capilla, el Papa y el Vaticano, sino que él construyó un camino diferente junto al sacrificio, servicio, como los Tyagajeevis, como los monjes de Ramakrishna. Ese es el camino de los Hermanos de Asís. Luego, Swami tendrá un Ashram allí. No existe nada que me emocione tanto que eso, visitar ese lugar, ese lugar sagrado. Una vez más caminaremos por las mismas calles y por el suelo que fue santificado por San Francisco y sus Hermanos. Y sus Hermanos estaban allí todavía, muchos de ellos, y otras Hermanas de la orden franciscana. Espero eso con mucho entusiasmo.

Entonces alguien le preguntó a San Francisco: “¿Cuál es el camino hacia Dios?”, y él dijo: “No hay camino hacia Dios. Dios es un abismo. Si tienes coraje, salta”. Esto es lo que él dijo. Desafortunadamente, ni siquiera tuve el coraje de saltar. Sabiendo que Dios es un abismo, por así decirlo, queriendo a Dios, no tuve el coraje de saltar, ¡afortunadamente! Mi buena fortuna es que Dios estaba detrás de mí y me dio una patada en el abismo. Entonces, caí al abismo y lo estoy disfrutando. Esta es la historia de esa naturaleza.

Sólo quiero leer estas dos páginas, probablemente para formar la base de nuestra discusión o conversación el día de hoy. Yo llamo a esta pequeña introducción del autor “El Vuelo Inaugural”, y cité a Ray Bradbury, quien dijo: “Salta y descubrirás cómo desplegar tus alas mientras caes”. La mayoría de las veces nos preocupamos: “¿Tengo alas?”, o “¿Funcionarían estas alas si cayera?” o “¿Me estrellaría simplemente contra el suelo?”, o “¿Podría incluso alzar vuelo?” Todos estos miedos no nos permiten saltar en absoluto. Continuamos sentados en la periferia, esperando que algo suceda, lo cual nunca sucede.

Ramakrishna Paramahamsa es un Maestro en su estilo, y yo siempre he tenido gran reverencia por él. Su simplicidad, su sabiduría y su experiencia de la Divinidad. Una vez, parece que él estaba sentado con sus discípulos y había un vaso de jugo, y había unas cuantas moscas volando alrededor del vaso de jugo. Y él continuaba observándolas y sonriendo para sí mismo. Entonces todos lo vieron y obviamente se sintieron curiosos sobre lo que era tan gracioso acerca de un vaso de jugo y unas cuantas moscas volando a su alrededor. Era una escena muy común, especialmente si ustedes van a esos lugares de India, tienen muchas moscas. Entonces, Ramakrishna Paramahamsa dijo: “Observen la difícil situación de esta mosca. Quiere probar el jugo, quiere disfrutar de su dulzura, del jugo nectarino, pero tiene miedo de caer en él. Por lo tanto, nunca lo disfrutará. Solamente volará alrededor del vaso y pasará todos sus días como una pérdida de tiempo. Esa es la situación de muchos, muchos, muchos buscadores de la verdad. Queremos la verdad para nosotros mismos pero estamos demasiado asustados de perdernos en nuestra búsqueda de nosotros mismos. No es fácil, tienes que no ser algo para ser algo más. Y este proceso de no ser a ser algo más es extremadamente aterrador. Es extremadamente intimidante porque conocemos esta parte del lugar, estamos familiarizados con este terreno, pero no conocemos el otro lado. No tenemos idea de lo que yace en el abismo. No tenemos idea. Sólo hemos escuchado de otros, pero quién sabe, deben estar mintiéndonos después de todo. Nuestros Vedas podrían estar mintiendo, las escrituras podrían estar mintiendo, todos los Maestros podrían estar mintiendo. ¿Debo saltar en absoluto? Entonces, ese era el aprieto que yo también enfrenté, y esta es una pequeña historia que escribí en el libro y que quiero leérsela a ustedes.

Kalenatmani Vindati, estas son palabras de sabiduría del Señor Krishna en el Bhagavad Gita, la cual presenta la verdad contundente de toda la existencia, de que todos deben, eventualmente, alcanzar su destino. Algunos más pronto, algunos más tarde. Escribí una historia de un pequeño aguilucho que estaba felizmente ubicado en la cima de altos acantilados rocosos, muy bien cuidado por su madre águila, nada de qué preocuparse en la vida, todo viene a su pico. No tiene que luchar por nada, todo es atendido. Y luego la historia comienza.

“Camino arriba sobre las altas montañas rocosas, muy por encima de la tierra y más cercano a los cielos, vivía un pequeño aguilucho anidando en las comodidades de las grietas, soñando todo el día, hablando con las nubes pasajeras, sonriéndole al Sol brillante y cantándole al silbido de los vientos. Era un pequeño y feliz pajarito, porque estaba seguro de que no tenía nada a qué tener, porque su madre águila estaba allí para él. Y él sabía bien que ella regresaría antes de que cayera la noche para traerle un pico lleno de alimento, incluso antes de que los tormentos del hambre pudieran perturbar su paz. El pequeño y débil novato no conocía el hambre, el sudor ni el esfuerzo, pues su madre estaba siempre ahí para atender cada una de sus necesidades, aun antes de que sintiera una necesidad. Así, los días del pequeño aguilucho pasaban felizmente”.

– Suena familiar para la mayoría de nosotros –

“Pero el día de hoy no era otro día más. El pequeño perezoso fue despertado antes de que los primeros rayos dorados del sol pudieran penetrar los cielos color carmesí de oriente y convertir las rocas en brasas brillantes. Lo que se sintió como una suave palmada al principio, se convirtió en un pequeño empujón y se intensificó en un fuerte golpe. Sorprendido, el aguilucho abrió sus minúsculos ojos y miró a su alrededor buscando la causa de este desorden. ¿Acaso era la brisa traviesa de la mañana lo que estaba impulsando este ventisquero inquietante, o era un depredador pernicioso cazando furtivamente a su presa? Pero para su incredulidad, pronto se dio cuenta que Madre Águila misma estaba empujándolo de manera gradual hacia el borde del acantilado. Perplejo, el aguilucho desesperadamente estiró sus garras enclenques para sostenerse del acantilado, pero en vano.

‘¿Qué estás haciendo, mamá? ¡Detente de una vez o caeré!’, el ansioso aguilucho resistió, incapaz de comprender sus intenciones”.

Nuevamente familiar –

“’No temas, mi pequeño. Hoy es tu día para crecer y volar’, respondió el gran ave tranquilamente.

‘¡Pero nunca antes había volado! ¡No puedo hacerlo así como así, puedo caerme en el valle y morir!’, gritó el joven.

‘Algún día tienes que aprender a volar; ¿por qué no hoy?’, alentó la madre.

‘¡Sí, tengo que hacerlo algún día, pero no hoy! No estoy preparado todavía’, el ansioso aguilucho protestó”.

Muy, muy familiar – “Swami, haré todo esto, pero no hoy”. “Sí, tengo que hacerlo algún día, no hoy”.

“‘¡Estás preparado! Este es el día perfecto y ahora es el momento perfecto’, la madre águila descartó todos los argumentos.

‘¡No, no puedo, no lo haré, por favor, no!’, suplicó el asustado aguilucho.

‘Sí puedes, lo harás’, aseguró el ave madre.

Y antes de que pudiera pronunciar otra palabra, el aguilucho estaba en el acantilado, dirigiéndose directo hacia el valle, ¡sin estar seguro de lo que sucedería a continuación! A medida que perforaba los vientos y se zambullía cabeza abajo, se impulsó hacia su aniquilación, así lo creyó.

