LAS TRES DEUDAS DEL HOMBRE

LAS TRES DEUDAS DEL HOMBRE

LA PRIMERA DEUDA DEL HOMBRE ES CON DIOS:

El hombre ha nacido con tres tipos de deudas: la deuda con Dios, la deuda con los sabios y la deuda con los padres. Dios está presente en cada célula del cuerpo humano en la forma de angirasa (principio Divino) y él es el que protege y sostiene la vida humana. El hombre está, por la tanto, profundamente endeudado con Dios, quien vibra en cada miembro de su cuerpo como energía Divina. La única forma en que el hombre puede pagar su deuda con Dios es realizando acciones sagradas y trabajando por el bienestar del prójimo. Es por eso que se le ha prescrito el camino del servicio. El hombre no debe servir sintiendo que está haciendo un favor a los demás, sino con la comprensión de que está pagando su deuda con Dios. Cada pequeño acto de servicio reduce una cierta cantidad de su deuda. No anhelen posiciones de autoridad, deben comprender que el cuerpo se les dio para servir a los demás. Un verdadero sirviente es un verdadero líder. Santifiquen su vida tomando el camino del servicio y pagando su deuda con Dios.

LA SEGUNDA DEUDA DEL HOMBRE ES CON LOS SANTOS Y SABIOS:

Los antiguos sabios y videntes conocían el pasado, el presente y el futuro del hombre y sabían los secretos del dharma. Ellos, por lo tanto, prescribieron varios códigos de conducta y caminos espirituales para el hombre a fin de que pudiera encontrar satisfacción en esta vida y en el más allá. El hombre puede pagar su deuda con los sabios siguiendo y practicando de corazón sus enseñanzas.

LA TERCERA DEUDA DEL HOMBRE ES CON LOS PADRES:

Los padres pasan por muchos sacrificios para criar y educar a sus hijos. La madre es la primera maestra del hombre. Los Vedas proclaman: “Mathru devo bhava, pithru devo bhava”(veneren a su madre y a su padre como a Dios). Para pagar la deuda con los padres, uno tiene que encontrar un camino para no volver a nacer.

Cuando nacen no traen con ustedes guirnaldas de perlas y oro en su cuello. No vienen con collares de gemas y esmeraldas, sin embargo, definitivamente sí hay una pesada guirnalda en su cuello: una hecha de las consecuencias de sus hechos pasados, sean buenos o malos. Esa es la guirnalda que Dios les da. Una vez que nacen con esta guirnalda de karma(acción), deben vivir su vida de tal manera que no vuelvan a nacer. El hombre ha nacido para pagar estas tres deudas, no para acumular riqueza y desperdiciar su vida en placeres mundanos. Las personas en la era moderna se dicen a sí mismas devotas de Dios, pero sus acciones traicionan lo que proclaman.



NUESTRA VIDA ES SU MENSAJE...


OMSAIRAMMM...




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