HISTORIA DETRÁS DE ESTA FOTO. Sr. Ramachandran recibe un telegrama de Swami.
Sr. Ramachandran recibe un telegrama de Swami.
Esta es una copia escaneada del telegrama recibido por Sri. Ramachandran, de Pune. Yo había publicado ya dos historias relacionadas con Sri. Ramachandran, cuya esposa era prima de mi esposa.
Sri. Ramachandran fue científico y trabajó como asesor científico para el jefe del Comando Sur del Ejército de la India.
Hacia fines de abril de 1965 recibió en su casa de Pune un telegrama que decía: "Satya Sai Baba llegara a su residencia, el 5 de mayo, para realizar y dar Upanayam Brahmopadesam.
Ramachandran estaba muy sorprendido. Esto se refería a la ceremonia del Cordón Sagrado e iniciación en el sagrado Mantra Gayatri, para sus dos hijos.
Bueno, Baba realmente vendrá? . Tal cosa nunca había sido objeto de debates y Ramachandran sentía que no era digno de tal gran honor. Ciertamente no tenía idea alguna sobre la manera correcta de recibir un gran santo sagrado.
Sri. Ramachandran, no sabía qué pasaría el 5 de mayo, pero pensó que sería mejor preparar todo para la ceremonia, y no decir nada a nadie acerca de la posibilidad de que venga Baba.
El decidió invitar sólo a sus familiares y amigos muy cercanos para la ceremonia, lo que significaría proporcionar un almuerzo para unas cincuenta personas.
De alguna manera se había corrido la voz y en la mañana del 5 de mayo, personas comenzaron a llegar a una hora temprana, para tomar una posición en el amplio jardín de Ramachandran.
A medida que la calurosa mañana avanzaba, la multitud fue creciendo hasta que había alrededor de un millar de personas sentadas en filas ordenadas, en espera de la llegada de Sai Baba. Todos parecían estar bastante seguros de que iba a venir.
Dentro de la casa, Ramachandran y su esposa estaban trabajando duro, y rezando mucho para que todo estuviese en orden cuando Swami llegara. Había flores, decoraciones y todos los pertrechos necesarios para la ceremonia. En una tarima pusieron su mejor sillón, cubierto con un paño de raso y colocando flores en cada brazo. Este era el asiento de honor para Swami. Las manecillas del reloj avanzaban, pero no había señales de la llegada del gurú.
A eso de las once de la mañana Ramachandran entró en su habitación de puja, hizo una oración especial para pedir guía, y luego llevó a cabo la ceremonia del cordón sagrado el mismo. Inmediatamente después, vio a un niño de unos ocho años - un completo extraño - entre las personas dentro de la casa. El muchacho parecía conocer a la anfitriona, la Sra. Ramachandran, porque él se acercó a ella y diciendo que él era un huérfano, y pidió comida.
Ella le dio un poco, pero se sorprendió al verlo comer sólo unos pocos bocados y marcharse.
Cuando miró de nuevo por él, se había ido. Ninguno vio cuando se iba, pero él no se podía encontrar. Era como si se hubiera derretido en el aire.
¿Y quién era, de todos modos? No pertenecía a la vecindad, y ninguno de sus amigos lo había visto nunca antes.
Poco después de esto, se observó que había una huella en la cubierta de satén de la silla de Baba, como si alguien hubiera estado allí sentado. También las flores en un brazo fueron aplastadas como si una mano se hubiese posado sobre ellas.
De todos modos la convicción de que Sai Baba había estado presente en el astral o sutil, crecía, el cuerpo y había dejado a propósito estas marcas para hacerles saber de su visita. Esta convicción se vio reforzada, cuenta Ramachandran, cuando su hijo mayor Raja, relato algo.
Como parte de la ceremonia cada niño recibe un mantra, cuando se realiza el ritual, mientras tanto se arrodilla con un paño que cubre sus cabezas. (Brahmopadesam).
En este caso, por supuesto, era el padre Ramachandran, quien dio el mantra, pero Raja dijo que había visto, mientras estaba debajo de la tela, la cara Sai Baba y no la de su padre, y que el conocía bien a Sai, de unas fotografías.
