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viernes, 17 de octubre de 2014

Charla de Anil Kumar - Trigésimoquinto Aniversario del del Hospital General Sai - Parte I.

Charla dominical del Prof. Anil Kumar


"Trigésimoquinto Aniversario del del 

Hospital General Sai." Parte I.




Whitefield – Bangalore_28 de agosto 2011.


OM…   OM…   OM…

Sai Ram

Con Pranams a los Pies de Loto de nuestro Bienamado Bhagavan.


Queridos Hermanos y Hermanas.

            Es emocionante y estimulante estar esta mañana entre ustedes. Estuve en este campus por seis largos años. La situación era totalmente diferente entonces. En esa época, esto era casi una jungla aislada, sin siquiera luminarias en las calles, y yo vivía solo en el bungalow. Por las noches, salvo por el inquietante y aterrador ruido de los lagartos, no había nada que me apoyara. ¡Pensaba renunciar a la mañana siguiente! Me parecía muy mal que Swami me hubiese traído acá.
            Provengo de una familia unida de modo que estaba acostumbrado a vivir en medio de una cantidad de gente. De modo que el verme forzado a vivir completamente solo me parecía como un castigo. Pero Swami me mantuvo acá. Si alguien dijera, "Pero usted se quedó", le diría, "No. Él me mantuvo acá. Si hubiera dependido de mí, ¡me habría arrancado a la mañana siguiente!" Es esta nostalgia la que quiero compartir con ustedes.

Recordando a los médicos asociados con este hospital
            Recuerdo bien al Dr. Hegde parado a la entrada, con sus anteojos. Swami hablaba con él todos los días. Recuerdo al Dr. Balasubramaniam, mi vecino, cuya mujer es patóloga. A ella también la conozco bien. El Dr. H.S. Bhat también estaba acá. Recuerdo aquellos días en que los Dres. Balasubramaniam y Bath eran llamados cada mañana por Bhagavan.
            No se si la gente reconocería esto, mas es un  hecho. Los detalles del actual Hospital de Superespecialidades en Prasanthi Nilayam fueron diseñados acá en Whitefield, por estos dos médicos – en donde habrían de ser ubicados los enfermos, qué había de considerarse como equipamiento y así sucesivamente – todo fue concebido por ellos. ¡De modo que aquí están quienes proyectaran ese hospital!
            Recuerdo también a la Dra. Savithri quien nunca estaba cansada, incluso luego de haber trabajado por largos períodos. Trabajaba por horas y horas, y siempre había una sonrisa en su rostro. De hecho, todos los estudiantes están en deuda con ella por la atención personal que les brindaba. Recuerdo también el Dr. Venkataraman y a su mujer, como también el Dr. Kamakshi.   
            Amigos míos, estas son personas que han estado asociadas por un largo tiempo con este hospital y a quienes les estamos eternamente agradecidos. Apreciamos inmensamente sus servicios y valoramos su asociación con este hospital, por haberlo elevado a su rango actual.
            Al mismo tiempo, hay un personaje que no puede ser olvidado, cuya contribución no puede ser ignorada, cuya presencia monitoreaba toda la actividad en el ashram: el difunto Sri Ramabrahmam. ¡Muy cierto! Era de elevada estatura, de tez blanca, de lenguaje simple, de corazón puro, de apariencia amable, siempre dispuesto al servicio y muy cercano a Swami.
            Cuando el Dr. Kamakshi dijera, "Swami también considera a las enfermeras como médicos" no me pareció extraño, ya que Swami llama 'profesores' a los 'investigadores'. Todos son profesores. Sus deseos y esperanzas son que todos debiéramos alcanzar alturas de excelencia en nuestro desempeño.

