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LAS OCHO FLORES QUE COMPLACEN A DIOS
por Dr. Narendranath Reddy
PARTE 01
El Dr. Narendranath Reddy se graduó en medicina con distinciones de la Universidad S.V. Medical College, Tirupathi, Andhra Pradesh. Luego viajó a los Estados Unidos de Norteamérica, donde se especializó en medicina interna y en endocrinología. Ha sido un consultor y endocrinólogo – médico internista practicante en el Sur de California durante más de 35 años.
Es un miembro del Colegio Americano de Physicians y el American Endocrinólogos, California.
Cuatro generaciones de la familia del Dr. Reddy son devotos de Swami, y el Dr. Reddy mismo llegó a Swami a la edad de cinco años. Desde el 1984, el Dr. Reddy y su familia han tenido un Centro Sai Baba en su propia casa.
Actualmente es el presidente del Consejo de Prashanti, el órgano rector que supervisa las actividades de las Organizaciones Sai Internacionales.
A continuación presentamos la transcripción editada de una charla que dictó en el Centro Sathya Sai de Arcadia, California, USA en la tarde del 31 de diciembre, 2013. Dado que en este mes de marzo muchos en India y en muchas otras partes celebran Ugadi, el día de Año Nuevo Telugu, es apropiado que nosotros meditar sobre cómo celebrar y observar el Año Nuevo. El Dr. Reddy nos da poderosas orientativas de su larga asociación con Bhagavan y su profundo compromiso con la Misión Sai.
Me ofrezco a los divinos pies de loto de nuestro muy querido, omnipresente, amado Señor Bhagavan Sri Sathya Sai Baba. Saludos y amorosos Sai Ram a todos.
Felicidad y Amor en este Año Nuevo
Le estoy agradecido a Swami por darnos esta oportunidad de recibir el Año Nuevo cantando Sus glorias y compartiendo Su mensaje. Les deseo a todos ustedes un feliz y santo Año Nuevo, lleno de paz. Como parte de nuestras festividades de Año Nuevo tenemos la costumbre de pasar tiempo con amigos y familiares y de enviar saludos de Año Nuevo. Ahora son muy populares los saludos por correo electrónico (los E-saludos). Son elaborados y festivos, con textos y gráficos de brillantes colores, y con figuras que cantan y bailan. Tales e-saludos, en esta fecha y era, son una forma adicional de expresar nuestra alegría.
Dos palabras comúnmente usadas en los saludos de Año Nuevo son "felicidad" y "amor". Swami dice que aunque estas palabras son comúnmente usadas, la mayoría de la gente no entiende su verdadero significado. Él tomó forma humana para mostrarnos el verdadero significado. De hecho, la gente en todas partes del mundo, que celebran el Año Nuevo, busca felicidad y amor. Pero, ¿qué es la felicidad? Swami nos ha dicho repetidamente, "La felicidad es la unión con Dios." No es sino hasta que seamos uno con Dios que podremos ser verdaderamente felices.
La mayoría de la gente celebra el Año Nuevo cantando, danzando y bebiendo en la esperanza de ser alegres y felices. Pero estas celebraciones sólo producen un placer temporal, un intervalo entre dos dolores. Por ejemplo, la gente experimenta el placer de la bebida y sufre una resaca o sufren un accidente con el carro o cualquier otro problema que del cual luego se arrepienten. Por el otro lado, el celebrar el Año Nuevo en lugares de adoración, tales como una iglesia, un templo o un Centro Sai, ofreciendo su amor a Dios y comunicándose con Él, contribuye a la verdadera felicidad.
El Dr. Reddy dirigiendo un círculo de estudio en el Centro Sathya Sai de Arcadia, California
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¿Cómo logramos la felicidad? Swami nos ha dicho que el camino real a la felicidad es el camino del amor. Podemos expresar este amor cantando y compartiendo las glorias de Dios, comunicando Su mensaje a través de cuentos e historias, y practicando Sus enseñanzas. También podemos hacer ofrendas de amor a Dios. Las ofrendas son una antigua tradición.
