Parte I
Esta es la transcripción de la conversación entre la Sra. Padma Kasturi,
hija de Sri N. Kasturi, y la Srta. Rajeshwari Patel, quien fuera estudiante
y miembro de la facultad del Campus de Anantapur de la Universidad Sathya Sai,
emitida hace algunas semanas por Radio Sai.
El diálogo comienza luego de unas palabras de introducción de la Srta. Patel. ¿Quién no ha oído hablar del Prof. Kasturi – el famoso traductor de los Discursos de Bhagavan y autor de la Divina Biografía de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba? El estilo del Prof. Kasturi era inimitable y único. Llevó a la vida de millones de devotos de Bhagavan, los emocionantes y vívidos relatos de esos primeros días dorados.
Uno se siente como estando presente en cada ocasión, cuando se lee la biografía de Swami “Sathyam Shivam Sundaram”. Literalmente, tenía el especial toque-Kasturi. ¡No obstante es imposible traer al Prof. Kasturi al estudio de la Radio Sai! Mas tenemos con nosotros hoy a una persona muy especial; alguien que ha heredado su precioso legado – tal vez no del tipo de los herederos de Tata o Birla (familias de populares industriales de la India) y otros; sino algo mucho más rico y perdurable – la Gracia Divina y la proximidad.
Smt. Padma – llamada cariñosamente Padmamma por Bhagavan – es la hija privilegiada del profesor Kasturi. Menos conocida por el público en general, ha hecho sentir su serena presencia, por varios años ya, en el ashram de Prasanthi Nilayam.
Rajeshwari Patel (RP): Bienvenida Smt. Padmamma a Radio Sai Global Harmony.
Padma Kasturi (PK): Gracias, Rajeshwari.
RP: Comencemos hablando de tu padre. ¿Cuándo llegó tu padre hasta Bhagavan y qué edad tenías tu entonces?
PK: Vimos a Bhagavan el año 1948 en Bangalore; yo recién había cumplido 14 años.
RP: Cuéntanos algo acerca de la vida de tu padre – antes de llegar a Bhagavan.
La edad temprada y el primer encuentro del Profesor Kasturi
PK: Nació en el Estado de Kerala, en Tripunittura que está en el Distrito de Ernakulam. Pertenecía a una familia muy carenciada – había perdido a su padre cuando sólo tenía cuatro años de edad. Su educación fue escasa y su abuelo quería que asistiera a clases Védicas, porque no podía costearle una educación en inglés. Mas mi abuela insistió que debía ingresar a la Educación Inglesa; de manera que con la ayuda de su tío, estudió hasta la secundaria y logró una beca con la que pudo graduarse como Licenciado en Letras (B.A.). Consiguió entonces un trabajo en Travancore, ¡aunque se había casado cuando sólo tenía 14 años de edad!
RP: ¡Pero su inglés es tan excelente! ¡Quiero decir, que el manejo del idioma en Sathyam ShivamSundaram y en la serie de los Divinos Discursos es maravilloso!
PK: Si. A continuación llegó a Mysore para un empleo. Cuando tenía 21 años consiguió la plaza de profesor en una secundaria; luego fue contratado en la Universidad y continuó allí. Luego de su retiro, vino donde Swami y se estableció allí – vivió por 40 años en el Ashram.
RP: Entonces, ¿en qué año fue que se vino para estar con Bhagavan?
PK: Conocimos a Swami en Bangalore, en 1948, y en 1947 yo había perdido a uno de mis hermanos – no se recuperó de una fiebre tifoidea. Mi padre era muy cercano a la Misión Ramakrishna en ese entonces. Cuando estaba en la secundaria, uno de sus profesores sentía una gran admiración por Swami Vivekananda y solía hablar mucho de él, a partir de entonces mi padre se apegó mucho a Sri Ramakrishna Paramahamsa.
RP: Claro, ¡y quién no fue influenciado por Swami Vivekananda en su juventud!
PK: Mi padre sirvió como secretario para el Ashram de Ramakrishna en Mysore por 25 años. Pero entonces, después de perder a su hijo, quedó muy deprimido. Mi madre era una ferviente devota del Señor Venkateswara de Tirupathi, pero ambos perdieron la esperanza.
Como lo Divino preparó su Bendito Destino...
Tres meses después de la muerte de mi hermano, mi padre se encontró con un amigo que era devoto de Sai Baba. Este había venido para las celebraciones de Dasara. Después viajó a Bangalore, nos dió algo de prasadam y dijo, “Hay un Sai Baba en Puttaparthi. ¿Por qué no vas allá? Conseguirás algo de consuelo y de paz.” Pero a mi madre no le gustó y lo rechazó, diciendo, “Ningún Sai Baba podrá ayudar, porque nadie me ayudó – ¡ni siquiera mi Rama de Tirupathi! ¿Cómo podría ayudarme Sai Baba?”
Mas, quien fuera después, mi marido – Balachandran – quien era entonces un estudiante para IAS y solía venir para algunos cursos en la Universidad con mi padre, era devoto de Sai Baba. Eran parientes lejanos, solían venir y ya eran devotos de Sai Baba. De modo que, cada vez que venía, hablaba de Swami. Mi padre se volvió algo inquisitivo y dijo, “Este jovencito está hablando tanto de Sai Baba; ¡vayamos a ver!” Swami había venido a Bangalore, de modo que mi padre fue a visitarle. En esa primera visita, ¡Swami le dió una entrevista a mi padre!
RP: ¡En esa primera visita! ¿Les llamó a todos ustedes?
PK: Mi madre y yo habíamos ido con mi padre, pero no sabíamos si habíamos de seguirle a la entrevista. Él había llamado a mi padre, de modo que fue solo. Y Swami le habló de todo – de la muerte de mi hermano y acerca de estar trabajando en la secundaria, y luego le dijo, “Después de tu retiro, tienes que venir a Puttaparthi y establecerte allá.”
RP: Y, luego de esa primera entrevista, ¿cuál fue su primera impresión de Swami? ¿Les contó algo acerca de lo que sintiera? Porque había sido como una orden el que se estableciera en Puttaparthi después del retiro.
PK: Sintió una especie de Poder; pero en ese momento no pensó en la Divinidad, porque Swami era muy joven en aquel entonces – ¡tenía sólo 22 años!
RP: Sí, ¡tenía sólo 22 años entonces!
PK: Dijo hay algo de maravilloso en este muchacho. Eso fue todo lo que sintiera.
RP: ¿Consiguió el consuelo que había ido a buscar?
PK: No, no en la primera entrevista. Todo sucedió después de mi matrimonio. Porque cuando Balachandran venía a casa después de sus clases en la Universidad, tanto mi padre como mi madre sentían que sería grato el poder entregarme en matrimonio – porque él tenía un carácter muy apacible.
“¡Este es Mi agya (mandato)!”
Con esta idea, fueron a preguntárselo a sus padres, pero ellos no estaban bien dispuestos. ¡Pero propusieron otra alianza a través de ellos! Tenían que juntarse; ese era el procedimiento formal que debían seguir.
Fue así que mi padre fue de visita a su casa – era un jueves – como había sido arreglado a través de la familia de Balachandran. Les pidió que trajeran a nuestra casa a la otra familia para que conocieran a la hija casadera. Mas, en esos mismos días, Swami estaba en Bangalore y ese jueves en la mañana, apareció en el sueño de mi suegro y le dijo: “Ven a verme de inmediato; ¡He arreglado el matrimonio de tu hijo!”
RP: De modo que antes de la reunión con el otro muchacho, ¡Swami ya lo había cambiado todo!
PK: Sí. Mi suegro pidió permiso en el trabajo y fue a ver a Swami. Swami le dijo: “Mira, He arreglado el matrimonio de tu hijo. ¡Te lo han estado pidiendo por los últimos seis años, y lo has estado rechazando! Ella es una muy buena niña y debes hacer que tu hijo se case en esa familia. Su padre es un Académico y su casa está cerca de Wilson Garden...” ¡Le dió todos los detalles! Y luego dijo, “¡Este es Mi agya!”
RP: ¡Su mandato, Su orden!
PK: Si. De modo que cuando mi padre fue a su casa, le dijeron, “Swami ya lo arregló, ¡debiéramos casarlos!” Mi padre se mostró muy feliz cuando volvió a casa. Y al día siguiente nuestra dos familias fueron donde Él – Swami alojaba en casa de la Sra. Nagamani Purnaiya. Fuimos todos y Swami los llamó a ambos – a mi padre y a mi suegro – y dijo, “Esta es una muy buena alianza y deben hacer que se casen. El matrimonio se celebrará en Puttaparthi. Elijan alguna fecha y vayan allá.”
RP: ¿Nunca habías estado en Puttaparthi?
PK: No. De modo que también le dijo a mi padre que fuera antes a Puttaparthi, para conocer el lugar.
RP: Y entonces, ¿se retiró después de tu matrimonio?
PK: Se retiró el año 54. Nosotros nos casamos el 50.
RP: ¡Y a partir de entonces estuvo en Puttaparthi!
PK: Si. Mi padre y mi madre vinieron a Puttaparthi y vieron entonces el lugar.
RP: Mas en el período intermedio, antes de su retiro, ¿tuvo alguna reunión con Swami?
PK: No. Ninguna.
RP: Entonces, incluso cuando Swami venía a Bangalore, ¿iba sólo para el Darshan?
PK: Si, sólo para Darshan – no para alguna entrevista. Fue sólo después del matrimonio.
RP: Y, por supuesto, también coincidió con su retiro.
PK: Si. Vino en el 54 y volvió luego a Bangalore, porque fue designado como Productor Asistente para la Radio All-India. Regresó en el año 1956 debido a que debía comenzarse con el SanathanaSarathi (la revista del Ashram).
RP: Y luego falleció en 1987... ¡después de prácticamente 30 años de retiro!
PK: Si, después de 30 años.
La Amistad Divina en su máxima expresión
RP: Ahora bien, ¿cómo fue la relación entre tu padre y Bhagavan?
PK: Era muy, muy cercana – podría decir como de padre e hijo; o hasta de amigos. Swami le tenía afecto. Le daba de comer y le pedía comer con Él, y también le llevaba en Sus giras, a dondequiera que fuera.
RP: Hasta donde puedo recordar, era un traductor en esos primeros días – También fue con Bhagavan al África del Este; ¡porque fue ahí que le ví!
PK: Sí, fue al África y ¡Le siguió en casi todas Sus giras!
RP: ¡Y fue también un traductor realmente bueno!
PK: Sí.
RP: Habías dicho que nació en Kerala, entonces, ¿cómo aprendió el idioma Telegu?
PK: Aprendió el Kannada y, después de llegar a Mysore escribió numerosos libros en Kannada. Después de venirse a Andhra Pradesh, aprendió también el Telegu
RP: Y era tan competente que podía traducir. ¡Incluso traducía fácilmente el poético lenguaje de Bhagavan!
PK: Si, ¡eso fue un don que Bhagavan le otorgara!
RP: Y, de esa relación tan íntima, ¿tienes alguna experiencia que puedas compartir con nosotros?
