OM SRI SAI RAM
REFLEXIONES ESPECIALES
[NO ES UN VACÍO SINO UNA PLENITUD SÚPER CÓSMICA]
Grabado el 29 de abril de 2011.
En primer lugar, ofrezco mis amorosos Pranaams a los Pies de Loto de nuestro Bienamado Señor Sai.
Querido Oyente. Esta es una charla que nunca soñé que tendría que dar. De alguna manera, los eventos durante el último mes, han sido como una experiencia surrealista y de repente me siento desconcertado. Más explícitamente me pregunto, como tal vez muchos oyentes lo hagan, si el mundo tal como era antes del 28 de marzo era real, o el real, es el mundo como es hoy en día, sin aquella Hermosa Forma, habiendo sido la experiencia anterior tan solo un sueño. Inevitablemente, esto me recuerda una historia que Swami solía narrar ocasionalmente, antes, en los viejos tiempos.
La historia dice así. Una tarde, después de un día un poco agotador en la corte real, el Emperador Janaka volvía tarde a sus recámaras. Dándole la bienvenida a Su Monarca, su Reina le pide que se refresque y se prepare para la cena. Janaka asiente como para decir que sí, pero, superado por el agotamiento, se arroja sobre una silla y se queda dormido. Durante su siesta, tiene un sueño inquietante, del que luego se despierta sobresaltado. Mientras mira a su alrededor, la escena es muy diferente de la que estaba viendo momentos atrás –ningún bosque, ningún tigre persiguiéndolo, etc. Perplejo, Janaka comienza a musitar, “¿Era eso real, o esto es real?” la Reina continúa recordándole al Emperador sobre la cena, pero él comienza a quedarse en un estupor, constantemente repitiendo la misma pregunta. Los médicos del palacio son convocados, pero son incapaces de ayudar. Finalmente, se busca la asistencia del Sabio Vasishta y cuando llega, Janaka todavía está haciendo la misma pregunta. Con una sonrisa en su rostro el Sabio ubica su mano sobre los hombros de Janaka y gentilmente observa, “Oh rey, ninguno es real; ¡solo tú lo eres!” Vasishta se refería por supuesto al Atma interior, descartando lo que se experimenta tanto en la vigilia como en el sueño, ambos son ilusorios. En otras palabras, Vasishta le estaba diciendo a Janaka que lo que es Real yace más allá de la experiencia de los sentidos y los pensamientos de la Mente, ya que ambos son transitorios.
Hoy, no tenemos un Sabio Vasishta para que nos guíe fuera de nuestra confusión pero afortunadamente, anticipándose precisamente a la situación que enfrentamos hoy, Swami nos había preparado mediante innumerables Discursos en el pasado. Inevitablemente, tenemos que hacer referencia a ellos; sin embargo, todo eso tiene que esperar para el futuro; ahora mismo, apenas tengo tiempo para algunas reflexiones sobre los recientes eventos.
Para mí personalmente, esta es la forma como empezó todo. Cada tarde durante febrero y una buena parte de marzo de este año, yo, junto con dos personas más, íbamos al Darshan un poco después de las 6 de la tarde, ya que casi invariablemente Swami salía un poco tarde. Su llegada podía suceder en cualquier momento desde las 7 hasta las 8:15 pm y ocasionalmente, aún más tarde. Los devotos esperaban pacientemente, mientras los muchachos cantaban Bhajans vigorosamente. A propósito, los Bhajans comenzaban puntualmente a las 5:30 pm; sin embargo, cuando Swami salía el ritmo del canto se volvía realmente enérgico. Por Su parte, Swami se sentaba tan solo disfrutando los Bhajans, haciendo que todos en el vasto Sai Kulwant Hall se olvidaran del tiempo. Bhagavan tenía el mágico poder de hacer que el tiempo desapareciera o perdiera significado en Su presencia.