Verdaderas Ofrendas que Dios Ama
Cuando nació Jesús, tres sabios vinieron y le ofrecieron oro, incienso y mirra como muestras de su amor. Cuando nació el Señor Rama, los celestiales derramaron flores de adoración como ofrendas de su amor. Los devotos de Shirdi Sai Baba ofrecieron muchos tipos diferentes de regalos. Incluso luego de Su Mahasamadhi en Shirdi, los devotos ofrecieron un trono y una corona hechos de oro. En el pasado, la gente le había hecho ofrendas tales como una guirnalda de monedas de oro, una corona de oro, etc. a Bhagavan Sri Sathya Sai Baba también. He visto a Swami rechazó tales ofrendas. Él rechazó la guirnalda de monedas de oro y de inmediato declaró, "Esto se debería vender de inmediato y lo obtenido por la venta se debería usar para servir a los necesitados." Dios no quiere regalos mundanos. Swami dijo en repetidas ocasiones, "Yo sólo quiero el amor de ustedes y no estos regalos caros."
Sabemos que Dios no mide el amor de Sus devotos por el valor de los regalos materiales. Por ejemplo, Kuchela, el amigo de la infancia de Sri Krishna no podía permitirse hacerle un regalo caro a su amigo, el rey de Dwaraka (y, naturalmente, el Señor del universo). Todo lo que podía ofrecer fue arroz reseco. Pero Sri Krishna se sintió conmovido por la sinceridad y el amor de Su amigo pobre y comió el arroz reseco. Sri Krishna incluso lavo los pies de Kuchela quien luego regresó a su casa para descubrir que el Señor le había dado una inmensa riqueza y un palacio.
El Señor Krishna le simplificó a Sus devotos la tradición de hacer ofrendas. Él dijo que los devotos no necesitan ofrecer regalos de valor. Él se sentiría complacido si los devotos Le ofrecían una hoja, una flor, una fruta o agua (patram, pushpam, phalam, toyam) con amor y con humildad. Todo lo que Le demos con amor, Él lo aceptará gustoso. Una flor, fruta, hoja o agua están a la disposición de todos. Son fáciles de ofrecer al Señor.
Rukmini, el gran devoto del Señor Krishna, Le ofreció tan sólo una hoja de tulsi y el Señor Krishna estuvo complacido. Esta simple ofrenda de una hoja de tulsi con amor pesó más que todo el oro y riquezas que Sathyabhama le ofreció al Señor Krishna. De manera similar, Sabari, la gran devota del Señor Rama, le ofreció una fruta a su Señor. Aunque la había probado primero, se la ofreció con gran amor y el Señor Rama estuvo complacido. Le dio a ella la liberación. La lección de estas historias es que todo lo que le ofrezcamos al Señor debe ser dado con amor.
Sri Sathya Sai Baba simplificó para Sus devotos, a un grado aún mayor, la tradición de hacer ofrendas. No necesitamos comprar flores o frutas. Swami nos dice que la verdadera flor que le debemos ofrecer a Dios es la flor de nuestro corazón puro. La fruta que debemos ofrecer es el fruto de nuestras buenas acciones. El agua que debemos ofrecer son las lágrimas felices de la devoción que fluyen cuando languidecemos intensamente por Dios. La hoja que debemos ofrecer – es un cuerpo utilizado para el servicio desinteresado.
Las hojas de una planta se secarán con el tiempo y las flores de un jardín se desvanecerán, perderán su fragancia y se marchitarán en días. El agua y las frutas se pueden dañar con el tiempo. Pero las ofrendas que complacen a Dios no se desvanecen ni pierden su fragancia. Ellas no se marchitan ni se dañan con el tiempo. Las verdaderas ofrendas son nuestras buenas acciones, nuestros corazones puros, nuestras lágrimas de alegría que fluyen del intenso anhelo por Dios, y un cuerpo santificado por el servicio desinteresado. Si ofrecemos estos, Él se sentirá complacido.