PK: ¡Eran muy cercanos! Cuando Swami exhibió ese ataque de parálisis, mi padre estaba allí y Le acompañó durante todo el episodio. También cuando Swami estuvo en Goa y se operó de apendicitis, papá tuvo que ir a Ceilan (Sri Lanka) ¡y había hecho todas las reservaciones para ir con Swami!
RP: Fue testigo de tantos de estos eventos trascendentales en la vida de Swami. Fue tan afortunado de estar tan próximo a Él, lo que también le hizo ser un tan buen biógrafo, ya que lo vió todo con sus propios ojos.
PK: Si. En realidad, cuando vino a Puttaparthi, Swami le dijo: “Después de jubilar, te quedas aquí y escribes mi biografía.”
RP: ¡Vaya! ¿Así es que ya se lo había pedido? ¿Comenzó a tomar notas a partir de entonces?
PK: Si. Swami le dijo: “Yo te ayudaré y te diré a quien tienes que entrevistar.” La biografía estuvo lista y creo que se publicó en 1964.
El Profesor Kasturi – Un Corazón de Oro
RP: Y ahora, ¿qué hay de la relación con tu padre?
PK: Puesto que mi padre era profesor, también era un guía para nosotros. Debido a que mi familia estaba con Sri Ramakrishna, y puesto que le gustaban todas esas aldeas y colonias de harijan(menesterosos), solía llevarnos y también a los estudiantes a prestar servicio allá – como lo que hace Swami – Grama Seva. En esa época no se trataba de alimentarlos, mas él solía enseñarles acerca de la limpieza y la salud y todo eso. También cuando surgía algún tipo de conflicto, él iba a ayudar.
RP: Vaya, ¿así es que se preocupaba de ir puerta a puerta hablándoles acerca de la salud y la higiene?
PK: Si. Y solía pedirnos que jugráramos con esos niños, para que se mantuvieran limpios, y al día siguiente, ¡las madres solían bañarlos y mantenerlos aseados para que jugaran con nosotros! ¡A veces, solía traer a los aldeanos y a las gentes de la colonia de harijan a visitar la ciudad de Mysore!
RP: Dijiste hace poco que fue virtualmente después de tu matrimonio, que tu padre llegó físicamente donde Swami – incluso conociéndole desde 1948. Mas, ¿piensas que fue esencialmente tu padre el que los llevara a todos hasta Swami entonces? Ya estaba en la Misión Ramakrishna y profundamente involucrado en todas esas actividades, ¡de modo que no era sino el corolario natural el que viniera realmente a Swami!
PK: ¡Por supuesto! Ya estaba ahí.
RP: Entonces, ¿que tipo de influencia tuvo tu padre en tí?
PK: A mi padre nunca le gustó todo eso del japam, dhyanam (rezos, meditación etc.), mas sí el que Swami estuviera muy a favor de estos servicios sociales y el alimentar a los pobres. A mi padre eso le gustaba, porque en el Ashram de Ramakrishna también prestaban este DaridraNarayana Seva – Swami Vivekananda también estaba muy a favor de esto.
RP: De modo que tu padre se sentía muy atraído hacia ese ‘mejoramiento de los oprimidos’.
PK: Si. Le gustaban muchos esas enseñanzas de Swami y se sentía atraído hacia eso.
RP: Entonces tu mente también debe tener esa formación.
PK: Si, por supuesto.
El Divino Misterio sume en la Bienaventuranza al Profesor
RP: ¿Cuáles fueron tus reacciones frente a algunas de las experiencias que tu padre tuviera con Swami? ¿Llegaba a casa y hablaba sobre ellas? He sabido de un incidente en que Bhagavan le pidiera al Prof. Kasturi que se vistiera apropiadamente para una fotografía que Bhagavan mismo había de tomar – ¡aparentemente para un artículo de prensa!
Hablábamos hace algunos instantes sobre la cercana amistad entre ambos; de modo que resultó que era una broma que Swami le había jugado, ¡ya que la cámara era sólo de juguete! Y Bhagavan se rió de buena gana ante la incomodidad del Prof. Kasturi. ¿Estuviste presente? ¿Volvió a casa y habló al respecto?
PK: No. No estuve presente. Estaba en Bangalore.
RP: ¿Algún otro incidente del que nos puedas hablar?
PK: Si. Les puedo hablar de otro incidente. Antes, Swami solía caer como en trance y le dabaDarshan a algunos en lugares distantes. Y, luego de salir de él, solía contarnos lo que había sucedido allá. Mas el papá no se sentía muy satisfecho – no estaba muy seguro acerca de lo que Swami decía después de salir del trance.
RP: ¿Acerca de si era auténtico o no?
PK: Si. Mas una vez estando mi padre ahí, en el cuarto de Swami, Swami cayó de pronto al suelo y entró en un trance, y comenzó a salir vibhuti de Su boca y Sus manos. Cuando salió del trance, dijo, “Estuve en Dehradun, porque la madre del Dr. Krishnamurthi – el que viene acá a Puttaparthi – falleció y estaba rogando por Mi Darshan en sus últimos momentos, fui allá y le dí Darshan.” Luego comenzó a relatar quienes más estaban ahí, mi padre se interesó y Le preguntó a Swami si podía tomar notas. Swami le pasó una hoja de papel y papá comenzó a anotar sobre quienes más estaban allá y todo lo que había sucedido, etc.
Entonces, Swami dijo, “Va a llegar una carta en unos 3 o 4 días ¡y podrás traer tu lista para compararla!” La carta llegó efectivamente 4 días después, ¡pero Él no la abrió! Sin embargo, hizo que se le informara a mi padre.
RP: ¡Supo desde un comienzo que el Profesor no estaba muy convencido!
PK: ¡Sí! Mi padre fue donde Swami y Él le pidió que leyera ambas cosas – la carta y las notas – ¡y decían exactamente lo mismo!
RP: ¡Coincidía con lo que Swami le había dicho!
PK: ¡Sí! Mi padre estaba muy excitado y llegó corriendo a casa desde el Mandir, gritando, “¡Anandam! ¡Anandam!” (¡Ventura, ventura!) Yo estaba allí, pero no sabía qué le había pasado... Dijo: ¡Oh, tenemos Bhagavan! ¡Cuán afortunados somos! ¡Bhagavan! ¡Bhagavan!” ¡Ese día no comió nada – estaba tan emocionado!
RP: ¡Estaba él mismo en estado de bienaventuranza!
PK: ¡Sí! Mi abuela que estaba allí, se mostró muy preocupada, “¿Qué le ha sucedido a mi hijo?” Cuando le ofrecimos algo de te, ¡tampoco lo quiso! Dijo, “¡No! ¡Bhagavan está aquí! ¡No quiero nada cuando nuestro Bhagavan está aquí! ¡Tenemos a Bhagavan! ¿Por qué habría de necesitar algo más?”
En esos días, durante los bhajans de la tarde, Swami solía ir a las casas de la gente. Pasó a nuestra casa y le preguntó a mi abuela, “¿Cómo está Kasturi? ¿Qué está haciendo?” Ella se puso a llorar, “¡Oh Swami! ¡No acepta nada de comida! Todo lo que dice es, ‘¡Tenemos Bhagavan!’ ¡No sé qué es lo que le ha pasado!” Swami dijo entonces, “Cuando es revelada la Verdad, es eso lo que sucede. ¡No te preocupes! Yo lo voy a arreglar.”
Entonces, después de los bhajans, Swami llamó a mi padre al piso alto, a Sus habitaciones, estuvo bromeando con él y le dio algo de comer, luego bajó con él.
RP: ¡De regreso al plano de la tierra!
PK: Si. Eso fue realmente algo grandioso.
RP: ¿Qué se siente siendo la hija del Prof. Kasturi?
Siendo la hija de Kasturi...
PK: Por supuesto que me siento muy orgullosa. Mi padre llevó una vida muy piadosa y todos le querían y amaban; no hay nadie que haya dicho algo en contra de él. Por lo tanto, el mantenerse como la hija de Kasturi, es difícil. Porque, tan pronto como alguien dice, “¡Ella es la hija de Kasturi!” ... ¡todos me ven de manera diferente!
RP: ¡Por supuesto que sí! Pienso que algo de su nobleza te ha marcado también a tí. Y bien, ¿cuál es tu sentir frente a algunos de los cambios que se han producido en años recientes – qué era Bhagavan entonces y qué es ahora? Swami ya no es muy accesible – era tan accesible para todos ustedes entonces – ¿duele este cambio?
PK: Si. A veces me duele – porque puedo decir que no he conseguido una entrevista en los últimos 25 años, ni nada parecido. Pero me siento muy orgullosa; me siento muy feliz – porque todo el mundo ha llegado hasta Él y todos han realizado que es Dios.
En esa época, la intimidad era tanta que podría decir – al menos en lo que a mí toca – que no sentía la Divinidad en Él. La relación era diferente entonces. Era como un miembro de la familia – solía venir a casa y hablar con nosotros y jugar con los niños...
“¡Él es Mi Swami!”
RP: Y, sin embargo, ¡era más cercano que un miembro de la familia!
PK: Si. Pero ahora, incluso no existiendo ya esa intimidad, el sólo hecho que todo el mundo ansíe tener un atisbo del Darshan; eso me hace sentir orgullosa – porque ¡Él es mi Swami!
RP: ¡El que está siendo adorado ahora por tanta gente!
PK: Si. A veces, sí me duele que ya no sea accesible y que esos días hayan pasado. En verdad siento, “¿Me llamará ‘Padmamma’ una vez más? Quisiera oir esa dulce voz, ¡pero no está ahí! Mas debo sentirme satisfecha...
RP: ¿Cómo te consuelas entonces? Quiero decir en esos momentos en que sabes que Él ya no es accesible para nosotros como lo era para tí – ¿de dónde sacas fuerzas entonces?
PK: Uno simplemente recuerda todo lo que ha pasado y se siente feliz con esos recuerdos.
RP: ¿Debes tener una cantidad de recuerdos, cierto?
PK: Si. No he olvidado esas cosas, viviendo por 19 años con mi padre. He olvidado tantas otras cosas, mas con Swami – de todas las entrevistas que he tenido – tengo una cantidad de buenos recuerdos de todo eso. Puedo recordarlo todo e incluso narrarlo.
(continuará...)
Equipo de Heart2Heart
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Traducido por Herta Pfeifer
Santiago, mayo de 2007
“ÉL ES MI SWAMI”
Parte II
Esta es la Segunda Parte de una transcripción de la
conversación entre la Sra. Padma Kasturi (PK), hija
de Sri N. Kasturi, y la Srta. Rajeshwari Patel (RP), ex estudiante
y miembro de la Facultad del Campus de Anantapur de la Universidad Sathya Sai,
transmitida hace unas semanas por Radio Sai.
RP: Muy bien. Terminemos de hablar primero sobre tu padre. Luego iremos a lo tuyo – ¡porque estoy segura que tienes una cantidad de cosas que compartir con los auditores de Radio Sai! ¿Cómo fueron los últimos años de tu padre?
PK: Quieres decir sus dolencias o...
RP: Sabemos que la intimidad fue aumentando hacia el final; ¡sin duda! Mas él mismo debe haber dicho ciertas cosas acerca de esos pocos últimos años – desde el 85 al 87. ¿Habló alguna vez acerca de como se formara la Universidad? ¡Se estaban produciendo tantos cambios grandes! ¿Tuvo algún indicio acerca de su fin – que iba a echar de menos todo esto?