Después de la ceremonia llegó la hora del almuerzo. El Sr. y la Sra. Ramachandran había preparado comida para unas cincuenta personas solamente. Que podrían alimentar como máxima alrededor de 100 personas. Pero había más de 1.000 devotos reunidas, y todos tomaron sus posiciones sentándose para tomar los alimentos.
Los Ramachandran decidieron salir a alimentar a la multitud, hasta que los suministros se agotaran. Pero, increíblemente, los suministros no se acabaron, no... hasta después que todos habían comido hasta hartarse.
Con amor y saludos,
"Mumbai" Srinivasan
OMSAIRAMMM...
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STORY BEHIND THIS PHOTO. Mr. Ramachandran receives a telegram from Swami.
Mr. Ramachandran receives a telegram from Swami.
This is a scanned copy of telegram received by Sri. Ramachandran, of Pune long back. I had already posted 2 stories relating to Sri. Ramachandran whose wife was a cousin of my wife.
Sri. Ramachandran was a Scientist and worked as Scientific Advisor to the Chief of Southern command of India Army.
Towards the end of April 1965 he received at his home in Poona a telegram which read: "Satya Sai Baba arriving at your residence, May 5th, to perform Upanayanam and give Brahmopadesam.
Ramachandran was very startled. This referred to the thread-ceremony for his two sons, which was long overdue. Well, was Baba really coming? Such a thing had never been mooted, and Ramachandran felt he was not worthy of the great honour. Certainly he had no idea whatever about the correct way to receive such a great and holy saint.
Sri. Ramachandran, did not know what to expect on May 5th, but thought it would be best to prepare everything for the ceremony, and say nothing to any one about the possibility of Baba coming.
He decided to invite only his relatives and very close friends to come to the ceremony, which would mean providing lunch for about fifty people.
Somehow the word had spread and on the morning of May 5th people began arriving at an early hour to take up a position in Ramachandran's large garden. As the hot morning wore on, the crowd grew larger until there must have been about a thousand people sitting in neat rows awaiting the arrival of Sai Baba. All seemed quite certain that he was coming.
Inside the house Ramachandran and his wife were working hard, and praying hard that everything would be in order when and if Swami arrived. There were flowers and decorations and all the necessary accoutrements for the ceremony. On a dais they placed their best armchair, covered it with a satin cloth and placed flowers on each arm. This was the seat of honour for Swami. The clock hands moved on, shadows in the garden shortened, but there were no signs of the guru's arrival. At about eleven in the morning Ramachandran entered his puja room, made a special prayer for guidance, and then conducted the thread-ceremony himself. Immediately afterwards he saw a little boy of about eight years - a complete stranger - among the people inside the house. The boy seemed to know the hostess, Mrs. Ramachandran, for he went to her and, saying that he was an orphan, asked for food. She gave him some but was surprised to see him eat only a few mouthfuls and walk away.
When she looked again for him he was gone. None saw him go but he could not be found. It was as if he had melted into the air. And who was he, anyway? He did not belong to the neighbourhood, and none of their friends had ever seen him before.
Soon after this it was observed that there was an imprint on the satin cover of Baba's chair as if someone had just been sitting there. Also the flowers on one arm were crushed as if a hand had rested on them. Anyway the conviction grew that Sai Baba had himself been present in the astral, or subtle, body and had purposely left these marks to let them know of his visit. This conviction was strengthened in Ramachandran's mind when his eldest son, Raja, confided something to him.
As part of the thread-ceremony a boy receives a mantra from the one performing the ritual, while both kneel with a cloth covering their heads.(Brahmopadesam). In this case, of course, it was the father, Ramachandran, who gave the mantra, but Raja said that he had seen, while under the cloth, not his father's face but that of Sai Baba, which he knew well from photographs.
After the ceremony came the lunch. Mr. and Mrs. Ramachandran had arranged food for about fifty persons only. Or could feed maximum of about 100 persons. But there were over 1000 devotees gathered and all took their position to sit and take food. Ramachandrans decided to just go on feeding the crowd until supplies ran out. But, incredibly, supplies did not run out - not until after everyone had eaten his fill.
With Love & Regards,
"Mumbai" Srinivasan
OMSAIRAMMM...
