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domingo, 13 de abril de 2014

JAPA SAHITA DHYANA.- SATHYA SAI BABA


Discursos dados por Sai Baba

{SB 01} (34 de 35 discursos 1953 a 1960)

05. 23/02/58 Japa sahita dhyana

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 01 cap. 5 )

Japa sahita dhyana

23 de Febrero de 1958

Orilla del río Chitravati, Puttaparthi

El devoto que habló primero, déjenme que se los diga, estuvo renegando de Dios durante 25 años, y solamente desde hace cinco, después de conocerme, ha cambiado. Desde luego, muchas personas no han tenido ninguna experiencia que pudiera cambiarlas y por esto no hay que censurarles su falta de fe. También, este Seshagiri Rao recriminaba a su hijo y a sus hijas por venir a Puttaparthi, y se reprochaba a sí mismo por rehusarse tanto tiempo a venir. Un día, en Bangalore, en una casa frente a la suya hubo una función a la que había ido yo. Durante los bhajans, este hombre, indeciso, cruzó la calle y miró hacia el salón; yo me le acerqué, lo llamé y lo hice sentar a mi lado. Le invité a que viniera a Puttaparthi a que examinara y experimentara. Desde ese entonces ha estado conmigo; hace ya 18 años que llegó aquí por vez primera. Esta es justamente la razón por la cual he venido: para sembrar las semillas de la fe en la religión y en Dios. iQuizá hayan oído a algunas personas decir que me transformé en Sai Baba cuando me picó un escorpión! Bueno, los reto a todos ustedes a que los pique un escorpión y se transformen en Sai Baba. ¡Por supuesto que el escorpión no tuvo nada que ver con ello! De hecho no hubo ningún escorpión. Llegué en atención a los ruegos de los sabios, de los santos y de los sadhakas para restaurar el dharma.

Cuando hay señales de disturbio, aparece el policía; si la turba se vuelve incontrolable, acude el inspector; y si se pone violenta, el superintendente de policía debe hacerse presente en el sitio para dominarla. Si la situación empeora debe venir el inspector general mismo, ¿no es así? La actual es una situación de la cual el inspector general se está haciendo cargo por completo. Los mahapurushas, los mahatmas, los jñanis, los yoguis y los devansasambhuthas han tratado y estarán cooperando en la tarea de restablecer la justicia y el deber para despejar el camino con el fin de que el mundo alcance la paz.

La mayor carencia hoy en día es la falta de atmavichara, indagación en la naturaleza del atma. Es ella la causa de toda esta ausencia de paz (asanthi); si ustedes desean conocer la verdad acerca de sí mismos, entonces, aun cuando no crean en Dios, no errarán el camino. Todos los cacharros están hechos de lodo, todos los ornamentos han sido elaborados con oro, todas las ropas están confeccionadas con hilo. Hay unidad donde sólo se veía diversidad. La sustancia básica es una e indivisa. Esto es Brahma; esto es el atma, que es también vuestra propia sustancia básica.

Este atmavichara se encuentra mejor en los Upanishads. Al igual que el flujo de un río está regulado por represas y sus aguas se dirigen al mar, así también los Upanishads regulan y restringen los sentidos, la mente y el intelecto y nos ayudan a llegar al mar y a fundirnos individualmente con lo absoluto. Estudien los Upanishads con la intención de actuar en consecuencia, de poner en práctica los consejos.

El mirar un mapa de cierto país o el hojear una guía turística no les proporcionará la emoción de una visita real a ese lugar, ni les dará una fracción de la felicidad y conocimiento que ofrece un viaje por ese sitio. Los Upanishads y el Gita son únicamente mapas y guías; recuérdenlo. Les narraré la historia del labriego que, sentado en una reunión de devotos, escuchaba la exposición de un gran pandit acerca del Gita. Todos estaban maravillados por el erudito comentario que daba el pandit y sus sabias disquisiciones sobre cada palabra y frase; el labriego, aunque la exposición era de un nivel superior a su entendimiento, parecía poner cuidadosa atención pues casi todo el tiempo se la pasaba llorando. Cuando finalmente el pandit le preguntó por qué lloraba, sorprendió a todos por la sinceridad de su devoción, pues dijo que lo hacía por el apuro que pasaba el Señor, que tenía que estar sentado adelante en la carroza volteando la cabeza al tener que hablar tanto rato para convencer al lerdo Arjuna. "¡Cómo debe haberle dolido el cuello!", aseveró y lloró otra vez. Esto era verdadera devoción, un pasaporte seguro para la victoria espiritual. Se había identificado con los participantes del episodio y toda la escena se había hecho vívida para él.

