Sai Ram - Estoy en todas partes.
Una experiencia maravillosa por Shri K. Suresh, un antiguo alumno del Instituto de Bhagavan.
Era una noche serena en el Mandir durante la estación lluviosa de 1990. Swami había completado sus rondas habituales de Darshan y había llamado a algunos devotos para una entrevista.
Todos los estudiantes estaban esperando ansiosamente por Swami, para que al salir pasara un rato con ellos. Ellos se sorprendieron por el soplo repentina de una brisa fresca que anunciaba lluvias relajantes.
Fue el momento en que el Sai Kulwant aún no se había construido. Para los que están directamente expuestos a los rayos quemantes del sol, la lluvia fue un alivio bienvenido.
Para los estudiantes significaba un permiso general para correr hacia adelante y ocupar el pórtico delante del Mandir. Era un lugar ventajoso ya que nos daba la ventaja al estar muy cerca de la puerta del cuarto de entrevistas, de manera que cuando Swami salia, su mirada, en nuestra dirección estaba garantizada.
Yo estaba entonces en mi segundo año del programa de MBA. Junto con otro hermano mío tuve la bendición de asegurarme un lugar estratégico en el pórtico del frente. Desde aquí teniamos una clara visión del trono de Swami en el Salón de Bhajan.
Ya que la lluvia persistió sin ningún tipo de respiro, me puse a leer un libro sobre los milagros de Swami en África. Me atrajo sobre todo un incidente en el que dos de los devotos que se movilizaban en un automóvil por una autopista a velocidades de más de 110 kmh, de repente se accidentaron. Su coche fue expulsado de la autovía hacia los arbustos. El coche se rompió por completo y no había ninguna posibilidad de que sus ocupantes pudieran sobrevivir al accidente. Los devotos en el coche sin embargo, habían tomado el nombre del Señor en sus labios en el momento crítico, y habían escapado ilesos. Estaban desconcertados y agradecidos a Swami por su omnipresencia. Me sentí abrumado totalmente por este incidente y pase a compartirlo con el hermano a mi lado. Yo no pude dejar de comentarle - "Mira Swami está en África también".
Algunos momentos después, la puerta de la sala de entrevistas, se abrió . Swami salió y se detuvo en el pórtico superior de la verandah en el Mandir. Hizo una pausa y me miró a mí y a mi hermano durante unos segundos. Miré a Swami con reverencia. De repente, Swami le pidió a los estudiantes que se sientan delante de mí, que se abrieran. Un camino fue hecho para Swami en la verandah apretada. Antes de que pudiera darme cuenta, Swami se dirigió directamente a mí y luego se detuvo. Mirandome a los ojos, dijo : "Dunnapotha! .Estaba hablando en la terraza. "
Luego, después de una pequeña pausa añadió: "Estoy aquí. Yo estoy en África. Estoy en todas partes. "Diciendo esto, se alejó con paso despreocupado.
¿Tengo que decir algo más?.
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE
OMSAIRAMMM
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Sai Ram - Iam everywhere.
This wonderful experience is by Shri K. Suresh, a Former Student of Bhagawan's Institute.
It was a serene evening in the Mandir during the rainy season of 1990. Swami had completed His usual Darshan rounds and had called some devotees for interview. All the students were eagerly waiting for Swami to come out and spend some time with them. They were surprised by the sudden brush of a cool breeze that heralded soothing showers.
It was the time when the Sai Kulwant Hall had not yet been built. To those directly exposed to the scalding rays of the sun, the rain was a welcome relief. To the students it meant a blanket permit to rush forward and occupy the front portico of the Mandir. It was a vantage spot as it gave us the advantage to be very close to the interview room door so that when Swami came out, His gaze in our direction was guaranteed. I was then in my second year of the MBA programme. Along with another brother of mine I was blessed to secure a strategic spot in the front portico. From here we had a clear view of Swami’s throne in the Bhajan Hall.
As the rain persisted without any respite, I began reading a book on Swami’s miracles in Africa. I was particularly drawn to an incident where two of the devotees who were driving a car on an express way at speeds over 110 km/h suddenly met with an accident. Their car was thrown out of the express way and into the bushes. The car was totally smashed and there was no chance that its occupants would survive such a crash. The devotees in the car however had taken the Lord’s Name on their lips at the critical juncture and had escaped unscathed. They were nonplussed and thanked Swami for His Omnipresence. I was quite overwhelmed by this incident and happened to share it with the brother beside me. I couldn’t but help remark – ‘Look Swami is in Africa also’.
Some moments later the interview room door opened. Swami came out and stood on the upper portico of the verandahh in the Mandir. He paused and looked at me and my brother for a few seconds. I looked at Swami with reverence. Suddenly Swami asked the students sitting in front of me to make way. A path was made for Swami in the tightly packed verandahh. Before I could realise Swami walked straight up to me and then paused. Gazing into my eyes He remarked –“Dunnapotha! You are talking in the verandah.”