Baba – El Líder
            Cuando el Dr. Kamalshi mencionó que Swami había dicho, "Nenu vunnanu kada!" (Cuando Yo estoy aquí, ¿por qué necesitan un director médico?), recordé otra anécdota del mismo estilo.  Nuestros estudiantes – alumnos de administración de empresas, MBA – tenían un proyecto sobre liderazgo y Le estaban mostrando sus apuntes de la investigación a Swami. Swami comenzó a leer página tras página. Finalmente, mirándoles, dijo, "¡Han omitido al Líder! Han mencionado a todos estos líderes, pero se han olvidado del Líder – Baba, el Líder. Investiguen algo respecto a este Baba, el Líder."
            Así como esto, hay muchas, muchas cosas que podemos aprender de Él como líder, porque ciertamente Él es el Líder.

El problema con el ojo de mi nieto Nirupam.
            Mi primer nieto, Nirupam, quien está ahora en la universidad, nació acá en este hospital. A la edad de cinco o seis años, cuando visitaba Prasanthi Nilayam y venía al darshan, paraba a cada persona – sin que lo pidieran, preguntaran o quisieran – y le decía, "¿Sabe donde nací? ¡En Whitefield, Bangalore!" ¡Como si se hubiera tratado de un acontecimiento internacional! (Risas) Eso era su mérito.
            Cuando era un bebé de un mes surgió un problema: uno de sus ojos lagrimeaba abundantemente y de manera continua, y no se podía detener. Los médicos decían que podían usar agujas para extraer el exceso de líquido o algo así. A mi hija no le quedó otra alternativa que llorar, y yo me uní a ella a coro. Entonces, ¿qué habría que hacer?
            En esos momentos, sucedió que Swami visitó la casa de huéspedes aledaña a Su Mandir, para ver a alguien. Cuando pasó frente a nosotros, mi hija sostenía a Nirupam y simplemente se quedó parada allí. Swami se le acercó y dijo, "¿Yemaindi, yemi, yemi?" (¿Qué sucedió?)
            "Swami, fluye líquido contínuamente de su ojo."
            "¡AhVeedi tataki vundile", dijo. (Su abuelo también tuvo el mismo problema) (Risas)
            Eso generó otro problema, porque cuando regresamos a casa ella me dijo, "Papá, tu eres el responsable de su problema." (Risas) "Oh, ya veo. No es así a mi entender. Puedes hablar con mi madre (quien estaba viva en esa época) para saber si tuve o no un problema similar." 
            Swami miró al bebé y dijo, "¡No te preocupes, estará bien!" Créanme, tan pronto como dijo esto, al instante Nirupam se vio perfecto.
            Curiosamente, le escribí a mi hija que cursaba tercer año de medicina en aquel entonces (actualmente es oncólogo y director de un hospital en Wisconsin), diciendo, "Baba dijo que el problema del ojo de Nirupam fue heredado de mi, ¿es cierto eso?"

            Respondió, "¡Papá, eso es una bobada! Sé que no tiene nada que ver. Swami estaba sólo bromeando." Me calmé y lo guardé para mi mismo. Luego, después de cuatro o cinco años, me escribió otra carta: "Es verdad; ¡también puede ser hereditario!" (Risas) Tales son los leelas que experimentáramos acá en este campus.

El quedarse con Bhagavan representa un desafío
            El Dr. Rajeshwari era mi vecino entonces, y solía visitarnos a diario, ¡indicándonos algunos pasos, algunas precauciones acerca de cómo continuar quedándonos ahí! (Risas)

            El llegar hasta Bhagavan es un privilegio, mas el quedarse junto a Él representa un desafío. ¡Es un desafío! Uno puede lograr 'obtener una visa de visitante', yendo y viniendo; mas el ser un 'inmigrante' no es cosa fácil. Es un asunto arduo: sólo quien la usa sabe donde aprieta el zapato.

            Cuando se refieran al Dr. Hiramalini, hagan referencia a la entrega. 
Recuerdo un incidente: Sri Adikeshavulu atinó a visitar el Hospital de Superespecialidades en Puttaparthi. Casualmente entró al pabellón de cardiología, porque sucede que el Dr. Choudhari era su amigo, y dijo, "¿Por qué no revisas los latidos de mi corazón?", en el mismo tono con el que pediría un pedazo de chocolate. (Risas)
            
Y el Dr. Choudhari lo revisó y dijo, "¡No puedes irte! Tienes que internarte." (Risas

Sri Adikreshavulu le dijo, "Te veré mañana." El Dr. Choudhari respondió, "No, no puedes verme mañana – ¡primero tendrías que sobrevivir hasta mañana! ¡Ve a que te admitan de inmediato!"

