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sábado, 8 de septiembre de 2012

HISTORIA EXTRAÍDA DEL SRIMAD BHAGAVATAM


OM SAI RAM


“Cierta   vez,   sobre   las   orillas   del   río   Saraswati,   un   toro   estaba 
hablando con una vaca. La vaca parecía muy flaca y lucía como si 
hubiera perdido a su ternero. Las lágrimas caían de sus ojos.
El toro  era lisiado y saltaba sobre la única pierna que tenía.
Él se acercó a ella  y le dijo: 

“¿Por qué estás llorando? ¿Por qué luces así, tan triste,
como  si estuvieras enferma, mi querida, como si hubiera un malestar en tu  mente? 
Puedo notar que cierta pena inmensa está royendo tu vitalidad. 
¿Estás acaso de luto por alguien que es muy querido por ti? ¿Estás 
llorando porque no puedes verme con mi pierna rota? ¿O bien estás 
llorando   al   pensar   que   esos  sudras,  espiritualmente   de   condición 
inferior, van a reinar en lugar de los  kshatryas  en el futuro? ¿Estás 
acaso triste porque los  Devas  no tendrán su parte de  havis
 (Las oblaciones que se realizan a los Devas, dioses) en los  yajñas?
(las ceremonias religiosas en honor a los Devas).
¿0  puesto   que   estos   dejarán   de   ser   realizados? 
 ¡Oh   Madre  Tierra!, ¿estás triste acaso porque Indra no te humedecerá 
con sus  lluvias   de   aquí   en   adelante?  
¿Estás   triste   por   la   decadencia   del  Dharma?
 ¿Estás temerosa del futuro, cuando el hombre ya no proteja 
más a las mujeres?
 ¿Cuándo los padres no sean respetados por sus  hijos?
¿Te hallas triste porque la Diosa Saraswati va a vivir en el 
hogar   de   los  brahmines  pecadores?   ¿O   porque   los  brahmines  de 
nacimiento elevado tendrán que hacer trabajos de sirvientes para sus 
inferiores?
¿O estás acaso triste por el destino de los Hombres que se 
hallarán inmersos en la gratificación de sus sentidos, y porque nunca 
pensarán en el Señor?”  
     “Yo conozco por qué estás triste. El Señor ha estado contigo, y Él 
pudo remover el peso que te estaba hiriendo, destruyó el Adharma y te 
liberó de todo ello, pero ahora Él se fue y Dharma se fue con Él.
Así, estoy seguro de la causa de tu infelicidad. El Tiempo,
el gran enemigo  de todos te ha robado la gloria y así, hay pena
en tu corazón, y ello es  debido a tus pensamientos sobre el futuro.
 Dime, ¿tengo razón en lo  que te digo?”

     La Tierra se dirigió con sus ojos llenos de lágrimas hacia el toro
y  le dijo:

 “Señor del Dharma, Tú sabes muy bien lo que se halla detrás  de
estas lágrimas mías. Tus preguntas sólo sirven para que mis heridas 
sangren   nuevamente.   Sí,   el   Señor   me   ha   abandonado,  
y   yo   me  encuentro llorando por Su ausencia. En el momento en que Él se fue, 
la justicia me abandonó, y con ella, todas las nobles cualidades de las 
cuales he sido hogar todos estos años. Me siento entristecida por ti y 
por todos aquellos que alguna vez estuvieron contigo. El Señor, quien 
era   la   Casa   de   todo   lo   que   es   bello,   puro   y   hermoso   me   ha 
abandonado, y estoy observando temerosa el progreso de Kali.
 En la  Forma del Señor Krishna, el Señor del Universo había puesto sus 
queridísimos  Pasos   sobre   mí   y   había   caminado  
sobre   mi   suelo. 
Entonces yo era muy hermosa porque Él me santificaba.
Me torné  orgullosa, tal vez, de mi buena fortuna. Para castigarme
por ello, Él me ha dejado, y ahora no sé que puedo hacer.
La memoria de esos días  gloriosos me hacen llorar más y más.
 Pero lloro en vano”.

    Mientras así hablaban, un hombre malvado, vestido con ropas de 
kshatrya se acercó a la pareja y comenzó a hostigarlos. Con un palo, 
trataba de quebrar en el toro la pierna única que le quedaba. 

