Sai Baba no sólo nos entrega las indicaciones específicas. También nos provee de los ámbitos adecuados donde experimentar esas disciplinas. Los Centros y Grupos Sai Baba diseminados en todos los países de Latinoamérica son los lugares donde pueden realizarse estas prácticas espirituales. Areas de trabajo para las prácticas espirituales En cada Centro Sai Baba de cada uno de los países de Latinoamérica encontramos que todas las actividades están enmarcadas en el ámbito de tres áreas denominadas: Devoción, Educación y Servicio. Todas las actividades que se realizan tienen como objeto lograr una transformación del individuo. Entonces el Conocimiento se abrirá paso para eliminar los actos, que desde la ignorancia (egoísmo, envidia, ira, odio, celos, lujuria), esconden el verdadero estado de felicidad que nos pertenece. Sai Baba nos indica cómo trabajar para desterrar de nosotros mismos, y por lo tanto del mundo, todos esos males que son causantes de todas las enfermedades manifestadas en la humanidad. No se podría embestir a estos enemigos sin una férrea decisión de práctica y disciplina espiritual. Para esto se hace necesario dividir a las prácticas en tres áreas y así aplicar las disciplinas bajo procedimientos concretos. Dentro del área devocional, en los Centros y Grupos se practican reuniones de Cantos Devocionales (bhajans), donde mediante alegres y bellas melodías cantamos a los diferentes nombres de Dios, conocidos por todas las religiones del mundo. Ese acto de cantar en grupo permite una excelente predisposición de nuestra mente para religarse a Aquel que es la causa de la misma Creación. Permite obtener un profundo sentimiento de reconocimiento de la Unidad que reside en todo lo Creado. De este modo, todos nuestros pensamientos se ven purificados del continuo ajetreo al que se ven sometidos por el sentimiento del deseo, que trae aparejado un descontrol absoluto de nuestros órganos de los sentidos. El cuerpo y la mente armonizan su acción en busca de una verdad más allá de su propia limitación. Esta práctica se hace más profunda todavía, ya que existen días específicos para realizarla: los jueves y domingos. De este modo, en los 5.000 Centros y Grupos Sai diseminados en todas partes del mundo, en los mismos días y en horarios similares, grupos de personas, buscadores de la Verdad y el Conocimiento Superior, se reúnen para cantarle a Dios. Estas personas pertenecen a diferentes clases sociales, grupos étnicos y religiosos, y sin embargo se reúnen para la misma práctica espiritual. Esta energía de unidad en la acción actúa decididamente en la transformación de nuestra personalidad, ya que contribuye sobremanera a eliminar el estado egoico al que nos vemos expuestos. Este hecho de religación con Dios, en diferentes sociedades y culturas, constituye un verdadero acto devocional reconocido por todas las filosofías y religiones de todos los tiempos. Otras actividades están contempladas en el área devocional. Por ejemplo, los denominados Círculos de Estudio, donde grupos de personas se reúnen para escuchar la lectura de libros relacionados con la exposición de la Verdad Suprema. Los mensajes pueden ser directamente de Sai Baba o de otros Maestros Universales como Jesús, Buda, Mahoma, etc. Otras veces, aquellos que más claramente han captado los mensajes y hacen de sus propias vidas una práctica de ellos, nos brindan conferencias para que podamos exponernos cada vez más a explicaciones que nos clarifiquen el camino de nuestra búsqueda espiritual. Sin duda, reunirnos y reconocernos unos a otros también es prescripto como un verdadero acto devocional. En definitiva, nos reunimos para manifestar a Dios en cada uno de nuestros actos. Otras de las principales actividades dentro de esta área son las reuniones de enseñanza y práctica de Meditación en la Luz. Nuestro Amado Sai Baba nos instruye en una técnica de meditación para que podamos trascender las impurezas u obstáculos de la mente. Mediante la práctica de esta meditación podemos lograr una mayor ecuanimidad en nuestros actos, un más rápido reconocimiento de la Divinidad que en realidad somos y, fundamentalmente, la observación de la causa egoica de la naturaleza de la mente. Dentro de las actividades circunscriptas al área de Educación, se desarrolla y practica el Programa Sathya Sai Baba de Educación en Valores Humanos. Este es un programa de educación creado y dirigido por el Divino Maestro que fue incorporado, en algunas escuelas, al sistema educativo oficial de la India, que se desarrolla y aplica en todos los establecimientos educativos fundados por Sai Baba (que con algunas adaptaciones propias y prácticas, también son desarrollados en los Centros Sai Baba de toda Latinoamérica). También se aplica en escuelas de Europa, Asia, Africa y Latinoamérica. Como permanentemente nos dice Sai Baba, "el objetivo final de toda educación es el desarrollo del Carácter en el individuo". Este carácter se refiere a la fortaleza de cuerpo, mente y