El Sai Kulwant Hall siempre estaba lleno totalmente, y ni un alma se movía cuando Swami daba Su Darshan, incluyendo los niños de las escuelas locales que venían por turnos. Finalmente, alrededor tal vez de las 9 pm, algunas veces más tarde, Swami tomaba el aarathi, se retrasaba un poco más, elevaba Sus dos manos en amorosa bendición, y lentamente se marchaba. Por más de un año, Bhagaván solía venir en una silla móvil (popularmente llamada auto-silla) y se iba de la misma manera. Sin embargo, la rutina comenzó a cambiar, casi imperceptiblemente. Él todavía llegaba usando la silla pero volvía usando la auto-silla manual. Aún después, comenzó a llegar en auto y volver de la misma forma. Hacia el final, algunos días el auto volvía a la entrada y se detenía, después de lo cual se ofrecía el aarathi casi inmediatamente, sin que Swami siquiera saliera del auto – todo esto en los días en que todavía salía. También había días en los que Swami ni siquiera salía, y ahora me referiré brevemente a eso.
Básicamente, si Swami estaba un poco cansado, Él daba una indicación después de la cual había una señal del Yajur Mandir y se le daba el aarathi a la Silla. Inicialmente, Swami comenzó a faltar a los Darshans matutinos, aunque no muy a menudo. Cuando sucedió eso, inevitablemente recordé los días cuando solíamos apurarnos a eso de las 6:15 de la mañana para el Darshan. Particularmente en invierno, todavía estaba oscuro y aún así, todos los devotos estaban en el Sai Kulwant Hall, esperando que Swami saliera. Y Él siempre lo hacía, deslizándose desde el Poorna Chandra Hall, en tanto el Sol salía por el Este anunciando un nuevo día. Para las 7:30 am Swami ya había tomado el primer grupo de devotos seleccionados para Entrevista en la famosa Sala de Entrevistas, y todos los que teníamos que trabajar nos apurábamos de vuelta a nuestras habitaciones para tomar algo de desayuno e ir al colegio, oficina o lo que fuera; ese era el caso en los días de semana. Los Domingos, nos apurábamos para el desayuno mientras Swami estaba en la Sala de Entrevistas, y volvíamos a nuestros asientos para cuando la Entrevista terminaba.
Los Bhajans comenzaban a las 9 am en punto y a eso de las 9:20, ¡se hacía el aarathi! Swami entonces entraba en la Sala de Entrevistas y de allí pasaba al Comedor adyacente, seguido por los fideicomisarios y almorzaba con ellos. Swami salía en unos siete minutos, dejando que Sus invitados lucharan para terminar, se lavaran las manos y salieran detrás Suyo. Bhagaván entonces tomaba su relajada caminata de vuelta al Poorna Chandra Hall abriéndose camino en la sección de las damas, eligiendo cartas y conversando con varias personas en el camino. Para las 9:35 am más o menos, Swami ya había entrado al Poorna Chandra Hall o PC Hall como lo llamamos aquí, y un Darshan matinal más habría pasado a la historia.
Estoy recordando esto solo para llegar hasta el punto en que la escena nunca permanecía igual con Swami, Él siempre cambiaba el guión. Volviendo al último período de Febrero-comienzos de Marzo de este año, muchas tardes, Swami estaba un poco cansado para salir, y la señal venía para dar el aarathi usualmente alrededor de las 6:15 PM o así.
Ahora voy a volver al Sábado, 27 de marzo de 2011, el día antes de que Swami fuera admitido en el hospital. Esa tarde se dio el aarathi temprano, después del cual el actual Vice Canciller Prof. Prasad, el anterior Vice Canciller Prof. Pandit y yo nos fuimos a la residencia de Swami, como hacíamos a menudo. Se nos dijo que Swami no estaba bien, que dos doctores a los que Swami había permitido anteriormente que Lo atendieran, estaban arriba con Swami y que se había traído un equipo de monitoreo para mantener Su salud en observación. En ese momento, nadie tenía la más mínima indicación de la crisis que se aproximaba velozmente.
Pasó la noche y cuando fui al día siguiente, se me dijo que Swami había descansado y pasado una noche sin incidentes. A eso de las 3 de la tarde, el Prof. Pandit me llamó para decirme que una ambulancia había venido a la residencia de Swami el Yajur Mandir y había una cierta actividad en los alrededores. Parecía como si Swami estuviera siendo llevado al hospital, así que ambos nos apresuramos hacia allá. Así sucedió que aunque nos fuimos un poco más tarde, nuestro auto casi alcanzó la Ambulancia, no solo porque tomamos un atajo sino también porque ésta estaba siendo conducida lentamente. De cualquier manera, para seguir con la narración, ambos logramos estar ahí cuando a Swami lo bajaban de la ambulancia a la entrada del hospital. A pesar de que Swami fue en ambulancia, Él en realidad estaba en una silla de ruedas y no en una camilla como yo había imaginado. El Prof. Pandit que estaba a mi lado todo el tiempo, dice que Swami le hizo una dulce sonrisa. Poco sabía él que esa sonrisa iba a ser su recuerdo más atesorado.