‘¿Por qué mi madre me haría esto? ¿Por qué querría que yo muriese? ¿No me amaba? Voy a estrellarme en un instante y ella ni siquiera se encuentra cerca. ¿Es ella realmente mi madre, después de todo?’ Todo tipo de dudas se abarrotaron en la mente confundida del aguilucho”.

– Y he recibido cantidad de cartas de devotos. A veces, Swami me hace leérselas y todas suenan así: “¿Por qué me hiciste esto? ¿Dónde estás cuando te necesito? No pareces estar cerca. ¿Por qué esto solo para mí?” Y todo tipo de preguntas –

“Pero a medida que se acercaba al suelo, oyó una voz familiar sonando en sus oídos, la de su madre: ‘No temas, mi querido. Estoy aquí mismo, muy cerca. Abre tus alas. ¡Tú eres un águila y puedes volar también!’

‘¡No, no puedo! Soy demasiado joven, nunca he volado antes. No podré hacerlo. ¡Oh, voy a morir!’, gimió desesperado el aguilucho.

‘Confía en mí, soy tu madre. No haré nada que te lastime. ¡Abre tus alas, hazlo ahora, ahora mismo!’, la madre águila estaba cerca, oculta, aunque su presencia se sentía claramente.

Dejando todas las aprehensiones a un lado, confiando en su madre, el pequeño finalmente abrió sus débiles plumas, escurrió sus escasos músculos y estiró sus alas temblorosas.

¡Lo que sucedió a continuación, como se dice, es historia!”

Así es cómo aprendí a volar. Primero me caí y luego volé. No volé primero, sino que caí rápidamente. Y creo que esta es la historia de espiritualidad en la vida de todos. Swami lo dijo muchas veces. Muchas personas me preguntan: “¿Cómo puedes enseñarme a nadar? Entonces recién saltaré a las aguas”. Y Swami dice: “Primero, salta al agua y luego aprenderás a nadar”. Pero la mayoría de nosotros tenemos condiciones o requisitos espirituales. “No, primero enséñame a ser así, solo entonces saltaré a las aguas”. Pero creo que la cosa tiene que ser al revés. Una vez, Swami dijo que la espiritualidad no es para los débiles de mente, es sólo para los valientes. Y Él me dijo: “Deja ir toda la vergüenza y el miedo y sé un impecable instrumento Mío”.

La razón por la que les leo esto es que, durante un período, de alguna manera, he sido afortunado de obtener esta proximidad con Swami, y puedo ver, conocer, escuchar, hablar, y a veces incluso leerle cartas a Swami de muchos, muchos devotos. Y encuentro este problema muy seguido. Y una vez cada tanto, Swami también comenta: “Ni siquiera saben qué están preguntando”. “Otórgame Atma Sakshatkara”, “Otórgame autorrealización”, “Dame esto, dame aquello”, las personas escriben. Pero luego Swami sonríe para Sí mismo, como la sonrisa de Ramakrishna a aquellas moscas, y dice: “Ves, ni siquiera saben qué están intentando preguntar, o qué quieren realmente”. Porque quieren aferrarse a eso y obtener aquello también, ¿saben? Ambas cosas no son posibles en la espiritualidad. O están aquí o están allá. Ustedes quieren estar aquí y también allá. Sólo Dios puede ser así. Nosotros no podemos. Entonces, Swami siempre dice y luego, cuando yo era niño, Swami solía decir muy seguido que la gente quiere estar en ambos botes. Quieren cabalgar ambos caballos. No es posible. Generalmente, tales personas giran o se caen. No hay manera de que puedan dirigir ambos caballos juntos.

Una vez, estaba sentado en Trayee Brindavan y así es como, de alguna manera, este tema surgió acerca de las cosas mundanas y espirituales y cosas por el estilo, y luego alguien hizo una pregunta muy inteligente: “Swami, Tú dijiste que este mundo es también espiritual. Todo es espiritual, todo es divino. ¿Está bien estar en el mundo y disfrutar todo y luego al mismo tiempo ser espiritual?” De alguna manera, ese día, Swami fue muy determinante. Él dijo: “No, no es posible. Lo que piensas mientras disfrutas el mundo no es posible cuando eres una persona espiritual. Tu perspectiva del mundo cambiará. No puedes ver el mundo de la misma manera una vez que eres espiritual por dentro. Entonces, puedes estar en el mundo pero el mundo no puede estar en ti. Puedes vagar por el mundo como un hombre común pero definitivamente el mundo no te tocará, o el mundo no puede tocarte. Entonces, lo que ustedes llaman placeres o atracciones, el mundo no les servirá de nada.

Recientemente estuvimos en los Himalayas, en Rishikesh, y una conversación sucedió en la mesa de comedor y Swami estaba hablando y dijo: “Aten un collar de diamantes alrededor del cuello de un perro. ¿Qué valor le dará el perro a éste? Seguirá siendo una atadura para el perro, ¿verdad? ¿Ustedes atan un collar con incrustaciones de diamantes alrededor del cuello del perro y piensan que su perro está feliz porque le ataron un collar con incrustaciones de diamantes? ¿Ustedes creen que al perro le interesa?” dijo Él. “No le importa. Pero si le ofrecen un viejo y seco pedazo de pan, éste será más feliz que teniendo el collar de diamantes alrededor de su cuello”. Entonces Él dijo: “Eso es lo que sucede al hombre espiritual. Estas nimiedades no tendrán ningún encanto para una persona así. Pueden seducirlo con diamantes, oro, riquezas, renombre, fama y posiciones de poder y todo eso. No significa nada para esa persona. Para él, incluso un pedazo de pan seco que tenga incluso un poquito de sabor a la dicha divina es más que suficiente. A él no le interesa todas esas cosas mundanas”. Esto es lo que Swami estaba diciendo en los Himalayas porque Él estaba hablando de todos los Sannyasis, ¿saben? Había Narayana Seva y se llamó a todos estos Sannyasis. Esto ocurrió después de esa reunión. Y Él dijo: “Observen a estos hombres. Ellos han perdido toda atracción por el mundo. No les interesa si son industriales o si son alguien; para ellos, no importa. Para ellos, todo lo que importa es poder vivir esta vida de, llámenlo penitencia, pero vivir esta vida de gran satisfacción de vivir para Dios. Allí, las personas fueron llevadas por este camino y Swami estaba tan feliz porque Él dijo: “Ellos son hombres de Dios porque dejaron todo por amor a Mí, es por eso Yo quiero honrarlos”, y Él quiso darles alimentos, ropa y cosas de ese estilo.

En un momento determinado, me di cuenta que realmente, realmente Swami ama a aquellos que no aman a nadie más que a Él. Él aún puede tener algo de compasión, Él aún puede tener palabras amables, Él todavía puede tener algunos sentimientos por aquellos que vienen a Él con algo de amor en sus corazones – obviamente, Él ama a todos – pero Él ama sobre todo a aquellos que no aman nada, que no les interesa nada de las cosas del mundo, porque sólo quieren a Dios y nada más. Pero esto es algo que requiere de coraje y las mismas escrituras describen que un héroe será capaz de tener ese coraje de desechar el mundo e ir en búsqueda de Dios. Y creo que ese momento en la misión de Swami ha llegado ahora, porque cuando alguien pregunta: “¿Cómo puedo ayudarte?”, hoy en día Swami dice: “La única manera que puedes ayudarme es convirtiéndote en Mí”. Porque si un solo Sai Baba puede realizar tanto, si muchos se convirtieran en Sai Baba, ¿qué sucedería?” Pero tenemos tanto miedo todo el tiempo, y yo también tuve miedo. Puedo completamente simpatizar con todo aquel que se sienta de esa manera. Es verdad que tenemos miedo porque es todo lo que conocemos. No hemos visto el otro lado, entonces no sabemos lo que viene, pero debemos regresar al llamado de nuestra Madre: “Salta, volarás. Abre tus alas, tú también eres un águila”. Eso es lo que Swami ha estado repitiendo una y otra vez, de que su momento es ahora. No pueden posponerlo más. “Hoy no, Swami. Hoy no es un buen día. Mañana comenzaré el tema espiritual”. Pero eso no es verdad. Hoy, aquí y ahora es el momento, el lugar, la circunstancia en la que tenemos que tomar este camino de la espiritualidad.

