Sai Ram - El conocimiento del Atma - Maravillosa Chinna Katha por Bhagavan.
Érase una vez, el rey Janaka envió un mensaje a la gente de su reino: "Si hay entre vosotros un gran estudioso, un analista, un Mahatma, un yogui, un Maharshi, un sabio, sea quien sea, que venga ha mí para enseñame el conocimiento del Atma. "
En su mensaje dijo que esperaba alcanzar el Atma Jñana, conocimiento de sí mismo, en cuestión de unos pocos momentos después de haber sido debidamente instruido.
Incluso antes de subir a su caballo, debería haber alcanzado el Atma Jñana.
Él dijo: "Si la persona que se ofrece a enseñarme el Atma Jñana, no es capaz de realizar esta tarea de proporcionarme una experiencia de iluminación instantánea, entonces yo no quiero verlo, aunque sea el más grande erudito, la persona mas instruida, o la persona mas educada en la tierra."
Bueno, todos los expertos y Rishis estaban un poco asustados por esta exigencia.
Ellos suponían que esto sería una dura prueba en su maestría y aprendizaje, por lo que ninguno se atrevía a presentarse y ofrecerse para instruir al rey y cumplir con las condiciones que habían sido planteadas.
Fue en este punto que Astavakra, un muchacho, entro al reino. Mientras iba por el camino hacia la ciudad capital de Mithilapuram, se encontró con un número de personas que venían de allí, incluyendo a los estudiosos y expertos, todos ellos tenían caras largas de preocupación y cargados de tristeza.
Astavakra les pregunto por qué estaban tristes, y le explicaron todas las cosas que habían acontecido.
Pero Astavakra no podía entender por qué estaban asustados, por una cosa tan pequeña.
Y agregó: "Con mucho gusto voy a resolver este problema para el rey." Y diciendo esto, se dirigió directamente a la corte de Janaka.
Se presento al rey, y dijo: "Mi querido rey, estoy listo para que usted pueda experimentar el conocimiento del Atma como usted desea, pero este conocimiento sagrado no se puede enseñar con tanta facilidad .
Este palacio está lleno de Rajo Guna y Tamo Guna. Debemos dejar... este lugar y entrar en un área de Satva Guna, pura ".
Por lo tanto, abandonaron el palacio y se fueron por el camino que conduce fuera de la ciudad, hacia el bosque.
Como era la costumbre, cada vez que el emperador salia fuera de los muros de su palacio, el ejército lo seguía detrás, pero Janaka tenía que permanecer fuera en el bosque.
Astavakra y Janaka, entraron en el bosque.
Astavakra dijo el Rey Janaka:. "Yo no voy a cumplir su deseo a menos que acepte mis condiciones, puedo ser sólo un niño, pero estoy en la posición de un preceptor, y usted puede ser un emperador todopoderoso, pero debe asumir la posición de un discípulo.
¿Está usted dispuesto a aceptar esta relación? Si está de acuerdo, entonces tendrá que ofrecer el regalo tradicional para el Gurú, el Gurudakshina, que da el Sishya( discipulo ) al Gurú.
Por lo tanto, abandonaron el palacio y se fueron por el camino que conduce fuera de la ciudad, hacia el bosque.
Como era la costumbre, cada vez que el emperador salia fuera de los muros de su palacio, el ejército lo seguía detrás, pero Janaka tenía que permanecer fuera en el bosque.
Astavakra y Janaka, entraron en el bosque.
Astavakra dijo el Rey Janaka:. "Yo no voy a cumplir su deseo a menos que acepte mis condiciones, puedo ser sólo un niño, pero estoy en la posición de un preceptor, y usted puede ser un emperador todopoderoso, pero debe asumir la posición de un discípulo.
¿Está usted dispuesto a aceptar esta relación? Si está de acuerdo, entonces tendrá que ofrecer el regalo tradicional para el Gurú, el Gurudakshina, que da el Sishya( discipulo ) al Gurú.
Sólo después de dar a su ofrenda, es que voy a empezar mi instrucción para usted. "
El Rey Janaka dijo a Astavakra: "El logro de Dios es lo más importante para mí, así que estoy dispuesto a darle cualquier cosa que quiera".