En el día de Año Nuevo, así como en muchas otras fiestas, enviamos flores a nuestras familias o amigos como una expresión de amor. Enviamos flores el Día de la Madre y el Día de San Valentín; para los matrimonios, servicios funerarios y festivales. De hecho, gastamos cientos de dólares cada año en flores. Mañana, en Pasadena, California se realizará el desfile del Torneo de las Rosas. Para este desfile se usan millones de rosas y se gastan millones de dólares. Pero a Dios no le complacen las costosas expresiones de amor. Swami dice que Dios se siente complacido cuando a Él le ofrecen las verdaderas flores de la devoción. Él lo dice hermosamente en Telugu: Poovulenni thecchi pujalu chesinaa metsukonadu taanu putsukonadu, Hridaya Kamalamivva sadayudai grahiyinchu Sathya Sai santhi prema dayi (Ustedes pueden traer cualquier cantidad y todas las variedades de flores. No lo aceptaré ni me complace. Pero gustosamente aceptaré la flor pura de vuestros corazones y les otorgo paz y amor)."
Numerosas veces en Sus discursos, Swami hermosamente describió las flores de la devoción que le gustan a Dios. Hizo énfasis en las ocho flores de la devoción que Le podemos ofrecer a Él. La primera flor es ahimsa, no violencia; la segunda flor es indriya nigraham, control de los sentidos; la tercera flor es sarva bhoota daya pushpam, compasión por todos los seres; la cuarta flor es kshama pushpam, la paciencia, la fortaleza; la quinta flor es santhi pushpam, paz; la sexta flor es thapo pushpam, penitencia y austeridad; la séptima flor es dhyana pushpam, meditación; y, finalmente, la octava flor es sathya pushpam, verdad.
La primera flor a ofrecerle a Dios es ahimsa pushpam
La primera flor para ofrecerle a Dios es ahimsa pushpam, la flor de la no violencia. El Señor Buda dijo, "Ahimsa paramo dharma." El más alto dharma es ahimsa. La no violencia es mucho más que simplemente no participar en la violencia física. Naturalmente, no debemos atacar físicamente a ningún otro ser. La violencia física es demoníaca. Adicionalmente, nunca debemos dañar a otro ser con palabras. El daño que hacen las palabras es más poderoso y más duradero que la violencia física. Swami dice que las cicatrices de la violencia física sanan, pero las cicatrices del abuso verbal perduran, tal vez durante años y a veces durante generaciones. Por ello, debemos ser cuidadosos con nuestra selección de palabras. Nunca debemos usar palabras hirientes, criticar o hallar faltas en otros.
Jesús dijo, "Hipócrita, saca primero el tronco de tu ojo y luego podrás ver claramente para poder sacar la brizna de paja del ojo de tu hermano (Lucas 6:42)." Swami ha dicho que cuando una persona halla faltas y apunta un dedo hacia otra persona, tres dedos apuntan al crítico. Por lo tanto, hallar faltas es el más grande himsa, la mayor violencia. Swami una vez les dijo a los estudiantes, "Todos ustedes son terroristas." Quedamos sorprendidos ya que sabíamos que eran muchachos muy buenos. Swami se refería al nivel más sutil de violencia, el nivel del pensamiento. Swami dice que incluso tener un pensamiento negativo es violencia. Por lo tanto, siempre que pensemos algo negativo sobre otros, estamos mostrando una forma de violencia. Un ejemplo de un buen devoto Sai, quien verdaderamente pasó la prueba que le dio Swami, fue el Sr. Gopal Rao. Él vivió cien años; fue el presidente del Andhra Bank durante muchos años y un devoto ejemplar de Swami.
Swami celebró el centésimo cumpleaños del Sr. Gopal Rao en el Sai Kulwant Hall a gran escala. Gopal Rao era muy cercano a Swami. No sólo era querido por Swami sino que también era cercano a Swami. Él solía viajar con Swami en Su carro. En una de esas ocasiones, Gopal Rao estaba con Swami en Su carro y Swami estaba describiendo el mal comportamiento de un devoto que estaba viviendo en el ashram. Swami le dijo a Gopal Rao, "Dile que se comporte como corresponde y que corrija sus defectos."