La misión de Swami está definitivamente volviéndose más y más grande a nivel global, y estoy seguro que conocemos la misión únicamente en este mundo, pero yo veo seres de muchos mundos viniendo a ver a Swami. Y sé que Su misión también está funcionando en varios niveles, en varios planos. Y todos ellos buscan Su orientación, Sus bendiciones y ellos sólo quieren ser Sus instrumentos. Lo veo todo el tiempo, todo el tiempo existen seres de otras dimensiones, de otros lugares, otros seres que siempre están a Su servicio. Entonces, sólo depende de nosotros el recordarnos: “¿Hoy he dado un paso más cerca hacia Dios?” Swami continúa diciendo que el único día bien usado es el día que hayan vivido para Dios. Todos los otros días son un desperdicio porque no podemos controlar esto muchas veces. Les contaré una historia corta y pequeña antes de abrir estas preguntas y respuestas.

Swami había llevado algunos muchachos a Rishikesh también. Y ya saben, tantos devotos estaban anhelando tener una entrevista antes de regresar a sus países, pero Swami… Una mañana, Swami llama a Sus muchachos y los hace sentar a todos a Su alrededor. Es un ambiente de charla, y la conversación continúa. Luego, Swami comienza con algunas preguntas y observa algunos relojes de pulsera destinados a ser regalados a los muchachos. Alguien le dio relojes de pulsera a Swami, los cuales deben ser entregados a estos muchachos. Y Swami, hermosamente entregando los relojes de pulsera y preguntando lo que el reloj significa, y le responden: “Es la hora”. Luego, Él dice: “El tiempo es importante”, y luego Él ofreció un discurso sobre la importancia del tiempo. Porque, un momento que ya se ha ido, no puedes volver a comprárselo a Dios. Paguen lo que ustedes quieran, pero no pueden recuperarlo. El tiempo es precioso. Luego, Swami ofreció una bonita introspección que debo compartir con todos ustedes.

Swami dijo: “Once segundos es Concentración. Once por once segundos es Contemplación. Once por once por once segundos es Meditación”. “Alguien que pueda retener su mente por once por once por once segundos cruzará al otro lado”, dijo Él. “Estará del otro lado y nunca querrá regresar a este lado porque es tan maravilloso”. Luego dijo: “Imaginen si multiplican once por once por once, unos 1.230 segundos que resultan ser, son simplemente 21 minutos”. Entonces dijo: “Si alguien puede mantener su mente en meditación durante 21 minutos, perdido en su propio ser, no regresará más. Será redimido, habrá cruzado al otro lado y no habrá más nacimientos y muertes para esa persona porque ya estará realizado”. Pero Él dice: “Miren el infortunio, miren la difícil situación, miren la ironía de la vida humana. Hemos vivido cientos de miles de años pero no hemos sido capaces de pasar 20 minutos en meditación. Y esa incapacidad de pasar 20 minutos meditando en la autoabsorción ha causado cientos de años de cientos de vidas en esta tierra para todos nosotros”. Fue realmente una nueva forma de pensar, una nueva forma de ver las cosas.

Swami dice: “Si solo pueden poner su mente estable durante 20 minutos, 21 minutos, ustedes no tienen que regresar a esta tierra para otro nacimiento, y otros cien años más, y atravesar la misma agonía, los problemas y los sufrimientos, los altibajos de la vida. No tienen que experimentar ninguna de estas cosas nunca más. Pero al no ser capaz de hacerlo, tienen que nacer cientos y cientos de veces más pasando cien años cada vez pero no podrán estar en contemplación por 20 minutos. Luego, Él dijo: “La mente es muy voluble. ¡Puede permanecer estable durante diecinueve minutos cincuenta y nueve segundos y en el sexagésimo segundo, desaparecer!” Y lo habrán perdido y tendrán que comenzar todo de nuevo. Entonces, requiere muchísima práctica traer la mente una y otra vez de regreso al estado de autoabsorción o autorrealización. Requiere esfuerzo. Imaginen cuán difícil debe ser que los sabios tampoco han sido capaces de alcanzar ese estado. ¡Nacimiento tras nacimiento, pasan meditando cientos de años en los Himalayas, cortando todas las conexiones mundanas y aun así, no pueden conducir su mente hacia su propio ser durante 20 minutos! Ese es el drama de la raza humana. Ese es el drama de la mente que todos tenemos.

Así pues, Él dijo que es importante que pongamos algo de esfuerzo, y luego les dijo a los estudiantes: “Verán, esta es una gran oportunidad. Manushyatvam: tienen este nacimiento humano; Mumukshutvam: ustedes saben que también tienen el deseo de redimirse a sí mismos; y Mahapurusha Samshrayah: tienen también la compañía de los más nobles”. Ustedes están en buena compañía, están en la compañía de Dios. Si no puede suceder ahora, entonces díganme, ¿cuándo puede suceder? Si no puede suceder de esta manera, entonces, ¿de qué otra manera puede suceder?, yo me pregunto.

Creo que todos debemos patearnos desde atrás y saltar al abismo. Si Swami no nos empuja lo suficiente, debemos empujarnos a nosotros mismos para hacerlo y deshacernos de todo tipo de apegos, ideas, egos, etc. Estoy muy agradecido con Swami. Él me ha empujado a varios precipicios; los precipicios de mi trabajo, los precipicios de mis apegos, los precipicios de mis ideas, de mi individualidad, de mis amistades, de mis asociaciones. Me ha empujado a cada precipicio que Él no quería que yo estuviera sentado gustosamente. Y cada vez que caí, tuve miedo. Pensé: “Este es el fin, esto es todo”. Pero cada vez, antes de que tocara fondo, he despegado y sobrevivido a cada caída. Entonces, estoy aquí, en verdad, desde lo más profundo de mi corazón. Hoy me siento tan redimido, me siento tan libre. Las prendas de vestir que uso no son mías, alguien me las ofreció. La comida que ingiero no es cocinada por mí o procurada por mí, alguien la cocina y me la ofrece por amor. El lugar donde vivo no es mío, alguien lo hizo para mí y me lo ofreció para que yo me quedara. Los zapatos que uso no son míos, alguien me los ha ofrecido. Literalmente, no hay nada que pueda llamar de mi propiedad, aun así, tengo todo lo que pueda necesitar. Sin preguntar, las cosas aparecen. Sin que lo pida o incluso sin que me esfuerce por conseguirlo, todo viene a mí.

¡Esta vida es tan asombrosa! Y entiendo completamente la forma en la que Swami vive. Él nunca poseyó nada, pero tuvo todo. Y Él era tan feliz porque no tenía ningún apego. Incluso si ustedes obtienen una lapicera, una buena lapicera y la colocan en su bolsillo, surge un pequeño apego hacia la misma. “¡Oh, tengo una lapicera, es una Mont Blanc!”. Solo debo decir, y puede sonar rudo, pero realmente tengo lástima por aquellas personas que quieren una cosa o la otra, porque puedo comprender cuán desagradable debe ser su vida. Porque están todo el tiempo pensando en eso, preservándolo, protegiéndolo, preocupándose por él. ¡Oh, eso es tan, pero tan doloroso, el pensar en esas nimiedades a diario y preocuparse por ellas! ¡Pueden poner su mente en algo mejor! Esto es lo que pienso ahora, ¡pero no pensaba de esa manera hace unos años atrás! Yo también estaba preocupado y había hecho mis planes de que debía ganar lo suficiente y guardarlo en una buena cuenta bancaria como un depósito fijo gordo, luego saldrían los intereses del mismo y así podría salir y hacer el Seva de Swami. La mayoría de las personas hacen eso.

