EL CONOCIMIENTO ENCUENTRA SU CONSUMACIÓN EN LA PRÁCTICA
El hombre eventualmente tiene que fusionarse con Dios. Tarde o temprano debe alcanzar dicho objetivo de la realización divina. Así pues, depende de sus esfuerzos el llevar a cabo este viaje en miles de nacimientos o en uno. En Su primer discurso dado el día de Vijaya Dasami, el décimo día del festival de Dasara, en el año 1953 Bhagavan Sathya Sai Baba declaró con énfasis: “En verdad os digo que no hay escapatoria alguna; todas las criaturas deben alcanzar a Dios un día u otro, ya sea por el camino largo o por el corto.”
Es una oportunidad única y sumamente excepcional la que tiene el hombre de hoy en día, cuando el Ser Supremo en persona se ha encarnado en la tierra en la forma humana de Bhagavan Baba, con la tarea concreta de redimir la vida del hombre y convertir el proceso de la realización divina tan corto y fácil para él como sea posible. Si observamos en retrospectiva Su vida y enseñanzas, veremos que Bhagavan ha mostrado todas las alternativas posibles por las cuales el hombre puede alcanzar el objetivo de la vida. Él ha reconstruido la autopista del Bhakti (devoción), ha provisto de oportunidades para todos de redimir sus vidas a través de la práctica del Namasmarana (recitación del nombre del Señor), el canto devocional de Bhajans y la alocución de los cantos védicos. És más, ha rehecho el camino del servicio desinteresado hacia la humanidad con Sus hospitales, instituciones educativas, proyectos de agua y demás tareas humanitarias como ejemplos a seguir por el hombre. Además, también ha otorgado el conocimiento supremo y trascendental de la literatura védica y los Upanishads en Sus discursos y escritos, con el lenguaje más ameno y accesible, para mostrar al hombre la maravillosa senda del Jnana (conocimiento) como forma de redimirse.
Los Vedas, tal y como Bhagavan ha estado afirmando, son la respiración de Dios. Contienen verdades eternas para mayor logro espiritual del hombre. Son la fuente de todo el conocimiento universalmente aplicable sin distinción de religión, casta, raza o procedencia. El Ser Supremo en sí es la fuente de la Divina Sabiduría. Más aún, varias generaciones de sabios pusieron en práctica este conocimiento en sus vidas, lograron la iluminación y así probaron su veracidad. De este modo, podemos afirmar que el Vedanta (la filosofía que parte de los Vedas) es una ciencia práctica. El mismo Ser Supremo que comunicó este conocimiento a los oídos de los Rishis de antaño, ha descendido ahora a la Tierra en forma humana para dárselo al hombre de hoy de un modo directo, con el objeto de otorgarle la liberación y salvación. El Veda Poshana (promoción de los Vedas), declaró Bhagavan hace un tiempo, es una de las tareas principales de Su Divina Misión en la tierra. En todos Sus escritos, ahora compilados en los 16 libros Vahini, y todos Sus Discursos contenidos en cerca de 40 volúmenes de ‘Mensajes de Sathya Sai’, Bhagavan ha estado exponiendo los principios de la sabiduría suprema del Vedanta en un lenguaje y dicción, que las personas de hoy en día pueden comprender y poner en práctica. Aunque, el mero canto de los Mantras Védicos y lectura de textos sagrados no es suficiente. Tal y como Bhagavan dice, “Puede que alguien haya llegado a dominar todos los comentarios, y que sea capaz de rebatir y discutir con grandes eruditos estos textos, pero si no ha intentado poner siquiera en práctica lo que enseñan, todo habrá sido una pérdida de tiempo.”
Bhagavan ha estado enfatizando esta verdad formulándole preguntas al hombre moderno, en Su inimitable estilo; por citar algunos de Sus conocidos poemas en Telugu: “Aquella oscuridad que lo envuelve todo, ¿podrá irse ante la simple información de que existe una lámpara? ¿Se saciará el hambre de un hombre famélico por tan sólo escuchar los nombres de platos suculentos? ¿Se aliviará la pobreza de alguien por oír las delicias y la gloria de la riqueza? ¿Se marchará la enfermedad de una persona enferma por oír los beneficios y eficacia de una medicina? ¿Entonces, cuál es el resultado de adquirir una educación superior sin ponerla en práctica? Es un gran cero.”