Gopal Rao respondió, "Swami, ese hombre es un devoto senior. Yo he estado aquí solamente quince años. Él ha estado aquí treinta años. ¿Cómo puedo yo decirle?" Swami sonrió. Gopal Rao continuó, "Él también ha sacrificado más que yo. É les un gran hombre de negocios. Él dejó atrás sus negocios y su dinero y vino a vivir en el ashram. Y, en tercer lugar, yo tengo tantos defectos propios. Swami. ¿Cómo puedo yo corregir a ese hombre?" Finalmente, él dijo, "Swami, si él no te escucha a Ti, Dios, ¿por qué me escucharía a mí?" Swami contestó, "Yo quería probarte y ver qué era lo que ibas a decir."
Gopal Rao dijo, "Swami, hoy me levanté del lado derecho de mi caña. Por Tu gracia, pude pasar la prueba y contestarte a Ti correctamente hoy. Sin Tu gracia yo hubiera fallado." Esta historia es un ejemplo de cómo el Señor nos prueba en cuanto a las críticas. Por lo tanto, la primera flor, la no violencia, incluye no criticar a otros.
La segunda flor a ofrecerle a Dios es indriya nigraham
La segunda flor para ofrecerle a Dios es indriya nigraham, el control de los sentidos. Swami dice que la verdadera felicidad viene de controlar los sentidos, no de los placeres mundanos transitorios como ir a fiestas, beber alcohol, y otras indulgencias. Él dice, "Dobleguen el cuerpo, enmienden los sentidos y terminen la mente."
El control de los sentidos importante. Si realmente quieren ser felices, vean lo bueno. No necesitan suprimir los sentidos. Swami dice que la supresión de los sentidos es difícil y que los sentidos se rebelarán. La solución es dirigir los sentidos hacia buenas actividades. Si desean ver una película, vean películas buenas e inspiradoras, valores morales. Si desean escuchar música, escuchen música inspiradora que les calme y les apacigüe, como por ejemplo bhajans. Si desean hablar, narren historias de Dios o historias inspiradoras en lugar de chismes. Por ello Swami dice, "Hagan lo bueno, vean lo bueno, escuchen lo bueno y sean buenos. Este es el camino hacia Dios."
Swami Karunyananda, un venerado monje del Sur de la India, solía ir y ver a Swami Sivananda en el Himalaya. Swami Karunyananda tenía el hábito de usar rapé. Cuando quiera que Swami Karunyananda fuera al Himalaya, él también llevaba consigo su caja de rapé. Cuando fue al ashram de Swami Sivananda, compartió el rapé y muchos monjes se reunieron alrededor de él para participar también. Entonces Swami Karunyananda se encontró con Swami Sivananda y le pidió upadesh, un consejo espiritual. Swami Sivanananda le contestó, "No, no. Tú tienes a tus propios seguidores. Te convertiste en un Swami y renunciaste a tus posesiones pero la gente en realidad te quieren por tu rapé!" Swami Karunyananda se dio cuenta de su tontería y de inmediato botó la caja de rapé al Ganges. Una vez, Bhagavan Baba mismo regañó a un monje quien estaba usando rapé. Le dijo, "Eres un monje y renunciaste a todo por Dios. Por lo tanto, renuncia también a este rapé que no te hace nada bien."
En los días de antaño, Swami con frecuencia solía mascar nueces y hojas de betel. Esto le daba a Sus labios un hermoso color rojo, como lápiz labial. Un día, Swami estaba limpiando Su boca luego de masticar hojas de betel y observó una mancha roja en Su pañuelo. Swami de inmediato dejó de masticar hojas de betel. Esto es un ejemplo del dominio sobre los sentidos. Swami practica lo que Él predica.
LAS OCHO FLORES QUE COMPLACEN A DIOS
por Dr. Narendranath Reddy
PARTE 02
La tercera flor a ofrecerle a Dios es Sarva hootha daya pushpam
La tercer flor a ofrecer a Dios es Sarva bhootha daya pushpam, la compasión por todos los seres. Swami dice que deberíamos tener compasión por todos, no sólo por los seres humanos. Jesús dijo que cuando servimos al menor de nuestros hermanos, estamos sirviendo al Señor. Swami dijo que el servicio al hombre es servicio a Dios. Nuestro amor debe ser por todos los seres, incluyendo animales y plantas, pues todo está permeado por Dios. Por ejemplo, Sri Ramana Maharshi, el santo de Arunachala, se sintió uno con todos.