PK: No. ¡Nunca Lo echó de menos, porque iba a ver a Swami a diario! De modo que nunca echó de menos esa intimidad.
RP: No, quiero decir lo demás, todo lo que hemos visto ahora en los últimos 10 – 15 años.
Un Doctorado conferido por lo Divino
PK: Se sentía muy feliz con todo lo que estaba ocurriendo y como la gloria de Swami se difundía, y Su Universidad etc. Se estaba poniendo viejo y ¡se sentía muy feliz con todos los jóvenes que comenzaban a llegar!
RP: A eso era lo que quería llegar – es tan hermoso que viera como la visión de Swami era transmitida y que otra generación llegaba para hacerse cargo.
PK: En 1954 Swami había llamado a mi padre para descubrir Su Retrato en la Escuela Secundaria de Bukkpatnam. En la invitación, Swami había escrito: “Dr. Kasturi, Ph.D.” y cuando alguien Le preguntó, “¿En qué Universidad obtuvo este Kasturi su Doctorado en Filosofía?” Swami dijo: “¡En la Universidad de Puttaparthi!” ¡Pienso que Swami ya había planeado esta Universidad y todo! [La Universidad se estableció sólo en 1981]
RP: ¡Ciertamente lo había planeado – no cabe duda al respecto! ¿Qué más acerca de esos últimos años? Sufría de algunas dolencias, como dijeras – dínos algo acerca de eso.
PK: Le dolía algo la espalda y solía ir donde Swami en silla de ruedas. Pero no podía subir las escaleras.
RP: ¿Cuándo fue esto?
PK: Las molestias en la espalda comenzaron en 1985 y falleció el 87. Swami vino a casa dos veces a verle.
Su bienamado Instrumento hasta el final
RP: ¿Mas continuó dirigiendo el Sanathana Sarathi (la revista mensual del ashram)?
PK: Oh, sí. Pero Le suplicaba, “Swami, no puedo seguir haciendo este trabajo de editor. ¡Por favor, entrégaselo a alguien más!” Pero Swami dijo, “¡No! ¡Tu eres el editor y continuarás siendo el editor hasta el final!”
RP: Entonces, ¿siguió trabajando hasta el final?
PK: Sí. Falleció el 14 de agosto y ese mes no pudo escribir, pero le dictaba a mi hijo el que tomaba nota y le ayudaba, al mismo tiempo que cuidaba de él.
RP: Qué bien. ¡De modo que hizo el trabajo de Swami hasta el último momento! ¿Tienes algunos recuerdos de ese período?
PK: Sufrió un ataque de ictericia en abril y falleció en agosto. Alguien le dijo que Swami no estaba bien y que, estando en Brindavan, Bangalore, no había dado Darshan por tres días – al parecer había asumido un ataque cardíaco de un devoto o algo así – y había quedado muy débil. Como Papá era tan apegado a Swami, dijo, “¡Debo ir a ver a Swami! ¡Por favor, arreglen por un taxi y llévenme donde Él! Podemos salir temprano, a las 05:00, tener Su Darshan y regresar.”
Su ictericia era grave y su glucosa estaba muy baja, ¡pero así y todo me rogaba para que le consiguiera un taxi! Le respondí, “¿Cómo podría ir? ¡Tu no eres solamente mi padre, eres propiedad también de Prasanthi Nilayam! Si algo llegara a suceder, me culparían y tampoco sé lo que Swami va a decir.”
Esa tarde estaba casi llorando y dijo, “Podemos llamar a Sri Kutumba Rao y pedirle que llame a Swami para pedir Su permiso. Puedes ir a las 10:00 a preguntarle.”
Amor excepcional
RP: Estaba preocupado por Swami, aunque él mismo no estaba nada bien.
PK: Sí. De modo que a esa hora fui y le dije al Sr. Kutumba Rao que habíamos hecho los arreglos para el viaje. Me dijo, “¡Estas corriendo un riesgo!” Le respondí, “Tengo que hacerlo, porque él me lo suplica.”
Entonces me preguntó, “¿Y si pasara algo en el camino?” Dije, “Está bien. No hará sino pensar en el Darshan de Swami por el camino; si algo ha de suceder, que suceda.” Me respondió, “¡No! Es un riesgo.” Y luego él y el Dr. Alreja vinieron y convencieron a mi padre, diciéndole, “Vamos a llamar a Swami y pediremos Su permiso, entonces podemos ir.”
Papá estuvo llorando toda esa noche: “¡Este es mi destino! No puedo ir a ver a Swami!” Luego Le escribió una carta y Swami envió una respuesta, “Kasturi, acepta Mis Bendiciones. ¡No temas nada! Swami está contigo y en torno a tí. ¡Sé valiente y piensa en Él! ¡Desecha todo otro pensamiento! El cuerpo es una burbuja de agua, no te sientas triste por él. Pasa tu tiempo pensando en Dios. Tuyo, Baba.” Lleva la fecha de abril 1987, desde Brindavan.
Luego, dos meses más tarde, le escribió otra carta a Swami – en junio del 87, porque no había tenido Darshan por tantos meses, de modo que la agonía del ansia de ver a Swami se reflejaba en ella.
RP: ¿Le escribió él mismo a Swami?
PK: Sí. Aunque no podía escribir, la garrapateó. Entonces, un día, le dije, “Mira, ¡estás garrapateando y es posible que Swami no pueda leer esto! Pienso que es mejor que yo escriba y lo pongo con tu carta. Me dijo, “¡No! ¡No con mi carta! ¡Si quieres, puedes escribirle por separado!”
RP: Entonces esta segunda carta de junio del 87 es más larga que la de abril, la que parece bastante normal. Y, aparentemente, Swami escribió cada palabra por separado y con letras grandes.
PK: Si, porque ya estaba muy débil para entonces.
RP: Y Bhagavan quería que pudiera leerla él mismo.
“Espera por Sai”
PK: Sí. Escribió, “Kasturi, acepta Mis Bendiciones. Sai está contigo y en torno a tí. Sé feliz. No pienses en nada. Manténte pensando constantemente en Dios. Este es el sadhana principal que debes hacer ahora. Yo llegaré pronto; espera por Sai. Tuyo, Baba”
RP: Dijo, “Espera por Sai” ¿Llegó Swami entonces?
PK: Sí. Antes de fallecer mi padre el 14 de agosto, estuvo en el hospital por una semana. Antes, cada vez que pasaba alguien frente a la casa, pensaba que era Swami.
RP: ¡Swami estuvo permanentemente en sus pensamientos!
PK: Sí. ¡Quería encontrarse con Swami. Swami nos mandó decir entonces, “No puedo llegar hasta la casa de ustedes; porque si lo hiciera, ¡llegaría toda la multitud! Llévenlo al hospital e iré allá para darle Darshan.”
RP: ¿Entonces Swami volvió de Brindavan una semana antes que falleciera?
PK: No. ¡Swami vino en junio!
RP: ¡Oh! Retornó de Brindavan en junio, ¡siendo que había escrito en esa carta “Espera por Sai”!
PK: Si, Swami vino a verle el día que fuera hospitalizado y le hizo beber un vaso lleno de agua y le indicó que sólo pensara en Dios y no se preocupara por nada. Dijo, “Pídanle a los médicos que no permitan que nadie venga a visitarle ni a perturbarle.” No quería que nadie le hablara, sólo dos personas, mi hijo y yo.
RP: Porque quería que siguiera el mandato de Swami – ¡pensar constantemente en Él!
PK: Sí. Alguien sugirió que debiera hacerle oir el sahasranaam, mas cuando lo hice dijo, “¡No! ¡No quiero nada!”
RP: ¡Toda su vida estuvo totalmente inmersa sólo en pensamientos sobre Swami!
Realizando lo Último
PK: Sí. Un día en junio – antes de Gurupurnima – llamó repentínamente a mi hijo y dijo, “¡Yo soyAtma! ¡Kasturi ha muerto! Anda y díselo a todos.”
RP: ¿Eso dijo?
PK: Sí. Pienso que lo había realizado espiritualmente. Mi hijo se preocupó por lo que estaba diciendo y por que estaba hablando así. De modo que fui a preguntarle ¡y me dijo lo mismo!
RP: Entonces, ¡en esos pocos meses de dolencia, Swami había elevado su conciencia hasta ese nivel!
PK: Eso creo. Al final, me dijo, “Por favor, no me obligues a comer nada.” Le dije, “¡Tu cuerpo aún está aquí y debo cuidar de tu cuerpo! No te voy a obligar, pero por favor come lo que quieras y cuanto quieras...” Me respondió, “Está bien. Pero no me obligues.”
Después de eso no dijo nada más y pienso que para sus adientros estaba pensando en Swami – ¡sólo en Swami!
“¡Ha llegado la Libertad!”
RP: ¡Bhagavat-chintana!
PK: Es así que desde el día en que Swami viniera al hospital, no se permitieron visitantes. El día en que falleciera, estaba como sin aliento. No respondía, tampoco mostraba respuestas para con mi hijo – aunque conocía su voz, ya que también ese día estaba allí cuidando de él.
El Dr. Alreja fui a decirle a Swami que Papá respiraba con dificultad y Swami dijo, “¡Me ha servido por cuarenta años! ¡Ha llegado la Libertad!” Luego le dijo al Dr. Alreja, “Iré al hospital a verle, de modo que no le administre nada.” – le estaban administrando glucosa en muy pequeñas dosis – como cuatro gotas por minuto, o algo así.
Hacia las 11:30 hrs. Swami había ido a la Universidad a ver una práctica de actuación y vino de inmediato al hospital. Estábamos todos ahí. Aun respiraba con dificultad y de pronto hubo una expresión de tristeza en el rostro de Swami cuando entró al cuatro, llamando, “¡Kasturi! ¡Kasturi!” Mi padre abrió de inmediato los ojos.
RP: ¿A la voz de ustedes no respondía?
PK: No. ¡Sólo a Swami! ¡Pienso que estaba esperando ese llamado!
RP: ¡Oh! ¡Y cuando llegó Swami, abrió inmediatamente los ojos!
PK: ¡Sí, inmediatamente! Luego intentó unir sus manos y hacer namaskaram y Swami le tocó ambas manos, creó vibhuti y se lo aplicó sobre la frente, y me dió otro poco diciéndome que los mezclara con algo agua. Luego me preguntó, si había ingerido algún alimento desde la mañana. Le dije, “No, Swami. Sólo le doy algo de leche de coco, porque sus labios y boca están secos.” Después, Swami se quedó de pie ahí por 2 o 3 minutos.
RP: ¿Cuál era la expresión en el rostro de Swami?
PK: Swami estaba sereno, ya que también la dificultad para respirar no era mucha. Luego me pidió de inmediato que tomara sus manos para hacer el namaskaram, sentí como que la responsabilidad era mía en adelante, como nos dijo a mí y a mi hijo. Luego bajó y le dijo a los médicos, “Sólo una hora más”. Y agregó, “Era un hombre muy famoso; trabajó en la Radio All-India. ¡Hemos de organizar una gran procesión, porque era mundialmente famoso!”