Una persona le dijo a Swami en Canadá: “¡Swami, por favor, dame más dinero!” Swami dijo: “¿Por qué?” “Para poder hacer más Seva”. Y Swami dijo: “Haz más Seva y te daré más dinero” (Risas). Es el mismo problema. Tú enséñame a nadar y yo saltaré al agua. Swami dice: “Salta al agua y Yo te enseñaré a nadar”. La mayoría de las personas hacen eso. Pero Swami da el ejemplo: “Miren a Narasimha Murthy, ¿qué cuenta bancaria tiene? Miren a Sreenivas, ¿qué riquezas tiene? ¡Pero miren sus manos, los millones y millones que fluyen de ellas, y aparecen tantas instituciones y ocurren tantas cosas! Eso es tener abundancia en sus manos. Eso viene únicamente a través del desinterés”, dice Él. Díganme ustedes: ¿Por qué Swami nos mima? Ya tenemos demasiados apegos y no podemos crecer a causa de ellos. ¿Y luego quieren que Swami les otorgue más apegos y les haga más difícil elevarse? Él no les atará más piedras a sus pies para que no puedan volar. Él quiere que ustedes vuelen. Obviamente, al continuar cortando todos estos apegos, se sienten muy dolidos. Pero esa es la verdad. Es tan maravilloso vivir sin miedo y de manera desinteresada. ¿Y saben? Es tan fácil. Antes, me hubiera importado, porque en aquel momento decía cosas como: “¡Oh, Dios mío! ¿Yo dije esto? ¡Oh, el pago del seguro! ¿Hice eso? ¡Oh, esto! ¡Oh, aquello!” Y en ese minuto puede que estén pensando en cien cosas. Pero cuando no tienen nada de su propiedad y dependen totalmente de Dios y de nadie más, ¡qué orgullo es depender de Dios! ¡Qué bien te sientes! ¡No depender de personas mundanas o de sistemas de soporte insignificantes que caerán en cualquier momento sin advertencia! Y ustedes todavía dependen de todo eso. Pero cuando dependen de Dios y simplemente hacen lo que Él dice, Él dice: “¡Salta!” y ustedes saltan. ¡Es tan divertido, tan emocionante! Es una gran aventura que uno tiene que experimentar para conocerlo. Puedo decirles esto con estos ojos brillantes y con toda mi emoción porque yo lo he experimentado. He salido de todos estos miedos: “¡Oh! ¿Qué sucederá mañana? ¿Qué sucederá pasado mañana? ¿Qué sucederá conmigo?” ¡Una vez que se desprendan de todas estas cosas y se vuelvan valientes, se convertirán en un ave en el cielo! ¡Esto es tan hermoso!

Swami era el mejor, espiritualmente hablando, en los Himalayas, debido al lugar, la situación, la compañía de las personas. De alguna manera, esto catapultó a Swami dentro del más alto nivel al que pertenece y Él descendió porque necesitamos aprender. Se comportó de manera filosófica todo el tiempo. Entonces, el momento en que Swami ingresó a Su habitación en Rishikesh y observó el Ganges fluyendo desde la ventana, Él entró en un estado de extrema felicidad. “¡Mira el Ganges!”, decía como un niño. “¡Mira el Ganges, cómo fluye tan desinteresadamente!“ No le interesa quién bebe de él, quien se avalanza sobre él.. No le interesa. Su única esperanza, su único objetivo, su único propósito es: “Mientras más rápido llegue al océano, más feliz seré”. No hay nada más que la Madre sepa. Ella solo quiere alcanzar el océano y convertirse en él. De esa manera comentaba. Y en ese momento, todos parecíamos aves enjauladas que han estado cantando. Él dijo: “Miren los Veda Patashalas, de esa manera ustedes continúan cantando. No sé cuánto entienden lo que están cantando. Incluso un loro cantará si le enseñan cualquier cosa. El loro también cantará los Vedas, pero, ¿los comprende? ¿Se beneficiará de ellos? Desafortunadamante, el loro imita el sonido de un teléfono, de un automóvil o la voz de alguien, y todos aplaudimos: ‘¡Oh, qué hermoso loro! ¡Qué bonito que imita!’ Y el loro se siente muy feliz de estar en la jaula. ‘¡Oh, todos me aprecian! Estoy feliz en mi jaula’. Eso es lo que nos sucede. ‘¡Oh, tiene otro nuevo negocio! ¡Muy bien hecho!’ ‘¡Oh, tiene un automóvil grande! ¡Oh, qué logro tan maravilloso!’ ‘¡Oh, tiene otra posición, otra distinción, otro galardón, él ha crecido, su familia ha crecido!’. Todo el mundo aplaude cuando estás tan feliz de estar en una jaula, olvidando que tu lugar se encuentra en el cielo”. Esto es lo que Swami dijo. Continuamos imitando a los demás como loros. ‘Tú hiciste esto, yo también quiero hacer eso’. ‘Tú hiciste aquello, yo quiero hacerlo mejor’. ¡Y cuando el mundo alrededor nuestro nos aplaude por nuestros logros absurdos, nos sentimos tan contentos y felices, olvidando quiénes somos! Estamos felices con nuestras alas cortadas, comiendo cualquier cosa que nos ofrecen, olvidando la amplitud del cielo, olvidando nuestra libertad, y somos felices en nuestras jaulas doradas. Pero luego Swami abre la puerta y dice: “Sal. Tienes que volar. Este no es el lugar al que perteneces. Este no es el lugar donde debes estar”. Y nos dice: “Sal de ahí”. Pero entonces no habrá nadie que nos aplauda por eso. Nadie lo apreciará. “¡Oh! ¿Te volviste espiritual? ¿Te convertiste en monje? ¿Te convertiste en Sannyasi? ¿Abandonaste todo apego? ¿No te interesa el mundo? ¡Oh, muy bien hecho!” Nadie va a aplaudir. Y nosotros tampoco queremos hacerlo porque no habrá nadie para apreciarlo. Desafortunadamente, vivimos en esta falsa pretensión de ser felices, y nunca somos verdaderamente felices.

Esto es lo que Swami estaba diciéndole a Narasimha Murthy y a Sreenivas quienes también estaban entrando en la habitación. Pero cada palabra que escuché de Swami, pude sentir cuan profundamente las siente. Él siente que todos deben luchar por realizarse a sí mismos. Y esto no es posible, acabo de decirlo, no pueden estar en la tierra y en cielo al mismo tiempo. Si abandonan la tierra, luego pueden volar en el cielo. Eso es lo que Él dice. Entonces, es hora de que abandonemos la tierra y volemos por el cielo. Es hora de que liberemos nuestras jaulas y nos importe un bledo sobre lo que los demás piensen de nosotros. Ya sea que nos aprecien o nos ridiculicen, debemos extendernos hasta el cielo. Y existe un momento ahora y existe un momento aquí. Y como he dicho, si nosotros, de billones de personas que habitan la tierra, luego aquellos que conocieron a Sathya Sai Baba, aquellos que creían y comprendían que Él era Dios, y aquellos que vivían en Su proximidad física y ahora un puñado de nosotros a quien Él nos ha colocado tan cerca, espiritualmente hablando; si no nos ponemos a la altura de las circunstancias, si no hacemos lo que Él quiere que hagamos, ¿cómo deberíamos denominarnos a nosotros mismos?

