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domingo, 5 de febrero de 2012

Sai Ram - un amor sin límites ..._Sai Ram - Love Unbounded…



Sai Ram - Un amor sin límites ...


El amor de mil madres de es cómo el amor de Bhagavan, descrito a menudo por muchos. Entre los millones y millones de devotos de todo el mundo, sus estudiantes son la gente mas rara y a la vez privilegiada que gozaban de la cercanía de "Swami" , y por lo tanto de el amor de mil madres.

Vamos a echar un vistazo a uno de esos incidentes, ocurrido hace dos décadas, como la crónica de Sri 
RJ  Rathnakar , un antiguo alumno y en la actualidad un administrador del  Sri Sathya Sai Central Trust.

El artículo fue publicado originalmente en el Sanathana Sarathi, noviembre 2011.

"Aquel que conoce mi nacimiento divino y se dirige a la luz verdadera, después de haber dejado el cuerpo, no vuelve a encarnar de nuevo, pero viene a Mí."
- Bhagavad Gita

La Deidad antes de nacer promulgan una Leela Divina, realizar actividades de santos para el bien del mundo y santifica a la existencia humana.

Desde tiempos inmemoriales, muchos profetas, videntes, sabios y gurús, han venido a este mundo. Pero en la historia de la humanidad, no hay paralelo con Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, que se ha entregado a sus seguidores y los amo tanto. Es un evento que no ha ocurrido en el pasado y no es probable que se produzcan en el futuro.

El viaje con Bhagavan, es la experiencia más memorable que nadie puede tener. El amor y la preocupación de Swami por cada individuo, le acompaña como un tesoro para toda la vida.

Yo recuerdo con cariño un incidente hermoso que sucedió durante uno de nuestros viajes de Kodaikanal a Ooty. Partimos de Kodaikanal poco después de un almuerzo temprano. En el camino, el parabrisas delantero del autobús, en el que viajábamos se rompió. Inmediatamente, nos dirigimos a un garaje en Pollachi, un pueblo en el camino a Coimbatore. El trabajo de reparación e instalación de un parabrisas nuevo tardó casi tres horas. Swami había continuado a Coimbatore, y estaba esperando en la residencia de un devoto, ha nuestra llegada. Llegamos a Coimbatore cerca de las 18:30 hs.

Tan pronto como llegamos, Swami nos recibió con gran amor, y pudimos ver la alegría de una madre que estaba deseando ver a sus hijos perdidos! . Inmediatamente, Swami nos llevó a todos a una zona de comedor,  donde nos sirvió una deliciosa comida ya en placas y esperando por nosotros para cenar. Después de hacer que todos nosotros estuviésemos cómodos, Swami nos ha instruido para que descansemos y se fue a Ooty. 
Luego de terminar la cena, empezamos nuestro viaje a Ooty, en torno a las 8.30 pm, no en el autobús, en varios coches por la aprehensión de que el autobús pueda tener problemas de nuevo.

El coche en que viajábamos fue el último vagón del convoy. No sé si fue nuestra mala suerte o un drama divino, ya que nuestro coche se rompió y se detuvo. Era las 11:30 de la noche en medio de un espeso bosque, y no podíamos ver nada, ya que estaba muy oscuro. 
Estaba lloviznando y tuvimos que quedarnos sentados en el coche. Los teléfonos móviles no estaban en uso todavía y ninguno de nosotros llevaba una. Estábamos orando a nuestro Bhagavan para sacarnos de la situación.

Después de pasar casi una hora en una situación en la que nadie nos podía ayudar, a excepción de Bhagavan, de pronto notamos los faros de un vehículo que se acercaba a nosotros. Saltamos fuera a buscar un poco de ayuda. He aquí! . Hemos encontrado, que era nuestro propio autobús que venía muy lentamente por la colina hacia Ooty. Nosotros dimos las gracias efusivamente a Swami por la intervención divina, por no tener que pasar el resto de la noche en el frío Nilgiris.

En el momento en que llegamos a Ooty, que fue de 1,45 am .
A medida que entrabamos en el Mandir, oí una voz muy familiar gritando "Hey Rathnakar!".
Miré alrededor pero no pude encontrar a nadie. "Mire para arriba" desde donde he oído que venia la voz.
Mientras miraba hacia arriba, pude ver no sólo una madre, sino un millar de madres. Olvidando su cansancio debido a la larga jornada, Swami todavía estaba esperando por nosotros a esa hora extraña, pasada la medianoche.