RP: Definitivamente. Era un profesor de fama mundial... ¡Había de ser algo magno!
PK: Le pidió a todos los médicos y enfermeras que fueran a la habitación y entonaran ‘Om Shri SaiRam’ e indicó a los médicos que Le informaran cuando todo hubiera terminado. Todos estuvimos repitiendo ‘Om Shri Sai Ram’ hasta las 12:30.
La Realización de lo Supremo
RP: ¡Y entonces se llevó a cabo la magna procesión!
PK: Sí, al día siguiente. Coincidió con el Día de la Independencia de la India. Fue grandioso. Swami había pedido que se cerrara la cantina y envíó a todos los estudiantes a desfilar también. Hubo recitación de los Vedas y Bhajans durante la cremación. Después de la cremación, Karunyananda (un monje muy cercano a Swami en esos días) vino a decirme ¡que se había dado en kapalamoksha – el alma que escapa al brahmanantra – de modo que no había sido una muerte usual!
RP: Es decir, el cráneo mostraba una fisura y el alma había abandonado el cuerpo por ella.
PK: Si.
RP: ¡Y esa es una señal de alguien que ha alcanzado la fusión total con Dios!
PK: Si. Y en la tarde, cuando estaba sentada en la fila del darshan, Swami me dijo, “¡Alcanzó lo que debía alcanzar! ¡De modo que no hay necesidad de hacer ningún karma ni nada por él!”
RP: Nada de rituales – porque celebramos los rituales para orar por la fusión del alma; y en este caso no se requería. Por eso Swami no quería que se realizaran rituales.
PK: No. Dijo, “El duodécimo día, Yo Mismo voy a hacer algún Narayana Seva (alimentar a los pobres) y voy a hacer arreglos para algún puja (adoración) en la casa.”
(Continuará... )
Equipo Heart2Heart
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Traducido por Herta Pfeifer
Santiago, junio de 2007
“ÉL ES MI SWAMI”
Parte III
Esta es la tercera parte y final de las conversaciones entre
la Sra. Padma Kasturi, hija de Sri N. Kasturi, el biógrafo de Swami,
y la Srta. Rajeshwari Patel, ex estudiante y Miembro Académico de la
Universidad Sathya Sai, Campus de Anantapur,
transmitidas hace algunas semanas por Radio Sai.
RP: Señora, ¿Por qué no compartes con nosotros algunas de tus propias experiencias con Bhagavan?
PK: Sí, compartir es maravilloso. Mi matrimonio fue celebrado aquí, durante el Festival de Dasara, en 1950, en el Viejo Mandir. El nuevo mandir de Prasanthi Nilayam no se inauguró sino más tarde ese año. De modo que ambas celebraciones, Dasara y el Cumpleaños, se juntaron en noviembre. Después de mi matrimonio, durante la entrevista que nos concedió a mi marido y a mí, Swami me bendijo y creó una fruta, diciendo: “La próxima vez que vengas, traerás contigo a un hijo.”
Swami protege el embarazo
Quedé embarazada seis meses después. Mas, al sexto mes de embarazo se presentaron complicaciones – tenía la presión muy alta. Los médicos se preocuparon y me indicaron eliminar la sal de mis comidas. En esa época la medicina no estaba tan avanzada como ahora, y temían que, con la presión alta, presentara alguna manifestación de epilepsia durante el parto. Me pusieron a tratamiento. Como mis padres se preocuparan mucho, vinieron a Puttaparthi y le contaron todo a Swami.
Swami creó entonces un trozo de azúcar cande y se lo dio a mi padre, diciendo: “Cuando la lleven a la sala de partos, puedes ponerle esto en la boca y dará a luz sin dolor alguno.”
Durante el octavo mes, debido a un alto contenido de albúmina en mi orina, estaba edematosa, de modo que me llevaron a una clínica para mantenerme a tratamiento y bajo observación. Me quedé un mes, y me había estabilizado, de modo que el médico me dijo, “Ha estado aquí durante un mes, mas el niño no se ha desarrollado por completo aún, deben faltar al menos quince días más antes del parto. ¿Por qué no se va a casa y continúa con la misma dieta y medicamentos?”
De modo que me fui a casa. Me dieron de alta en la clínica el 28 de febrero y Swami había dicho que el parto se produciría en la primera semana de marzo. Un día, sentí repentínamente algo de dolor y me fui a la clínica de nuevo. Los médicos dijeron, “¡Este sería el primer parto en que no podemos saber cual es la causa del dolor! Mas, ya que está aquí, puede pasar la noche e irse a casa mañana.”
Esa noche aún sentía dolor, pero soportable. Cuando mi madre vino a Puttaparthi, Swami le indicó que no debía preocuparse ya que Él iba a estar ahí llegado el momento. Mi madre pensó que Swami iba a viajar a Bangalore en febrero o marzo, mas Swami la corrigió: “¡No! ¡No físicamente, sino espiritualmente!”
RP: ¡Oh!
PK: Nuevamente sentí dolores – pienso que cerca de las 03:30 o 04:00 hrs. ¡Luego, me pareció ver una mano cerca de mí! En esos días Swami solía vestir batas de distintos colores, rosado, amarillo y no sólo naranja. ¡Ví aparecer una mano con una manga rosada y comenzar a masajear mi vientre! ¡Podía sentir el contacto!
RP: ¿Y la vió también? ¡Una bata de color rosado!
PK: Quería tomar la mano, pero no alcanzaba y, además, tenía miedo, porque esto no era más que 1952 ¡y no era mucho lo que sabía de Swami y todos estos milagros para entonces! Llamé de inmediato a mi madre, “¡Amma! Vino una mano y comenzó a masajear mi vientre! ¡No sé lo que era!” Y ella me dijo, “¡No te preocupes! Ví a Swami parado junto a tu cama.”
RP: ¿Ella Lo vió? ¿Estaba también en el cuarto?
PK: Sí, estaba durmiendo a mi lado.
RP: ¡De modo que Lo vió!
PK: Sí. Dijo, “¡Tiene que ser Swami!” Luego, al día siguiente, el médico dijo, “La cabeza del bebé se puso en posición; tal vez el parto se produzca hoy.” Después de eso, fueron aumentando las contracciones y me llevaron de inmediato a la sala de partos y mi madre me puso en la boca el pedazo de azúcar cande. Mientras estaba tendida en la camilla, chupando el trozo de azúcar y bebiendo el jugo, ¡caí en un profundo sueño! ¡Fue casi como una especie de anestesia!
Toda mi familia estaba ahí – mis padres y mis suegros. El médico dijo, “¡El parto no se podrá producir mientras ella duerma! De modo que todos ustedes pueden irse a casa.”
RP: ¿El doctor no sabía de Swami?
PK: Sí. Mi madre le pidió a una de las enfermeras que se quedara conmigo. Y cuando sentí algo de dolor, ella llamó de inmediato a mi mamá: “¡Amma! ¡Venga por favor! ¡El bebé está saliendo!” Mamá llegó corriendo y, por supuesto, el parto se produjo.
RP: ¡De modo que fue un parto sin dolor!
PK: Si, sin dolor. Mas el bebé era muy pequeño – pesó menos de 2kg. y no lloró. Le sangraba la nariz y la boca, de modo que le pusieron una inyección y lo llevaron a la incubadora.
La enfermera le dijo a mamá, “Estoy muy preocupada, ya que la madre tuvo problemas con la presión y ahora el bebé, porque está tan débil.” Pasaron tres días y la enfermera no tenía muchas esperanzas con el niño. Entonces dijo, “Hable de esto con Sai Baba. ¿Por qué no va a preguntarle o a conseguir algo de prasadam?
Por ende, mi padre vino a Puttaparthi. Y, tan pronto como cruzó la entrada – la del Dashavatara, que era entonces un gran bungalow, con un amplio pórtico y una veranda – Swami estaba de pie allí. En cuanto vió a mi padre, le preguntó: “¿Cómo estás? ¿Estás preocupado por el niño, porque es tan débil? Verás, debido a que era tan pequeño, ¡el parto fue muy fácil! ¡Fui allá para poner su cabeza en posición y Padma quiso tomar Mi mano! ¡Cómo podía hacerlo!”
RP: ¿Incluso mencionó eso?
La Abrumadora Preocupación Divina
PK: ¡Sí! Luego envió algo de vibhuti para mí y para el niño: una parte para darle todos los días y luego para cubrir todo su cuerpo despues del baño al décimo día; le instruyó también de no traer al niño para el namakarana (ceremonia de bautizo) hasta que no tuviera unos 5 o 6 meses de edad. Dio otras instrucciones también – ¡la razón por la que quiero mencionarlas es para mostrar como Swami se preocupa hasta de los más mínimos detalles! Dijo “Como tuvo problemas con su presión, pídele a tu mujer que se encargue del niño en la noche, para que ella pueda tener un sueño reparador.” También dijo: “¡Tu casa está en un lugar en donde hay muchos mosquitos! Deberás instalar un mosquitero lo suficientemente grande como para que tu mujer, Padma y el niño puedan dormir.” ¿Te das cuenta de cómo es Él?
RP: ¡Tanta preocupación! ¡E incluso hacer observaciones como esas!
PK: Sí. Luego lo trajimos acá a los cinco meses y Swami lo bautizó. En esos días, se nos permitía hacer paadapooja (adoración de Sus Pies) para cada ocasión. ¿Sabes acerca del paadapooja?
RP: He oído al respecto, pero me encantaría oirlo de tí. Por favor, cuéntanos.
PK: Frente a la sala de entrevistas hay un cuarto que solíamos llamar el cuarto del paadapooja.
RP: ¿Frente a la sala de entrevistas que está cerrada ahora?
PK: Si. Solíamos poner una bandeja bajo los Pies de Swami y adorarlos con agua pura primero, y luego recogíamos esa agua y los secábamos con una toalla, y luego volvíamos a mojar Sus Pies con agua de rosas. También esa agua se recogía. Luego adorábamos Sus Pies con haldi, kumkuma(cúrcuma y cinabrio) y flores, y también Le poníamos guirnaldas a Swami.
RP: ¿Se le daba a todos la oportunidad de hacer este pooja?
PK: Sí. Cada vez que veníamos o regresábamos, o en cualquier ocasión, Él lo aceptaba.
RP: ¡Ahora no nos permite tocar Sus Pies!
PK: Solíamos ponerle guirnaldas y Él solía darnos algún prasadam, y lo comíamos y hacíamosaarathi, Él entretanto sentaba a mi hijo en Sus rodillas y le llamaba Sai Ramesh. Decía, “Pueden llamarlo Ramesh, mas su nombre será Sai Ramesh.”
Abundantes Bendiciones para Su Hijo
Después de un año volvimos para su annaprashna – es decir, darle su primera comida sólida: porridge con arroz, leche y azúcar – la que Swami le dió, teniéndole sentado en la falda.
A los tres años Swami hizo el aksharabbhyasam – la ceremonia del escribir la primera letra antes de llevar al niño a la escuela. Esa fue también una experiencia muy diferente y auspiciosa que me gustaría relatar.
RP: ¡Por supuesto!
