¡QUÉ EXTRAÑO ES ESTE MUNDO!

¡QUÉ EXTRAÑO ES ESTE MUNDO!

UN  JOVEN, EN SU ESFUERZO por adquirir el conocimiento de muchos temas espirituales, acostumbraba a reunirse diariamente con su Guru, quien vivía en las afueras de la aldea. Un día, escuchó por largo tiempo el discurso de su Guru sobre  importantes cuestiones espirituales. Mientras tanto, se hizo de noche. De modo que el Guru le dijo al discípulo que pasara la noche en el Ashram. Pero el discípulo dijo: 

"¡Oh, venerado Guru! Debo estar en mi casa por la noche. Mi madre, mi padre y mi esposa se preocuparán mucho por mi ausencia. Todos me aman mucho. Si me pasa algo malo, ellos se quitarán la vida. Por eso debo marcharme."

El Guru oyó todo esto y lo envió a su casa, diciendo: 

"¡Oh, querido hijo! Toma esta píldora. Cuando llegues a tu casa trágala con un poco de agua. Quedarás como muerto por algún tiempo, pero podrás oir todo lo que pase a tu alrededor. Entonces sabrás por ti mismo qué dice cada quien".

El joven fue a su casa e hizo lo indicado por el Guru. Viéndolo yacer inconsciente, todos los residentes de la casa comenzaron a llorar a voces, considerándolo muerto. También llegaron los vecinos en solidaridad con ellos. Después de un rato también entró el Guru con el pretexto de que pasaba por allí en algún menester.

El padre, la madre y la esposa del joven comenzaron a llorar a voces, considerándolo muerto.

Después de oirlo todo, el Guru dijo: 

"Lo volveré a la vida. Pero hagan lo que les digo". 

Todos en la casa le respondieron: 

"¡Swami! Con seguridad haremos lo que nos indiques." 

Entonces el Guru dijo: 

"Miren: para traerlo nuevamente a la vida, uno de ustedes debe estar dispuesto a morir. Después de cantar un Mantra (encantamiento), salpicaré agua de mi Kamandalu (vasija de agua) sobre él,  y él se levantará."

Diciendo esto, el Guru  preguntó en primer lugar a la madre del joven: 

"¡Amma! ¿Estás dispuesta a morir por tu hijo?" 

La madre replicó: 

"¡Swami! Tengo otros niños a quienes cuidar. ¿Quién velará por ellos cuando yo muera? ¿Qué les pasará cuando yo ya no esté? " 

Entonces el Guru hizo la misma pregunta al padre. Este dijo: 

" Yo soy el responsable de toda la familia ¿no es así? Entonces ¿cómo puedo morir?" 

A continuación, el Guru se dirigió a la esposa del joven. 

"¡Querida hija! Para una esposa, su marido es todo ¿no es así? Creo que no tendrás ninguna objeción en morir por él."

El Guru preguntó por turno a la madre, el padre y la esposa del joven si alguno estaba dispuesto a morir para devolverlo a la vida. Pero ninguno estaba dispuesto.

La esposa dijo: "Soy la única hija de mis padres. Ellos se sentirían muy tristes si yo muriese." 

Entretanto el padre del joven dijo al Guru: "¡Oh, venerado Guru! Tú querías tanto a mi hijo ¿no es así? ¿Porqué no mueres tú? Construiremos una buena Samadhi (tumba) para ti, y te adoraremos con gran devoción y dedicación."

Toda esta charla abrió los ojos del joven. Se levantó inmediatamente y dijo a su Guru: 

"¡Swami! Ahora he comprendido el verdadero valor de Samsara (la vida mundana). Iré contigo al Ashram y pasaré allí el resto de mi vida."

"¡Swami! Ahora he comprendido el verdadero valor de la vida mundana. ", dijo el joven a su Guru.