Pero Astavakra respondió: "No quiero cosas materiales de ti, todo lo que quiero es tu mente, Tú me tienes que dar tu mente.".
El rey respondió: "Está bien, te ofrezco mi mente, que hasta el momento pensé que se trataba de mi mente, pero a partir de ahora en adelante será tuya.".
Astavakra Janaka dijo que desmontara de su caballo, que se parara al lado del caballo, y luego le dijo al rey que se sentara en el medio de la carretera.
Astavakra entró en el bosque y se sentó tranquilamente bajo un árbol. Los soldados esperaron durante mucho tiempo. Ni el rey ni Astavakra regresaban de la selva.
Los soldados querían saber qué había pasado con ellos, así que procedieron a buscarlos.
Cuando recorrieron la carretera que conduce hacia el bosque, encontraron al rey sentado allí, en medio de la carretera. El caballo estaba de pie delante del rey. El rey tenía los ojos cerrados y estaba quieto casi inmóvil.
Astavakra no se veía cerca. Los oficiales temían que Astavakra podría haber ejercido algún hechizo mágico sobre el rey, y le había hecho perder la conciencia.
Fueron a buscar al primer ministro. El Primer Ministro llegó y se dirigió a Janaka: "¡¡Oh rey. Oh rey. Oh Rey"
Pero el rey Janaka no abrió los ojos, no se movió en absoluto.
El primer ministro se asustó.
No sólo el Primer Ministro, todos los funcionarios estaban ahora a asustados, porque el momento en que el rey por lo general tomaba su comida y su bebida, había pasado y el rey aún no se había movido de su posición.
El Rey Janaka dijo a Astavakra: "El logro de Dios es lo más importante para mí, así que estoy dispuesto a darle cualquier cosa que quiera".
Pero Astavakra respondió: "No quiero cosas materiales de ti, todo lo que quiero es tu mente, Tú me tienes que dar tu mente.".
El rey respondió: "Está bien, te ofrezco mi mente, que hasta el momento pensé que se trataba de mi mente, pero a partir de ahora en adelante será tuya.".
Astavakra Janaka dijo que desmontara de su caballo, que se parara al lado del caballo, y luego le dijo al rey que se sentara en el medio de la carretera.
Astavakra entró en el bosque y se sentó tranquilamente bajo un árbol. Los soldados esperaron durante mucho tiempo. Ni el rey ni Astavakra regresaban de la selva.
Los soldados querían saber qué había pasado con ellos, así que procedieron a buscarlos.
Cuando recorrieron la carretera que conduce hacia el bosque, encontraron al rey sentado allí, en medio de la carretera. El caballo estaba de pie delante del rey. El rey tenía los ojos cerrados y estaba quieto casi inmóvil.
Astavakra no se veía cerca. Los oficiales temían que Astavakra podría haber ejercido algún hechizo mágico sobre el rey, y le había hecho perder la conciencia.
Fueron a buscar al primer ministro. El Primer Ministro llegó y se dirigió a Janaka: "¡¡Oh rey. Oh rey. Oh Rey"
Pero el rey Janaka no abrió los ojos, no se movió en absoluto.
El primer ministro se asustó.
No sólo el Primer Ministro, todos los funcionarios estaban ahora a asustados, porque el momento en que el rey por lo general tomaba su comida y su bebida, había pasado y el rey aún no se había movido de su posición.
De esta manera, el día pasó y llegó la noche, pero el rey no se movió de su posición, sentado inmóvil en la carretera.
Quedaba otra alternativa, el Primer Ministro envió el carro a la ciudad para traer a la reina, para que hablara con el rey, seguramente respondería.
La reina se acercó y se dirigió al rey: "¡rajá, rajá, rajá" . El rey no se movió, no había absolutamente ninguna respuesta por parte del rey.
Mientras tanto, los soldados registraron todo el bosque en busca de Astavakra. Allí, bajo un árbol, estaba sentado pacíficamente Astavakra, en absoluta calma y serenidad.