La silla de ruedas de Swami fue llevada hasta el ascensor especial para uso de los pacientes y pronto desapareció de la vista, después de haber sido llevado a quien sabe dónde. Mientras tanto, al profesor Pandit y a mí nos llevaron a una habitación de arriba donde se encuentran las salas de operación, el laboratorio de cateterismo cardíaco y la UCI. Esperamos en silencio y ansiosos en la habitación a la que se nos envió, mientras el reloj seguía corriendo. Pasó una hora y obviamente nos pusimos un tanto inquietos. Al salir de la habitación donde estábamos hasta entonces, tratamos de ver si había algún médico cerca que pudiera darnos alguna información. Había un cirujano alrededor que estaba de pie al final del largo pasillo, cerca dedonde se localizan las salas de operaciones. Hizo una señal para que fuéramos y nos dijo que a Swami se le estaba sometiendo a un procedimiento en el laboratorio de cateterización cardíaca, que se encontraba al final del pasillo. No dio más detalles sobre el procedimiento, pero, después de algún tiempo, nos dijo que el procedimiento había finalizado probablemente, a juzgar por el equipo de prueba que salía del laboratorio.
Poco después, vimos a la Enfermera Jefe del Hospital de pie en el pasillo cercano a los laboratorios del catéter (que, dicho sea de paso,era más o menos a unos 50 metros de donde estábamos) dar instrucciones estrictas a algunos de los miembros del staff que se encontraban más cercanos. Parecía que Swami estaba listo para ser trasladado desde el laboratorio de catéter a una unidad de cuidados intensivos especiales, ubicada en el pasillo. Mientras tanto, vimos desaparecer a muchas personas desde el corredor a lo que se presume la UCI, para alistarla. Aproximadamente unas dos horas después Swami llegó al hospital. Vimos una cama de hospital con ruedas salir del laboratorio de cateterismo, con una gran cantidad de personal en la vestimenta quirúrgica, caminando junto a la cama, una persona con una botella de goteo, mientras los demás se movían junto con la camilla, monitoreando el equipo al que Swami había sido conectado.
Parecía como si la crisis ya se encontrara bajo control, y todo estaba en buenas condiciones, al menos por el momento. Swami había sido trasladado a la UCI, por lo que las cosas empezaron a calmarse yempezamos a tener una idea más clara de lo que realmente había sucedido. Al parecer, el corazón de Swami estaba latiendo irregularmente y necesitaba un marcapasos. Por esa razón, había sido trasladado al Hospital, y se le había instalado debidamente el marca-pasos. Miles de personas en todo el mundo caminan con marca-pasos, y si uno los ve, nunca se daría cuenta de ello. Así que pensamos: "Bueno, Swami tiene ahora un marcapasos y todo estará bien en unos pocos días. Después El volverá al Yajur Mandir, y tal vez, después de descansar durante unos días, la vida volverá a la normalidad, posiblemente con un horario revisado para minimizar el esfuerzo físico a Swami"
Alrededor de las 7 o quizás 7:30 más o menos, el profesor Pandit y yo regresamos al Ashram. Todo esto, les recuerdo una vez más, pasó la noche del 28 de marzo. A la mañana siguiente, indagué con una de las personas que tenían acceso minuto a minuto al estado de salud de Swami, y la información que obtuve fue que la noche parecía haber ido bien. Alrededor de las 14:00 horas más o menos – recordemos que ahora estoy hablando del día siguiente al de la admisión al hospital, es decir, el 29 de marzo - El profesor Pandit me llamó para decirme que había hiperactividad en el hospital y la condición de Swami estaba causando ansiedad. Esto me asustó por lo que ambos corrimos de inmediato al hospital. Mientras tanto, con la fábrica de rumores trabajando horas extras, todas las empresas de telefonía celular comenzaron a obtener ingresos. En el camino al hospital, el profesor Pandit y yo vimos un helicóptero estacionado en el aeropuerto de Sri Sathya Sai, y eso decía algo.