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Sr. Ramachandran recibe un telegrama de Swami.
Esta es una copia escaneada del telegrama recibido por Sri. Ramachandran, de Pune. Yo había publicado ya dos historias relacionadas con Sri. Ramachandran, cuya esposa era prima de mi esposa.
Sri. Ramachandran fue científico y trabajó como asesor científico para el jefe del Comando Sur del Ejército de la India.
Hacia fines de abril de 1965 recibió en su casa de Pune un telegrama que decía: "Satya Sai Baba llegara a su residencia, el 5 de mayo, para realizar y dar Upanayam Brahmopadesam.
Ramachandran estaba muy sorprendido. Esto se refería a la ceremonia del Cordón Sagrado e iniciación en el sagrado Mantra Gayatri, para sus dos hijos.
Bueno, Baba realmente vendrá? . Tal cosa nunca había sido objeto de debates y Ramachandran sentía que no era digno de tal gran honor. Ciertamente no tenía idea alguna sobre la manera correcta de recibir un gran santo sagrado.
Sri. Ramachandran, no sabía qué pasaría el 5 de mayo, pero pensó que sería mejor preparar todo para la ceremonia, y no decir nada a nadie acerca de la posibilidad de que venga Baba.
El decidió invitar sólo a sus familiares y amigos muy cercanos para la ceremonia, lo que significaría proporcionar un almuerzo para unas cincuenta personas.
De alguna manera se había corrido la voz y en la mañana del 5 de mayo, personas comenzaron a llegar a una hora temprana, para tomar una posición en el amplio jardín de Ramachandran.
A medida que la calurosa mañana avanzaba, la multitud fue creciendo hasta que había alrededor de un millar de personas sentadas en filas ordenadas, en espera de la llegada de Sai Baba. Todos parecían estar bastante seguros de que iba a venir.
Dentro de la casa, Ramachandran y su esposa estaban trabajando duro, y rezando mucho para que todo estuviese en orden cuando Swami llegara. Había flores, decoraciones y todos los pertrechos necesarios para la ceremonia. En una tarima pusieron su mejor sillón, cubierto con un paño de raso y colocando flores en cada brazo. Este era el asiento de honor para Swami. Las manecillas del reloj avanzaban, pero no había señales de la llegada del gurú.
A eso de las once de la mañana Ramachandran entró en su habitación de puja, hizo una oración especial para pedir guía, y luego llevó a cabo la ceremonia del cordón sagrado el mismo. Inmediatamente después, vio a un niño de unos ocho años - un completo extraño - entre las personas dentro de la casa. El muchacho parecía conocer a la anfitriona, la Sra. Ramachandran, porque él se acercó a ella y diciendo que él era un huérfano, y pidió comida.
Ella le dio un poco, pero se sorprendió al verlo comer sólo unos pocos bocados y marcharse.
Cuando miró de nuevo por él, se había ido. Ninguno vio cuando se iba, pero él no se podía encontrar. Era como si se hubiera derretido en el aire.
¿Y quién era, de todos modos? No pertenecía a la vecindad, y ninguno de sus amigos lo había visto nunca antes.
Poco después de esto, se observó que había una huella en la cubierta de satén de la silla de Baba, como si alguien hubiera estado allí sentado. También las flores en un brazo fueron aplastadas como si una mano se hubiese posado sobre ellas.
De todos modos la convicción de que Sai Baba había estado presente en el astral o sutil, crecía, el cuerpo y había dejado a propósito estas marcas para hacerles saber de su visita. Esta convicción se vio reforzada, cuenta Ramachandran, cuando su hijo mayor Raja, relato algo.
Como parte de la ceremonia cada niño recibe un mantra, cuando se realiza el ritual, mientras tanto se arrodilla con un paño que cubre sus cabezas. (Brahmopadesam).
En este caso, por supuesto, era el padre Ramachandran, quien dio el mantra, pero Raja dijo que había visto, mientras estaba debajo de la tela, la cara Sai Baba y no la de su padre, y que el conocía bien a Sai, de unas fotografías.