Los soldados se apoderaron de él y lo llevaron hacia el lugar donde estaba el rey.
Astavakra les dijo: "¿Por qué están tan preocupados, el rey esta seguro y todo está bien?".
Pero aún así insistieron y lo llevaron ante el rey sentado en el camino con los ojos cerrados, con su cuerpo completamente inmóvil.
El soldado dijo: "Aquí, mira por ti mismo, y vea lo que le ha sucedido al rey!"
Hasta ese momento, si el primer ministro o los ministros, o la reina o cualquiera de los funcionarios de la corte o la gente común, había llamado al rey, él no abrió su boca en respuesta, ni abrió los ojos acusando recibo.
Pero ahora Astavakra llego y habló con el rey. El Rey Janaka inmediatamente abrió los ojos y respondió: "¡Swami!"
Astavakra cuestionó al rey: "Bueno, han llegado los ministros, y los soldados, y también han llegado otros muchos, ¿por qué no responde a sus súplicas?"
Janaka contestó:. "Los pensamientos, palabras y hechos, están asociados con la mente, y ofrecí mi mente enteramente a Ti , por lo tanto antes de que pueda usar la mente para cualquier cosa, necesito su permiso.
¿Qué autoridad tengo para hablar con alguien o utilizar esta mente sin su permiso y mando ?".
Luego Astavakra dijo: "Usted ha alcanzado el estado de la realización de Dios."
Astavakra dijo a Janaka que ponga un pie en el estribo y monte sobre el caballo.
En el momento en que subió, se sentó sobre el caballo y puso su otro pie en el estribo, había alcanzado la experiencia del Atma.
Una vez que una persona ha ofrecido su mente, y con él todas sus palabras, obras y pensamientos, entonces no tendrá la autoridad o el poder para llevar a cabo ninguna acción, sin el permiso de la persona a quien ha entregado su mente.
Fuente: Historia # 2, del libro: "Chinna Katha - Vol. 2"
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE
OMSAIRAMMM
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Sai Ram - "Knowledge of Atma" - Wonderful Chinna Katha by Bhagawan.
Once upon a time, king Janaka sent a message to the people in his kingdom: "If there be amongst you a great scholar, a Pundit, a Mahatma, a Yogi, a Maharshi, a Sage, whoever he may be, let him come and teach me the knowledge of Atma."
In his message he said that he expected to attain Atma Jnana, Self-knowledge, within a matter of a few moments of being properly instructed.
Even while climbing onto his horse, before he was completely settled on to it, he should have attained Atma Jnana.
He said: "If the person offering to teach me Atma Jnana is not able to accomplish this task of providing me an experience of instant illumination, then I don't want to see him, even if he is the greatest scholar, or the most learned person, or the highly educated person in the land."
Well, all the Pundits and Rishis were a little frightened by this requirement.
They saw that this would be a severe test on their scholarship and learning, and so none dared to come forth and offer him self to instruct the king and meet the conditions that had been posed.
It was at this point that the boy Astavakra entered the kingdom. While he was going on the road towards the capital city of Mithilapuram, he met a number of people coming from there, including scholars and Pundits; all of them had long faces, looking worried and grief-ridden.
Astavakra asked them why they are looking sad. They explained to him all the things that had happened.
But Astavakra couldn't understand why they should get frightened over such a small thing.
He added: "I will gladly solve this problem for the king." So saying he directly entered the court of Janaka.
He addressed the king: "My dear King, I am ready to enable you to experience the knowledge of Atma as you desire. But this sacred knowledge cannot be taught so easily. This palace is full of Rajo Guna and Tamo Guna. We must leave this place and enter an area of pure Satva."
So, they left the palace and went along the road leading out of the city towards the forest.
As was the custom whenever the emperor went outside his palace walls, the army followed behind; but Janaka had them remain outside the forest.
Astavakra and Janaka entered the forest.
Astavakra told King Janaka: "I am not going to fulfill your wish unless you accept my conditions. I may be only a boy, but I am in the position of a preceptor; and you may be an all-powerful emperor, you are in the position of a disciple.