Cuando llegamos al hospital, el director del mismo, el Dr. Safaya, quien nos conocía muy bien tanto al profesor Pandit como a mí, nos mostró un buen lugar en el que podíamos esperar. Esto fue muy cerca del laboratorio de catéter y en poco tiempo, vimos como Swami era trasladado al laboratorio, el carro-cama que utilizaron estaba rodeado de una serie de asistentes de hospital y médicos en batas de cirujano. A pesar de que estaban cerca, no era posible ver a Swami, pues había muchos médicos caminando con y alrededor de la camilla. Se cerraron las puertas del laboratorio de cateterismo y esperamos. Después de unos cuarenta minutos más o menos, había un gran bullicio afuera y parecía como si Swami estuviera siendo llevado de regreso a la UCI. Efectivamente, los dos médicos especialistas que había llegado en helicóptero desde Bangalore, daban la apariencia no sólo de que lo que habían venido a hacer había ido bien, sino también que estaban listos para irse de regreso. De hecho, se había retirado ya sus batas de cirujano, puesto los zapatos, y caminaron, presumiblemente para ser conducidos al aeropuerto. Un par de minutos más tarde, vi que la camilla la volvían a llevar a la UCI. Esta vez, gracias al Dr. Safaya, fui capaz de echar un vistazo momentáneo a la cara de Bhagavan desde casi un par de metros de distancia; el resto del cuerpo estaba, por supuesto, cubierto con una sábana del hospital. Esa fue la última vez que vi a Swami antes que dejara Su cuerpo mortal. Estando bajo la influencia de sedantes, Sus ojos estaban cerrados. Esto era sin duda de esperarse; sin embargo, el panorama fue como una descarga eléctrica enorme, teniendo en cuenta que hasta hace no mucho tiempo, en muchas ocasiones había visto la cara de Swami radiante y con un brillo indescriptible, incluso alrededor de las 8:30 PM después de un largo y agotador día.
Entonces, ¿por qué se llevaron a Swami al laboratorio de cateterismo y que hicieron allí? Y, ¿qué pasaba con los médicos que habían volado desde Bangalore? Obtuve todas las respuestas unas dos horas más tarde del Dr. Safaya. Se veía muy cansado pero aliviado de algún modo, se dejó caer en una silla en el pasillo junto a mí y el profesor Pandit y dijo: "¡Hey! Ustedes están bebiendo té ¿Y yo?" Estábamos tomando una taza de té en una taza de papel, que nos había dado algún alma caritativa que se encontraba realizando seva allí. Le hicimos señas a esa persona una vez más para que le diera una taza de té al Dr. Safaya. Luego de tomar unos muy necesarios tragos de té,el Dr. Safaya nos dijo que mientras que el corazón Swami no había sufrido daños, se encontraba débil y la acción de bombeo era insuficiente. Los médicos de Bangalore habían insertado por lo tanto, lo que se conoce como un instrumento de bombeo. Esto reduciría considerablemente la carga sobre el corazón ya que dicho instrumento se haría cargo de la mayor parte del bombeo.
Más o menos seis días después, se le retiró el instrumento de bombeo. Sin embargo, el procedimiento había que hacerlo con enorme cuidado y muy lentamente. Para nosotros, ansiosos de escuchar la noticia de que el instrumento de bombeo había sido retirado con seguridad, fue una larga espera, tal vez diez horas, no recuerdo exactamente cuántas. Poco tiempo después, cuando el Dr.Safaya salió, se veía muy aliviado. Incluso sonrió un poco y me dijo:"Ahora Él está haciéndolo solo", lo que significaba que el corazón de Swami estaba funcionando satisfactoriamente sin ninguna ayuda externa. Obviamente, eran excelentes noticias las cuales valían la pena la espera.