Swami dijo el otro día, algunos niños estaban allí. Estaba este Swamiji del Parmarth Niketan Ashram, Sri Chidanand Saraswati-ji. Swami le pidió que hablara con Sus alumnos, y les habló, y mientras terminaba su charla, Swami caminó hacia esta área donde él estaba hablando, y todos se levantaron. Y Swami, humildemente expresó, “Oh, ¿te molesté?” Swamiji Chidanand dijo: “No, no, Swami, ¿cómo puedes molestarnos?”

Entonces, Swami preguntó, “¿De qué estabas hablando?” Él dijo, “Les estaba diciendo que he sido Chidananda Swamiji”. Desde los ocho años ha estado en la búsqueda de Dios. Ya saben, él ha pasado por tremendas austeridades, ha ido de cueva en cueva, ha ido detrás de su Guru por todas partes, vivió en las circunstancias más difíciles, ¡sólo para estar con Dios! Él dijo: “He ido de cueva en cueva, me he ido detrás de Gurus, he estado allí, he hecho eso, ¡todo! Pero aun así puedo decirles que sus estudiantes son más afortunados que todos nosotros aquí”, dijo. Viniendo directamente de un Swamiji que ha vivido toda su vida en la búsqueda de Dios, es asombroso. Él dijo: “Ustedes son los más afortunados, porque lo que han conseguido, nadie lo ha conseguido”, les dijo a los estudiantes. Él dijo: “Son muy afortunados”. Y luego, cuando regresamos y algunos estudiantes estaban rezándole a Swami, Swami repitió esto, comentando lo que Swamiji había dicho: “Son los más afortunados, pero si no aprovechan esta oportunidad, siendo tan afortunados, entonces son los necios más afortunados”, dijo. “Porque son afortunados, pero son necios”.

Eso es lo que le dijo al maestro allí, que los estudiantes no se dan cuenta. Lo mismo para todos nosotros también, cada uno de nosotros. Si no nos damos cuenta, entonces somos los necios más afortunados.

Cerraré esta charla con un pequeño poema que nuevamente mencioné en el libro, y eso realmente me hizo ir una y otra vez sobre él y cada palabra escrita por Swami. Creo que ha sido traducido por Kasturiji, porque este inglés es el inglés de Kasturiji, la traducción del mismo. Es tan hermoso, y lo escribí, porque cuando supe por qué Él me estaba cambiando, aunque no estaba dispuesto, como dije, a saltar, Él me empujó desde muchos acantilados y me hizo volar a cada momento, eliminando todo el miedo y las aprehensiones. ¿Por qué me hizo esto? Y esto es lo que Él hará con cada uno de nosotros, tarde o temprano, estén preparados. Cuanto antes acordemos con Él y mientras más cooperemos, más fácil será la caída. Mientras menos cooperemos, lo haremos difícil, eso es todo. Entonces, este es un poema, “Cuando me dijiste ‘sí’ a Mí”. Es un hermoso poema, y lo leeré antes de cerrar. Dice:

“Cuando me dijiste ‘sí’ a Mí

Renunciaste al derecho a ser como todos los demás.

Es por eso que atraes experiencias hacia ti

Que te limpiarán de aquello

Que no se ajusta a lo que eres.

Una y otra vez,

Hasta que te haga ver que el pasado ya no funciona,

Te desafío y te tiento con tu pasado todos los días,

Para que puedas ver que el pasado es la última ilusión.

Cuando me dijiste ‘sí’ a Mí

Me entregaste tu cuerpo, tus pensamientos, tus acciones.

Cuando ellos no se adapten al nuevo tú,

La incomodidad será insoportable.

Es así cada vez, hasta que realices esto plenamente.

Entonces, y sólo entonces, abandonarás por completo el deseo,

Porque ésta es la única forma en que el hombre aprenderá.

Muy rara vez aprende por tranquilos recordatorios.

Los deseos y las trampas del hombre se colocan allí

Para que Yo pueda hacer Mi trabajo.

Cuando te des por vencido completamente, las tentaciones se desvanecerán.

Nunca renunciaré a tí.

Cada caída será más difícil de soportar

Y menos fácil de remediar

Te cansarás de tus necedades,

Porque te amo.

Y ya sea que estés totalmente consciente de ello o no,

Me dijiste ‘sí’ “.

Este es el poema de Swami, y es realmente provocador. Todos tienen que decir ‘sí’ a Swami en algún momento. “Swami, sí, te pertenezco. Soy tuyo”. Y luego tomar el vuelo. “OK, tu mente tiene que ser como Yo”. “De acuerdo, déjame sacar todo lo que no soy Yo en ti”. Y entonces comienza el dolor: “Oh, no hoy. Quizá mañana. Déjame intentar escapar de Tu control”. Pero, afortunadamente, San Francisco de Asís también contó otra cosa que debo decirles. Él dijo: “Dios es como un halcón”. Una vez que atrapa a su presa, nunca la abandonará”. Así que espero que Su control sobre nosotros no se resbale, porque definitivamente nos deslizaremos. Pero su agarre debe ser firme sobre nosotros, e incluso si chillamos, lloramos y resistimos, Él no debería dejarnos. Él debería continuar manteniéndonos en Su abrazo, en Sus garras, y garantizar que lleguemos a nuestro destino, donde sea que nos lleve.

Esta es la historia de cada buscador, por lo que yo entiendo. Y la voluntad de dejar ir todo y dejar sólo a Dios es la cualidad más importante si queremos estar cerca de Swami y realizarnos en Él y Su verdadero Ser en nosotros. No seamos más como esas moscas necias revoloteando alrededor del vaso de jugo. Pero permitámonos saltar, zambullirnos directamente en el jugo y convertirnos uno con él. Como el Ganges que fluye desinteresadamente, ansioso por fundirse en el océano y nada menos. Así nosotros también debemos fluir desinteresadamente, servir y beneficiar a muchos en el camino, y al mismo tiempo marchar y fundirnos en nuestro ser, que es lo que Dios es. Y Él está aquí, trabajando incansablemente, preparándonos para eso, alentándonos, guiándonos, a veces incluso empujándonos hacia eso. No nos resistamos. Permitamos deshacernos de todo lo que no es Él en nosotros, de manera voluntaria y alegre. Tomemos nuestro primer vuelo en la extensión del cielo. He tomado algunos vuelos, lo sé. Él me ha otorgado algunas veces una visión de eso, un sabor de esa experiencia divina, el Ser Divino. Y luego, si tuviera la elección o una opción, nunca me hubiera gustado volver. Y cuando le dije: “No quiero regresar, quiero permanecer en ese estado, es tan maravilloso”, Él dijo: “No, tienes trabajo. Conservaré esta experiencia de bienaventuranza y experiencia divina suprema como una joya preciosa en una caja para ti, y guardaré la llave. Y cuando acabes Mi trabajo y hayas terminado con todo lo que quiero que hagas, entonces abriré la caja y te la devolveré. Hasta entonces es tu propiedad bajo Mi custodia “, dijo. “Y algún día te la devolveré, una vez que hayas terminado tu trabajo para Mí en este mundo”. Por lo tanto, estoy deseando terminar mis tareas lo antes posible y regresar a esa experiencia, porque es incomparable. Todos los placeres, todas las atracciones, simplemente se desvanecen. Es como un sol brillando y todas las pequeñas lámparas no significan nada frente al sol brillante. Del mismo modo, este Atmanubhava, la experiencia del Ser, es tan, tan, tan dichosa que realmente no quieren probar nada más. Pero sólo le puedo decir a Swami que como un loro, me quedo todo el día diciendo: “Quiero realizarme, quiero realizarme, ¡Swami, hazme como Tú, hazme como Tú!”. Pero tuve la suerte de que Él se ocupara de eso, no le gané al resistirme. Él se encargó de eso, Él me venció y tomó cuidado de que yo no me interpusiera en Su camino, que no me convirtiera en un obstáculo en mi propio progreso. Y Él se llevó todo eso, encargándose de que estuviera marchando hacia adelante.