            De modo que fue admitido y la cirugía había de llevarse a cabo inmediatamente. Se dictaminó que su presión y azúcar estaban muy altos y que, con esas tasas, era imposible o no aconsejable el intervenirlo quirúrgicamente. Entonces Baba les hizo llegar un mensaje: "Voy a estar allá mañana, de modo que comiencen la operación."

            Mas Swami se sentó allá durante toda la operación y esta fue exitosa. Esa es la Divina presencia de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba: invisible, infalible, siempre amorosa y siempre viva. Fue una real experiencia ese día.

Swami dando instrucciones a los médicos
            También recuerdo al Dr. Aleja de Prasanthi Nilayam hablando cada día con Swami, a la hora de almuerzo: "Swami, estos son los pacientes y los medicamentos indicados.""¡Manchidi, manchidi!" (Bien, correcto…)
            Repentinamente solía decir, "Esto está mal. Este diagnóstico es equivocado, y esta prescripción es errónea",  así solía corregirle. El Dr. Aleja es la prueba de la guía de Bhagavan.

            También oímos hablar de las muchas anécdotas referentes al Dr. Seetaramaiah, el primer médico en el Hospital General de Prasanthi Nilayam. Swami le aconsejaba acerca de cómo tratar cada caso. Ese es nuestro Bhagavan que todo lo sabía – omnisciente, omnipresente y omnipotente.

            La Dra. Hiramalini mencionó como Baba sigue enseñando y enseñando. Cuando lo dijo, recordé un incidente que sucedió aquí en Whitefield. No sé por qué sucedió. Tal vez fuera mi buena suerte y el mérito del pasado – ¡ciertamente no el actual! – el que Él me diera la absoluta y total libertad para hablar y bromear con Él. Durante ese tiempo, disfruté de mucha alegría y traveseo en la Divina presencia. ¡Es bastante increíble! Ahora, a veces, incluso llego a dudar si era o no real – el que yo pudiera bromear así y hablar con Él como si se tratara de un amigo.

Swami le pide a Anil Kumar que hable.
            Esto sucedió en Whitefield. Swami solía sentarse en la jhoola (en Su residencia) y pedirle cada día a alguien de hablar. Una vez me pidió, "Anilkumar edi kaastha maatladu choosthamu." Lo cual significa , "¡Ea, vamos, bailarín!" (Risas)

            Siempre me tildaba de 'bailarín' y me daba nombres familiares de bailarinas como Vyjayathimala, Yamini Krishnamurthy. Draupadi o Madhubala. (Risas) Tal vez en alguna vida pasada puede que haya sido una mujer, o tal vez lo sea en alguna próxima -- ¡aunque definitivamente no en la actual! (Risas)

            Como sea, dijo, "Kasepu maatladu choosthamu." (Habla por unos momentos).
            Le dije entonces, "Swami, quisiera alguna 'póliza de seguro' Divina."
            "¿Qué?"
            "Voy a hablar sobre un punto que puede que no Te guste."
            "¡No, no! ¡Dhanidhemi!  Cheppu. ¿Tappemi?" Está todo bien, puedes decir lo que quieras.

El hombre ha ganado, Dios ha perdido
            De modo que hablé, pero no voy a repetir aquí toda la charla. El punto relevante es éste: cuando hay una competición entre Dios y el hombre, es finalmente el hombre quien le ha ganado a Dios.
            Swami miró de inmediato hacia mí, "¿Yemaindi neeku?" (Risas) ("¿Va algo mal?")
            "Swami, repito, cuando se da una competición entre Dios y el hombre, el hombre gana y Dios pierde."   
            "¡Hmmm! Cheppu." (Vamos, sigue")

            Y fue así que tuve el coraje como para correr un riesgo religioso. Dije, "Swami, has fracasado en corregir al hombre. Has asumido diez encarnaciones, una tras otra. Avatar tras Avatar, porque fracasaste antes. (Risas) Mas nosotros no hemos fracasado, porque continuamos siendo lo que siempre hemos sido – ¡egoístas, estúpidos e ignorantes al igual que antes! (Risas
Por ende, ¡el hombre es el vencedor, el ganador por sobre Dios!"
            Entonces Swami se rió, ¡y siguió riéndose con tantas ganas que pareció que iba a caerse de la mecedora! Este es el aspecto educativo.
            