Are you prepared to accept this relationship? If you agree then you will have to offer the traditional gift to the Guru, the Gurudakshina that is given by the Sishya to the Guru. Only after you give your offering to me will I start my instruction to you."
King Janaka told Astavakra: "The attainment of God is the most important thing to me, so I am prepared to give you absolutely anything you want."
But Astavakra replied: "I don't want any material things from you, all I want is your mind. You must give me your mind."
The king answered: "Alright, I offer my mind to you. Up to now I thought that this was my mind, but from now onwards it will be yours."
Astavakra told Janaka to dismount from his horse and made the horse stand in front of the king and then he told the king to sit down in the middle of the road.
Astavakra walked into the forest and sat quietly under a tree. The soldiers waited for a long time. Neither the king nor Astavakra returned from the forest.
The soldiers wanted to find out what had happened to them, so one by one, they proceeded to look for them.
When they went along the road leading into the forest, they found the king seated there, in the middle of the road. The horse was standing in front of the king. The king had his eyes closed and sat still almost immobile.
Astavakra was not to be seen. The officers were afraid that Astavakra might have exercised some magic spell over the king and had made him lose consciousness.
They went to look for the Prime Minister. The Prime Minister came and addressed Janaka: "O King! O King! O King!"
But King Janaka did not open his eyes; he did not move at all.
The Prime Minister became frightened.
Not only the Prime Minister but all the officials were now getting frightened, because the time when the King usually took his food and drink had passed and the king still had not stirred.
In this way the day went on and evening came, but the king did not move from his position, sitting there immobile on the road.
Left with no alternative, the Prime Minister sent the chariot back to the city to bring the queen thinking that if the queen spoke to the king, he would surely respond.
The queen came and addressed the king: "Rajah, Rajah, Rajah!" The king did not stir; there was absolutely no response from the king.
Meanwhile the soldiers searched throughout the whole forest for Astavakra. There, under a tree, Astavakra was seated peacefully, in absolute calm and serenity.
Luego Astavakra dijo: "Usted ha alcanzado el estado de la realización de Dios."
Astavakra dijo a Janaka que ponga un pie en el estribo y monte sobre el caballo.
En el momento en que subió, se sentó sobre el caballo y puso su otro pie en el estribo, había alcanzado la experiencia del Atma.
Una vez que una persona ha ofrecido su mente, y con él todas sus palabras, obras y pensamientos, entonces no tendrá la autoridad o el poder para llevar a cabo ninguna acción, sin el permiso de la persona a quien ha entregado su mente.
Fuente: Historia # 2, del libro: "Chinna Katha - Vol. 2"
NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE
OMSAIRAMMM
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Sai Ram - "Knowledge of Atma" - Wonderful Chinna Katha by Bhagawan.
Once upon a time, king Janaka sent a message to the people in his kingdom: "If there be amongst you a great scholar, a Pundit, a Mahatma, a Yogi, a Maharshi, a Sage, whoever he may be, let him come and teach me the knowledge of Atma."
In his message he said that he expected to attain Atma Jnana, Self-knowledge, within a matter of a few moments of being properly instructed.
Even while climbing onto his horse, before he was completely settled on to it, he should have attained Atma Jnana.
He said: "If the person offering to teach me Atma Jnana is not able to accomplish this task of providing me an experience of instant illumination, then I don't want to see him, even if he is the greatest scholar, or the most learned person, or the highly educated person in the land."
Well, all the Pundits and Rishis were a little frightened by this requirement.
They saw that this would be a severe test on their scholarship and learning, and so none dared to come forth and offer him self to instruct the king and meet the conditions that had been posed.
It was at this point that the boy Astavakra entered the kingdom. While he was going on the road towards the capital city of Mithilapuram, he met a number of people coming from there, including scholars and Pundits; all of them had long faces, looking worried and grief-ridden.
Astavakra asked them why they are looking sad. They explained to him all the things that had happened.
But Astavakra couldn't understand why they should get frightened over such a small thing.
He added: "I will gladly solve this problem for the king." So saying he directly entered the court of Janaka.