Miles de nacimientos no son suficientes para pagar la deuda de gratitud a Bhagavan por su amor sin límites. Estemos agradecidos al Señor Divino porque nos permite acercarnos a Él y experimentar su amor divino. Dejen que su mensaje sea nuestra vida.

A lo largo de su encarnación como Avatar, Swami hizo hincapié en que Él no es el cuerpo físico y lo demostró con creces en innumerables ocasiones, que pudimos percibir. 
Swami está muy presente entre nosotros y sigue y nos guía, nos protege y nos da su gracia. Tengamos todos una fe inquebrantable en él, y esforcémonos poniendo nuestro granito de arena para la continuación de la misión divina.
II Samasta Lokah Sukhino Bhavantu II .

NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE

OMSAIRAMMM


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Sai Ram - Love Unbounded…


The Love of a thousand mother – is how Bhagawan’s love is often described by many. Among the millions and billions of devotees around the world, His students are the rarely privileged folk who enjoyed close proximity of their “Swami” and thus the Love of a thousand mother.

Let’s catch a glimpse of one such incident, happened over two decades ago, as chronicled by Sri RJ Rathnakar, a former student and currently functioning as a trustee of the Sri Sathya Sai Central Trust.

The article was originally published in Sanathana Sarathi, Nov 2011.

“He who knows My Divine birth and action in true light, having dropped the body, comes not again but comes unto Me.”
– Bhagavadgita

THE unborn Godhood puts on the appearance of birth and enacts a Divine Leela, performs holy activities for the good of the world and sanctifies the human existence.

Since times immemorial, many prophets, seers, sages and Gurus have come into this world. But in the history of mankind, there is no parallel to Bhagawan Sri Sathya Sai Baba, who has given Himself to His followers and loved them so much. It is an event that has not occurred in the past and is not likely to occur in the future.

Journey with Bhagawan is the most memorable experience anybody can have. The love and concern which Swami showers on each individual accompanying Him is a treasure for life.

I fondly recollect a beautiful incident that happened during one of our journeys from Kodaikanal to Ooty. We started from Kodaikanal soon after an early lunch. On the way, the front windshield of the bus in which we were travelling broke. Immediately, we were directed to a garage in Pollachi, a town en route to Coimbatore. The repair work of fixing a new windshield took almost three-four hours. Swami had proceeded to Coimbatore and was waiting at a devotee’s residence for our arrival. We reached Coimbatore by 6.30 p.m.

As soon as we reached, Swami received us with great love, and we could see the joy of a mother who was longing to see her lost children! Immediately, Swami took us all to a dining area where delicious food was already served in plates and waiting for us to partake of. After making us all comfortable, Swami instructed us to have our dinner at leisure and left for Ooty. Post-finishing the dinner, we started our journey to Ooty at around 8.30 p.m., not in the bus, but in several cars, apprehending that the bus might develop some trouble again.

The car in which I was travelling was the last car in the convoy. I do not know whether it was our ill luck or a Divine drama, our car broke down and stopped. It was 11.30 in the night in the middle of a thick forest, and we could not see anything as it was very dark. It was drizzling and we had to sit in the car. Mobile phones were still not in so much use and none of us carried one. We were just praying to our Bhagawan to take us out of the situation.

After spending nearly an hour in a situation where nobody could help us except Bhagawan, we suddenly noticed the headlights of a vehicle approaching us. We jumped out to seek some help. Lo and behold! We found, it was our own bus which was coming very slowly up the hill towards Ooty. We thanked Swami profusely for the Divine intervention, lest we should be spending the rest of the night in Nilgiris cold.

By the time we reached Ooty, it was 1.45 a.m. As we were entering the Mandir, I heard a very familiar voice calling out “Hey Rathnakar!” I looked around but could not find anyone. “Look up” is what I heard next. As I looked up, I could see not just one mother, but a thousand mothers. Forgetting His own tiredness due to journey, Swami was still waiting for us at that odd hour, past midnight.

Thousand births are not enough to repay the debt of gratitude to Bhagawan for His unbounded love. Let us only be thankful to the Divine Lord for allowing us to come close to Him and experience His Divine Love. Let His Message be our lives.

All throughout His Avatarhood, Swami emphasised that He is not the physical body and He demonstrated it amply on innumerable occasions, which we could perceive. Swami is very much with us and continues to guide us, guard us and grace us. Let us all have unwavering faith in Him and strive our bit for the continuation of the Divine Mission.

II Samasta Lokah Sukhino Bhavantu II

OUR LIFE IS HIS MESSAGE

OMSAIRAMMM


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