Y estoy feliz de ello, y me encantaría ver muchos más a mi alrededor, todos juntos volando como una bandada de pájaros en el cielo. Todo ese Atman, que es para lo que estamos aquí. Y nos liberaremos de todas nuestras jaulas, ya sean de oro, plata, diamantes, no importa, porque eso no es lo que deberíamos hacer y no es adonde pertenecemos. Entonces nos entregamos a Swami y le decimos: “Es todo tuyo, todos somos tuyos, haz lo que quieras, haz lo que sientas. Y no voy a resistirme, no seré un dolor para Ti haciendo tu trabajo”. Creo que si volvemos a ese sentimiento, este sincero anhelo, entonces todos tendremos vidas maravillosas. Más que ello, Swami se sentirá tan satisfecho, se sentirá tan feliz. Entonces, para Su felicidad y para nuestra felicidad – que proviene de ella, eso es entrega y dejar ir, y dejar a Dios hacer.

Muchas gracias. Probablemente tenemos unos minutos, ¿verdad? Entonces, algunas preguntas, porque antes también la gente decía que quería preguntar. OK.

PREGUNTA: (Inaudible)

MADHUSUDAN NAIDU: Lo que Swami dice es: “Contemplen en el Ser”, y repitió las oraciones “Aham Brahmasmi“, “Tat Twam Asi“, “Sathyam Brahma“, “Ayam Atma Brahma“, estos son Mahavakyas de los Vedas. Y deberían contemplar en el pensamiento “Yo soy Dios, soy divino” y dejar que ese pensamiento permanezca en su cabeza durante todos los veintiún minutos. Entonces, se convertirán en ese pensamiento. Serán ese pensamiento. Sin embargo, para comenzar, no todos pueden iniciar con un pensamiento, entonces hay varios tipos de meditaciones. Se pueden concentran en su dedo pulgar, en una lámpara o Jyothi, o en una foto, o en una forma de Dios. Así que hay un comienzo lento. Es como alguien que tuviera que correr una maratón. El primer día no puede levantarse de la cama y comenzar a correr, no llegaría ni a la mitad de ella. Entonces, ¿qué hace? Va adquiriendo algo de resistencia, algo de fuerza, se entrena, y después de un tiempo, una y otra vez, él puede correr más. Por lo tanto deben comenzar la concentración, la contemplación, tratar de sentarse el mayor tiempo posible, manteniendo la mente enfocada en algo, ya sea una foto, ya sea un nombre, un pensamiento. Pero la meditación de pensamiento es el tipo más elevado de meditación.

Hay meditación en una forma, o un nombre. Pueden hacer japa o mantener una forma, y luego tomar la forma y tenerla en su mente. La misma forma de Swami, o Vishnu, o Krishna, o a quien sea que amen. Primero miran en la foto y luego tratan de verla dentro de ustedes. Esa es otra forma de meditación. Pero lo más elevado es la meditación de pensamiento, cuando Swami me enseñó. Medita en un pensamiento. ¿Y cuál es el pensamiento? “Aham Brahmasmi“, yo soy Dios. Pueden sentarse y meditar sobre el pensamiento “Aham Brahmasmi“, esto puede llevarlos allí. Para mí, la primera experiencia que tuve cuando los estudiantes cantaban “Nirvana Ashtakam” de Shankaracharya, también se llama “Nirvana Shatakam“, que dice “Mano Buddhi Ahamkaram Chittani Naham“. Entonces, para mí fue solo un accidente. Alguien estaba cantando esto y yo comencé. Yo estaba sentado en un rincón y sólo contemplaba el significado de este pensamiento: “Mano Buddhi Ahamkaram Chittani Naham“, yo no soy la mente, no soy el ego, no soy la conciencia, el Chitta, ¿cómo se llama?, no conozco la palabra en inglés. O “Na Ca Shrotra-Jihve“, no soy el sentido del oído, el tacto, el gusto, el olfato; como Shankaracharya afirma en sus seis coplas, diciendo: “No soy nada de esto”, lo que soy es “Chidananda Swaroopa Shivoham Shivoham“. Yo soy el Chidananda Roopa, el siempre consciente, el siempre dichoso Shiva. Eso es lo que soy. Así que alguien estaba cantando esta copla y otro muchacho estaba tocándolo en el armonio y yo estaba sentado en la habitación en la esquina. Simplemente estaba sentado, pensando en el significado de estos versículos, y de repente, sin mi consentimiento, me deslicé en un estado determinado. Primero vi hermosos colores, y luego nada. Y no sé, pero se sintió como si hubiera estado allí por mucho tiempo, pero cuando terminé, los versículos apenas acababan de terminar. No fueron siquiera tres o cuatro minutos. Pero eso fue un pensamiento, creo que es la meditación de pensamiento de la que Swami habla. Tomen un pensamiento y mediten sobre eso y manténganlo. Yo contemplé en el pensamiento “Chidananda Roopa Shivoham, Shivoham” – Soy Shiva – “Chidananda Roopa“, no soy todos estos objetos sensoriales, los órganos de los sentidos y todo esto. Creo que esto ayudó en ese momento. Y lo intenté varias veces, eso fue muy fácil, Swami dijo: “Solo te daré una vislumbre de eso, para que lo anheles”. ¡Pero ya no es fácil! Porque lleva tiempo. Pero cuando estamos en buena compañía y somos más puros en lo que sentimos, es muy fácil llegar a eso. Muy, muy fácil. Cuando tienen una muy buena compañía y sus pensamientos son intensos, todos a su alrededor son muy devotos. Creo que Ramakrishna Paramahamsa acostumbraba hacer eso. Solía llamar a la gente y decirles: “¡Canten!” Y luego el cantar solía detenerse. Entonces creo que un pensamiento es una meditación muy poderosa. Swami dice: “Un pensamiento es una meditación muy poderosa”.

Así que probablemente he aprendido de esta manera, accidentalmente. Pero Swami le ha dicho a muchas personas que hagan japa, y con cada cuenta del rosario, y cada nombre, piensen en esa forma de Krishna o la que sea que estén cantando. Entonces sus mentes empiezan a aprender a mantenerse enfocadas en un solo lugar. Y poco a poco, a medida que mejoran y mejoran en eso, algún día, ¡simplemente se deslizarán hacia el otro lado! Tienen que mantenerse esperando y hacerlo hasta que suceda. Entonces, creo que es así.

¿Sí, señor?

