La paz se ha convertido en una contingencia.
En la sociedad actual, el amor a Dios, el temor al pecado y la moralidad social han desaparecido. Sólo cuando se promuevan estas tres cosas podrán tener un progreso humano real. La paz se ha convertido en una contingencia en todo el mundo, porque la gente ha perdido el temor al pecado, el amor a Dios y la ética básica en las relaciones sociales.
Dondequiera que se mire hoy, sólo se ve desorden y conflicto. Eso no es todo. El temor se ha apoderado de todos. El temor los persigue, ya sea en sus hogares o en las calles. El temor se apodera de ustedes cuando suben a un autobús o un tren, o viajan en auto o en avión. ¿Cómo la vida habrá de librarse del temor?
Toda la nación está padeciendo temor de diversas formas. ¿Cuándo estarán completamente libres de temor? “Sólo mediante la renunciación puede alcanzarse la inmortalidad”, declara la Upanishad. Es a través de la ausencia de deseos o vairagya (el desapego) que el temor puede ser disipado.
Hoy la gente no comprende el significado de ausencia de deseos. Piensa que abandonar el hogar es renunciamiento. Ese no es el significado de vairagya. Cualquier cosa que hagan debe ser hecha en un espíritu de buena voluntad y servicio. Todo lo que hagan debe ser concebido para el bienestar de la nación. El bienestar de todos tiene que considerarse como el lema de la nación.
Desde los primeros tiempos, los Bharatiyas han estado ofreciendo a otros países los tesoros del Espíritu. Desde épocas inmemoriales han vivido de acuerdo con el ideal: “¡Que todos los mundos sean felices!”. Para defender este ideal, los gobernantes, los eruditos, los sabios y otros han hecho muchos sacrificios. Hoy no se ve espíritu de sacrificio en ninguna parte.
El egoísmo es la causa de toda la crueldad y la violencia actuales. Han pasado más de cuatro décadas desde que Bharat alcanzó su libertad. ¿Qué es lo que se ha conseguido después de lograr la Independencia? Sólo se ha obtenido rivalidad, disputas, disturbios y violencia. El egoísmo ha alzado la cabeza en estos cuarenta años.
- Bhagavan Sri Sathya Sai Baba
Extraído del D.D. del 27/04/1990
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