Después de la ceremonia llegó la hora del almuerzo. El Sr. y la Sra. Ramachandran había preparado comida para unas cincuenta personas solamente. Que podrían alimentar como máxima alrededor de 100 personas. Pero había más de 1.000 devotos reunidas, y todos tomaron sus posiciones sentándose para tomar los alimentos.
Los Ramachandran decidieron salir a alimentar a la multitud, hasta que los suministros se agotaran. Pero, increíblemente, los suministros no se acabaron, no... hasta después que todos habían comido hasta hartarse.
Con amor y saludos,
"Mumbai" Srinivasan
OMSAIRAMMM...
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STORY BEHIND THIS PHOTO. Mr. Ramachandran receives a telegram from Swami.
Mr. Ramachandran receives a telegram from Swami.
This is a scanned copy of telegram received by Sri. Ramachandran, of Pune long back. I had already posted 2 stories relating to Sri. Ramachandran whose wife was a cousin of my wife.
Sri. Ramachandran was a Scientist and worked as Scientific Advisor to the Chief of Southern command of India Army.
Towards the end of April 1965 he received at his home in Poona a telegram which read: "Satya Sai Baba arriving at your residence, May 5th, to perform Upanayanam and give Brahmopadesam.
Ramachandran was very startled. This referred to the thread-ceremony for his two sons, which was long overdue. Well, was Baba really coming? Such a thing had never been mooted, and Ramachandran felt he was not worthy of the great honour. Certainly he had no idea whatever about the correct way to receive such a great and holy saint.
Sri. Ramachandran, did not know what to expect on May 5th, but thought it would be best to prepare everything for the ceremony, and say nothing to any one about the possibility of Baba coming.
He decided to invite only his relatives and very close friends to come to the ceremony, which would mean providing lunch for about fifty people.
Somehow the word had spread and on the morning of May 5th people began arriving at an early hour to take up a position in Ramachandran's large garden. As the hot morning wore on, the crowd grew larger until there must have been about a thousand people sitting in neat rows awaiting the arrival of Sai Baba. All seemed quite certain that he was coming.
Inside the house Ramachandran and his wife were working hard, and praying hard that everything would be in order when and if Swami arrived. There were flowers and decorations and all the necessary accoutrements for the ceremony. On a dais they placed their best armchair, covered it with a satin cloth and placed flowers on each arm. This was the seat of honour for Swami. The clock hands moved on, shadows in the garden shortened, but there were no signs of the guru's arrival. At about eleven in the morning Ramachandran entered his puja room, made a special prayer for guidance, and then conducted the thread-ceremony himself. Immediately afterwards he saw a little boy of about eight years - a complete stranger - among the people inside the house. The boy seemed to know the hostess, Mrs. Ramachandran, for he went to her and, saying that he was an orphan, asked for food. She gave him some but was surprised to see him eat only a few mouthfuls and walk away.
When she looked again for him he was gone. None saw him go but he could not be found. It was as if he had melted into the air. And who was he, anyway? He did not belong to the neighbourhood, and none of their friends had ever seen him before.
Soon after this it was observed that there was an imprint on the satin cover of Baba's chair as if someone had just been sitting there. Also the flowers on one arm were crushed as if a hand had rested on them. Anyway the conviction grew that Sai Baba had himself been present in the astral, or subtle, body and had purposely left these marks to let them know of his visit. This conviction was strengthened in Ramachandran's mind when his eldest son, Raja, confided something to him.
As part of the thread-ceremony a boy receives a mantra from the one performing the ritual, while both kneel with a cloth covering their heads.(Brahmopadesam). In this case, of course, it was the father, Ramachandran, who gave the mantra, but Raja said that he had seen, while under the cloth, not his father's face but that of Sai Baba, which he knew well from photographs.
After the ceremony came the lunch. Mr. and Mrs. Ramachandran had arranged food for about fifty persons only. Or could feed maximum of about 100 persons. But there were over 1000 devotees gathered and all took their position to sit and take food. Ramachandrans decided to just go on feeding the crowd until supplies ran out. But, incredibly, supplies did not run out - not until after everyone had eaten his fill.
With Love & Regards,
"Mumbai" Srinivasan
OMSAIRAMMM...
OMSAIRAMMM...
CENTRO SAI HISPANO...
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