No necesitan siquiera leer el Gita o los Upanishads, ustedes oirán un Gita especialmente hecho para ustedes si acuden al Señor en sus propios corazones. Él está allí, instalado como su propio conductor. Pregúntenle y Él responderá. Mantengan la forma del Señor ante ustedes cuando se sienten tranquilos en un lugar para meditar y tengan su nombre, o sea, cualquier nombre, en mente cuando hagan japa. Si hacen japa sin tener esta imagen o forma delante de ustedes, ¿quién va a dar la respuesta? No pueden estar todo el tiempo hablando consigo mismos. La forma o Rupa oirá y responderá.

Toda agitación debe cesar un día, ¿no es así? El dhyana o meditación sobre la forma y el japa del nombre son los únicos medios para esta tarea.

El secreto es que deben ser, pero no ser como en el sueño, cuando en lo más profundo de sí mismos están conscientes de que son. Mas el sueño está envuelto en maya o ilusión. Despierten de esa maya, pero sumérjanse en este sueño, que es el verdadero samadhi. Japa y dhyana son los medios por los cuales pueden lograr hasta la concretización de la gracia divina en la forma y con el nombre que deseen. El Señor tiene que asumir la que escojan y el que prefieran; de hecho, ustedes le dan forma. Por lo tanto, no cambien de forma ni de nombre; guarden los que más les agraden, no importa cuál sea la demora o la dificultad.

No se desalienten porque al comienzo no puedan concentrarse por mucho rato. Cuando aprenden a manejar una bicicleta, no adquieren en seguida la destreza de mantener el equilibrio. Empujan la bicicleta por un sitio descubierto y saltan, la mueven de un lado y luego del otro y hasta puede caerles encima la bicicleta durante muchos ensayos antes de que puedan montarla con destreza sin tener que preocuparse más por su equilibrio. Automáticamente, ya pueden hacer los ajustes necesarios para guardar el equilibrio, ¿no es así? Después de adquirir esta pericia, pueden andar por las calles y veredas estrechas y no necesitan un campo abierto; pueden manejar su vehículo por los sitios más poblados. Así, la práctica les proporcionará una concentración que los sostendrá en los ambientes más densos y en las situaciones más difíciles.

No piensen que yo me enojaré con ustedes si no me aceptan como su forma de meditación (Dhyanarupa). Esto no me preocupa en absoluto; tienen plena libertad de elegir el nombre y la forma que les den el aliento necesario. Cuando se medita, a menudo la mente se va detrás de otra cosa, toma otro camino. Tienen entonces que tapar ese hueco con el nombre y la forma y lograr que no se interrumpa el parejo fluir de sus pensamientos hacia el Señor; si vuelve a suceder, usen el nombre y la forma de nuevo, rápidamente. No le permitan a la mente que vaya más allá de dos lugares, de este lado del nombre y de aquel de la forma. Así no se desviará hacia un tercer lugar.

Primero, cuando se sienten a meditar, reciten algunos slokas o versos sobre la gloria de Dios, para que los pensamientos que andan sueltos se reúnan. Luego, paso a paso, mientras hacen japa, visualicen ante el ojo de la mente la forma que ese nombre representa. Cuando su mente se aleja de la recitación del nombre, llévenla a la imagen de la forma. Cuando se aleja de la imagen, condúzcanla al nombre. Dejen que more en esta o aquella dulzura. Tratada de esta manera es fácil domarla. La figura imaginada y dibujada se transmutará en el Bhavachitram o la imagen. Emocional, cara al corazón y fija en la memoria; gradualmente se transformará en el Sakshathkarachitra cuando el Señor asuma aquella forma a fin de cumplir con su deseo. Este sadhana o práctica se llama japasahithadhyana o japa acompañado de dhyana y les aconsejo a todos que la emprendan, pues es la mejor para los principiantes. A los pocos días se acostumbrarán y probarán la alegría de la concentración. Después de diez o quince minutos en las etapas iniciales y más tarde después de algún tiempo de este dhyana, hagan algo de manana o sea recuerden, revivan la paz y felicidad que tuvieron durante la meditación; o sea, traigan de nuevo a sus mentes la alegría que experimentaron. Esto les ayudará en su fe y en su devoción. Luego, no se levanten de repente y comiencen a andar por todos lados, reanudando sus ocupaciones. Desperecen los miembros lentamente, deliberadamente y gradualmente, y luego, vuelvan a sus deberes usuales. Prueben los frutos de la meditación y aprendan a saborearlos; esto es lo que quiero decir con este proceso de manana.