Una vez, cuando alguien estaba cortando la rama de un árbol, Sri Ramana declaró, "Oh, alguien está cortando mi brazo…," porque podía identificarse con el árbol. De forma similar, cuando alguien caminaba sobre un césped, Sri Ramakrishna, el santo Bengalí del siglo diecinueve, decía, "Alguien está caminando sobre mi pecho." Podía identificarse hasta con el pasto.
Swami tiene respeto no sólo por los animales y las plantas sino por toda la creación. Unos treinta años atrás se estaban construyendo paredes alrededor del ashram. Después de construir las paredes de cemento, es costumbre rociar agua sobre el cemento y el trabajador lo estaba haciendo con mucha fuerza. Bhagavan Baba, el Avatar de esta era, estaba en el balcón observando al hombre y le envió un mensaje, "Dile que no riegue con tanta fuerza." Todo tiene consciencia, incluyendo los objetos inanimados. Swami dice que cuando caminamos tenemos que respetar la tierra y hacerlo gentilmente. Swami ha dicho que todo está permeado con consciencia divina. Así tenemos que tener amor y respeto por todo en la creación.
La cuarta flor a ofrecerle a Dios es Kshama pushpam
La cuarta y más importante flor a ofrecerle a Dios es kshama pushpam, la flor de la paciencia, de la fortaleza. Esta es una cualidad extremadamente importante para el buscador espiritual. El Señor Buda es un ejemplo de fortaleza. El Señor Jesús también fue un ejemplo. Cuando Él estaba siendo crucificado, en lugar de maldecir a sus enemigos, Jesús dijo, "Padre, perdónalos. No saben lo que hacen." Cuando Bhagavan Baba tuvo una fractura de cadera, a pesar del dolor y la incapacidad para caminar, Él mantuvo Su rutina como si no tuviera problemas. Él daba darshan, leía cartas de miles de devotos, bendecía innumerables personas, y les otorgaba sus favores. Swami es un ejemplo de amor y paciencia divinos.
Swami también habla acerca del siguiente incidente en el Mahabharata, que involucra a Draupadi. Los hijos de Draupadi fueron todos asesinados por Aswatthama. Naturalmente, al ser la madre, estaba desconsolada e infeliz de que Aswatthama hubiese asesinado a sus hijos. Pero cuando Aswatthama fue traído ante Draupadi por justicia, en lugar de castigarlo o impartir órdenes para matarlo, ella lo perdonó, diciendo "Se cuánto será el dolor que sentirá tu madre ante tu muerte." Swami dice que es el más grande ejemplo de kshama, tolerancia y perdón.
He escuchado de un ejemplo similar en nuestra época. El único hijo de Althea, una devota de Swami y la suegra de Charles Penn, fue asesinado. Althea fue a la prisión para conocer al hombre que mató a su hijo. A la gente le preocupaba este encuentro, pero, para la sorpresa de todos, ella no condenó al hombre. En su lugar lo perdonó. Dijo, "No sé porque lo hiciste. Que el Señor te bendiga y te perdone." Así, aún en esta época, ocurren ejemplos de perdón y tolerancia increíbles.
La quinta flor para ofrecerle a Dios es santhi pushpam
Otra flor para ofrecer a Dios es santhi pushpam, la flor de la paz. Swami ha dicho, "Todos quieren paz." Pablo, en su carta a la Iglesia, en Filipenses, menciona que "la paz que excede a toda comprensión" (Filipenses 4:7). Swami se refiere a un nivel mayor de paz del que la mayoría de nosotros conoce. Habla acerca de prasanthi, no santhi. Santhi es paz. Prasanthi es la paz suprema, la "paz que excede toda comprensión."