PK: Para entonces ya tenía a mi segundo hijo. Swami dijo, “¿Cómo te las puedes arreglar con los dos niños? ¿Por qué no pones al mayor en la escuela?” Le dije, “Swami, no se ha hecho elaksharabhyasam aún.” Me dijo, “Yo lo haré antes que te vayas.” En ese tiempo yo estaba en Puttaparthi. Me indicó, “Tu lo arreglas todo y Yo iré a tu casa mañana y lo haré.” De modo que lo preparamos. Como en la época no había tiendas aquí, tuvimos que pedirle a alguien que fuera a Bukkapatnam para conseguir la pizarrita y la tiza. Tampoco teníamos una silla grande o un sillón para que se sentara Swami. Teníamos una gran caja de madera, sobre la cual pusimos un cobertor y algunos cojines y Él se sentó allí. Esto fue durante los bhajans.
RP: De modo que mientras había bhajans en el mandir, ¿Swami solía salir a visitar a personas?
PK: Sí. Los bhajans eran entre 11 y 12.
RP: ¿Cada día?
PK: Si, cada día.
RP: No como ahora – ¡sólo media hora! ¿Y Swami circulaba entre todos?
PK: Si. Y Swami solía hacer tantas otras cosas también – este paadapooja, las entrevistas – todo durante el tiempo de bhajans. ¡También solía visitar las casas de las personas! Y bueno, dijo, “¿Cómo podría estar sentado sobre esta tremenda caja de madera y hacer el aksharabhyasam? ¡Bájenla, por favor!”
Había una plancha de madera, de modo que la pusimos en el suelo y extendimos el cobertor encima y arreglamos los cojines, ¡y Él se sentó ahí, en el suelo! Y le pidió a mi hijo que se sentara en Su falda.
RP: ¡Esa si que es fortuna!
PK: Si. Luego me pidió que trajera algo de arroz sobre una bandeja y escribió Aum NamohNarayana Namaha sobre él.
RP: ¿Sobre eso?
PK: Sobre el arroz. Luego escribió Aum sobre la pizarra y luego le pidió a mi hijo que pusiera haldiy kumkuma sobre lo que Él había escrito – como un pooja – y, sosteniéndole la mano, le hizo escribir eso también.
RP: ¿Qué le hizo escribir?
PK: Aum Namoh Narayana Namaha – el beeja mantra completo. Él le había dado un anillonavaratna (de nueve gemas) a mi padre y, ahora le pidió que se lo pasara y Swami escribió entonces “Aum Namoh Narayana Namaha” sobre la lengua de mi hijo.
RP: ¿Con el anillo, usándolo como pluma?
PK: Si, con el anillo.
RP: ¡Grandioso! Mas, que hay de la pizarra, ¿no la usó?
PK: Si la usó. Le hizo escribir sobre la pizarra y también sobre el arroz. ¡Además de escribirle sobre la lengua! A continuación, le ordenó que nos hiciera namaskaaram (obediencia) a todos nosotros – sus padres y sus abuelos. Luego le pidió a mi padre que lo llevara a los bhajans y allá le regaló una caja de dulces.
RP: ¡De modo que fue un gran día para él!
PK: Si... Tenía dos años entonces, veníamos muy seguido y, tan pronto llegábamos, nos daba una entrevista.
RP: ¿Grabaste todas esas entrevistas?
PK: No, en esos días no había grabadoras de cassette.
RP: ¿Registraste algo por escrito?
PK: No, me baso en lo que puedo recordar...
RP: Ya habías dicho que acerca de Swami lo recuerdas todo – que puedes haber olvidado otras cosas, ¡pero no puedes olvidar esto!
PK: Si... A continuación, Swami dijo, “Debes tener otro hijo. Cuando este vaya a la escuela, ¿que va a hacer? ¡Te aburrirás!”
RP: ¿Eso dijo?
PK: Si. Mas cuando me embaracé de nuevo, fui a ver al médico y éste me retó: “¡Tuviste presión alta durante tu primer embarazo! Este viene muy pronto... ¡Temo que se pueda repetir una vez más!”
Mi padre estaba ahi; había venido acá luego de jubilar. Le escribí una carta a mi padre y otra a Swami. Swami dijo, “¡No te preocupes!” ¡y envió una carta con mi padre con cerca de 40 paquetes de vibhuti! Diciendo, “Que tome de esto con agua cada noche antes de irse a dormir y no habrá problemas de presión alta.”
El Segundo Hijo es el Prasad de Sai
¡Y nada sucedió! Aunque tuve que ir a control médico cada mes y ella solía recetarme algunos medicamentos y yo solía bromear con ella diciendo, “Oh, funciona maravillosamente!”, aunque no tomé ninguna de las prescripciones – ¡sólo vibhuti! ¡Tal vez es por eso que bautizó a mi segundo hijo como Sai Prasaad!
Luego, cuando tenía entre dos y tres años, Swami dijo de nuevo: “¡Este niño irá a la escuela!” Le dije, “¡Swami! ¡Esto va a seguir y seguir! ¡Todo el que nace deberá ir a la escuela! ¡Pero yo no voy a estar pariendo cada vez!
Dijo, “No. ¡Debes tener un hijo más!”
RP: ¿Él insistió?
PK: Si. De modo que cuando el segundo tuvo dos años, concebí de nuevo. En esa época mi padre estaba trabajando como Productor Asistente en la All India Radio en Bangalore. Trabajó allí por tres años después de retirarse.
RP: ¿Y se mudó acá?
PK: Él y mi madre. Mi abuela estaba aquí. Swami dijo: “Yo Me encargaré, vayan ambos.” Es costumbre en la India el que la hija, en su sexto mes de embarazo, se vaya a la casa de sus padres por un mes y, para tenerla contenta, le dan de comer todo lo que desee.
RP: Sí, usualmente esa es la tradición.
Deliberaciones para el Parto
PK: La casa de mis padres y la de mis suegros estaban muy cerca la una de la otra. De modo que, cuando me llamaba mi madre e iba allá, era casi como que no me moviera de la casa de mis suegros. De modo que pensé que era mejor irme a Puttaparthi a quedarme con mi abuela por un mes.
En esos días, Swami estaba en Bangalore y había venido a comer a casa de mi padre. Mi mamá dijo, “Pregúntale tú a Swami, no corresponde que le preguntemos nosotros.” De modo que, cuando vino a comer, Le pregunté, “Swami, me gustaría poder quedarme en Puttaparthi, por un mes, con mi abuela, así puedo ayudarle.” Swami se burló, “¡Vaya! ¿Quiéres venir a Puttaparthi? ¡No es más que una excusa! Muy bien, ¿y por qué no vienes?”
De modo que viajé a Puttaparthi y me quedé ahí. En la época teníamos el problema de no saber en dónde podría atenderme, porque si tenía a mi bebé en Bangalore, no habría nadie para ayudarle a mi madre en casa, ya que ella tendría que ayudarme a mí y quedarse en el hospìtal conmigo. De modo que ella se mostraba algo preocupada. Por aquel entonces se había inaugurado el Hospital General en Puttaparthi, mas no sabíamos si Swami estaría de acuerdo.
Un día, cuando estaba con mi abuela, llegó Swami y me preguntó, “¿Cuáles son tus planes?” Le dije, “Swami, no tengo planes. Lo que Tu digas, es lo que haré.” Y me dijo, “¿Por qué no das a luz aquí mismo? ¡Hay un hospital aquí! Siempre quieres a Swami y un hospital – ¡ahora los tienes a ambos aquí mismo!”
Le dije, “Pero Swami, estoy sólo en el sexto mes, ¡no me puedo quedar aquí tanto tiempo!” , ya que no había facilidades en aquel entonces para llegar acá.
RP: Si, había muchas dificultades para llegar hasta Puttaparthi. ¿Venías en las carretas tiradas por bueyes?
PK: ¡Oh si! En esos días, teníamos que tomar el tren primero, luego un bus y para llegar, las carretas y todo eso.
RP: Recuerdo que cuando vine en 1972, ¡llegamos desde Bukkapatnam en la carreta con bueyes!
PK: De modo que Le dije, “Por qué no me voy a Bangalore por un mes y puedo volver entonces para el parto, porque después de él, tendría que esperar tres meses antes de poder hacer el viaje de regreso.”
Mas Él me dijo, “¡No! ¡Te quedas aquí, porque el buddhi y jnana – la inteligencia – se forman después del sexto mes en el útero! De modo que te quedas aquí y haces el naamasmarana(entonación del nombre de Dios) y bhajans.”
RP: ¡Este Swami! ¡Él es el Credor y sabe bien lo que sucede durante el sexto mes de embarazo! ¿De modo que es desde entonces que el niño desarrolla su inteligencia?
PK: Si. Eso es lo que Él dijo y es por eso que se habla del por qué uno debe mantener contenta a una mujer encinta.
RP: Cierto, ¡eso también se dice en las escrituras!
PK: De modo que me quedé. En esos días nos era difícil conseguir frutas y todo eso. De modo que cada vez que algún devoto venía y le traía frutas a Swami, ¡Él solía mandarnos manzanas o bananas u otras frutas a la casa! De vez en cuando nos iba a visitar y a ver como estaba yo. Cuando llegó el noveno mes, mi madre también se vino.
Swami había viajado a Tirupathi para asistir a la Primera Conferencia de la Sociedad de la Vida Divina en Venkatagiri y, cuando volvió, Le acompañaba una cantidad de sanyasis (renunciantes)
RP: ¿Eso fue en 1961?
PK: No, en 1957. Muchos sanyasis Le siguieron y estaban todos en Puttaparthi. El día anterior al Ramanavami, empecé a sentir algo de dolor en la tarde, y mi segundo hijo – que tenía sólo tres años entonces – estaba conmigo. Me recosté y me preguntó qué me pasaba, le dije, “Tengo algo de fiebre, quiero un poco de vibhuti de Swami y estaré bien.”
Sai Dipone todo para Su Cuidado
¡Mi hijo no supo qué hacer! En esos días, Swami solía subir por el cerro – ahí donde está ahora la Universidad – hasta donde había unas grandes rocas, llevando a grupos de personas en la tarde, para darles entrevista y para conversar.
RP: ¿Simultáneamente con los bhajans?
PK: No, antes – cerca de las cuatro o las cinco. De modo que mi hijo comenzó a trepar el cerro para ir a pedir vibhuti para su madre. Swami le vió y preguntó, “¿Qué sucede?” El chico Le dijo, “Swami, mamá tiene algo de fiebre y quiere un poco de vibhuti.” Ya que Él sabía que estaba cerca del momento del parto, descendió y vino a preguntarme, “¿Quieres ir al hospital?” Le dije, “Swami, No sé, lo que Tu digas”.
Me dijo, “Déjame ordenar una cama para tí.” Había algunas de las ancianas de la aldea en el área de damas, en la que había cuatro camas. Dijo, “Iré a hablar con los médicos y dispondré una habitación para tí.” Fué a la casa del Dr. Sitaramaiya, quien era el responsable entonces, para disponer una habitación. La residencia de mi padre estaba en el Bloque Este y fue a decirle, “El doctor va a poner una cama en la misma sala de partos.” En la época había sólo cuatro habitaciones en el Hospital – una de cuatro camas en el área de varones, una de cuatro camas en el área de damas, una sala de partos y un hall central – eso era todo. Era un hospital muy pequeño.