Then after a small pause He continued, “I am here. I am in Africa. I am everywhere.” Saying this, He walked away with a nonchalant gait. Do I have to say anymore?.
OUR LIFE IS HIS MESSAGE
OMSAIRAMMM
Fue el momento en que el Sai Kulwant aún no se había construido. Para los que están directamente expuestos a los rayos quemantes del sol, la lluvia fue un alivio bienvenido.
Para los estudiantes significaba un permiso general para correr hacia adelante y ocupar el pórtico delante del Mandir. Era un lugar ventajoso ya que nos daba la ventaja al estar muy cerca de la puerta del cuarto de entrevistas, de manera que cuando Swami salia, su mirada, en nuestra dirección estaba garantizada.
Yo estaba entonces en mi segundo año del programa de MBA. Junto con otro hermano mío tuve la bendición de asegurarme un lugar estratégico en el pórtico del frente. Desde aquí teniamos una clara visión del trono de Swami en el Salón de Bhajan.
Ya que la lluvia persistió sin ningún tipo de respiro, me puse a leer un libro sobre los milagros de Swami en África. Me atrajo sobre todo un incidente en el que dos de los devotos que se movilizaban en un automóvil por una autopista a velocidades de más de 110 kmh, de repente se accidentaron. Su coche fue expulsado de la autovía hacia los arbustos. El coche se rompió por completo y no había ninguna posibilidad de que sus ocupantes pudieran sobrevivir al accidente. Los devotos en el coche sin embargo, habían tomado el nombre del Señor en sus labios en el momento crítico, y habían escapado ilesos. Estaban desconcertados y agradecidos a Swami por su omnipresencia. Me sentí abrumado totalmente por este incidente y pase a compartirlo con el hermano a mi lado. Yo no pude dejar de comentarle - "Mira Swami está en África también".
Algunos momentos después, la puerta de la sala de entrevistas, se abrió . Swami salió y se detuvo en el pórtico superior de la verandah en el Mandir. Hizo una pausa y me miró a mí y a mi hermano durante unos segundos. Miré a Swami con reverencia. De repente, Swami le pidió a los estudiantes que se sientan delante de mí, que se abrieran. Un camino fue hecho para Swami en la verandah apretada. Antes de que pudiera darme cuenta, Swami se dirigió directamente a mí y luego se detuvo. Mirandome a los ojos, dijo : "Dunnapotha! .Estaba hablando en la terraza. "
Luego, después de una pequeña pausa añadió: "Estoy aquí. Yo estoy en África. Estoy en todas partes. "Diciendo esto, se alejó con paso despreocupado.
¿Tengo que decir algo más?.
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE
OMSAIRAMMM
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Sai Ram - Iam everywhere.
This wonderful experience is by Shri K. Suresh, a Former Student of Bhagawan's Institute.
It was a serene evening in the Mandir during the rainy season of 1990. Swami had completed His usual Darshan rounds and had called some devotees for interview. All the students were eagerly waiting for Swami to come out and spend some time with them. They were surprised by the sudden brush of a cool breeze that heralded soothing showers.
It was the time when the Sai Kulwant Hall had not yet been built. To those directly exposed to the scalding rays of the sun, the rain was a welcome relief. To the students it meant a blanket permit to rush forward and occupy the front portico of the Mandir. It was a vantage spot as it gave us the advantage to be very close to the interview room door so that when Swami came out, His gaze in our direction was guaranteed. I was then in my second year of the MBA programme. Along with another brother of mine I was blessed to secure a strategic spot in the front portico. From here we had a clear view of Swami’s throne in the Bhajan Hall.
As the rain persisted without any respite, I began reading a book on Swami’s miracles in Africa. I was particularly drawn to an incident where two of the devotees who were driving a car on an express way at speeds over 110 km/h suddenly met with an accident. Their car was thrown out of the express way and into the bushes. The car was totally smashed and there was no chance that its occupants would survive such a crash. The devotees in the car however had taken the Lord’s Name on their lips at the critical juncture and had escaped unscathed. They were nonplussed and thanked Swami for His Omnipresence. I was quite overwhelmed by this incident and happened to share it with the brother beside me. I couldn’t but help remark – ‘Look Swami is in Africa also’.
Some moments later the interview room door opened. Swami came out and stood on the upper portico of the verandahh in the Mandir. He paused and looked at me and my brother for a few seconds. I looked at Swami with reverence. Suddenly Swami asked the students sitting in front of me to make way. A path was made for Swami in the tightly packed verandahh. Before I could realise Swami walked straight up to me and then paused. Gazing into my eyes He remarked –“Dunnapotha! You are talking in the verandah.”
Then after a small pause He continued, “I am here. I am in Africa. I am everywhere.” Saying this, He walked away with a nonchalant gait. Do I have to say anymore?.
OUR LIFE IS HIS MESSAGE
OMSAIRAMMM
OMSAIRAMMM...
CENTRO SAI HISPANO...
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