Decimos a Swami, "Yo quiero paz." En respuesta, Swami nos cuenta el simple camino para lograr la paz. Dice "Quita el "yo" y el "quiero". Entonces todo lo que queda es paz. La razón por la cual no tenemos paz es a causa de nuestro ego –el "yo"- y nuestro deseo –el "quiero". Cuando tenemos demasiados deseos, estamos inevitablemente agitados. El propósito entero de la práctica espiritual (sadhana) es minimizar nuestro ego y minimizar nuestros deseos. Swami dice que el hombre menos el ego y el hombre menos el deseo es Dios. Tan pronto como desaparece el ego, uno toma consciencia de la divinidad interna.
La sexta flor para ofrecerle a Dios es thapo pushpam
Otra flor para ofrecer a Dios es thapo pushpam, la flor de la penitencia. Un buscador espiritual debería hacer alguna penitencia y austeridad. Todas las tradiciones conocen esto. Por ejemplo, durante Ramadán, los musulmanes ayunan por 30 días. Los cristianos católicos observan la Cuaresma por 40 días. Los hindúes observan Shivarathri con vigilia y ayuno. Pero la verdadera penitencia para esta era, dice Swami, es practicar la unidad de "pensamiento, palabra, y obra" trikarana suddhi. Lo que pensamos, lo que decimos, y lo que hacemos debería estar en armonía. Sin embargo, lo opuesto es lo que impera hoy en día. La armonía en pensamiento, palabra y obra es de rara a inexistente. Es por eso que falta la paz en estos días...
Swami dio el ejemplo de un hogar en el cual los miembros de la familia no están en armonía: el padre está haciendo una cosa, la madre otra diferente; y el hijo está haciendo otra cosa. Cada uno va en un sentido distinto y la unidad está ausente. La armonía no llegará a un hogar así. El mismo problema existe en nosotros, como individuos. Si tenemos armonía de pensamiento, palabra, y obra, tendremos paz. Thistrikarana suddhi es la penitencia real para esta era más que la mera penitencia física. Las austeridades físicas, tales como ayunar o hacer vigilia, están bien pero deberíamos practicar armonía en nuestros pensamientos, palabras, y obras. Esa es la verdadera penitencia.
La séptima flor para ofrecerle a Dios es Dhyanam (Meditación)
La séptima flor es el pushpam de dhyanam, meditación. Dhyanam es una buena práctica espiritual. Cada sendero espiritual describe algún tipo de meditación. Sin embargo, rara vez alguien practica meditación verdadera. Swami dice que, en la meditación real, si pensamos en Dios siquiera por doce segundos con concentración, Él aparecerá ante nosotros. La mayoría de las personas creen que están practicando meditación pero su práctica no es meditación real.
Swami dice, "El dharana real dura sólo doce segundos." Dharana doce segundos, una unidad de concentración. Una unidad de meditación es doce dharanas, ciento cuarenta y cuatro segundos. Si meditamos verdaderamente por dos minutos y veinticuatro segundos, completamos una unidad de meditación. Nos sentamos tratando de meditar por dos horas pero no estamos meditando realmente. Doce unidades de meditación se transforman en samadhi. Si meditamos verdaderamente por veintiocho minutos y cuarenta y ocho segundos entonces alcanzamos el samadhi. La meditación no es una disciplina fácil. Pero Swami dice que todos los actos que hacemos en la vida -beber, comer, dormir, hablar, caminar, conducir, y trabajar- se vuelve meditación si lo ofrecemos a Dios. Por lo tanto, deberíamos ofrecer todo a Dios como una flor de nuestra adoración.
La octava flor a ofrecerle a Dios es Sathyam (Verdad)
La octava y última flor de nuestra adoración es la flor de la verdad, porque la verdad es Dios. Dios es verdad. Todos conocemos la historia del Señor Rama. A fin de honrar a Sus padres y seguir el sendero de la verdad, Él dejó Su reino y se fue al bosque. De manera similar, el Emperador Harischandra, por el bien de la verdad, entregó su reino y su familia. Dejó todas las cosas mundanas por el bien de la verdad. Por supuesto que nuestro querido Swami es la misma encarnación de la verdad. Su nombre mismo es Sathya Sai Baba. Swami dice que, para Él, la verdad es la más importante. En el pasado, Swami tenía muchos reyes y otra realeza como devotos. Querían que Swami viniera y viviera en ciudades cercanas a ellos.