En ese momento, todo el mundo estaba esperanzado, pero pronto comenzó un sube y baja emocional. Resulta que - por lo que un médico especialista me explicó - más allá de una cierta edad, cuando el corazón se ve afectado, afecta otros órganos también, más a menudo, los pulmones y los riñones. Si antes el corazón tuvo que recibir ayuda del exterior, ahora era el turno de estos dos órganos vitales para recibir dicha asistencia. A pesar de que estos dos órganos eran los mencionados a menudo en las noticias, como el Dr. Narendra Reddy nos explicó durante la conversación que tuve con él y que fue transmitida por Radio Sai, todos los órganos tuvieron que ser observados cuidadosamente. Fue así como todo tipo de expertos tuvieron que ser llamados, algunos dentro del propio hospital, algunos de otros hospitales en el país, y algunos incluso de América.Todo esto ya ha sido mencionado anteriormente y no voy a hablar de ello otra vez. Pero esto es lo que puedo decir. Médicamente, los distintos parámetros se mantenían con una que otra fluctuación de menor importancia; sin embargo, todo esto necesitaba el apoyo de sistemas externos.
Poco a poco, los órganos comenzaron a mostrar señales de que no podrían ser capaces de volver a la normalidad, sin embargo, uno no podía estar seguro tampoco. Después de todo no era un paciente normal, sino Swami, y casi todos, incluyendo los médicos tenían fe de que Swami desafiaría todos los libros de medicina y trabajos de investigación escritos por el hombre y se recuperaría. De hecho, un día le pregunté al doctor Safaya, "Doctor, ¿cuánto tiempo podría sobrevivir un paciente normal, con la misma edad del cuerpo de Swami con este problema múltiple de órganos?" La respuesta del médico fue breve: "Ciertamente, no todo este tiempo". Por supuesto que esta respuesta aumentó enormemente mi confianza. Debo mencionar en este punto que, aunque desde un punto de vista biológico el cuerpo de Swami estaba formado por los cinco elementos al igual que todos los organismos vivos, hay varios aspectos excepcionales de Su cuerpo que provenían totalmente de la pureza en lugar de la Divinidad, como Swami mismo una vez explicó a los estudiantes. Por ejemplo, ni uno solo de sus cabellos era gris. Durante mediados de los noventa, Swami a menudo se quejaba de la pérdida de cabello, pero también dijo que volvería. De hecho, lo hizo después de algún tiempo, aunque no en toda su extensión como en épocas anteriores. Y luego estaban sus ojos. Ni una sola vez Swami tuvo que llevar gafas, incluso para leer un papel - ni una sola vez. Pero todo el mundo alrededor de él necesitaba por lo menos un par si no dos, uno para lectura y otro para visión lejana. En tercer lugar, ni una sola vez Swami tuvo necesidad de los servicios de un dentista.
Volviendo a la narración principal, al pasar los días la ansiedad médica lentamente comenzó a aumentar en silencio. Al mismo tiempo también sobrevolaba la confianza de que Swami no nos dejaría. Después de todo, dijeron todos, incluyéndome: “¡Sólo miren cuántos miles si no millones están orando en todo el mundo!” Hay cristianos orando en Madrás. Hay Sikhs orando en Delhi, y están los habitantes de Puttaparthi que están orando por su propio Swami. Por lo tanto, Bhagavan no tenía más remedio que sentarse, alejarse de Su cama, refrescarse y salir, exactamente como lo hizo en el momento de su famoso lila de la apendicitis de Goa”.
¡Ay!, eso no iba a suceder. No hay absolutamente ninguna duda de que Swami pudo haber hecho eso y mucho más. Sin embargo, Él eligió no hacerlo. En muchas ocasiones Él había dado pistas, tanto privada como incluso públicamente, de que podría irse en cualquier momento en que Él lo decidiera, haciendo caso omiso de todos sus pronunciamientos anteriores. Además, Él ha explicado claramente en muchos de Sus Discursos que, si bien el Avatar es una Encarnación de Dios y desciende con Su completo bagaje de Poderes Divinos cuando se manifiesta como un Poorna Avatar, como lo hizo en este caso, Él, al mismo tiempo, no sólo respetaría las Leyes de la Naturaleza como ha sido ordenado por Él en lo que se refería a su propio cuerpo, sino que también se inclinaría ante el Tiempo, del que fue siempre el dueño absoluto. Así fue que Swami a veces se cansaba, se resfriaba, tenía fiebre, etc. Como Él se encargó de explicar, no todas las dolencias de su cuerpo se debían al hecho de haber asumido el sufrimiento de los demás.