PREGUNTA: (Inaudible)

MADHUSUDAN NAIDU: Sí, definitivamente tomaré su sugerencia, es valiosa. Es por eso que sigo hablando ahora, porque he experimentado algo, así que sigo compartiendo. Pero saben, sucede muchas veces. Existe el movimiento y existe la misión. Un movimiento es una forma no estructurada e informal de adherirse a un pensamiento o una idea, y trabajar para lograrlo; mientras que una misión es algo muy estructurado y por eso todas las reglas – estas son necesarias, al igual que las reglas de tráfico son necesarias para mantener el tráfico en marcha. Pero no deberíamos perder el propósito de porqué estamos en una organización. Es por eso que Swami nos dice constantemente: “Están tan ocupados trabajando para Mí que me están olvidando a Mí en el proceso”. Entonces, creo que en algún lugar, nos alejamos. Pero Swami siempre estuvo rugiendo desde lo alto del podio, ya saben, siempre ha dicho: “¡Eres Dios! Divyatma Swarupulara! ¡Tienen que buscar a Dios! ¡Tienen que realizarse a sí mismos!”. Él lo ha dicho cualquier cantidad de veces. No hay duda de ello. Pero ya saben, para algunos hizo un clic, para otros no. Para algunos, algo más. Así que, ahora como lo veo, Swami es mucho más enfático en esta etapa, que no pueden hacer sólo todo servicio, servicio y ningún esfuerzo para realizarse a sí mismos. No hay más, porque Él no le dio más posiciones a nadie, no creó jerarquías. Él dice: “Todos son iguales a Mí”. Y eso ha hecho una gran diferencia. Así que recientemente tuvimos una bonita reunión o encuentro de todas las Fundaciones en el mundo. En este momento que Swami ha establecido todas estas Fundaciones en los últimos cinco años, y luego todos se juntaron, alguien preguntó: “Swami, entonces, ¿quién va a ser el presidente de esta Federación?”. Swami dijo: “¡Ningún presidente! ¡Tengo suficientes presidentes! Todos son iguales. Todos son iguales. Todos pueden trabajar entre sí, pero nadie debe trabajar para otro. Trabajen todos juntos”.

Así que Swami también ha realizado ese pequeño cambio en la forma en que están las cosas ahora, pero yo diría que sí, debo decirles a los estudiantes, que este es el momento adecuado, porque todavía hay muchas cosas que tienen que pasar por nuestras cabezas. Y antes de que todo esto suceda, este es el momento en que pueden despegar, antes de que se amarren demasiadas piedras a sus pies y se recorten sus alas, entonces ya no podrán volar. Este es el momento de despegar. Así que nos gustaría ver a nuestros alumnos no solo como Tyagajeevis (renunciantes) o Sevaks (servidores), sino también como Jeevanmuktas (liberados en vida) realmente, ya saben, caminando intrépidamente como leones, sin miedo a nadie. A Él le gustaría ver a nuestros estudiantes, a cada uno de ellos, convertirse en un león, porque Swami dice: “No olviden que son cachorros”. “No son ovejas, incluso si se pierden en un rebaño de ovejas, ¡son cachorros!”. Creo que es hora de que los estudiantes comiencen a tomarlo en serio. Shraddhavan labhate jnanam, “Cualquiera que sea sincero obtiene sabiduría”, dijo Swami; este es el momento. Pongan un poco de esfuerzo, el esfuerzo es un deber. Y Swami está ahí para atraernos muy rápido, ahora, si damos un pequeño paso hacia Él, Él dará cien pasos. Pero debemos tomar esto muy en serio, y actualmente Swami también es muy serio acerca de los estudiantes, y Él sigue hablando de eso. A esta edad de los estudiantes, ya saben, Swami habla sobre Advaita, Atma Gnana. Algunas veces, Swami solía decir: “La gente se ríe y piensa: ‘¿Quién es este Sathya Sai Baba hablando con estudiantes tan jóvenes?’”. Pero luego dijo: “Aquellos que realmente alcanzaron a Dios fácilmente fueron Prahladas, Nachiketas, Dhruvas y Markandeyas. Todos eran jóvenes. Pero lo pueden hacer muy rápido porque todavía no tienen sus cabezas obstruidas con otras ideas fantasiosas del mundo, por lo que es fácil para ellos, los obstáculos son menores. Entonces, aprovechen estas oportunidades. Hay muchos estudiantes sentados atrás, también. Y créanme, no es que si hacen esto no pueden hacer otra cosa. Miren lo que Swami está haciendo, lo que está haciendo a través de todas las personas. ¡Mucho más está pasando! Y también, una palabra para los estudiantes, porque este tema es muy querido para mí. Mucha gente dice: “Quiero ir y convertirme en un hombre del ejército, combatir contra los enemigos en la frontera y traer gloria al país”. Luego, otro dice: “Quiero convertirme en un oficial del IAS (la alta administración) y establecer orden en todo el sistema, remover la corrupción, eliminar esto o aquello”. Entonces algunas personas dicen: “Quiero ser médico, ir al rincón más remoto de la Tierra, tratar a los pacientes y … “. Todo el mundo quiere ser un héroe. Pero nuestras escrituras describen al héroe como el que va por el Atman y por nada más. Eso es heroísmo según la cultura india.

Entonces, si realmente quieren ser un héroe, sean un héroe de ese tipo, “Atmano Mokshartam“, quien se libera a sí mismo, “Jagat Hitaya Cha” y también libera y emancipa al mundo entero junto con él. Swami dijo: “Si se levantan como el Sol en el cielo, no tienen que hacer nada, su presencia en sí misma cambiará todo. No tienen que hacer nada, simplemente elevarse”, ha dicho. Cuando alguien dijo: “Swami, me estoy enamorando de Ti”. “¡No te enamores, elévate en el amor!”, dijo. Levántense como soles espirituales en los cielos espirituales, y el mundo entero se cuidará a sí mismo. Su presencia misma será redentora, esto es lo que Swami espera de nosotros. Cada uno de nosotros, especialmente de los estudiantes, porque habiendo invertido tanto, hay tantas esperanzas que Él tiene en todos ellos. Y tienen que levantarse, no hay otra opción. Si creen que hay una opción, que pueden o no pueden ser Dios, olvídense. Tienen que serlo, no hay otra opción. Solo hay una manera, hay un solo camino hacia adelante: ser Dios. No hay otra manera, no hacia los costados, no hacia atrás. Así es como uno debe pensar. Uno debe quemar todos los botes, quemar todos los puentes, no hay marcha atrás desde donde hemos llegado. Ir hacia adelante, no hay camino hacia atrás. Así es como todos deberían pensar, y la mayoría de los estudiantes también deberían pensar. Swami tiene muchas esperanzas, así que no deberíamos decepcionarlo. Eso es muy, muy importante. Sean un héroe de esta naturaleza espiritual, ya saben.