¡Oh Dios mío, cómo debo imaginar una vida sin Ti! ¡Cómo debo comprender la actual situación!

Prasanthi Nilayam es su oficina, Brindavan es su hogar
           
Hace aproximadamente un mes y medio, me encontraba aquí en Brindavan para una reunión especial organizada por los alumnos, y no podía controlarme, porque Brindavan es un lugar especial en donde podíamos estar muy cerca de Swami.

            Cuando me destinó para venir acá, dijo, "Neeku Brindavanamu isthunnanayya. Akkada chaala cercano ga vuntanu Nenu." (Te estoy destinando a Brindavan, porque aquí estoy muy cerca de los devotos).

            Es verdad: Prasanthi Nilayam es Su oficina, y en la oficina el jefe no puede serle cercano a todos. Además el número de devotos allá es muy grande. Mas Brindavan es diferente.

            Cada vez que se acercaba a esta ciudad (Bangalore) con motivo de cualquier ocasión especial, Baba solía decir, "Intiki Podam pada", lo que quiere decir "Vamos a casa (hogar)". Nunca dijo "Mandiram podam pada" (Vamos al Mandir). "Vamos a casa" era lo que decía.
            De modo que Brindavan es Su hogar y nosotros somos miembros en Su residencia. Esa cercanía no le llega fácilmente a nadie. Kodaikanal es Su campo de juegos, ¡algo que uno no puede imaginar ni soñar! Tendremos ya alguna otra ocasión para hablar al respecto.
            Baba, ¿quién va a creerme hoy cuando comparto estos pensamientos? ¿Qué he de hacer, Swami? ¿Por qué habría de continuar trabajando? ¿Por qué habría de seguir estando allá en Prasanthi? ¿A quién podría mirar? ¿Quién está allá para tenderme una mano? ¿Quién va a sonreírme, a bromear y quién me dejará en ridículo? ¿Quién me invitará a acompañarle a la hora de la cena? ¿Quién se encargará de preguntar amorosamente sobre cómo van nuestros niños? ¿Quién está allí, Swami?
            ¿Qué he de hacer con estas flores? ¿Quién las recibirá? ¿Qué hay de las cartas? ¿Quién las recogerá? ¿La vida sin Ti es horrible e intolerable, porque ha desaparecido el incentivo, se ha ido la forma física, ese amor, esa belleza, ese Sathyam Sivam Sundaram(Verdad, Protección y Belleza) personifiocado se ha ido. ¿Es esa la realidad, mi Señor? ¿Qué he de hacer ahora?

            En ese momento destelló una idea o una intuición: esto es una especie de avance en nuestra búsqueda espiritual. El esfuerzo espiritual comienza con una forma, y avanza luego hacia lo sin forma. Se inicia con un nombre y luego progresa hacia la ausencia de nombre. Comienza con atributos sólo para llevarles a un estado carente de atributos.