Alrededor de las 7:30 de la mañana del 24 de abril, recibí una llamada telefónica de un amigo cercano que me susurró: “Swami está en estado crítico”. Sin embargo, no estaba alarmado porque mi confianza en que Swami iría hasta el mismo límite y luego se recuperaría milagrosamente se había elevado a nuevas alturas. Veinte minutos después, recibí una nueva llamada. Ésta era de uno de los miembros del trust que comenzó: “Triste noticia. Swami falleció a las 7:40 de esta mañana. Ahora bien, esto es lo que nos gustaría que hicieras…”, y pasó a darme mi primera tarea en el mundo donde la Luz estaba allí, pero de una forma pasiva, después de haberse elevado para brillar y guiar desde arriba. Era una señal silenciosa de que el tiempo finalmente había llegado para todos nosotros de acudir a Bhagavan más allá de la Forma en busca de instrucciones y guía, las que luego deberían seguirse meticulosamente. En el camino, teníamos que trabajar en armonía unos con otros, rompiendo todas las barreras construidas por el ego. En pocas palabras, TENÍAMOS que convertirnos en una familia, unida bajo Dios y trabajando por el bien común. No era suficiente sólo el cantar: “Que la paz reine en todos los mundos”, etc; era ahora nuestro trabajo hacer que eso sucediera. ¡La campana del examen había sonado y Dios, nuestro entrenador así como nuestro maestro, se había convertido en el celador!
Oh, sí, por un momento todos lloramos y juramos que no podríamos vivir sin Swami, etc. Pero eso ha sucedido antes, de hecho varias veces, después de Rama, después de Krishna y después de Shirdi. Pero pronto, debemos despertar a nuestras nuevas responsabilidades, dándonos cuenta de que es para esta prueba que Swami nos ha estado preparando físicamente de diversas maneras.
Se dice que Swami Vivekananda había declarado: “La muerte de alguien cercano siempre vuelve a todos muy filosóficos. Sin embargo, ese estado de ánimo desaparece en tres días o incluso menos, después de lo cual las cosas siguen igual". Ese comentario se aplica en el caso de la muerte de un mortal común. La situación actual es totalmente diferente ya que no es una cuestión de muerte. Swami se ha limitado a despojarse de la Forma para permanecer exclusivamente sin forma, jugando un papel diferente y más sutil. Poniéndonos a la altura de las circunstancias, tenemos que, como Swami ha dicho en muchos Discursos, “despertar, levantarnos, escuchar el llamado del Maestro Divino, y aceptar nuestra nueva responsabilidad". El mundo sigue allí afuera, ofreciéndonos más oportunidades de servicio que nunca; todo lo que se necesita es estar a la altura de las circunstancias.
Me gustaría cerrar esta charla con un breve recuerdo de lo que Swami dijo una vez cuando finalizaba Su Divino Discurso. No recuerdo la ocasión pero recuerdo Su mensaje debido su profundidad, a su poder y también por otra razón que mencionaré en breve. Swami dijo con una voz poderosa (y esto es una paráfrasis).
"¡Queridos estudiantes! Cuando cantan Bhajans aquí, no se imaginen que sólo impactarán en las personas que actualmente están reunidas aquí en el Sai Kulwant Hall. Es verdad, las ondas sonoras provenientes de los diversos altoparlantes serán escuchadas sólo por los devotos que están aquí. Es verdad que esas ondas sonoras también serán escuchadas en todo el Ashram. Sin embargo, además de estas ondas sonoras, también se generan ondas sutiles. Ustedes no las pueden ver y de hecho, ni siquiera saben que existen. Son ondas en el Océano de la Conciencia. Esas ondas pueden viajar no sólo por todo este planeta sino también hasta el mismo límite del Universo físico y más allá. Nunca se apagan ni se disipan, sino que permanecen para siempre. Penetran en todas partes, incluyendo los pilares, las estructuras y todo lo que ven aquí. De hecho, las vibraciones de cada bhajan que cantan quedará incorporado en ellos para siempre. Además, todos los días, habrá nuevas incorporaciones, como resultado de lo cual la intensidad de las vibraciones espirituales incorporadas crecerá en forma constante. Cuanto más apasionadamente canten, mayor será la santidad almacenada. Cuanto más amor incorporen a sus sentimientos al cantar, mayor será el incremento de la santidad. Así, al tener pensamientos sagrados mientras están sentados aquí y al cantar bhajans con Amor Puro en su Corazón, cada uno de ustedes puede dejar detrás de sí un legado de valor incalculable”.