La madre de Swami, Easwaramma, comenzó a llorar al escuchar esto y oró para que Swami nunca la dejara ni a Puttaparthi. Entonces Swami dio Su palabra, "Nunca dejaré Puttaparthi y este se volverá un lugar de peregrinaje. Este es el punyakshetra (el sagrado Centro de peregrinos)." Él mantuvo Su palabra e hizo de Prasanthi Nilayam, la tierra sagrada, para todos los devotos Sathya Sai.
Otro ejemplo de cómo Swami mantuvo Su palabra fue Su promesa a Karnam Subbamma. Swami le dijo, "Estaré allí en el momento de tu muerte." Cuando Subbamma estaba en su lecho de muerte, Swami estaba físicamente a unas cuantas cientos de millas de distancia. Algunos dijeron, "Swami Le dio Su palabra de estar presente en el momento de la muerte de Subbama, pero Él no está aquí para cumplir el don que prometió a Subbamma."
Swami volvió finalmente y todos Le dijeron que Subbamma ya había fallecido. Swami se fue derecho a donde estaba el cuerpo de Subbamma. Entonces dijo, "Subbamma, mírame." He aquí que Subbamma abrió sus ojos y Swami derramó agua en su boca, tal como Le había prometido. Entonces Subbamma dejó su cuerpo pacíficamente.
En resumen, debemos ofrecer estas ocho flores de adoración a Dios. Esta debería ser nuestra resolución de Año Nuevo. En lugar de ello, la gente hace toda clase de resoluciones que no cumplen. Veo este problema en mi práctica médica. Trato gente con obesidad. Muchos de ellos hacen la resolución de perder peso. A menudo pierden veinte libras en un año y ganan cuarenta en el año siguiente. Debemos tener determinación. Debemos hacer buenas resoluciones y seguirlas. Swami cuenta una buena historia que nos recuerda que nuestras cualidades negativas están siempre listas para volver.
La Naturaleza de Nuestros Rasgos Negativos y Cómo Manejarlos
Un esposo y su señora, una pareja generosa, eran buenos anfitriones. Cuando llegaban invitados a su casa, los trataban bien. Un invitado llegó a quedarse con esta pareja y les dijo que se quedaría con ellos por tres días. Como de costumbre, lo trataron bien. Le dieron desayuno, almuerzo, cena, y también refrigerios durante el día. Pero este invitado no se fue al cabo de tres días. Todavía seguía allí luego de una semana. Subsecuentemente, la pareja se preocupó y pensó cómo hacerlo partir. Quitaron los refrigerios y sirvieron sólo desayuno, almuerzo y cena. Pero aun así el invitado no se iba. Se quedó todavía otra semana. Los anfitriones le redujeron de 3 comidas a dos al día, almuerzo y cena. El invitado no se iba. Pasó otra semana más y los anfitriones decidieron darle sólo una comida, la cena. El invitado no se fue.
El invitado se había vuelto una peste. Así que los esposos actuaron un drama. Fingieron pelear e hicieron una gran escena. El invitado se asustó, empacó y se fue. El esposo y la señora celebraron su partida y se felicitaron por tan buena actuación. Entonces escucharon un golpe en la puerta. Para su sorpresa, el invitado no deseado había vuelto, diciendo que él había actuado todavía mejor, y que volvía para quedarse. Similarmente, nuestras tendencias negativas -enojo, celos y avaricia- están profundamente enraizadas y están al acecho en nuestra mente subconsciente. Puede que pensemos que los tenemos bajo control pero están listas a volver en cualquier momento. Por lo tanto, debemos estar vigilantes.
Swami nos advierte, "Siempre estén vigilantes. Siempre tengan cuidado." Necesitamos hacernos constantemente una auditoria para mantener las buenas cualidades que complacen al Señor. En este Año Nuevo, esmerémonos en ofrecer a nuestro Señor las verdaderas flores de la adoración y decidámonos a complacerlo siempre.
Gracias.
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