Cuiden también de su salud física. Satisfagan las exigencias de la naturaleza; el carro debe tener la gasolina necesaria para andar. De otro modo, la cabeza les dará vueltas y sus ojos se nublarán de puro agotamiento. ¿Cómo pueden estabilizarse los pensamientos del Señor en un cuerpo débil? Pero, no olviden el objeto de este cuerpo mientras cuiden de él. A una apisonadora de caminos se le pone aceite y carbón y otros tipos de combustibles. Pero, ¿para qué se mantiene en buenas condiciones? Para poder reparar la carretera, ¿no es así? Similarmente, recuerden que han encarnado para que puedan realizar el fin de este ciclo de nacimientos y muertes. Con tal fin, usen el cuerpo como un instrumento, nada más.

Volando de acá para allá, más y más alto, al fin, el pájaro tiene que posarse en un árbol para descansar. Así también, aun el hombre más rico y más poderoso busca descanso, o paz. La paz puede adquirirse tan sólo en una tienda: la realidad interior. iLos sentidos los llevarán a un fango que los sumergirá más y más profundamente en alternante felicidad y dolor, o sea, en un profundo descontento. Sólo la contemplación de la unidad puede eliminar el temor, la rivalidad, la envidia, la codicia, el deseo todas las emociones que producen descontento. Cualquier otro camino dará sólo un seudocontento; un día vendrá en el cual ustedes arrojarán lejos todos estos juguetes y gritarán: "íSeñor, concédeme serena Paz!" El dacoit Valmiki rezó así; el ateo inveterado también tendrá que orar y pedir un día paz y descanso.

La gente atesora las vasijas de bronce y las toma por oro, pero tienen que pulirlas para que parezcan brillantes. Un día, se cansarán de este constante pulir y limpiar; rogarán: "Líbrame de esta frotadera; este nacimiento, este sufrimiento y esta agonía". La vida es corta; el tiempo vuela; su sadhana está yendo a paso de tortuga. ¿Cuándo van a decidirse a ir un poco más rápido? Su sadhana es como las respuestas que se escriben en el examen. Si obtienen sólo 5 o 6, entonces el examinador tachará hasta esto diciendo: "¿Para qué sirven estos pocos puntos? No lo llevarán ni aquí ni allá". Si se acercan a las notas pasables, entonces la gracia les dará justo un poquito más para que puedan pasar, siempre que hayan sido estudiantes diligentes y correctos.

Dedíquense a las buenas acciones, la buena compañía y los buenos pensamientos. Fijen su atención en la meta. Todavía no han comprendido el secreto de este advenimiento. Realmente tienen suerte, son más afortunados que muchos otros. Es sólo cuando Yasoda se dio cuenta de que por más que alargara la cuerda le quedaba siempre un poco corta para darle vuelta que descubrió que Krishna era el Señor. Así también, se darán cuenta de que cada descripción de mi Mahima se queda un poco corta frente a la realidad; y entonces se convencerán. Mientras tanto, si estudian los Sastras y se enteran de las características del Avatar del Señor, quizás obtengan un vislumbre de la verdad acerca de mí. No sirve de nada estar discutiendo y peleando entre sí; examinen, experimenten; entonces conocerán la verdad. No proclamen nada antes de estar convencidos; quédense en silencio mientras estén indecisos o en proceso de evaluación. Desde luego, deben descartar toda maldad en ustedes mismos antes de que puedan intentar evaluar el misterio. Y, cuando despunte la fe, cérquenla con disciplina y autocontrol, a fin de que el tierno retoño pueda ser protegido de los chivos y vacas, de la variada masa de los cínicos; incrédulos. Cuando su fe se haya convertido en un árbol fuerte, estos mismos cínicos podrán descansar bajo la sombra que ofrecerá.

Orilla del río Chitravati, Puttaparthi, 23-02-1958.