Eso fue en breve lo que dijo Swami. Todo lo cual me recuerda muy fuertemente lo que dijo un día el Director de una escuela donde estudiaba alrededor de los años cincuenta después de la reunión de la mañana y la oración. Esas palabras todavía resuenan en mis oídos. Dijo: “Muchachos, algunos de ustedes deben estar preguntándose por qué pasar día tras día por esta rutina. Para algunos de ustedes, incluso puede parecer sin sentido, así como una completa pérdida de tiempo. Pero aquí está la razón por la cual los hacemos venir aquí día tras día. Mientras que algunos de ustedes tal vez no, muchos de los muchachos que vienen aquí rezan y cantan con sinceridad. Las vibraciones sutiles de esas oraciones y cantos permanecen para siempre ligadas a las paredes de este salón de actos, saturando este lugar con santidad que se incrementa día tras día. Al pasar algún tiempo aquí todos los días, se purifican espiritualmente aunque sea sólo un poco más. ¿Por qué creen que la gente va en gran número a algunos templos pero no a otros? La razón es que miles de buenas personas y muchos santos han adorado en esos templos antes, lo que les confiere el aroma sutil del saanithyam”. Por cierto, la palabras aanithyam podría ser traducida libremente como santidad eterna.
Volviendo a nuestro Director, él continuó: “Cuando una persona común va a un templo así, ese mismo saanithyam limpia a la persona espiritualmente hasta cierto punto. Esa es también la razón por la que la gente de este país quiere bañarse en los ríos sagrados. Éstos son ríos en los que innumerables rishis y santos se han sumergido, haciendo de ellos ríos tan sagrados. Si ustedes y yo nos bañamos allí, un poco de esa santidad se filtra dentro de nosotros, haciéndonos mejores personas”.
¡Querido oyente! Hay una razón especial por la que estoy terminando con esta nota. Si lo piensan con cuidado, se darán cuenta de que Prashanti Nilayam es EL lugar que ha sido la morada del Avatar de la Era, desde el momento que Él se mudó del Paatha Mandiram en 1950. Durante las seis décadas que siguieron, ¡cuántos Darshans Él ha dado aquí! ¡Cuántos festivales ha celebrado aquí! ¡Cuántas representaciones y obras teatrales ha visto aquí! ¡Y cuántos Discursos ha brindado aquí! ¡Basta pensar en cuánto Amor Puro y Divino Él ha derramado personalmente en el proceso, todos esos años! ¿Se han esfumado en el Tiempo? En el plano terrenal, ciertamente se han convertido en recuerdos. Pero en el plano sutil y Causal, el Sai Kulwant Hall es el lugar más cargado de Amor que existe no sólo sobre la faz de este planeta sino ciertamente de todo el Universo. Pues, ¿no era éste el lugar donde el Divino Rector, Swami para todos nosotros, derramó Su Amor en forma incesante, tanto a nivel individual como colectivo?
La Forma ya no será visible a nuestros ojos. Sin embargo, si nos preocupamos por abrir el ojo de nuestro Corazón, el Tercer Ojo si así prefieren llamarlo, podemos tener la más grande y dichosa experiencia que se pueda tener. Recuerden, ¡ni siquiera el mejor piano Steinway o el más excepcional violín Stradivarius pueden producir buena música cuando no están correctamente afinados! En otras palabras, si queremos experimentar la Eternidad, sólo podemos hacerlo si nuestros Corazones están correctamente afinados antes de entrar al SKH. Si entramos sin estar afinados, todo lo que veremos será un vacío físico que nos hará llorar en vez de sentirnos elevados.
Swami no se ha ido. Está totalmente aquí, allá, arriba, abajo, alrededor, etc., de hecho en todas partes. Sin embargo, necesitamos una nueva visión para verLo. Esa es la esencia de la última parte de mi charla de hoy.
Pienso que voy a terminar aquí. La nueva situación, naturalmente, ha puesto muchas nuevas responsabilidades sobre nosotros, y tengo muchas cosas más que decir acerca de ellas como también acerca de las enseñanzas de Swami; sin embargo, éstas tendrán que esperar para otra ocasión.
Por ahora, me gustaría concluir, como siempre lo hago, ofreciendo esta charla a los Pies de Loto de nuestro Amado Swami.
Gracias por escuchar, y Jai Sai Ram.
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