Cuando todo esto comenzó y un estudiante, un amigo mío, me llamó para ridiculizarme: “¿Qué tonterías estás haciendo? ¿Qué sigues diciendo que Swami te habla y haces esto y haces aquello? ¡Qué desperdicio de tu tiempo, no engañes a la gente!”. Y todo eso. Saben, me sentí muy mal. Y luego, no sé de dónde vino esta respuesta, pero le dije: “Mira hermano, en el último año, algunos de mis amigos se han casado y sus fotos están en todo el Facebook; otros tuvieron un hijo, y también están celebrando en todo el Facebook; algunos de mis amigos han obtenido promociones, y lo están festejando en las redes sociales; algunos compraron un auto más grande, una casa más grande, obtuvieron una mejor posición; todo esto le pasó a muchos amigos. Pero aquí estoy. No sé si Swami me habla o yo hablo con Swami, o qué pasa. Pero estoy orgulloso de que este último año no haya gastado para obtener un ascenso, ni una esposa, ni una familia, ni un puesto, pero he estado ayudando a establecer un hospital. Este año, quinientos niños han sido salvados. ¡Ese es mi logro! Se han abierto dos escuelas y se han admitido a cientos de estudiantes. Y ya no estarán en la calle. No serán mendigos, no serán una carga para la sociedad. Se mantendrán por sí mismos e incluso ayudarán a otros. ¡Ese es mi logro para este año! Y si crees que todo esto es un desperdicio, todo esto es una tontería y un fraude, entonces déjalo ser. No me importa”. Esto es lo que le dije por teléfono. Este es mi logro, este es mi heroísmo. Estoy feliz, orgulloso, puedo golpear mi pecho y decir que he pasado mis últimos cinco años con verdadero propósito. En los últimos cinco años, mis amigos sólo consiguieron actualizarse de un Maruti a un Mercedes, de un departamento de dos habitaciones a una villa, de una familia de dos a una de cuatro, quizá visitaron algunos lugares en el mundo y obtuvieron más recompensas para sus bolsillos. Ese es su logro, eso es todo de lo que pueden jactarse. Y tengo que mirarlos a todos con … no quiero decirlo, pero con pena. ¡Qué desperdicio de cinco años divinos! Eso podría haber ayudado tal vez a salvar a muchos niños en algún lugar, ayudar a alguien más en otro lugar, si tan solo hubieran decidido hacerlo. Entonces, estoy muy orgulloso. Y cada vez que alguien pregunte: “¿Qué lograste?”, les diré con orgullo a todos mis amigos – aunque ahora ya no me hablan, ¡eso es algo bueno! Pero si me hablaran, si alguna vez me llamaran, o se atrevieran a llamarme, voy a darles esta respuesta: “Soy un héroe, porque hice esto. Elegí a Dios sobre todo lo demás. Y eso me ha ayudado a lograr tanto … si puedo llamarlo como mi logro, un término muy mundano… Sólo para decirles. ¡Estoy tan feliz y orgulloso! Quiero que cada uno de mis hermanos se sienta así de orgulloso. Al final de sus vidas deberían mirar hacia atrás y decir: “¡Oh, esta es una vida digna de ser vivida!” Esta es realmente una vida en que hemos vivido cada momento, hemos disfrutado y pasado de la manera más útil. Ese es el orgullo con el que nuestros estudiantes deben ponerse de pie y decir esto. Por supuesto, esto se aplica a todos. Este es el tema, ya que los estudiantes llegaron, sólo les digo a ellos.

¿Hemos terminado con el tiempo? Cinco minutos. Una pregunta. Ok, la señora de allí…

PREGUNTA: Sai Ram. Sai Ram, señor. ¿Podría decirnos estas dos cosas? La primera es a qué hora se levanta cada mañana, y la segunda es cuál es su práctica espiritual, ¿qué es lo que Swami le dijo que hiciera realmente, en secuencia? Gracias.

MADHUSUDAN NAIDU: Debido a que viajamos por el mundo la mayor parte del tiempo y nuestros tiempos siempre son diferentes, entonces realmente no hay un momento específico en el que me despierto todos los días, como, ya saben, antes de que cante el gallo. No es así. Algún día estoy levantado a las seis, a veces estoy retrasado, a veces estoy cansado, incluso me despierto a las siete y media. Depende de lo que hicimos el día anterior. Si viajamos, hablamos, o estuvimos con mucha gente, nos cansamos. Inicialmente, cuando comencé en este camino, los primeros meses Él fue muy, muy estricto conmigo. Él venía y me despertaba alrededor de las cuatro y media, cuatro cuarenta y cinco. Me despertaba, independientemente de si me acostaba a las dos o tres, sin importar lo que hubiera hecho el día anterior. Él estaba ahí. Y me hacía pasar por ciertas prácticas. Hacía que me lavara la cara, los pies, todo, sentarme en una estera, como todos los días, encender la lámpara, y me pedía que cerrara los ojos y meditara. Y Él hablaba, entonces mi meditación era sólo escuchar lo que estaba diciendo. Era como una meditación guiada. Lo hacía todos los días durante casi cuarenta y cinco minutos por la mañana. Luego me pedía que fuera a tomar el té, saliera a caminar, tomara un poco de aire fresco y regresara. Luego me bañaba y después del baño volvía a la habitación de Swami, y hablábamos de algunas escrituras, como el Vivekachudamani (texto de Advaita Vedanta de Adi Shankara). Swami comenzó a enseñarme el Vivekachudamani, juntos discutimos bastantes capítulos, sloka por sloka (versículo por versículo). Sobre el Bhagavad Gita, debatimos bastantes capítulos -todo lo que Él escogiera. Y a veces era sólo un discurso espiritual general de Swami. Entonces eso se extendía por una hora más o menos, luego tomaba mi desayuno. Después del desayuno, me enviaba a hacer un trabajo u otro -cualquier cosa que indicara, todo el día era para Él. Luego volvía a almorzar. Entonces, Swami almorzaba y yo tenía el mismo almuerzo (Prasadam), y luego me pedía que tomara una siesta por la tarde, porque nos habíamos levantado temprano y habíamos pasado el día muy atareados, así que me pedía que tomara una siesta, que incluso hago ahora, media hora de siesta. Después de eso, me levantaba, me preparaba una vez más, y nuevamente estaba al servicio de Swami para hacer lo que Él quisiera que haga. En la noche lo encontraba de nuevo para una conversación personal durante una hora más o menos, en la que Él daba mensajes u orientación, o lo que sea. Estos fueron los días iniciales, porque el trabajo era mucho menos entonces. La mayor parte del tiempo lo pasábamos juntos. Y Él era muy estricto con esto, con lo que yo solía comer, de hecho una vez me dijo: “No comas de la mano de tu madre porque algún apego puede entrar dentro de la comida”. Entonces, Él me decía que tomara leche en ese momento, o comiera una manzana, no comer comida frita, no comer afuera, no aceptar nada de nadie. Tengo mi propia botella de agua, no bebía de ninguna otra botella de agua. Nadie más podía sentarse en mi cama, nadie podía acercarse a mi habitación así como así. Entonces Él puso muchas restricciones en los primeros días, las cuales seguí meticulosamente. Pero ahora, con todo el trabajo expandiéndose y creciendo, Él es muy amable conmigo, diría yo. Él me permite ser, pero creo que aprendí el truco, tuve que aprender eso que Él me enseñó en los primeros meses, y ahora somos libres. Ya es algo muy casual, cuando voy a Su habitación a cualquier hora. Ya saben, hay un momento cada día que nos reunimos para discutir, pero la mayoría de las veces es trabajo, trabajo y trabajo. Cuando es temprano debatimos más temas espirituales. Entonces esos días maravillosos, terminaron. ¡Llamo a esos días “el período de la luna de miel” para mí con Swami! Ahora es solo trabajo y trabajo. Pero de todos modos disfruto, y luego vamos a estos bellos sitios espirituales como los Himalayas, Mathura, Vrindavan, y es entonces cuando escuchas a Swami nuevamente hablar sobre todas esas verdades espirituales, lo que realmente me emociona mucho. Más que este trabajo – por supuesto, el trabajo es emocionante, pero realmente lo que más me entusiasma es cuando Swami habla de esta espiritualidad suprema de una manera sencilla. Él está en su mejor momento, Él es Él mismo. Esa es la parte más increíble para estar con Swami. Entonces, si me preguntan sobre una Sadhana particular, realmente no hay mucho. Sólo estar disponible para Él. Pero creo que estar disponible para Él, eso tomó algo de Sadhana. Ya saben, para dejar ir todo lo que tenía en la mente, sin ideas, citas, nada. Entonces, creo que tomó algo de tiempo, y esa fue la preparación que Él me impuso. Ser nada es difícil, ser algo es muy fácil. Simplemente no ser nada es muy difícil, eso es lo que Swami me enseñó a ser, como parte de la Sadhana.

Lo siento mucho, creo que estamos cortos de tiempo. Tomaré todas estas preguntas la próxima vez, porque hay Bhajans y otras actividades. Entonces, probablemente volveremos a encontrarnos. He decidido que, con el permiso de Swami, una vez al mes podremos

reunirnos para discutir algunos de estos temas espirituales. Entonces, muchas gracias por esta oportunidad. Gracias.

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