El Rey  Parikshit, que se encontraba cerca del lugar en su carruaje,
vio la  terrible escena y corrió hasta allí.
 Tenía su arco en una mano, y en la  otra su carcaj que se hallaba
 pleno de flechas. La visión de la vaca  trajo lágrimas a sus ojos.
Con una terrible voz, se dirigió a quien los  estaba hiriendo diciéndole:

“¿Cómo puedes tú tener tan baja conducta? 
¿Cómo es posible que semejante injusticia tenga lugar en mi reino? 
¿Es   esta   acaso   la   tierra   que   una   vez   fue   gobernada  
por   el   gran  Yudhistira?
¿De dónde extraes el coraje necesario para cometer esa 
atrocidad mientras yo soy Rey de este país?”.
    Él reconfortó a la vaca y al toro diciendo:
“Sean ustedes quienes  sean, están libres de este pecador
que les ha estado golpeando. Voy a  matarlo.
Aléjense ambos de sus miedos. Pobre toro.
Dime, ¿quién  cortó tus piernas?”

    Dharma lo miró y le dijo:

“Es propio de un descendiente de la gran Casa de los  Kurus, hablar como  hablas. 
Eres  descendiente  de  los grandes hombres para quien el Señor mismo 
tomó el rol de mensajero de la paz, el rol incluso de un auriga. 
En cuanto a nuestra condición, no sabemos realmente quién es el responsable.
Cuando miro a mi alrededor, me desmayo ante las infinitas formas de  Adharma 
que la gente   está   adoptando.   
Hay   ateos   que   dicen: 
  ‘El   hombre   sólo,   es  maestro de su destino.
 Los  Devas  ya no tienen poder e influencia  directa sobre la
vida de los hombres en la Tierra.
Nadie gobierna al  hombre, excepto su ego’.
 Hay algunos otros que dicen que todo se  debe a la
posición de los planetas, los  grahas. Ellos dicen que el 
destino y los grahacharas son sinónimos. Otros hablan del karma y 
dicen que el karma es lo importante, que el karma es el responsable
de  todo lo que ocurre.
Y hay otros que dicen que la buena y la mala  fortuna son los
únicos responsables de nuestra propia naturaleza o  svabhava.
Todavía   hay  otros  pocos,  muy pocos   sin embargo,   que
sostienen   que   existe   un   Dios   que   se   encuentra  
 más   allá   de   la  comprensión del pensamiento humano
y que es responsable de todo  cuanto acontece.
Considera pues, ¡oh Rey!, toda esta visión y te darás  cuenta
quién es responsable por este estado de las cosas.
 En cuanto a  mí, realmente, no lo sé”.

    El Rey consideró sus palabras por un momento y habló entonces 
con una sonrisa diciendo: 

“Los  Sastras  dicen  que el  Naraka,  que espera por los perpetradores del  adharma,  
está hecho también para aquellos que mencionan los nombres de los grandes equivocados. 
Una persona verdaderamente recta nunca delata a un pecador. Tú hablas 
palabras que son propias de una persona que conoce los matices del 
Dharma. Más pienso en ello, más me hallo convencido de que tú eres 
Dharma y nadie más. Solamente tú puede describir tan vívidamente la 
falta de pureza sobre la Tierra, la cual ahora nos agobia”.
    “Se  ha  dicho   que  la   penitencia  (tapas),  la  pureza  (saucha),  la 
compasión (daya) y la verdad (satya) son los cuatro pies del Dharma. 
El   orgullo   (Smaya)   es   responsable   por   la   destrucción   de   tapas, 
mientras que la indulgencia y la arrogancia son responsables por la 
destrucción de  saucha  y  daya. 
Se dice que en  Kali  Yuga  la única posibilidad   que   tiene   el   Hombre   
para   practicar   el  dharma  es   la observancia de satya (la verdad), 
y esta es la pierna sobre la cual te hallas   parado.  
Este  Kali  está   tratando   de   matar   a   esa   verdad   y 
reemplazarla   por   la   no   verdad.  
Sé   por   qué   la   Madre   Tierra   está  llorando. 
Ella compara la Edad Dorada cuando el Señor caminaba sobre   su   suelo,  
con   los   días   por   venir,   plenos   de   pecadores   que  gobernarán sobre ella. 
Pero no tengan temor, yo mataré a Kali”, dijo Parikshit. 

