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Toda la Creación está en constante evolución. La evolución es un río que busca la manifestación de Dios en la materia. El hombre es el único que puede hacerlo con conciencia. Esta posibilidad de autoobservación, de saberse en transformación, es lo que le permite reconocer su identidad con lo Divino. La pregunta sería qué es lo que el hombre debe mirar para reconocer aquella identidad; la respuesta es simple, la manifestación de sus valores esenciales: Verdad, Rectitud, Paz, Amor y No Violencia.
El hombre vive a través de sus intuiciones, pensamientos, emociones y acciones. La intuición es el elemento clave de su proceso, pues es lo que une sus manifestaciones externas con la fuente, que es su Corazón. Esta intuición unificadora es sinónimo del Amor, pues a través de unir hace coherente la totalidad del ser humano. Y al fluir, ese Amor se manifiesta en los pensamientos dando paso a la verdad en las emociones, la Paz; en nuestras acciones, la Rectitud; y cuando se expande hacia la totalidad es la No Violencia.
Toda nuestra tarea es abrir ese canal de Amor que, además de unirnos interiormente, nos unirá con el resto de la Creación.
El trabajo interior se presenta de múltiples maneras. Existen dos situaciones para considerar: los que llegamos al camino después de haber andado perdidos por largos trechos y sin encontrar nada que valiese la pena. Luego están los que comienzan, los niños. Para los primeros, la tarea es la purificación de nuestras mentes a través del servicio, el círculo de estudios, cantos devocionales, la meditación, todas las prácticas espirituales que ayudan a volver a casa, a encontrarnos con El en el corazón.
El círculo de estudios me permitirá aprender y amar el mensaje espiritual y descubrirlo en mi corazón para desarrollar la Verdad. Con el servicio, descubriré que el otro es parte de la familia a la que yo también pertenezco, la humana y, por lo tanto, es igual a mí, todo lo que haga será desde mi Amor hacia aquella persona y entonces mis actos estarán impregnados por la Rectitud. Con los cantos devocionales y la meditación se purificarán y equilibrarán mis emociones, experimentando la paz. Así nuestra vida va cambiando a partir de que el amor nos va invadiendo y a su vez expandiéndose hacia todo lo que nos toca vivir, pues esa es la ley del Amor, dar y expandirse. Esta es la No Violencia, donde nosotros vamos transformándonos en esa ley y así nuestra vida ayuda a la transformación de la sociedad. Participamos de trabajos, clubes, instituciones de distintos tipos, todos los lugares donde la práctica de los valores humanos ayudarán al cambio no sólo de quienes los experimentan, sino también de quienes lo reciben.
La primera etapa es la propia transformación, luego se dará el cambio de la sociedad. La presencia de Sai Baba, a través de Su ejemplo, nos va preparando a todos.
El cambio social será a través del mejoramiento de nuestros vínculos. Llegará el tiempo en que la compasión, la generosidad, la alegría, la paciencia, el servicio reinen en nuestras relaciones. El camino es la práctica de esos valores humanos que se irán manifestando entre nosotros, de corazón a corazón. Aprovechemos cualquier oportunidad para ponerlos en práctica, en un medio de transporte, en un negocio, en la calle, en el club, en cualquiera de las instituciones de las que tomemos parte. Todos somos agentes transformadores de nuestra sociedad.
Entonces vislumbraremos el despertar de un tiempo aún inimaginable, un tiempo donde la vida será un solo acto de servicio, donde las conexiones sean el Amor. Es la Edad Dorada, el tiempo de Paz que Sai Baba viene anunciando. Entonces comprenderemos finalmente el profundo sentido de la presencia del Avatar.
Practiquen la Rectitud. 2 - Desarrollen la armonía de pensamiento, palabra y acto. Atribuyan valor a sus propias palabras. La Verdad es la vida de una palabra. 3 - No piensen mal. Piensen en lo bueno. No vean el mal. Vean lo que es bueno. No escuchen el mal. Escuchen lo bueno. No hablen mal. Hablen lo bueno. No hagan el mal. Hagan lo que es bueno. 4 - Sigan escrupulosamente la máxima: Nunca hieras, ayuda siempre. 5 - Desechen las dieciséis cualidades malas en el hombre: A) Los seis enemigos internos: deseo, ira, codicia, apego, orgullo, envidia o celos. B) Los ocho tipos de orgullo: del dinero, del saber, de la casta, de la riqueza, de la belleza, de la juventud, de la posición o autoridad y del orgullo espiritual. C) De los dos aspectos: de desasosiego (Rajas) e inercia (Tamas). 6 - Desháganse de apego y de odio. 7 - Vayan en ayuda de los pobres y desamparados. 8 - Entréguense a Dios: A) dedicándole todas sus actividades al Señor; B) considerándolas como el trabajo del Señor; C) emprendiéndolas con una fe inalterable en Dios; D) sin el falso sentir del hacedor; E) y sin una preocupación indebida por los resultados. Mantengan la firme convicción de que nada sucede debido al esfuerzo humano. 9 - No se olviden en ninguna circunstancia de cantar el Nombre de Dios. 10 - Recen siempre por el bienestar de todo el mundo: Lokaa Samastah Sukhino Bhavantu (que todos los seres del mundo sean eternamente felices). |
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