FUENTE: http://www.saibabadice.org/1/5.htm



DIOS COMO GUIA.- SATHYA SAI BABA


Discursos dados por Sai Baba

{SB 01} (34 de 35 discursos 1953 a 1960)

03. 01/08/56 Dios como guía

( Impreso en castellano en Mensajes de Sathya Sai, Tomo 01 cap. 3 )

Dios como guía

1 de Agosto de 1956

Prashanti Nilayam

Gurú Purnima

Dios es Mahashakthi (el gran poder o energía universal); el jiva (vida o ser viviente, el alma individual) es Mayasakthi o el poder de la ilusión; Él es el verdadero, el real; el jiva no es sino la sombra, la apariencia, la ilusión. ¡Hasta yo tengo que vestirme de Mayasakthi para estar entre ustedes, como el policía que tiene que ponerse la indumentaria del ladrón a fin de ser admitido en la banda y así apresar a los malhechores y hacerlos pagar su culpa! El Señor no puede bajar aquí con su Mahasakthi intacto; tiene que venir con un reducido esplendor y limitada efulgencia para que pueda ser el objeto de la devoción y del servicio dedicado.

En este mundo que es inestable y siempre en transformación, el poder inmanente del Señor es lo único permanente y fijo. A fin de realizar lo permanente (nithyam) y lo verdadero (sathyam) debe uno por fuerza adherirse a aquella fuente y sostén. No hay escape de este camino. Es el destino de todos y cada uno, no importa la edad o la erudición, el clima o la casta, el sexo o la situación.

Y al caminar por este sendero, cada uno puede observar su sombra que pasa sobre el lodo o la tierra, sobre huecos o montículos, espinas o arena, charcos o desiertos. A usted no le afecta lo que le sucede a su sombra, ¿no es así? Ni la sombra se ensucia por ello. No se preocupa en lo más mínimo por donde pasa o cae. Sabemos que la sombra y sus experiencias no son ni nithyam ni sathyam; similarmente, deben convencerse de que su yo no es otra cosa que la sombra del paramatma y que esencialmente no son ese yo sino el paramatma o alma universal mismo. Ese es el remedio para la aflicción, la fatiga y el dolor.

Desde luego, será solamente al final de un largo y sistemático proceso de sadhana cuando ustedes quedarán fijos en la verdad; entretanto, es probable que se identifiquen con este cuerpo y olviden que el cuerpo que proyecta una sombra es en sí una sombra. El primer paso en el sadhana es la adherencia al dharma en cada acto individual y social. El dharma que se sigue en relación con la naturaleza o materia (prakriti) lleva automáticamente al dharma en el campo espiritual también; sólo que deben adherirse a él con fuerza. Cuando Asvathama en la ceguera de su furia asesinó a los hijos de los Pandavas, Arjuna, que lo hizo prisionero, amenazó con cortarle la cabeza; pero Draupadi, la afligida madre, intercedió para salvarlo. Dijo que no era dhármico el devolver el asesinato con asesinato, el matar al hijo del propio gurú. Esa es la constancia que se necesita en el sendero del dharma; eso sólo es la señal del verdadero saranagati: ¡"Que se haga la voluntad del Señor; el deber de cada quien no es otro que el de conectarse con la corriente de su gracia"! Mientras se encuentra en la cárcel, el prisionero no puede decir ni siquiera que su ropa es suya; así también, mientras se encuentran ustedes en la cárcel cumpliendo su sentencia, ¿qué pueden llamar suyo? ¡Él les da alimento y ropa, Él los dejará ir cuando termine la sentencia, o quizá antes, si Él está satisfecho de su comportamiento durante la prisión!

