Tigrett esperó 17 años, pero lo esperé durante muchos nacimientos para convertirlo en lo que quería que se convirtiera. "Él creció espiritualmente hambriento para que, cuando se sirviera la comida, pudiera digerirla bien".
En uno de los satsangs celebrados en la presencia divina en Singapur, el 17 de septiembre de 2016, un devoto preguntó a Swami, después de esperar 17 años, ¿cómo hizo Isaac Tigrett para lograr la proximidad Divina?.
PREGUNTA: Swami, Tigrett esperó 17 años antes de que lo atrajeras contigo. ¿Qué prácticas hizo Tigrett y cómo logró al final pasar la prueba?
SWAMI: Tigrett esperó 17 años, pero lo esperé durante muchos nacimientos para convertirlo en lo que quería que se convirtiera. Él creció espiritualmente hambriento para que, cuando la comida fuera servida, pudiera digerirla bien. No sufrió la indigestión de los pensamientos. Lo mantuve hambriento para que pudiera ser entrenado y, sólo cuando se le entrenó, se le dio su tratamiento. Así es como entrenas a los tigres, ¿no lo sabes? (Risa)
Tigrett cambió de un tigre indómito, salvaje, a un domesticado animal doméstico. El conquistó todos sus vicios. Él conquistó muchos de sus caprichos. Sus asociaciones cambiaron y creció cada vez más el hambre de Dios y cada vez menos el hambre por el mundo.
Por eso ahora, él está conmigo todo el tiempo. No tiene ningún apego. Le dije, una palabra y él dejó todo. No es fácil abandonar algo de repente, por lo que has trabajado toda tu vida, que es tu misma identidad, cuando el mundo te admira, te respeta y te reconoce. Dejar todo, en un instante, por el bien de Dios, esa fuerza, esa devoción, ese desapego, es lo que desarrolló en aquellos años que se mantuvo físicamente lejos de Mí.
No obstante, reconoció con certeza esto, que si lo estaba ignorando, le estaba prestando más atención que a otros. Así que estaba observando silenciosamente cómo estaba creciendo y, cuando sentí que estaba listo para dejar todo el equipaje para poder subir más alto, lo traje más cerca. Eso es lo que hago con todos.
Por eso ahora, él está conmigo todo el tiempo. No tiene ningún apego. Le dije, una palabra y él dejó todo. No es fácil abandonar algo de repente, por lo que has trabajado toda tu vida, que es tu misma identidad, cuando el mundo te admira, te respeta y te reconoce. Dejar todo, en un instante, por el bien de Dios, esa fuerza, esa devoción, ese desapego, es lo que desarrolló en aquellos años que se mantuvo físicamente lejos de Mí.
No obstante, reconoció con certeza esto, que si lo estaba ignorando, le estaba prestando más atención que a otros. Así que estaba observando silenciosamente cómo estaba creciendo y, cuando sentí que estaba listo para dejar todo el equipaje para poder subir más alto, lo traje más cerca. Eso es lo que hago con todos.
A algunos, lo hago a través de hablarle, a algunos lo hago a través del silencio. Sin embargo, a otros, a pesar de todo esto, no escuchan, y los arrebato. Es por su bien superior.
Si un niño está jugando con un cuchillo, ¿su madre permanecerá en silencio? Ella exigiría, "Dame el cuchillo." Suponga que el niño no se lo da. La madre puede decir: "No te hablaré si no me das el cuchillo". El niño puede negarse. Finalmente, la madre irá y se lo arrebatará, porque es un cuchillo, y es peligroso para el niño.
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"Tigrett waited for 17 years, but I waited for him over many births to become what I wanted him to become. He grew spiritually hungry so that, when the food was served, he could digest it well."
In one of the satsangs held in the divine presence at Singapore, on 17th September 2016, a devotee asked Swami, after waiting for 17 years how did Mr. Isaac Tigrett achieve the Divine proximity.
QUESTION: Swami, Tigrett waited 17 years before You took him with You. What exercise did Tigrett do and what did he achieve in the end to pass the test?
SWAMI: Tigrett waited for 17 years, but I waited for him over many births to become what I wanted him to become. He grew spiritually hungry so that, when the food was served, he could digest it well. He did not suffer the indigestion of thoughts. I kept him hungry so that he could be trained and, only when he is trained, is he given his treat. That is how you train tigers, don’t you know that? (Laughter)
Tigrett changed from an untamed, wild tiger to a tamed, domestic, pet tiger. He won over all his vices. He won over a lot of his vagaries. His associations changed and he grew more and more hungry for God and less and less hungry for the world. That is why now, he is with Me all the time. He did not have any attachment. I told him one word and he dropped everything. It is not easy to drop something all of a sudden, for which you have worked all your life, which is your very identity, how the world admires you, respects you and recognises you. Dropping all of that in a trice for the sake of God, that strength, that devotion, that detachment, is what he developed in those years he stayed physically away from Me. Nevertheless, know for certain that, if I am ignoring you, I am paying all the more attention to you than others. So I was keeping a silent watch on how he was growing and, when I felt that he was ready to drop all the baggage so that he could climb higher, I brought him closer. That is what I do to everyone.
To some, I speak and do it, to some I do it through silence. Yet to others who, despite all this, do not listen, I snatch it away. It is for their higher good. If a child is playing with a knife, would its mother remain silent? She would demand, “Give me the knife.” Suppose the child does not give it. The mother may say, “I will not speak to you if you do not give me the knife.” The child may still refuse. Finally, the mother will go and snatch it away, because it is a knife, which is dangerous for the child.
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