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viernes, 9 de febrero de 2018

SAI SATSANG_No se dejen llevar por lo que otros piensen o digan. Déjense llevar por lo que su corazón les diga.





No se dejen llevar por lo que otros piensen o digan. Déjense llevar por lo que su corazón les diga.



En un satsang celebrado en la divina presencia en California, USA, el 24 de junio de 2016, un devoto agradece a Swami por haberlo bendecido con una oportunidad de servicio.



Devoto: Swami, gracias por el hermoso trabajo en el que Tú me has permitido formar parte. Creo que está lleno de Tus bendiciones, porque me da inmensa alegría y también a muchas personas. Simplemente llenó mi vida de alegría y Te agradezco por todos los que estamos involucrados en este trabajo. Por favor, guíanos.



Swami: Ahora dices gracias, pero cuando el trabajo apareció, todos ustedes se resistieron.



Devoto: Lo sé.



Swami: Así son ustedes. Se preocupan por las consecuencias imaginarias de las cosas, pero cuando las hacen, experimentan y conocen la verdad. No se dejen llevar por lo que otros piensen o digan, déjense llevar por lo que su corazón les diga; encuentren alegría allí, no en su mente.



Muy feliz. Continúen. Hay tantas personas mayores en América que están atravesando muchos problemas. No tienen a nadie quien cuide de ellos, a nadie que pregunte por ellos. Sus propios hijos no los cuidan. Si ustedes fallan en cuidarlos, no dan el ejemplo correcto – si no cuidan a sus mayores, sus hijos no los cuidarán a ustedes.



Un esposo y una esposa tenían a la madre del esposo viviendo con ellos. Estaba anciana y enferma y rompía toda la vajilla preciosa y delicada. La esposa decidió no darle más platos de porcelana, y a cambio le dio un plato de madera para que no lo rompiera. Ella compró un plato barato de madera y se lo dio diciendo: “Puedes comer en eso a partir de ahora; no te mereces todos los platos caros”.



Un día, la anciana suegra murió. Cuando estaban por regalar todo lo que estaba en su habitación, ellos pensaron en regalar el plato también, pero su hijo llegó corriendo, arrebató el plato y dijo: “No lo regalen. Yo lo quiero”.



Fuente: Sai Vrinda


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