Swami nos está ayudando a alcanzar la excelencia espiritual en esta vida

            La eminencia de la filosofía, las cumbres del Vedanta, se centran en contemplar en la siempre presente Divinidad sin nombre, sin forma y sin atributos. La forma y el nombre encantan sólo por un momento: el 'Ser' es eterno en tanto que este 'momento' es efímero.
            Y pude entender, 'Sí Swami, ¡Tu nos estás obligando a tender hacia la excelencia espiritual y a alcanzarla en esta misma vida!'
            Aquí en Brindavan, un caballero me dijo, "Swami maaku kashtamu alpotundi, maaku kudurutunda." (Resulta muy difícil alcanzar esas alturas).
            "Yemi vanda janmalu kavala?" (Necesita de un ciento de vidas?) ¡Swami, como podemos imaginar eso!
            ¡No, no! "¡Ippude ikkade!" "¡Aquí mismo y ahora!"
            Por eso, mis amigos, es muy natural que lloremos. Mas, al mismo tiempo, el magno programa que tenemos por delante es la escalera espiritual que debemos ascender, peldaño tras peldaño, cada vez más arriba, de modo que alcancemos el nivel que espera de nosotros nada menos que una persona como el Avatar Mismo.

            Él lo expresó repetidamente, "¡Yennallayya! ¿ABC emi nerchukuntaru meeru?" (¿Cuánto tiempo van a tardar en aprender el ABC, el alfabeto?) ¿Por cuánto tiempo se quedarán en la primaria?
            ¡Sí! Debiéramos ascender; debiéramos continuar nuestra temporal estadía espìritual. Ese es el mandato de Bhagavan.

Los milagros son inesperados
            ¿Estamos en realidad lejos de Bhagavan? ¡No! ¿Podemos decir que Bhagavan nos ha dejado? ¡Imposible!

            A lo que nos referimos como milagros ¿son milagros realmente? ¡No! Llamamos milagro el que algo suceda que sea de nuestro agrado o de nuestro gusto. Por ejemplo, si consigo la admisión en el colegio médico, puede que digan que es un milagro de Bhagavan. Aunque yo digo que, aunque no lo consiga, ¡es un milagro igualmente! Un milagro es aquello que es inesperado, cuyo propósito o resultado llegamos a conocer únicamente con el paso de los días.
            
En el año 1958, después de completar estudios en biociencia, no pude conseguir ser admitido en el colegio médico. Tanto mi padre como mi madre sintieron tristeza. Más adelante sin embargo, me dí cuenta que, si me hubiera convertido en médico, habría sido un absoluto fracaso. ¡Absoluto fracaso! ¡Habría comenzado a llorar antes que el paciente entrara al pabellón de exámenes! (Risas) ¡Tampoco soy capaz de cobrar honorarios! ¡Un sujeto así no puede ingresar al campo médico! "

Nil" Kumar
            Por ello Bhagavan debe haber pensado, "Este individuo debiera ser puesto en algún otro campo". ¡Ahora puedo decir, con total y absoluta felicidad que me siento muy cómodo y bastante exitoso y contento como profesor (salvo por mi cuenta bancaria)!

            Swami siempre me llama "Nil Kumar, Nil Kumar", (Risas) diciéndolo a todos, la cuenta bancaria de Nil Kumar es, en verdad, 'nil' (cero) (Risas) Sí, es cierto.

            No obstante me considero el más rico de todos por esta simple razón: tengo a mis alumnos repartidos por todo el mundo. Después de cerca de veintidós años de servicio en la Universidad Sathya Sai, más veintiséis años de servicio en el Colegio Cristiano Andhra en Guntur – que hacen un total de cuarenta y ocho años de servicio – debo haber tenido a miles y miles de estudiantes, los que están ahora repartidos por el mundo.
            Ya sea que esté en el Aeropuerto Narita de Tokio o en el Heathrow de Londres – a dondequiera que vaya – alguien me dirá, "Sai Ram, señor, ¿cómo está usted?" Aunque los estudiantes han crecido y casi no me resultan reconocibles, tanto en estatura como aspecto, (Risas) continuamos siendo los mismos, ¡porque un profesor puede darse el lujo de ser un héroe siempre verde! ¡Siempre verde! El maestro sigue siendo joven.
            Alguien me preguntó, "Señor, ¿qué edad tiene?" Le respondí, "¡Bueno, tengo la edad de Amitabh Bachchan, el héroe del cine!" (Risas) Eso fue lo que le dije. 

