Todo educador, desde tiempos inmemoriales, ha hecho énfasis en que la verdadera educación debe formar el Carácter del estudiante. De hecho, se ha dicho que la finalidad de la educación es el Carácter. Se ha tratado de definir la palabra Carácter en muchas formas, por diversos expertos, filósofos, educadores, y demás, pero Sri Sathya Sai Baba es el que define Carácter en relación con educación, como Unidad de Pensamiento, Palabra y Acción. No hay duda, por lo tanto, de que la finalidad del proceso educativo debe ser la integración del hombre. Este hecho ha sido desafortunadamente olvidado por los planificadores de la educación durante el último siglo, o tal vez antes. El resultado es obvio, ya que hoy día se encuentra el mundo al borde de la desintegración total.
¿Qué es ésta integración? Sri Sathya Sai Baba nos suministra la respuesta correcta cuando declara que el objetivo de la educación es el hombre y que por lo tanto se debe hacer esfuerzos por entender al hombre. Explica que el hombre no es uno, sino tres... El que él piensa que es, el que otros piensan que él es, y el que él es en realidad... Así, pues, uno se da cuenta de que en una vida se pierde tanto tiempo tratando de ser lo que uno cree que es o lo que otros creen que uno es, que nunca se tiene la libertad de meditar o concentrarse en lo que uno realmente es.
La respuesta a esta pregunta "¿Qué soy en realidad?" es que El hombre es Divino. La respuesta también está en el hecho de que el hombre es la Chispa de la Divinidad, la energía que lleva dentro y que le sustenta y da vida.
¿Qué es esa Chispa Divina, esa energía que sustenta al hombre? Es la energía del Amor, la fuente de toda existencia. El concepto de integración es bellamente explicado por Sri Sathya Sai Baba como sigue:
"El Amor como pensamiento es la Verdad,
El Amor como acción es Rectitud,
El Amor como sentimiento es Paz,
El Amor como conocimiento es la No-violencia"
Se dice, por lo tanto, que la consciencia en el hombre es la Voluntad de Dios. Así, esta chispa divina de Amor es el testigo de la divinidad en el hombre. Lo primero que el hombre manifiesta es amor, el mismo amor se expande en nuestras palabras, acciones y pensamientos.
El reflejo y la chispa que irradian del Amor son la Verdad. El mismo Amor, cuando se expresa en acción es la Rectitud. Cuando meditamos sobre este Amor, la mente llega a la Paz Suprema. Cuando nos preguntamos de dónde ha venido este Amor, y comprendemos cuál es su fuente, logramos la No-Violencia.
Por lo tanto, el Amor es la corriente subterránea que fluye a través de todos los Valores Humanos. Así, el Amor, representado por la consciencia, refleja la Verdad. Cuando uno aprenda a actuar de acuerdo y en armonía con la voz de la Consciencia, se adherirá a la Rectitud. Cuando uno actúa de acuerdo con la voz de la Consciencia, experimenta la Paz.
Una persona que experimenta la Paz, nunca recurrirá a la violencia. De este modo, la humanidad consiste en la unidad de pensamientos, palabras y acciones. Los Valores Humanos están contenidos en cada célula del cuerpo.
Estos Valores Humanos de Amor, Verdad, Rectitud, Paz y No-Violencia, simbolizan la integración de pensamiento, palabra y acción que se define como Carácter y que es, a su vez, el objetivo de la Educación.
-Textos Extraídos de: Educación En Valores Humanos (EVH)
Prashanti Nilayam, Nov. 1993
Published by: Sri Sathya Sai Seva Organisation
Central Office, Prashanti Nilayam.
(Traducción en español hecha en Panamá, por la Organización Sathya Sai Baba Panamá)
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