    El Rey arrojó su arco y sus flechas, y tomando una espada en sus 
manos, fue corriendo hasta Kali para matarlo.
Kali quitóse su disfraz y cayó a los pies del Rey implorando por misericordia.  
Parikshit le dijo:

“Tú sabes que no voy a castigarte,  ahora que has caído a mis pies.
He nacido en la familia de Arjuna y  jamás herimos a nadie que nos suplique por algo. 
Pero tú eres una  muy amada súbdita de Adharma y así, 
yo te exijo que no permanezcas aquí por más tiempo; 
no debes existir en el país donde yo gobierno;
no  puedo tolerar tu presencia. Si te doy la oportunidad de permanecer aquí,
tus muchos compañeros te seguirán, y estos son:
la avaricia, la  falsedad, el latrocinio, la no rectitud, la hipocresía,
las discusiones y  las   guerras,   en   fin,   todo   lo   que   es   feo  
 y   odioso.   No   deseo   que  permanezcas en mi reino”.

    Temblando con temor, Kali dijo:

“Mi Señor, la Tierra entera es  regida por ti, ¿dónde puedo ir yo?.
Dios ha creado lo bueno y también  ha creado lo malo,
que es sólo la sombra de lo bueno.
Tengo que  existir en algún lugar puesto que yo también he sido creada por el  Señor.
Dime pues, a dónde debo dirigirme y te obedeceré”.

    El rey pensó sobre estas palabras y entonces le respondió:

“Lo que  tú dices es cierto. Puedes ir y prosperar donde el Nombre del Señor
se  halla olvidado.
Puedes ir y permanecer allí donde habitan el juego, la bebida, la lujuria y el deseo”.

    Kali le dijo:

 “Tan sólo señálame un lugar donde todo esto se halle  presente e iré rápidamente hacia él”.

     “Oro”, dijo el Rey.  “El oro propaga la avaricia, la mentira, la arrogancia,
la lujuria, la rudeza y el odio. 
Estos cinco lugares, y el oro,  serán donde se te permita vivir”.

    Kali   se   marchó   hacia   donde   se   le   señalaba   para  establecer   su  morada.

 Esto es por lo cual los Grandes Sabios dicen que la lujuria y el dinero son los 
dos grandes enemigos que esperan para destruir a la  criatura humana. 
Estas palabras pronunciadas por Kali merecen ser  estudiadas. 
Kali dijo que ella fue también creada por el Señor y que  por lo tanto, 
hay un propósito detrás de su creación.
Kali fue hecha  para vivir en lugares donde los pensamientos  del Señor están ausentes,  
donde el Señor mismo es olvidado. 

Por eso, Kunti dijo: 

“Dános Señor,  desgracias todo el tiempo, así podremos recordarte constantemente”.  

El Hombre se pierde en el goce de los placeres mundanos. Si adquiere éxito en su vida, 
considera que ese éxito fue logrado por él mismo, y  no gracias a su buena fortuna.
Pero, sin embargo, cuando él está en  problemas, cuando se halla preocupado, 
entonces la mente se torna  flexible. 
  El   sufrimiento   ablanda   el   corazón   endurecido   del   ego. 
Cuando algo es adquirido, el ego sale afuera y toma todo el crédito de lo   conquistado.   
Pero,   cuando   hay   un   error,   una   caída,   el   ego   es  empujado hacia abajo 
y hace su aparición humildemente.
 El ego se  somete en forma completa y admite su derrota, y el Señor,
que se halla  siempre   presente  en   el  corazón,   pero  que  había 
sido  cubierto  por  Avarana,     puede   resplandecer   maravillosamente. 
 Es   solamente  cuando uno se encuentra en problemas que el pensamiento del Señor 
llega a la mente, y tal vez Kali sabía esto cuando dijo que había un propósito en la creación.
La gente caminará con pasos equivocados y  se olvidará completamente del Señor, 
y Kali los ayudará a que esto  ocurra.
Pero, sin embargo, lo que se halla detrás de todo esto es la  salvación   de   las   almas.  
Cuando   ellas   están   heridas   y   doloridas, entonces los Hombres tornan sus mentes 
hacia el Señor y son salvos. 
Esto es lo que Kali quiso expresar cuando dijo:

“El mal es la sombra  del bien”.  


                   
          (Extraído del  SRIMAD BHAGAVATAM)

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OMSAIRAMMM...
CENTRO SAI HISPANO...

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