            De modo que, realmente, cuando pienso en esos días de Brindavan, me siento naciente, fragante, fresco, vibrante y radiante, porque fue mi primera exposición a Bhagavan y ello fue lo que me hizo acercarme más y más a Él. Todas estas reminiscencias han sido consignadas en veinticinco tomos publicados por el Fideicomiso de Libros y Ediciones Sri Sathya Sai. La mayor parte de los temas han sido tomados de mis experiencias en Brindavan.

            Amigos míos, ¿Pueden imaginar cómo pude continuar aquí por seis años, absolutamente solo en la jungla? Los muchachos solían abandonarme después de las cuatro de la tarde. Se iban al hostal. No quedaba nadie con quien hablar; las salas y edificios estaban vacíos. ¡Nadie a quien decir hola! Para una persona que estaba siempre ocupada, con miles de alumnos a su alrededor, que venía de grupos insistentes y de discusiones, el quedarse abandonado y solo... ¡no se lo pueden imaginar!

            Para mayor abundamiento, la comida en Karnataka es bastante blanda. Yo vengo de Guntur, Andhra, en donde la comida es condimentada, picante y llena de ajíes. El tipo de comida que se consume acá hace que la gente se suavice. Es por eso que es conocido Karnataka por su gente amable y dulce. Nosotros los de Andhra somos conocidos por el picante – ¡nuestras voces les dirán cómo somos!


Sri Ramabrahman

            Cada vez que voy acá a la cantina, me parece que la comida es siempre una sola. ¡Si no dijeran que es dal, no sabrían qué es! (Risas) ¡Si no dijeran que es arroz, no lo reconocerían, porque es Brahma Tattva – materia no-dual, muy difícil de entender!
            No obstante, continué quedándome acá gracias al apoyo de Sri Ramabrahman, quien solía instruirme a diario, mañana y tarde. "Anil Kumar, no dejes a Bhagavan", solía decir. "Si Le dejas, te arrepentirás por toda tu vida. Esta oportunidad no se presentará de nuevo."
            Al día siguiente solía volver y decirme, "Aunque te veo a diario, no pienses que soy tu amigo. ¡Si fueras despedido, seré yo la persona que te eche afuera de este campus!" De modo que Sri Ramabrahman fue instrumental para que me quedara aquí en Brindavan.

            La segunda persona a la que le estoy muy agradecido es el Dr. Narayana Murthy y a su mujer Sudha, procedentes de Domlur. Esta pareja fue sumamente gentil conmigo. Solían visitarme de vez en cuando. Me llevaban a su hogar y me hacían sentar en el jhoola(mecedora de columpio), para servirme luego un café muy caliente, al que soy tan adicto.
            Los suegros de Narayana Murthy también fueron muy amables y cariñosos conmigo. Y ellos también fueron responsables por que continuara quedándome en Brindavan, ayudándome a completar con éxito los seis años de mi estadía acá. ¿Cómo fue posible? Yo era un desadaptado; no era apto para este sistema. Y entonces, ¿cómo me pude quedar por tanto tiempo? ¡No lo sé!  Les estoy muy agradecido a todos ellos.


Swami está siempre con nosotros.

            Amigos míos, ¿estoy lejos de Baba? ¿Están ustedes lejos de Baba? ¡Está Él alejado de ustedes? ¿Puede Swami estar lejos de cualquiera? No he visto a Swami estar sentado y solitario. No he visto a Swami comer solo. No he visto a Swami caminar solo. Él ama la compañía. ¡Kolahalapriyaya namah! Quiere estar en medio de las multitudes. Quiere estar rodeado por una cantidad de personas. ¿Cómo podría estar solo?

            Swami, no estás solo. No nos has dejado. Sabemos con certeza que no puedes irte de nuestro lado. ¡Imposible! Porque Te alegra el estar entre nosotros, bromeando con nosotros, castigándonos, eludiéndonos y divirtiéndote con eso. 
¿Cómo podría la respiración separarse de Ti? ¡Imposible! Ustedes y el aliento son inseparables. Ustedes y Baba son inseparables. ¿Cómo podría separarse el corazón de su latido? El corazón y el latido no son entidades separadas. Y así también el devoto y la deidad no son entidades separadas.