He addressed the king: "My dear King, I am ready to enable you to experience the knowledge of Atma as you desire. But this sacred knowledge cannot be taught so easily. This palace is full of Rajo Guna and Tamo Guna. We must leave this place and enter an area of pure Satva."
So, they left the palace and went along the road leading out of the city towards the forest.
As was the custom whenever the emperor went outside his palace walls, the army followed behind; but Janaka had them remain outside the forest.
Astavakra and Janaka entered the forest.
Astavakra told King Janaka: "I am not going to fulfill your wish unless you accept my conditions. I may be only a boy, but I am in the position of a preceptor; and you may be an all-powerful emperor, you are in the position of a disciple.
Are you prepared to accept this relationship? If you agree then you will have to offer the traditional gift to the Guru, the Gurudakshina that is given by the Sishya to the Guru. Only after you give your offering to me will I start my instruction to you."
King Janaka told Astavakra: "The attainment of God is the most important thing to me, so I am prepared to give you absolutely anything you want."
But Astavakra replied: "I don't want any material things from you, all I want is your mind. You must give me your mind."
The king answered: "Alright, I offer my mind to you. Up to now I thought that this was my mind, but from now onwards it will be yours."
Astavakra told Janaka to dismount from his horse and made the horse stand in front of the king and then he told the king to sit down in the middle of the road.
Astavakra walked into the forest and sat quietly under a tree. The soldiers waited for a long time. Neither the king nor Astavakra returned from the forest.
The soldiers wanted to find out what had happened to them, so one by one, they proceeded to look for them.
When they went along the road leading into the forest, they found the king seated there, in the middle of the road. The horse was standing in front of the king. The king had his eyes closed and sat still almost immobile.
Astavakra was not to be seen. The officers were afraid that Astavakra might have exercised some magic spell over the king and had made him lose consciousness.
They went to look for the Prime Minister. The Prime Minister came and addressed Janaka: "O King! O King! O King!"
But King Janaka did not open his eyes; he did not move at all.
The Prime Minister became frightened.
Not only the Prime Minister but all the officials were now getting frightened, because the time when the King usually took his food and drink had passed and the king still had not stirred.
In this way the day went on and evening came, but the king did not move from his position, sitting there immobile on the road.
Left with no alternative, the Prime Minister sent the chariot back to the city to bring the queen thinking that if the queen spoke to the king, he would surely respond.
The queen came and addressed the king: "Rajah, Rajah, Rajah!" The king did not stir; there was absolutely no response from the king.
Meanwhile the soldiers searched throughout the whole forest for Astavakra. There, under a tree, Astavakra was seated peacefully, in absolute calm and serenity.
The soldiers caught hold of him and brought him towards the place where the king was.
Astavakra told them: "Why are you all so worried? The king is safe and everything is alright."
But still they insisted and brought him before the King seated on the road with his eyes closed, his body completely still.
The soldier said: "Here, look for yourself! See what has happened to the king!"
Until that time, whether the Prime Minister, or the ministers, or the queen or any of the other court officials or common people, had called out and addressed the king, he neither opened his mouth in answer nor opened his eyes in acknowledgment.
But now Astavakra came and spoke to the king. King Janaka immediately opened his eyes and replied, "Swami!"
Astavakra questioned the king: "Well, the ministers have come, and the soldiers have come, and also many others have come, why did you not reply to their entreaties?"
Janaka answered: "Thoughts, words and deeds are associated with the mind, and I offered my mind entirely to you. Therefore before I can use the mind for anything, I need your permission. What authority do I have to speak to anyone or use this mind in any way without your permission and command."
Then Astavakra said: "You have attained the state of God-realization."
Astavakra told Janaka to put one foot in the stirrup and get up on the horse.
By the time he had climbed up and seated himself on the horse and put his other foot in the stirrup, he had attained the experience of Atma.
Once a person has offered his mind, and with it all his words, deeds and thoughts, then he will not have the authority or the power to perform any actions without the permission of the one to whom he has surrendered his mind.
Source: Story 2, from the Book: "CHINNA KATHA - Vol 2"
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