El conocimiento es útil sólo cuando se pone en práctica. Puede que uno conozca todos los caminos hacia la autorrealización, pero el mero conocimiento del camino es de poca utilidad a menos que uno camine por él. Tal y como Bhagavan dice, “¿De que sirve escuchar los discursos ilimitadamente sin poner nada en práctica?” El maestro Ramakrishna Paramahamsa solía decir: “Algunos han oído sobre la leche, otros la han visto, otros, la han tocado, e incluso algunos la han bebido y asimilado. De entre todos ellos, tan sólo los de la última categoría se beneficiarán de la lecha, puesto que les nutre y fortalece.” Los Vedas contienen verdades eternas que ilumina el camino a seguir por el aspirante espiritual. Su propósito no es meramente el estudio, debate, argumentación o la ornamentación intelectual; la verdadera intención de los textos es el ser experimentados. Su brillo reluce cuando se ponen en practica, entonces ayudan con efecto a que el hombre alcance las más altas cotas espirituales. No tan sólo le enseñan a la humanidad el principio del Ser, si no también los medios prácticos para realizarlo. El conocimiento debe ser vivido. Encuentra su consumación a través de la práctica y la experiencia.
En esta era de la ciencia y la tecnología de la información, el acceso a ésta se vuelto muy fácil. Uno puede leer en su propio ordenador los contenidos de las mayores bibliotecas del mundo. Desafortunadamente, una consecuencia de ello es que el hombre se ha convertido en un amasador de información. Se carga a sí mismo con excesivo conocimiento teórico. De hecho, el sistema educativo moderno está orientado por completo hacia la información. No lleva, pues, a cabo ninguna transformación interior de las personas, ni trata el desarrollo de los valores humanos. Se trata de convertir al hombre en un depósito de información.
Tal y como Swami Vivekananda dice, el énfasis debería ponerse en la asimilación de valores e ideas, más que en la acumulación de información y datos. Insistiendo en la necesidad de la practica, dijo: “Si han asimilado cinco ideas y las han convertido en su vida y carácter, tendrán más educación que cualquier hombre que se haya aprendido de memoria una biblioteca entera… Si la educación es sinónimo de información, entonces las bibliotecas serían los más grandes sabios y las enciclopedias verdaderos Rishis (seres evolucionados).”
La educación moderna, en vez de convertir al hombre en un ser humilde, amable, compasivo, sincero y tolerante, le promueve las características demoníacas de la codicia, el egoísmo, la vanidad, la identificación con el ego personal, y la locura por el poder, el estatus y la riqueza. Bhagavan nos da el ejemplo de Ravana, un ser que llegó a dominar los cuatro Vedas y los cinco Shastras (los seis sistemas de la filosofía hindú). En Su Divino Mensaje en ocasión del festival Sri Krishna Janmashtami de 2004, Bhagavan dijo lo siguiente acerca de Ravana, “A pesar de todo este conocimiento de las escrituras, ¿puede decirse que hubo alguna transformación en él? No. En vez de desarrollar Daivatva (cualidades divinas), desarrollo Danavatva (características demoníacas). Las diez cabezas de Ravana simbolizan los cuatro Vedas y los seis Shastras. Rama decapitó las diez cabezas de Ravana puesto que éste no puso en práctica el conocimiento que había adquirido.” En su locura por conseguir poder, estatus y riqueza, el hombre de hoy en día esta perdiendo incluso su propia humanidad. Anhela obtener el conocimiento de todo lo que hay en el mundo excepto el de sí mismo. Tal y como Bhagavan dice, un hombre puede actualmente viajar a miles de kilómetros en el espacio, pero es incapaz de progresar ni un centímetro hacia dentro de sí. Este es el motivo de que carezca del conocimiento de su principio divino innato; la verdadera fuente de la paz, la felicidad y la compasión en él. Así pues, esa es la principal causa del desasosiego, lucha, conflicto y violencia actuales del mundo. Sólo cuando el hombre reconozca su realidad interna, será capaz de tomar conciencia de la unidad elemental de la especie humana. Cuándo el hombre no se conoce a sí mismo, ¿qué podemos decir de que conozca a Dios y logre el objetivo de la autorrealización?
El Cumpleaños de Bhagavan nos provee de una fantástica oportunidad para tomar la determinación de aplicar en nuestras vidas, por lo menos, una o dos enseñanzas de Bhagavan, como: Ama a Todos, Sirve a Todos; Ayuda siempre, nunca lastimes. De este modo podremos esforzarnos por obtener Su gracia. ¡Que Bhagavan nos bendiga a todos para poder alcanzar nuestro objetivo vital en el presente nacimiento!
– El director
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