            Beben agua cuando tienen sed. Tengan sed o no, la calidad del agua no cambia. De modo que el agua les calmará la sed, mas no cambiará. Bhagavan Baba no es agua meramente. Es ambrosía o elixir Divino. Es Su amritha la que calmará eternamente nuestra sed de Él.    

      ¿Puede un arco iris no tener colores? ¡Imposible! Los colores lo configuran; ¡así también la grandeza de Baba, la grandiosidad de Baba, la gloria de Baba está en los colores del arco iris de Sus devotos y en los colores del arco iris de Sus instituciones!

            ¿Puede el azúcar estar separado de su dulzor? ¡Imposible! El azúcar es Baba, el dulzor es el devoto, y ambos son inseparables.

            ¿Puede el sol estar separado de su luz? ¡No! ¡La luz es el sol, el sol es la luz, y ello existe para nuestro deleite! Por eso no podemos separarnos del sol que es nuestro Bhagavan.

            La clara luz de la luna en la fresca noche no puede liberarse de la luna misma. 

Las gotas de lluvia no pueden liberarse de las nubes, porque ellas en verdad conforman las nubes. 

Como tampoco pueden separarse del océano las olas danzantes, las erguidas olas que viajan por sobre su superficie.
            
Las raíces no pueden separarse de los árboles; las flores no pueden separarse de su fragancia. 

El amor de una madre no puede ser apartado de un hijo. 

Así es la relación entre un devoto y Baba. Él Mismo no puede apartarse ni nosotros podemos distanciarnos.

Nuestro renombre, fama y salud se deben todos sólo a Swami.

            En este momento, Bhagavan, ¿cómo habría de agradecerte?.

            Pienso que todos ustedes concordarán en un cien por ciento conmigo si dijera que nuestro resguardo, nuestra seguridad, nuestro status, nuestro prestigio, nuestra dignidad, nuestra reputación, nuestro renombre, nuestra fama y nuestra salud, ¡se deben todos a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba! (Aplausos).

            Restando a Sri Sathya Sai Baba somos nadie. Lo aceptemos o no, lo sepamos o no, ya sea que seamos sabios o lo contrario, es un hecho que Baba es nuestra vida. Él es nuestro aliento. Él es la fuerza guía que nos lleva a las alturas de la excelencia.

            Como nota personal, yo era únicamente un maestro en un instituto provinciano o rural. Mi actual patrón de vida se debe sólo a Swami, de eso soy consciente.

            Si cualquiera me dijera, "Anil Kumar has hecho un buen trabajo; hablabas bien y hablas bien", por favor créanme, de inmediato diría para mi mismo, "¡Qué necio eres lisonjeándome!" No soy un especialista en literatura inglesa. Para tu información, soy especialista en botánica. ¡Las plantas que no hablan es probable que me hicieran hablar por ellas! (Risas)

La voluntad de Dios puede transformar a cualquier individuo.
            ¡Es así que me resulta increíble el ser capaz de traducir Sus charlas al inglés! ¡Increíble! No vengo de ninguna escuela pública ni convento, tampoco provengo de una metrópolis como Bangalore, Hyderabad, Bombay, Lucknow o Delhi. Vengo de un poblado de provincia y recibí mi educación hasta el nivel secundario en el idioma regional, el telugu. Mi aprendizaje del inglés comenzó sólo a nivel universitario, y sin embargo Él me hizo traducir Sus discursos por veintidós largos años – ¡un largo turno!

            De modo que el crédito le corresponde a Bhagavan. Si Él lo decide, convertirá en orador hasta a un gusano. Hará una maravillosa bailarina de una cucaracha. ¡Es el poder de la voluntad de Dios, no el individuo!

            Me recuerdo a mi mismo tantas veces como late mi corazón que, después de todo, soy un don nadie. Bhagavan, Tu me recogiste del suelo y me trajiste a este nivel. Yo no era más que un humilde brote que podía haber sido comido por cabras o vacas. Un brote sin protección, sin agua ni abono pudo crecer hasta este enorme árbol debido a Tu Gracia, mi Señor.