espíritu para instalarse en la ecuanimidad y rectitud de las acciones y poder obtener la experiencia de que la Divinidad es inmanente en todos los seres. Mediante la práctica constante de los cinco valores esenciales, reconocidos por todas las religiones, creencias, razas y filosofías de toda la humanidad, puede hacerse posible la manifestación de la esencia Divina del hombre. Estos valores son el Amor, la Rectitud y Acción Correcta, la Verdad, la Paz y la No Violencia. A pesar del desafortunado estado al que llegó la humanidad, nadie puede, con sinceridad, dejar de reconocer estos valores humanos. La restauración de los valores esenciales en la vida de los hombres es el objetivo principal de este Divino programa educativo tendiente al florecimiento de una personalidad integral. El mismo es aplicado a niños, adolescentes y adultos en los Centros Sai Baba de Latinoamérica, en la convicción de que sólo a través de la incorporación de estos valores en cada uno de los actos de nuestras vidas podremos lograr un verdadero estado permanente de felicidad y una transformación definitiva del mundo. Todas estas prácticas tienden a manifestar amor. Una de ellas es la acción misma del Amor o, como se lo denomina frecuentemente, Amor en Acción. Esto es el Servicio Desinteresado a la sociedad en la que vivimos. Por tanto, Sai Baba nos proveyó de esta tercera área denominada Servicio. En ella, cada uno de nosotros puede hacer más útil su vida trabajando desinteresadamente para aquellos más débiles, más enfermos, más necesitados y con menos capacidades y recursos. Tal es la esencia del desarrollo de las tareas de servicio desinteresado a la comunidad que se realizan desde los Centros y Grupos Sai Baba de Latinoamérica. La forma más rápida y directa de experimentar a Dios en todos es por medio de acciones para ayudar a aquellos que más lo necesitan. No existe práctica o disciplina espiritual que golpee tan fuertemente al ego como la de servir a otros. En toda Latinoamérica los trabajadores activos de la Organización Sai Baba se reúnen para realizar servicios de ayuda en barrios carenciados, aldeas, comunidades indígenas gravemente expuestas, hogares de niños y de ancianos desamparados, alumnos de escuelas rurales y otros. La práctica del servicio desinteresado a la sociedad es el valor más alto al que puede aspirar una persona y es el verdadero propósito de tener un cuerpo humano. La recompensa es la eliminación del estado egoico encubridor de nuestra verdadera realidad y el completo estado de bienaventuranza permanente. Estas prácticas nos inducen y conducen al descubrimiento de una Verdad Superior, eso que es denominado el Conocimiento Superior, y que, en definitiva, no es otra cosa que el Conocimiento de Sí mismo, de ese testigo que es Permanente, Inmutable, Eterno, Omnipresente y Omniabarcante como el espacio mismo, aquello que para la mejor comprensión de nuestra mente, en su actual estado, es denominado Dios. También resulta importante destacar que cada uno de nosotros hace las prácticas que pueda o quiera, las que le son más afines con sus propias predisposiciones, especialmente al comienzo del camino. Pero no debemos perder de vista que todas son absolutamente necesarias y que la práctica dentro de las tres áreas establecidas es para facilitarnos las cosas. El aspirante espiritual o buscador de la Verdad debe ponerlas en prácticas. Los fuertes de carácter pueden aplicar sus prácticas o disciplinas espirituales desde hoy mismo. Una por vez o todas juntas, dependerá de cada uno, pero todas son necesarias y complementarias para la transformación de nuestra mente e indispensables para el reconocimiento de nuestra verdadera identidad. Sai Baba nos dice: "La liberación de los tentáculos de la mente puede ser conseguida por la adquisición del Conocimiento del Absoluto. Este tipo de liberación es la genuina autonomía, es la verdadera liberación. Cualquiera que perciba la realidad que se halla detrás de las imágenes del mundo pasajero no será inquietado por los instintos, los impulsos o cualquier otro estímulo; él será el Maestro de la Verdadera Sabiduría. El ladrón que nos ha robado la preciosa piedra de la realización no es sino la misma mente; por tanto, si el ladrón es atrapado, amenazado y castigado, la joya podrá ser recuperada. El poseedor de la joya será inmediatamente colmado con honores e instalado como Dios mismo. El aspirante espiritual tiene que buscar a las personas que han logrado este Conocimiento y aprender de sus experiencias; debe honrarlos por ello y compartir con ellos su gozo. Verdaderamente estos aspirantes son benditos, porque están en camino hacia el estado de libertad. Este es el misterio de Brahman (Dios), la comprensión de que no hay otro. Este es el Conocimiento del Atma (Ser)." |
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viernes, 26 de septiembre de 2014
TRES AREAS PARA UN MISMO FIN: DISCIPLINA Y PRACTICA ESPIRITUAL
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