El mayor obstáculo en el camino de la renunciación (saranagati) es el egoísmo, el egotismo (ahamkara) y la posesividad (mamakara) algo que ha estado residiendo en su personalidad durante edades con más y más profundo afincamiento por la experiencia de cada vida sucesiva. Sólo puede ser eliminado por los detergentes gemelos de la discriminación (viveka) y del desapego (vairagya). La devoción es el agua para lavar ese cieno de las edades y el jabón del japa, dhyana y yoga ayudarán a removerlo con mayor y rápida eficacia. No hay duda de que quienes van despacio y con constancia ganarán esta carrera; el caminar es el método más seguro de viaje aunque puede condenarse por lento. Los me- dios más veloces representan el desastre; cuanto más rápidos mayor es el riesgo de catástrofe. No deben comer más de lo que les pida el hambre; el exceso causará desórdenes. Así, prosigan paso a paso en el sadhana, asegurando un paso antes de dar otro. No retrocedan dos pasos cuando den uno al frente. Pero aun el primer paso será inseguro si no se tiene fe. Así es que cultiven la fe. Una vez Sathyabhama le preguntó a Krishna: "¿Por qué haces cosas como los hombres ordinarios? Yudhishtira, el mayor de los Pandavas es el mejor de los hermanos pero estás siempre con Arjuna cuya reputación no es la preferible". ¡Su fe no era firme! ¿Qué sabe la gente de los motivos que impulsan al Señor y a sus acciones? Algunos encontraron fallas con Narada por repetir el nombre del Señor siempre, sin intermisión. Pero hasta llegar al sayujyam o fusión con Dios, debe usarse el nombre; la idea de separación terminará solamente con la fusión, no antes. No vacilen ni duden una vez que estén convencidos. Traten de entenderse y satisfacerse. Después de ello, no se dejen desviar. Cuando el sol está encima de sus cabezas no habrá sombra; de manera idéntica, cuando la fe es firme no deben dejar caer sombra de duda en su mente.

Cuando el hombre pierde el camino y se extravía en la selva, creyendo que él es el cuerpo o los gunas o el objeto, entonces el Avatar viene para advertirlo y guiarlo. iQue no disminuya la fe en el Señor y entonces ustedes podrán andar seguros por el mundo! iNo les pasará nada! Sean como las mujeres de pueblo que llevan varios tiestos sobre la cabeza, uno encima del otro, manteniendo el equilibrio hasta mientras hablan y caminan por el sinuoso sendero. No olvidan ni ignoran la carga ni la meta. Están vigilantes, conscientes de las dificultades del camino, de las piedras y de los huecos; es la concentración interna la que paga grandes dividendos.

Todos han de partir algún día; ese momento no debe ser un momento de angustia; uno debe irse con gracia, con una sonrisa y una reverencia. A fin de hacer esto, es necesaria mucha preparación. El partir, dejando todo lo que se ha acumulado durante una larga vida, es una tarea difícil; así es que prepárense para ella descartando el apego por esto y aquello a partir de ahora. En sueños ven ustedes muchas cosas y adquieren muchas cosas: poder, riquezas, posición, reputación. Pero cuando despiertan, no lloran por la pérdida, aunque durante el sueño todo esto era muy real y dio mucha satisfacción y alegría. Eso fue un sueño, se dijeron; entonces ¿qué les impide tratar con igual desenvoltura las posesiones coleccionadas durante el estado de vigilia de su vida? Cultiven esa actitud y podrán irse con una sonrisa en cualquier momento en que caiga el telón sobre este escenario del país de los sueños.

A fin de adquirir convicción en todo esto, es mejor que se acerquen a un gurú que conozca la verdad por experiencia y cuyas actividades, palabras y pensamientos diarios reflejen esta realización. El gurú se llama así por las letras GU que significan gunathita, o aquel que ha trascendido los tres gunas o cualidades: lo tamásico, lo rajásico y hasta lo sátvico, y las letras RU significas el que es "Rupa Varjitha", aquel que ha aprehendido el aspecto sin forma de la divinidad. Desde luego que pudo llegar a ese estado solamente a través de la sublimación de las cualidades más bajas en las más altas y el desconocimiento firme y constante de la parte que juegan los meros nombres y formas. En las etapas preliminares del sadhana espiritual, el nombre, la forma y la cualidad, todos tienen su parte que asumir en el amoldamiento del espíritu. El gurú destruye la ilusión y derrama luz; su presencia refresca y conforta. Debido a esto es por lo que hoy, un día de Purnima, de luna llena, es destinado a rendir los honores debidos al gurú. Además, la luna es la deidad que preside la mente y el Purnima es el día en el cual la mente se ha hecho totalmente benéfica. Por supuesto, deben saber lo que han perdido, para que puedan empezar la búsqueda para recuperarlo. El gurú debe a menudo decirles que han olvidado su nombre real o que han perdido la parte más preciosa de sí mismos y que todavía no están conscientes de la pérdida. El gurú es el médico para la enfermedad que trae el sufrimiento de nacimiento y muerte alternantes. Es maestro en el tratamiento necesario para la cura. Si no tienen gurú, oren al Señor Mismo para que les indique el camino... y sin duda Él vendrá en su ayuda.

Prasanthi Nilayam, Gurú Purnima, 01-08-1956.


FUENTE: http://www.saibabadice.org/1/3.htm