            Una persona mira a un girasol y dice, "Vaya flor, ¿qué te hace tan bella?" El girasol responde, "No sé por qué luzco bella, mejor pregúntale al tallo."
            "¡Oh tallo! ¿Te puedo felicitar por habernos entregado una flor tan bella?" "Bueno, no lo sé", responde el tallo, "Pregúntale a las hojas".
            "¡Hojas, ¿son ustedes por ventura la causa del bello girasol, porque ustedes preparan el alimento?" "Bueno, no sabemos desde donde surgió, mejor pregunta a las raíces."
            "¡Oh raíces! ¿Son ustedes la causa para esta hermosa flor?" "¡No! Yo estoy dentro de la tierra, ¡cómo podría ser responsable!"
            Finalmente, la persona se dirige de nuevo a la flor, "Oye girasol, nadie me puede dar la respuesta ¿Me dirías tu por qué eres tan bella?"
            Y el girasol responde, "¡Oh Dios, Tu me has tocado y por eso he florecido!"


Todos somos flores tocadas por Bhagavan
            Todos aquí somos flores. ¡Somos botones tocados por el sol que es Bhagavan Sri Sathya Sai Baba!

 La luz del sol es Su gracia y misericordia, extendiéndose hacia estos botones florales que han florecido formando un hermoso jardín que es el Hospital General de Whitefield, Bangalore! (Aplausos)

            ¡Realmente disfruto este hospital! Realmente disfruto y felicito la belleza de estas flores en la forma de los doctores, el personal médico y paramédico. Todos ustedes son flores tocadas por Bhagavan.

Permite que esta gota de agua se funda de vuelta en el océano
            Esta es mi plegaria hoy: "Swami, no dejes caer esta gota. Permite que se funda de vuelta en el océano. Una gota puede continuar en el océano; pero separada de él, la gota se evapora. ¡Oh mi Señor, yo soy la gota, en tanto que Tu eres el océano. Tu eres aquel océano de la consciencia. Permíteme regresar a ese océano de consciencia. Permite que esta consciencia individual se sumerja en esa consciencia oceánica, cósmica. ¡Será una experiencia eterna, nectárea, inmortal, inmaculada!" Esa es mi plegaria.

            "¡Oh Bhagavan! Permíteme ser una estrella, porque Tu eres el cielo." ¡Todos nosotros somos superestrellas, créanlo o no – no estrellas de cine, sino superestrellas, en el sentido de 'estrellas que fulguran brillantemente'! ¿Qué es lo que queremos decir con este 'fulgor brillante'? Servir voluntariamente y con una sonrisa – esa es la tarea de una estrella. "¡Oh Dios! Permite que esta estrella continúe brillando."

            "¡Oh Bhagavan! ¡Mi ruego es que me permitas continuar cantando Tu gloria!" Nuestro personal no es mecánico; nuestros doctores no son robots ni computadores. ¡Todos ustedes pertenecen al nido de los pájaros cantores!

            Conozco a muchos médicos que cantan bien. Incluso tienen bhajans especiales para doctores. Conocí a su suegra la que podía entonar cantos clásicos de Thyagaraja y lo hacía en su casa, junto al Templo de Shirdi Sai. ¿Cierto? Mi memoria no ha fallado pese a que han pasado cuarenta años. De modo que el punto es que continuamos cantando Su gloria.

                                                                                              [continuará en una 2ª parte]

OM…   OM…   OM…
Asato Maa Sadgamaya
Tamaso Maa Jyotirgamaya
Mrityormaa Amrithamgamaya

Samastha Loka Sukhino Bhavantu
Samastha Loka Sukhino Bhavantu
Samastha Loka Sukhino Bhavantu

Om Shanti Shanti Shanti

Jai Bolo Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki Jai!
Jai Bolo Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki Jai!
Jai Bolo Bhagavan Sri Sathya Sai Babaji ki Jai!



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Traducción de Herta Pfeifer
Santiago, octubre 2011






         OMSAIRAMMM...

    CENTRO SAI HISPANO...


     


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