Divina Madre
Una familia musulmana pobre, habiendo oído acerca del joven Sai, llegó a Puttaparthi desde un lugar lejano. Inesperadamente habían perdido un equipaje que contenía todo su dinero, y un niño pequeño los había guiado para llegar a Puttaparthi y les había asegurado que encontrarían refugio allí. A pesar de que pudieron encontrar refugio en el Viejo Mandir, sus mentes estaban fastidiadas por la pérdida del equipaje. Luego de unos días, ese mismo niño les regresó el equipaje perdido, intacto, informándoles que el ladrón había sido capturado, y desapareció de allí antes de que pudieran reaccionar. Ese feliz acontecimiento los hizo sentir cómodos y decidieron quedarse un tiempo más en el Viejo Mandir. Una hermosa joven en este grupo había perdido la voz, debido a un ataque de viruela aguda. El joven Sai tenía Su propia manera de tratar cualquier enfermedad y que no podría ser jamás descrita o comprendida por los expertos médicos. Con una sonrisa, Él le dio un poco de Vibhuti, lo cual no fue objetado por la familia musulmana. Con tan solo un poquito de aquel Vibhuti, ¡ella se retorció de dolor y gritó que era demasiado picante! Al principio se perturbaron, pero dándose cuenta de que había recuperado la voz, estaban encantados. ¡Los devotos nunca habían visto que el Vibhuti materializado por Swami pudiera ser tan fuerte y acre! Cuando los miembros de la familia cayeron a los pies de Swami, por haberle devuelto el habla perdido hace tanto tiempo, Swami roció un poco de agua sobre ella, y ella comenzó a hablar con normalidad. ¿Cuantos habrán visto un tratamiento tan raro, en parte alguna del mundo?
Swami explicó que "las malas acciones de vidas pasadas tomarían muchas formas y tendrían su impacto. Las personas que se oponen a los valores divinos e insultan a los demás, pueden nacer como sordos o mudos, y aquellos que fueron más crueles, nacerían ciegos".
A este respecto, Swami narró una pequeña historia:
"Cuando el Señor Shiva y la Madre Parvathi estaban yendo alrededor de la tierra, vieron a algunas personas disfrutando de la frescura del agua en una laguna. Un niño ciego, sentado en la orilla, estaba disfrutando de la diversión, tan sólo escuchando los gritos de algarabía. La Madre universal, Parvathi, sintió pena por el niño ciego y le pidió a Shiva que le restaurara la visión. El Omnisciente Señor dijo que esto podía ser hecho por Ella misma y la Compasiva Madre le devolvió la visión. El niño saltó de alegría y bailó en deleite. Luego de unos días, cuando Shiva y Parvathi estaban cruzando por el mismo lugar, ¡vieron una multitud angustiada cerca de la misma laguna! El agua de la laguna se había vuelto roja por la sangre, porque las personas que habían saltado a la laguna se habían incrustado en flechas letales. El culpable de todo esto era el niño que había recobrado la visión por la gracia Divina de la Madre Parvathi. Con crueldad y sólo por diversión, él había enterrado flechas filosas en el fondo de la laguna, apuntando hacia arriba. Dolida por esto, Parvathi maldijo al niño para que se volviera ciego nuevamente y le pidió a Shiva que la perdonara. La razón específica por la cual el niño era ciego era conocida por Shiva, y cuando la gracia Divina de la Madre Parvathi no fue respetada ni utilizada apropiadamente, lo peor debía suceder. Dado que Parvathi, sintiendo compasión, le había pedido a Shiva que le devolviera la visión a ese niño ciego, ¡Shiva no había rechazado su pedido! Pero el efecto de Su pedido fue comprendido sólo más tarde."
Por lo tanto, sin la Gracia Divina del Todopoderoso, nada puede ser alcanzado, pero cuando esta es conferida, debe ser utilizada apropiadamente.
Al día siguiente, cuando la familia musulmana pidió a Swami permiso para marcharse, Él no respondió y ellos se quedaron. Mientras tanto, un maestro musulmán huérfano llegó desde Ananthapur. Él era un devoto y un asiduo visitante del Ashram. Cuando Swami lo vio, lo llamó ‘novio’, y él abrió sus ojos en asombro. Swami lo presentó a la familia musulmana y les dijo que era un buen candidato para la joven. Ellos estaban aún más complacidos por este nuevo giro de los acontecimientos y el casamiento se fijó en la Presencia de Swami. El joven Sai podía llevar a cabo muchas cosas de un solo golpe, y en unos momentos todo cambiaría. ¡La forma en la que devolvió el habla a la joven, cómo hizo la alianza matrimonial, aliviando a la familia de la dificultad del matrimonio, y cómo recompensó al maestro huérfano con una novia adecuada, los hizo a todos felices! Los nectarinos Juegos Divinos del joven Sai eran muy extraños y profundos."
Una anécdota del Libro ‘Divine Games of Bala Sai’ / ‘Juegos Divinos del Joven Sai’, del Sr. Krishna Kumar (de la familia Kuppam, hermano de la Autora del Famoso Libro ‘Fuera de Ti No Hay Refugio’).
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