Mas luego dijo, “¡No! ¡Si te acomodan ahí, estarás muy lejos de la sala de baño!” ¡...así de considerado era Él! Luego dijo, “Ya que hay un solo hombre en al área de varones, les pediré que lo acomoden en la veranda ¡y haré un área especial de cuatro camas para tí!” Luego le dijo a mi madre, “Como los automóviles no pueden subir el cerro, buscaré un jeep para que la lleve al hospital y Yo iré allá después de bhajans.”
RP: ¡De modo que Él se encargó de todo!”
PK: ¡Si! En ese momento seguían los bhajans, pero después de los bhajans aún no se encontraba un jeep y a mí se me estaba haciendo difícil seguir en casa, porque los dolores aumentaban. Entonces llegó Swami a comer – en esos días solía venir hasta este lado a la hora de la cena, y Su hermana Le servía; así las mujeres podían hablarle.
Mi madre fue allá y le dijo a Swami, “A mi hija se le está hacindo difícil seguir aquí; es mejor que la llevemos ahora”. Swami dijo, “No hay ningún jeep disponible, ¿qué puedo hacer?” y, entonces, pidió agua, creó algo y lo puso en el agua y dijo, “Dale esto a beber y el dolor pasara, entonces la pueden llevar.”
Mamá lo trajo – ¡se veía como jugo de fruta y tenía un olor muy agradable! Lo bebí y el dolor desapareció ¡e incluso pude subir el cerro caminando!
RP: ¿Subiste caminando?
PK: ¡Si, subí caminando! Llegamos al hospital, me acosté y el dolor pasó. Había dos médicos varones, pero ninguna matrona, enfermera ni nada. Sólo había una señora que sabía algo de enfermería, de modo que Swami la hizo entrar con mi madre. Ambas empezaron a discutir qué hacer, porque no estaban familiarizadas con el proceso del parto.
Los médicos entretanto estaban sentados en la veranda y nos dieron todo lo necesario – tijeras, hilo quirúrgico etc. – y dijeron, “En caso que surja algún problema, nosotros estaremos aquí, esperando.” El dolor había desaparecido y me quedé dormida. Entretanto la señora se acordó que ese mismo día había una señora que trabajaba como cocinera, que tenía experiencia con partos, de modo que la fue a buscar y la trajo.
Pero pasó toda la noche.
El día siguiente era Ramanavami y los bhajans comenzaron a las 9 y 10 de la mañana (los otros días era usualmente entre las 11 y las 12).
Era verano y, en aquellos días no teníamos instalaciones de agua ni de electriciad en Puttaparthi.
RP: ¿Y cómo se las arreglaban?
PK: ¡Con abanicos!
RP: ¿Y el agua?
PK: ¡Se recurría al pozo!
RP: ¡Oh! ¿Debían ir a sacar agua?
Él Se Encarga de Todo
PK: Si. Swami llegó entonces al hospital cerca de las 09:00 hrs y dijo, “¿Qué ha pasado?” Le dije, “Todo se calmó – no ha sucedido nada.” “Como ya habías tenido tantos problemas y puesto que era ashtami (8º día lunar del mes – no considerado auspiciososo), ¡lo detuve todo! ¡Hoy es Ramanavami y el niño nacerá hoy!” Le entregó entonces dos paquetes de vibhuti a mi madre y dijo, “Después del parto, masajéale esto sobre el vientre. Ahora, cuando comiencen los dolores, no podrá comer... Tráele algo de comida y dásela.” Mi madre fue y me trajo de comer.
RP: ¡Asombroso! ¡Cuánta preocupación mostró!
PK: Si. Esa tarde, cerca de las 18:00 hrs., Swami llevó a todos hasta el río Chitravathi. Era el mes de abril y yo me sentía exhausta debido al calor. Tenía algo de dolor, pero no avanzaba el parto. Alguien le dijo a Swami: “¡Swami! Padma está allá en el hospital. ¿Y qué si sucediera algo allá?” Él dijo, “¡No! Nada va a suceder hasta que Yo vuelva. ¡Todos pueden venir!”
De modo que se los llevó a todos hasta el Chitravathi y parece que ahí creó, desde la arena, ídolos del Señor Rama, de Lakshmana y de Sita; todos cantaron algunos bhajans , Swami dió un discruso y también creó algo de amrith!
RP: ¡El día de Ramanavami!
PK: Si. En esos mismos momentos comencé a sentir dolores fuertes y transpiraba bastante. No había nadie conmigo, salvo mi madre; ella lloraba y no sabía qué hacer – ¡estaba angustiada!
Al parecer, cuando Swami estaba distribuyendo amrith a las damas, dijo repentínamente, “¡Oh! ¡Me duele la espalda!” Transpiraba mucho y se sentó por un par de minutos, estirando Sus piernas.
RP: ¡Oh! ¿Significa eso que había asumido en Sí el dolor?
PK: Si. Se secaba el sudor con el pañuelo que lleva siempre. Por supuesto, todos se acercaron para darle ayuda. ¡Eran entre las 20 y las 20:30 hrs. entonces!
RP: ¿Y estaban los devotos tan tarde con Él en las arenas del río? ¿Solían llevar faroles?
PK: Sí – antorchas, faroles etc. También, cuando creaba ídolos, solían llevarlos al mandir, ponerlos en el santuario y hacer el aarathi – eso era lo usual entonces.
Entretanto me sentía muy débil y cansada. ¡No había señales del parto! Con el regreso de Swami se acercaron muchas señoras y algunas murmuraban, “¿Por qué viniste acá? ¡Debieras haber ido a Bangalore!”
Debido a mi debilidad y cansancio, mi mamá se angustió y fue donde Swami, llorando. Él estaba cenando. Ella Le dijo, “Swami ¡está sufriendo mucho!” Él dijo, “No, ¡no hay nada de que preocuparse!” Creó entonces algo de vibhuti y le dijo, “Mézclalo con agua y dáselo a beber. Yo voy a ir también.”
Mamá llegó, mezcló el vibhuti con agua y me lo estaba dando, ¡cuando Swami llegó al hospital!
RP: ¡Imagínate! ¿Qué hora era entonces?
PK: Eran las 21:30 hrs. o algo así. Quise incorporarme, pero Él dijo, “No, acuéstate. ¿Qué ha pasado?” Le dije, “Swami, es atroz, ¡no lo puedo soportar!” Y Él dijo, “¡Eso es samsara (la vida mundana)!”
RP: ¡Bien! ¡Lo resumió en una sola palabra!
“¡Grita Sai Ram! – Baba
PK: Dije, “¡Swami! ¡No fue así con los partos anteriores! Fue fácil entonces, pero esta vez no sé qué ha pasado. ¡Estoy sufriendo tanto!” Entonces Swami dijo, “Cuando tienes dolor, ¿por qué gritas ‘¡Amma, Amma!’
¿Por qué no gritas ‘¡Sai Ram, Sai Ram!’?”
RP: ¡Oh! ¡Eso era otra lección indirecta!
PK: Si. Pero fui lo bastante osada y Le dije, “Swami, aunque no dijera ‘Sai Ram’, sabes que no estaba llamando a mi madre – Te estaba llamando sólo a Tí!” Entonces me dijo, “No, Padmamma, ¡no es asi! Cuando viene el dolor, debes decir, “¡Sai Ram!”
Luego Swami se paró junto a la puerta – que quedaba al lado de la cabecera de mi cama – y llamó a la señora y le indicó que me hiciera recordar, cuando viniera el dolor, de decir “¡Sai Ram!” Y, mientras seguía junto a la puerta, agitó la mano. Era como si estuviera haciendo gestos desde lejos con Su mano e inmediatamente sentí como un golpe en mi vientre, vino de inmediato el dolor y dije “¡Sai Ram!” ...¡y el niño nació!
RP: ¿Y Swami seguía parado junto a la puerta?
PK: ¡Si! ¡Y el niño nació de inmediato!
RP: ¡Mi Dios!
Tan Íntimo... Como de la Familia
PK: Y cuando escuchó el llanto del niño, bajó. Al día siguiente, en la tarde, vino de nuevo al hospital. Como en esos días no había electricidad, había traido consigo una gran linterna – Swami solía usar una gran linterna de seis baterías. Luego fue a ver al niño y dijo, “¡Oh, un bebé tan pequeño! ¡Y para dar ésto a luz tuviste que pasar por tanto!”
Luego bromeó conmigo, “¡Querías una hija y has tenido otro hijo! ¿No estás contenta?”
Al octavo día vino mi padre a Puttaparthi. Fue derechamente a ver a Swami, no vino a verme primero a mí – así era él. Swami le contó lo que había pasado junto al Chitravathi ¡y fue entonces que papá se enteró que Swami había asumido mi dolor! Swami le dijo a mi padre. “No había nadie sino su madre y estaba sufriendo tanto que tuve que asumir el dolor; y después todo anduvo bien.”
Entonces trajo a mi padre consigo y le dijo, “¡Mira! ¡Padma está muy enojada conmigo y no me habla, porque no consiguió una hija!” ¡Actuaba como si hubiera sido de la familia!
RP: ¡Si! Y entonces, por último, puesto que permitía tanta intimidad contigo y tu familia, ¿qué dirías que significaba Bhagavan para tí entonces?
PK: Era como un familiar cercano – Él era más que una Madre para mí, debido a Su Compasión y Preocupación.
RP: ¿De modo que nunca sentiste un temor reverente ante Su Divinidad?
PK: No podía verle como alguien Divino o pensar en Su Divinidad, porque era tan cercano, se preocupaba tanto y mostraba tanta compasión, ¡que me sentía simplemente atraída por eso! Pensaba que era un familiar muy, muy cercano a mí – ¡incluso hasta hoy! A veces, sin embargo – debido a que ahora Él me ha mantenido a cierta distancia – puedo sentir Su Divinidad.
RP: Creo que hemos tenido una muy larga sesión. Tal vez otro día podemos compartir más para nuestros auditores en la Radio Sai. Muchísimas gracias por aceptar nuestra invitación. Hablar contigo ha sido como entrar a un jardín secreto lleno de tesoros ocultos. ¡Eres virtualmente una mina de diamantes y un baúl del tesoro de manifestaciones y bendiciones Divinas! ¡Eres en verdad una dama afortunada y nosotros somos afortunados al haber sido receptores hoy – receptores indirectos – a través tuyo de esas bendiciones! ¡ Te doy las gracias!
PK: Gracias a tí, Rajeshwari, por brindarme esta oportunidad de compartir mis experiencias contigo.
- Equipo Heart2Heart –
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Traducción de Herta Pfeifer
Santiago, julio de 2007
“ÉL ES MI SWAMI”
CONVERSACIÓN CON LA SRA. PADMA KASTURI
Parte IV
En la anterior publicación teníamos la parte final de la conversación de una hora
entre la Sra. Padma Kasturi (llamada comunmente Padmamma) hija de Sri N. Kasturi,
el biógrafo de Swami, y la Srta. Rajeswari Patel, ex alumna de la Universidad de Sai
y actual miembro de la facultad en el campus de Anantapur,
la que fuera transmitida por Radio Sai hace algunas semanas.
