CONOCIENDO A SAI
“El doctor A. Ranga Rao, miembro de sobresalientes asociaciones médicas internacionales, es uno de los más importantes cirujanos oftalmólogos de Madrás. Durante varios años, al inicio de su carrera, servía como médico general, y le perseguía el sueño de llegar a ser algún día un cirujano de renombre.
El cree que el cumplimiento de este sueño tuvo su comienzo un día en el que fue a atender a un viejo que era devoto de Sai Baba de Shirdi, que había visto a Shirdi Baba en persona y había construido un templo dedicado a El. El médico quedó tan afectado por la santidad y devoción de este anciano que comenzó a rezarle al Señor Shirdi Sai y se hizo devoto suyo.
A partir de ese día Shirdi Sai Baba permaneció en su corazón. ‘Al pasar los años’, me dijo, ‘Sai Baba se adentró más y más en mi. Yo caminaba por la vida con una cara sonriente. En 1954, me ofrecieron ir a la Universidad de Iowa, en los Estados Unidos de América, para seguir estudios superiores. Por su gracia pude calificar para los grados y regresé hecho un cirujano clase A. Empecé a practicar como cirujano ocular en Bhimavaram mismo’.
Un día una mujer fue a su clínica quejándose de una disminución de la visión. Sufría de cataratas, con los factores de reumatismo e iritis para complicar. El cirujano le dijo a ella y a sus familiares que no era un caso que podía operarse. Entonces ella dijo: ‘Soy devota de Sathya Sai Baba de Puttaparti. Me indicó que viniera a Bhimavaram, diciendo: ¨En Bhimavaram hay un cirujano de la vista que ha sido devoto mío por muchos años. Ve a verlo y dile que quiero que te opere. El lo hará y te devolverá la vista¨.’ Baba siguió diciéndole exactamente quien era ese devoto, indicando de ese modo que El conocía los detalles del pasado del doctor Ranga Rao.
El doctor se quedó perplejo y asombrado. La mujer le dio que Sathya Sai era una reencarnación de Shirdi Sai y, por las palabras que Baba le había dicho a ella, Ranga Rao sintió que tenía fe en esta afirmación. En contra de su opinión personal llevó a cabo esta operación. Esta tuvo éxito y la señora recobró la vista inmediatamente.
El cirujano quería ir rápidamente a Puttaparti, ver a esa deidad en forma humana y postrarse a sus pies. Algunos meses más tarde tuvo la oportunidad de mudarse a Madrás y comenzar allí a practicar como cirujano ocular. A los pocos días de haberse instalado, se enteró que Sathya Sai Baba estaba de visita en la ciudad y se hospedaba en el 3, Calle Surya Rao (la casa de Venkatamuni). Fue allí, pero se desanimó al ver la enorme multitud.. Luego un joven desconocido (era Ishwara, el hijo mayor de la casa) se le acercó: ‘¿Es usted el doctor Ranga Rao? Baba quiere que usted entre con su familia. Está en el primer piso.’
Con el pulso acelerado, el doctor subió las escaleras e inmediatamente cayó a los pies de Baba. La pequeña figura vestida con una túnica color azafrán le dio palmaditas en la espalda y lo hizo levantarse.
‘Doctor’, le dijo Baba, ‘He estado contigo y tú has estado conmigo durante siglos. Yo soy quien te ha traído a Madrás. Estoy siempre contigo. Ya no tienes porque preocuparte…’. Fue, dice el doctor, una ‘experiencia para conmover el alma’ que lo hizo feliz fuera de todo lo decible.”
(Tomados del libro “Sai Baba, el hombre milagroso” de Howard Murphet)
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE...OMSAIRAMMM...
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Tengo absoluta certeza y convicción que Sai Baba es un Dios entre nosotros y siempre está vivo en nuestra mente, acciones y situaciones, como el aire y la luz del sol. Demostrémosle nuestro amor y certeza de fe y Él nos acompaña en el ahora.
ResponderEliminarGracias a quienes conducen a los caminos de Sahtya Sai Baba ( Howard Murphet, Bishop, Dios).
RUBEN DARIO ACEVEDO VELASQUEZ
Es la manera más sólida de vivir en paz y progreso interior, descubriendo que la atención y la intención son fuerzas tan poderosas como la gravedad y el electromagnetismo.
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