Ahora presentamos la primera parte de la segunda conversación con ella.
Rajeswari Patel (RP): ¡Om Shri Sai Ram! Bienvenidos a la Radio Sai Global Harmony. Una vez más está con nosotros la Sra. Padmamma para compartir algunas de sus propias experiencias con el Bienamado Bhagavan. Bienvenida a nuestros estudios.
Padma Kasturi (PK): Gracias, Rajeswari.
RP: La última vez que nos encontramos aquí, después de la entrevista (en que hablaras tan cariñosamente de tu padre) cuando nos íbamos, te pregunté si querías que te acompañara a tu casa – ya que era muy tarde – y tu respuesta aún resuena en mi oído. Dijiste: “¡No! ¡Este es mi Prasanthi Nilayam! Conozco el lugar mejor que tu.”
Sentí un dichoso sentimiento de pertenencia en tu voz. Me dí cuenta que tu vida está tan ligada a Bhagavan y a este lugar. Por lo tanto, me encantaría comenzar esta sesión con una pregunta relativa es ésto. Por favor, cuéntale a nuestros auditores acerca de “tu Prasanthi Nilayam” como lo llamaras. ¿Cómo eran las cosas en esos días? ¿Cuál era la rutina diaria?
Los Días Dorados de Parthi
PK: Era más como un bungalow y no como el Mandir actual. Al frente había un amplio jardín con palmas cocoteras y también mangos. Había casas con techos de tejas a ambos lados y un espacio entre ellas.
En aquellos días, era un gran problema el llegar a Puttaparthi. Para llegar desde Bangalore, teníamos que viajar primero 3 o 4 horas en tren hasta una estación llamada Penukonda. Entonces, viajábamos en bus hasta Bukkapatnam que está a unas 3 o 4 millas de distancia de Puttaparthi. ¡Luego, teníamos que abordar una carreta tirada por búfalos desde allí! Si piensas en la carreta ahora, resulta interesante, pero era realmente duro cuando teníamos que viajar.
RP: Con todo el equipaje y demás...
PK: Sí, pasando por la arena con toda la carga del equipaje...
RP: ¿Tenían que cruzar las arenas calientes?
PK: Sí. Y cada vez que los animales tenían que pasar por las arenas, el carretero nos pedía que bajáramos, ¡porque para los animales resultaba muy pesado cruzar por las arenas con el equipaje y además, pasajeros! Y caminar sobre la arena nos resultaba muy difícil, ¡en especial cuando estaba caliente y nuestros pies se hundían en ellas! Teníamos que caminar levantando los pies para sacarlos de la arena, y las gentes que provenían de la ciudad no estaban habituadas a ésto.
RP: Entonces, ¿cuántas horas de viaje eran desde Bangalore, con todas estas paradillas?
PK: Partíamos desde Bangalore a las 9 de la mañana y solíamos llegar a Puttaparthi hacia las 5 o 6 de la tarde. Y lo mejor de todo, era que Swami estaba allí, esperándonos. Cada vez que llegaba una de las carretas, Él se acercaba a ella para recibirnos.
RP: ¡Oh! ¡De modo que les daba una cálida bienvenida!
PK: Sí, ¡eso hacía que olvidáramos el calor y el viaje! Conseguíamos Su namaskar (tocar Sus pies) de inmediato, y si había niños pequeños en la carreta, Él Mismo los bajaba, y de inmediato íbamos hasta la casa e incluso nos preguntaba, “¿Qué han traído para Mi?” como un niño chico – un familiar – ¿sabes?
RP: ¿Y cómo sabía Swami que iban a llegar? ¿Siempre lo sabía?
PK: Por supuesto que siempre lo sabía. En todo caso, cada vez que llegaba una carreta, Él estaba siempre allí para recibir a los viajeros. De modo que siempre fue una maravillosa experiencia el venir a Puttaparthi.
Una Intimidad más dulce
RP: ¿Cómo era la rutina diaria? Quiero decir, ¿a qué hora comenzaba el darshan, o no había horarios?
PK: Cuando veníamos, no solía haber suprabhatam ni nagarsankeeertan ni nada como eso. Solíamos levantarnos tarde en la mañana y tampoco había tanta gente como para entrevistas. No había filas especiales, y las personas que debían viajar el mismo día, solían sentarse en la veranda.
RP: ¡Hoy en día hay miles de personas, hasta el los días comunes!
PK: Sí. De modo que la gente se sentaba en la veranda y las señoras también se sentaban allí. Swami solía bajar como a las 8 o algo así.
RP: Estás hablando del nuevo Mandir o del viejo?
PK: Del nuevo. Swami bajaba alrededor de las 7:30 u 8:00 hrs. y se paraba cerca de la sala de entrevistas y recibía por orden de llegada en aquellos días.
RP: ¿Entonces, todos conseguían una entrevista?
PK: Casi siempre todos conseguían entrevista. Nosotros nos asegurábamos de tener una entrevista el día que nos íbamos, porque entonces también podíamos tomar el prasadam.
RP: De manera normal, ¿en promedio, cuánta gente solía estar diariamente ahí?
PK: En promedio, unas 200 o 300 personas.
RP: ¿Cada dia?
PK: Sí, cada día.
RP: ¿Y en los festivales?
PK: ¡Oh, en esos días, el hall del Mandir solía estar lleno! Solíamos decir, “¡Cuánta gente! ¡El hall está lleno!” Y hoy en día, ¡el hall está lleno a diario!
RP: Sí, ¡más que lleno! Entonces, ¿no había una rutina como tal?
PK: No, no había rutina. Todos los días, los bhajans terminaban hacia las 11 o 12. Como no había una gran cantidad de gentes, Swami no tenía necesidad de caminar entre ellas. Solía bajar y caminar desde el jardín de un lugar a otro.
RP: ¡De modo que tenían darshan casi todo el tiempo!
PK: Sí. Y podíamos tener namaskaram también – Él solía permitir el namaskaram cada vez que caminaba dando vueltas por el jardín; o también solía venir a casa y sentarse a conversar con nosotros.
RP: ¿Había un jardín entonces?
PK: Un gran jardín con flores y cocoteros, y las mujeres nos ocupábamos de regarlo a diario – era como una rutina. Como en la época no había grifos para el agua ni electricidad, se usaba una lámpara a petróleo para los bhajans dentro del hall.
RP: ¿Había bhajans en la mañana y en la tarde?
PK: Había bhajans en la tarde, entre 6 y 7.
RP: ¿Y en la tarde también había entrevistas?
PK: No, no muchas. Las entrevistas las daba generalmente en la mañana o durante los bhajans – como Le plugiera. No era un rutina planificada como ahora.
RP: ¡Entonces era como el dueño del lugar, literalmente!
PK: Sí. Volviendo a lo de la electricidad y el agua, teníamos que extraer el agua de los pozos – había dos pozos – y las mujeres sacábamos y juntábamos el agua para regar las plantas, entre las 4 y las 6 de la tarde. Las más fuertes sacaban el agua y nosotras, las jóvenes solíamos hacer filas y pasarnos los jarros de agua la una a la otra. Las señoras mayores que no podían acarrear agua, juntaban los jarros vacíos y los guardaban. Esa era una rutina diaria entre las 4 y las 6.
RP: ¿Sólo las mujeres regaban las plantas?
PK: Sí, y Swami solía caminar a veces por el jardín, y venir a hablarnos y, una vez terminado el riego, Él nos daba frutas a veces o algún otro prasaad – de modo que realmente lo disfrutábamos.
RP: Sabes, la última vez, cuando hablabas de tu padre, dijiste que, lamentablemente no estabas presente cuando Swami iba a tomarle una foto a tu padre; y la fotografía resultó no ser más que una broma que Swami le jugara al Prof. Kasturi. ¿Estuviste alguna otra vez involucrada en un tipo de incidente similar?
Capturando un Momento Eterno
PK: Sí, te lo contaré. Verás, había otra rutina diaria según la cual se nos permitía ir, después de cenar, a Su comedor. Él solía ir hacia el lado este del Mandir para el desayuno, el almuerzo y la cena y una de Sus hermanas Le servía. Durante la estación de floración de los jazmines, solíamos hacer bellas guirnaldas y Él nos dejaba ponérselas.
Un día, alguien había hecho una especialmente bella y a Él le gustó mucho. Dijo, “Me gustaría que alguien Me sacara una fotografía con esta guirnalda puesta.” Y, repentínamente dijo, “¡Ah, tengo una idea! Todas van a ir a regar las plantas de todos modos, entonces, mañana en la mañana, vengan todos a la terraza; nos sentaremos juntos, Yo llevaré la guirnalda, y tomaremos una fotografía.”
¡Todos estábamos entusiasmados! En esos días no había fotos en colores, de modo que fue un problema para elegir qué saris vestir, ya que las fotos iban a ser en blanco y negro. Todas estuvimos listas hacia las 8 de la mañana, e incluso habíamos llevado los jarros, como nos lo dijera Swami.
RP: ¿Para que pudieran poner los jarros frente a ustedes?
PK: Sí. Y quiso que trajéramos una gran vasija de bronce para sentarse Él en ella, en el centro. ¡No quiso una silla! Todas entramos, éramos como 25 personas. Mi hijo mayor que por entonces tenía sólo tres años, iba a regar también con un jarrito pequeño y Swami me pidió que le llevara. De modo que Swami se sentó, con mi hijo frente a Él y nosotros nos paramos a Su alrededor.
RP: ¿Sostenía Él también un jarro?
PK: Uno chico. Luego surgió el problema que no había sino un fotógrafo en Puttaparthi y era un hombre joven. Swami no quiso que algún jovencito viniera y fotografíara a todas estas muchachas, de modo que le pidió a mi padre que viniera y tomara la foto. Mi padre dijo, “¡Swami! ¡Yo no sé como enfocar ni sostener bien la cámara!”
RP: ¿De modo que Swami ni siquiera quería que el joven fotógrafo las mirara a través de la cámara para tomarles una fotografía?
PK: Sí. Luego Swami dijo, “¡No! No te preocupes. Yo te voy a ayudar para enfocar la cámara y te voy a indicar todo. Tu simplemente sostén la cámara; Yo voy a volver y Me sentaré en el recipiente y cuando diga, ‘listo’, ¡tu simplemente presionas el obturador!”
Fue así que se hizo; Swami fue, arregló el enfoque y ajustó todo, luego volvió y se sentó, ¡dijo ‘listo’ y mi padre sacó la foto!
RP: ¿Y entonces qué sucedió?
PK: ¡Fue un desastre! Swami dijo, “Oh, este Kasturi lo echó a perder todo! ¡No salió foto alguna!”
RP: ¡Oh, no!
PK: ¡Todas estábamos desilusionadas! Sin embargo, aunque no coseguimos la foto, la impresión de esa ocasión se grabó en nuestros corazones. Recordamos siempre ese día y nos sentimos muy felices por la oportunidad.
RP: ¡Es una hermosa experiencia! Es más bien divertida, aunque también educativa. ¿Qué tipo de mensaje crees que Swami estaba entregando? Porque, aparentemente Bhagavan no ha cambiado sus puntos de vista en cuanto a la protección de las mujeres de las miradas de los hombres; y así esa fue una hermosa lección.
Cenas a la Luz de la Luna
PK: Sí.
RP: ¿Oí decir que tuvieron varias oportunidades de tener cenas a la luz de la luna con Bhagavan?
PK: Si.
RP: ¡Por favor, cuéntanos acerca de eso!
PK: A Swami le gustaban muchos las cenas a la luz de la luna. Cada vez que había luna llena, le decía a todos, “¡Oh, vamos simplemente y cenemos al aire libre en la terraza del Mandir!”
RP: ¡Ah, en la terraza del Mandir! ¿Y qué hay de las arenas del Chitravati? ¿Llevaba a la gente allá también?
PK: No. Estas cenas se llevaban a cabo usualmente sólo en la terraza.
RP: Ah, está bien. Sólo cenas en la terraza.
PK: Sí. Cada familia solia preparar su propia cena y las llevábamos al piso de arriba. A veces, Swami les indicaba a algunos que prepararan mayor cantidad – algunas entradas o postres.
RP: ¿Cuáles eran los platillos favoritos de Swami?
PK: Oh, algunos wadas o bhajis.
RP: ¿Eso le gustaba?
PK: Si. De manera que esas personas los preparaban en cantidad mayor. En esos días éramos apenas unas 25 a 30 familias, y solíamos sentarnos en grupos. Swami era el que servía estos preparados especiales a todos. O traía Su plato y también Le servíamos la especialidad que hubiéramos traído. Él solía sentarse en el centro y nosotros formábamos un círculo entorno a Él.
En esos días no había grabadoras o reproductores de cintas, pero Swami tenía un viejo gramófono y Le gustaba poner discos de antiguas canciones Telegu.
RP: Vaya, de modo que tenían música de fondo – ¡como una fiesta! ¿Qué canciones eran? ¿Recuerdas alguna?
PK: No, lo lamento. Eran canciones de dramas.
RP: ¿Eran mitológicas?
PK: Sí, mitológicas. Una vez terminada la cena, le hacíamos el aarathi a Swami. Una vez pidió un plato vacío. Alguien Le pasó uno de plata. Él simplemente le dió un golpe por abajo, ¡y todo el plato quedó lleno de vibhuti!
RP: ¡Mi Dios! ¿Y lo repartió entre ustedes?
PK: Si, nos lo dio todo. ¡Y disfrutamos de la oportunidad! Creo que participé unos dos o tres veces de esas cenas a la luz de la luna – ¡todas fueron memorables!
RP: ¡Y con música de fondo! ¡Debe haber sido grato! ¿Y qué de días como los de Ekadashi? ¿Estuviste con Bhagavan cuando creara amrita y todo eso?
PK: Sí. Estuve muchas veces con Él – por lo menos 3 o 4 veces. Hubo un Vaikuntha Ekadashi. Fue en 1957 – recuerdo el año, porque Swami celebró el cumpleaños de los 60 años de mi padre en el Mandir. Y, debido a que mi padre naciera el día de Navidad, era diciembre y Ekadashi cae también hacia fines de ese mes. Swami nos llevaba a todos hasta el río y decía; “¡Vamos a tener una cena a la luz de la luna junto al Chitravati!” No era muy común, pero a veces lo hacíamos. Todos preparábamos la comida y la llevábamos allá, y Swami cantaba bhajans.
RP: ¿Y se llevaba al lámpara a petróleo?
PK: Sí. La llevábamos, porque para la hora en que regresábamos, estaba oscuro. Por eso llevábamos linternas también, ¡ya que los caminos no eran como lo que son hoy!
Amrita para Todos
PK: Después de cantar bhajans y de exponer algún tema formal – no un discurso – Swami contaría alguna historia o alguien plantearía alguna pregunta, y así pasábamos el tiempo. Luego le pedía a mi padre que
Le pasara un vaso – que mi padre siempre llevaba consigo, porque a veces Swami pedía beber agua. De modo que cuando Swami pidió Su vaso de plata, mi padre creyó que tenía sed y comenzó a verter agua en él. “¡No, dame el vaso vacío!” Papá se Lo pasó y Swami simplemente lo sostuvo cerca de Su boca y ¡entonces escuchamos un sonido como burbujeante!
RP: ¿Como de borbotones?
PK: Sí.
RP: ¿Extrajo amrita de Su boca?
PK: ¡Sí! ¡Esa fue la primera vez que pude ver algo así, y nunca más oí tampoco de nada parecido! De inmediato se esparció una exquisita fragancia por todo el lugar.
RP: Sabemos que extrae el Linga de Su boca, ¡pero esto es algo realmente único!
PK: Solía sacar algunas cosas desde el vaso de plata o a veces extraía un objeto como una caracola desde la arena y desde ahí vertía amritha. Mas esta vez la sacó desde Su boca. Y le preguntó a mi padre, “¿Te has dado cuenta de lo que hay en Mi estómago? ¡Hay una amritha-kalasha (bodega de néctar)!”
RP: ¿Eso dijo?
PK: ¡Sí!
RP: ¡De modo que hay un recipiente de amritha en Su estómago!
PK: Si y pienso que todos fuimos muy afortunados de recibir este amritha real de Él. ¡Un realamritha-kalasha!
RP: ¡Y nada menos que de Maha-Vishnu! ¡Un día muy auspicioso!
PK: Si. Y nos dió a todos. Nunca nos daba amritha en nuestras manos. ¡La vertía Él Mismo con una cucharilla en nuestras bocas! ¡Teníamos que abrir bien la boca frente a Swami!
RP: ¡La daba Él Mismo...! Qué maravilla. Ahora, ¿tienes otros recuerdos de esos primeros días?
Reanimación de los Antiguos Templos
PK: Sí. Guardo algunos. En 1954, para Shivarathri, Swami creó 9 shivalingas y todos emergieron de Su boca; eran pequeños, y le dió uno a mi abuela y ella lo veneraba y le hacía el abhishekam(baño ritual).
RP: ¿Lo tienes tú ahora?
PK: Sí, lo tengo yo.
RP: ¿También le haces el abhishekam?
PK: Si, le rindo culto a diario y hago el abhishekam.
RP: ¡Es el legado que guardas!
PK: Tal vez sabes que cuando Swami fue a Badrinath, sacó el Lingam que había en el santuario y que había sido instalado por Shankaracharya, y ese Lingam fue adorado con hojas de bilva de oro que Swami creó.
RP: Si, eso lo leímos en Sathyam Sivam Sundaram.
PK: También, cuando Swami viajó a Somanath, creó flores de oro y las dejó caer sobre el Lingamde allá. ¿Tal vez también lo leiste en el Sathyam Sivam Sundaram.
RP: Si.
PK: Allí, Swami distribuyó las hojas de bilva y las flores de oro entre los devotos que Le habían seguido hasta allá. Mi padre fue uno de los afortunados beneficiados – y yo tengo ambas, una hoja de bilva y una flor de oro.
RP: ¿Y qué has hecho con ellas, dónde las has guardado?
PK: Las guardo en mi santuario, en mi hogar. Las prendí sobre algunas fotos en él. Ah, en aquellos días, Swami solía masticar paan (una especie de pasta digestiva india envuelta en hojas de betel) y para Su 60º Cumpleaños, cuando se le presentó a los devotos el ‘techo a los deseos’, para dar el ejemplo, Swami abandonó ese hábito.
RP: ¡Cierto! Él solía masticar paan, mas es evidente que cuando se planteó la idea del ‘techo a los deseos’ y se sugirió su implantación en todas las familias de devotos, Él también quiso sentar un ejemplo y abandonó la costumbre.
PK: Sí. Y entonces le regaló la cajita en que guardaba el paan a mi padre. Le dijo, “¡Ya no Me sirve, porque he sellado el deseo por el paan!”
RP: Swami siempre ha sido así, primero sienta un ejemplo y luego quiere que los demás Le imiten.
PK: Si. Mi padre la usaba para guardar vibhuti y yo soy la afortunada que la tiene ahora.
RP: ¡Vaya, también guardas eso!
PK: Si.
RP: ¿Tienes también una pequeña fotografía?
PK: Si, creó una para mí en 1954, cuando tenía algunos problemas en mi vida. Dijo, “Te voy a dar esta foto y cada vez que te sientas angustiada o desesperada, dale rienda suelta a tus penas frente a ella, y Yo te daré consuelo y paz.”
RP: ¿Y también la guardas?
PK: Si.
El Creador muestra al Eslabón Perdido
RP: ¡Eso es grandioso! ¿Qué otra cosa tienes que tal vez le haya dado a tu padre y que guardes ahora?
PK: Mira, hemos oído que Swami ha creado anillos, medallas, vibhuti etc., mas, una vez, ¡creó un monito! No
un mono real, sino un mono de piedra para mi padre. ¿Te gustaría saber de eso?
RP: ¡Si! Por favor, cuéntalo ya que es muy inusual. ¿Con ocasión de qué fue?
PK: Parece que un buen dia se produjo algún debate acerca de la evolución del hombre – la teoría de Darwin – entre Swami y algunos devotos presentes, y como mi padre era Profesor de Antropología, sintió gran interés.
RP: ¡Vaya! ¿También enseñaba antropología? ¡Y yo que pensaba que era solamente historia!
PK: También estaba en antropología. La estudiaba y, por ende, estaba interesado.
RP: ¿Era un experto entonces?
PK: Si. Comenzó a decirle a Swami, “Swami, ¡sé de Antropología y de la evolución del hombre y todo eso!” y agregó, “Swami, los monos viven en el suelo. Son tan cercanos al hombre en la evolución.”
RP: Son los ancestros del hombre.
PK: Sí, los más próximos. Entonces Swami dijo, “¡No! Había una especie de monos que vivía en los árboles, mas no tenían cola; ellos fueron los parientes más cercanos del hombre.”
RP: OK
PK: Papá arguyó entonces, “¡No, Swami! Eso no puede ser, porque los monos que viven en los árboles necesitan una cola para saltar y equilibrarse sobre las ramas.”
RP: Luego, ¿hubo una discusión entre ellos?
PK: Swami dijo entonces, “¡No, no!” y para convencerlo, creó un mono de piedra – tenía como diez centímetos de tamaño y no tenía cola. Y se lo mostró, “¿Ves? ¡Era de este tipo!” ¡Papá estaba muy asombrado! Nunca lo había sabido. El mono tenía bellos ojos brillantes y sostenía una fruta en la mano.
RP: ¿De qué color era?
PK: Era una piedra de color café, no oscuro sino beige – como color bizcocho. Estaba en posición sedente, con la fruta en su mano, sin cola... mas sus ojos eran muy expresivos.
RP: ¿Está contigo ahora?
PK: No. Papá pensó que era mejor si se guardaba en un museo como para que la gente pudiera verlo. En casa, habrían sido sólo nuestras visitas los que podían haberlo visto. De modo que creo que está en el Museo de la Universidad.
Tengo también recuerdos de cartas que Swami me escribiera.
[continuará...]
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Publicado por el Equipo de Heart2Heart
Traducido por Herta Pfeifer
Santiago, agosto de 2007
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